concertación pactó con el mal

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columna de lísperguer

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Videla fue condenado a morir en la cárcel.

En su alegato final, Videla pretendió que había salvado la civilización cristiana occidental de la amenaza marxista. Su idea de esta civilización incluía la violación de mujeres para dejarlas embarazadas y, tras dar a luz, asesinarlas y vender o regalar sus hijos a parejas militares estériles; y someter a esclavitud a los detenidos que sobrevivían. Es increíble que la iglesia católica argentina se haya comprometido con este verdadero demonio. Los políticos argentinos no pactaron con el Mal y no traicionaron la causa de su pueblo. En Chile, políticos acomodaticios y codiciosos (Lagos, Insulza, Escalona) aceptaron la impunidad de los criminales a cambio de compartir un régimen político autocrático (el binominal) que garantiza su poder y en enriquecimiento sin que las urnas puedan cuestionarlos nunca. La chilena fue la dictadura de una clase, que continúa con la participación de los nuevos ricos de izquierda. Ubi iudicia deficiunt, incipit bellum.
lísperguer