murió blake edwards
Dirigió ‘La pantera rosa’. Era un maestro de la comedia física.
[Dennis McLellan] Murió Blake Edwards, guionista y director que luchaba contra la depresión en su vida personal, y que no obstante era conocido como un maestro de la comedia circense moderna y de ingenio sofisticado con películas que fueron éxitos de taquilla, como las comedias de ‘La pantera rosa’, ‘10’ y ‘Desayuno con diamantes’ [Breakfast at Tiffany’s]. Tenía 88 años.
Edwards falleció el miércoles noche, por complicaciones de una neumonía, en el St. John’s Health Center en Santa Mónica, informó Gene Schwam, agente de Edwards de toda la vida. Su esposa, Julie Andrews, y miembros de la familia inmediata, estuvieron junto a su lecho de muerte.
"Era el hombre más extraordinario que he conocido, y era mi compañero", dijo en una declaración el jueves Anderson, que colaboró con Edwards en la parodia erótica ‘Victor / Victoria’, de 1982, y otras películas. "Lo extrañaremos más de lo que podemos expresar y estará siempre en mi corazón".
La historiadora del cine, Jeanine Basinger, directora del programa de estudios de cine en la Universidad Wesleyan, en Middletown, Connecticut, dijo que Edwards está "en la cima absoluta del cine cómico".
"Sus películas de comedias encajaron con las tradiciones estadounidenses de la comedia física y el diálogo inteligente y sofisticado", dijo Basinger al Times en 2003. "Pero también sabe cómo ser cómico, cinematográficamente hablando, mediante cortes, movimientos de cámara y enmarques. Es un director de cine cómico consumado".
Edwards, que sufrió de lo que llamaba una "monstruosa" depresión durante toda su vida y en un momento llegó a contemplar el suicidio, se relajaba haciendo películas.
"Mi trabajo ha sido una de las grandes terapias de mi vida", dijo a GQ en 1989. "Ser capaz de expresarme a mí mismo y verme validado por las risas es el mejor de los mundos posibles".
Durante una carrera de más de cinco décadas, fue co-guionista y director de ‘La pantera rosa’ [The Pink Panther] y ‘El nuevo caso del inspector Clouseau’ [A Shot in the Dark], estrenadas ambas en 1964, con Peter Sellers como el torpe inspector de la policía francesa, Clouseau, que Edwards se ganó la reputación de haber hecho renacer la comedia física y los números visuales en la era moderna.
El escritor Maurice Richlin se acercó a Edwards con la idea de un inspector de la policía francesa persiguiendo a un notorio ladrón de joyas, y colaboraron en el guión de ‘La pantera rosa’.
Un reseñador de Variety llamó la película "inmensamente divertida" y elogió a Sanders en su rol como Clouseau, diciendo que se "correspondía perfectamente con el poli torpe que apenas mueve un pie, rompe una vasija o abre una puerta sin golpearse él mismo en la cabeza".
Sam Wasson, autor del libro ‘A Splurch in the Kisser: The Movies of Blake Edwards’, dijo que Edwards "tiene tantas películas que son respetadas como películas que son vilipendiadas".
"No entró al panteón de los grandes directores’‘, dijo Wasson. "La gente no sabe dónde colocar a Blake Edwards porque gran parte de su material es aparentemente torpe, aunque es sofisticado".
Y aunque Edwards tuvo tantos fracasos como éxitos, Wasson dijo: "Lo pongo en la línea de los grandes directores de comedia de Hollywood, empezando con (Charlie) Chaplin y hasta (Ernst) Lubitsch, (Preston) Sturges y (Billy) Wilder.
"Ciertamente fue el último gran director y guionista de la comedia tradicional de Hollywood".
Actor de cine menor que empezó a escribir guiones para películas y programas de radio a fines de los años cuarenta y creó diez años después las series de televisión ‘Peter Gunn’y ‘Mr. Lucky’, Edwards empezó su carrera en la pantalla grande en 1955.
Tuvo su primer éxito de taquilla con ‘Operación Pacífico’ [Operation Petticoat], una comedia sobre la tripulación de un submarino de la Segunda Guerra Mundial, con Cary Grant y Tony Curtis en los papeles protagónicos. Pero su carrera daría un giro decisivo con ‘Desayuno con diamantes’, en 1961.
La romántica y sofisticada comedia dramática basada en la novela de Truman Capote le ganó a Audrey Hepburn una nominación al Oscar a la mejor actriz. El compositor Henry Mancini también ganó un Oscar por su partitura, y él y Johnny Mercer ganaron un Oscar por su memorable canción ‘Moon River’.
Edwards exploró materias más oscuras en 1962, al dirigir la película policial ‘Chantaje contra una mujer’ [Experiment in Terror] y ‘Días de vino y rosas’ [Days of Wine and Roses], un sombrío drama sobre una joven pareja (Jack Lemmon y Lee Remick) que lucha por salir del alcoholismo. Pero en los años sesenta también dirigió comedias como ‘La carrera del siglo’ [The Great Race], ‘¿Qué hiciste en la guerra, papi?’ [What Did You Do in the War, Daddy?] y ‘El guateque’ [The Party].
Como director, Edwards tuvo una carrera marcada por su cuota de fracasos de taquilla, incluyendo ‘Querida Lilí’ [Darling Lili], el musical notoriamente caro de una película de espías de la Primera Guerra Mundial de 1970, que marcó su primera colaboración con Andrews, con la que se casó en 1969.
En realidad, del mismo modo que es conocido por la comedia física en muchas de sus películas y por explorar las cambiantes relaciones entre hombres y mujeres en todo el mundo, Edwards también es conocido por librar importantes batallas contra la interferencia de los estudios en sus películas -con Robert Evans, de Paramount, sobre ‘Querida Lilí’, y con James Aubrey, de MGM, sobre ‘Dos hombres contra el Oeste’ [Wild Rovers] (1971) y ‘Diagnóstico: asesinato’ [The Carey Treatment] (1972).
Sus legendarias peleas con los jefes de estudio inspiraron la cáustica sátira de Edwards sobre Hollywood, ‘S.O.B.’, de 1981.
"Siempre fue admirado y respetado por el modo en que luchó por la integridad creativa y el control de sí mismo, como director", dijo al Times Peter Lehman, director del Centro para el Cine, los Medios y la Cultura Popular [Center for Film, Media and Popular Culture] de la Universidad de Arizona y co-autor de dos libros sobre las películas de Edwards, en 2003.
Lehman dijo que Edwards también le echó una mano a Mancini -con el que había trabajado durante décadas, a partir del drama de detectives ‘Peter Gunn’ en 1958-, de modo que Mancini retuviera los derechos de su música. Esto también sentó un precedente para otros compositores, dijo Lehman.
Basinger agregó que las comedias de Edwards, tales como ‘10’, nos han dado "iconos de nuestra cultura".
Bo Derek, saliendo del agua con sus trencitas, es una de las más grandes imágenes iconográficas de esa década", dijo Basinger.
Los que ayudaron a Edwards a hacer reír al público, elogiaron su talento para la comedia.
Cuando rodaba ‘10’, Derek contó al Times el jueves, que "lo miraba para ver la infame y malvada expresión que nacía en su cara y saber que había pensado en algo cómico. Era un ambiente muy alentador, y nunca lo he vuelto a vivir".
Burt Reynolds, que fue protagonista de Edwards en ‘El hombre que amaba a las mujeres’ [The Man Who Loved Women], dijo el jueves en una declaración que Edwards era"el director más maravilloso que he conocido".
"Tenía un brillante sentido del humor, con gran talento para la comedia", dijo Reynolds. "Lo echaremos mucho de menos, y es irremplazable".
Jack Lemmon, que trabajó en tres películas dirigidas por Edwards, lo llamó una vez "un corajudo SOB’ y un consumado "cineasta".
"Algunas personas son directores maravillosos", dijo Lemmon a la revista GQ en 1989, "pero no son cineastas. Con eso quiero decir que pueden dirigir una escena individual, y será un verdadero tesoro. Pero cuando empiezan a pegar las escenas, el efecto no tiene mucho valor".
Edwards nació como William Blake Crump en Tulsa, Oklahoma, el 26 de julio de 1922. Su padre biológico, Donald Crump, dejó a la madre de Edwards antes del nacimiento de su hijo y se dice que entregó a Blake a unos tíos para que lo criaran.
Cuando Edwards tenía unos tres años, su madre se volvió a casar y se unió a ella en Hollywood, donde su marido, Jack McEdward, el hombre que Edwards había considerado siempre como su padre, era gerente de producción de un estudio. McEdward era hijo del pionero del cine, J. Gordon Edwards, que dirigió a la estrella del cine mudo, Theda Bara, en la versión de ‘Cleopatra’, de 1917.
Como hijo único de padres que "no sabían cómo" amar y tenían problemas comunicándose, no solamente con él sino también entre ellos, Edwards encontró consuelo en las películas.
"Naturalmente me aferré a los Laurel y Hardies, a los Keatons y a los grandes cómicos", dijo al Times en 1991. "Me reía, y las horas que pasaba ahí era feliz. Me podía llevar a casa algo de todo eso".
Cuando crecía, Edwards también pasaba un montón de tiempo en platós de estudio y ganaba algo de dinero trabajando como extra. Tras terminar la Escuela Secundaria de Beverly Hills, consiguió un papel en ‘Diez héroes de West Point’‘ [Ten Gentlemen from West Point], una película de 1942. En esa década tuvo roles menores en casi una docena de películas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Edwards sirvió en la Guardia Costera durante dieciocho meses. Sus últimos cinco meses los pasó en el Hospital Naval de Long Beach después de quedar gravemente herido en un accidente en una piscina de Beverly Hills.
Después del servicio militar, Edwards se asoció a su amigo John Champion para co-escribir y co-producir ‘Panhandle’, un western de 1948 que Champion financió con dinero de su fideicomiso. La película de bajo presupuesto contó con Rod Cameron en el papel estelar, y Edwards tuvo el rol secundario de pistolero.
"Yo era actor y quizás pensaba que lo seguía siendo, pero sé que no era serio", dijo Edwards en una entrevista para la publicación de DGA News, la Directors Guild of America, de 1993. "Yo no era muy dedicado y ciertamente no tenía ningún éxito. Y el éxito era importante para mí".
Después de asociarse con Champion, con el que también escribió y produjo el western ‘Stampede’, de 1949, Edwards dijo que se dio cuenta "repentinamente de que había otro mundo allá fuera donde podía tener éxito, no solo por reputación y dinero. Escribir, eso era lo que me excitaba".
Como guionista de fines de los años cuarenta y principio de los cincuenta, Edwards creó y escribió para la serie radual ‘Richard Diamond, Private Detective’, con Dick Powell; también dirigió algunos episodios, y escribió para ‘Yours Truly, Johnny Dollar’ y ‘The Lineup’.
De principios de los años cincuenta a principios de los sesenta, en Columbia Pictures Edwards trabajó frecuentemente como guionista con el director y guionista Richard Quine, incluyendo las películas ‘Mi hermana Elena’ [My Sister Eileen] (1955), ‘Operación Grann Baile’ [Operation Mad Ball] (1957) y ‘La misteriosa dama de negro’ [The Notorious Landlady] (1962). Edwards y Quine también trabajaron juntos en ‘The Mickey Rooney Show: Hey, Mulligan’, una comedia para la televisión de 1954 a 1955.
La pesada carga de escribir guiones de películas de día y para la radio en la noche hizo aterrizar a Edwards en una terapia a principio de los cincuenta, pero el auto-análisis demostró ser provechoso.
"Por primera vez en mi vida empecé a ver que tenía más que ofrecer como escritor que simplemente haciendo dinero, y que había una cierta pasión en el proceso", dijo Edwards a GQ en 1989. "También creo que pensé que para alguien que necesitaba controlar su propia vida, dirigir era muy atractivo".
Cuando Quine fue ascendido de la unidad de películas B de Columbia a la de largometrajes con presupuestos más holgados, Edwards, que ya tenía experiencias de dirección en radio y televisión, tuvo su primera oportunidad para dirigir una película: ‘Venga tu sonrisa’ [Bring Your Smile Along], una comedia musical ligera de 1955, con Frankie Laine, y co-escrita por Edwards y Quine.
En las siguientes cuatro décadas, Edwards dirigió varias decenas de películas, escribiendo o co-escribiendo y produciendo la mayoría de ellas, entre las cuales ‘La carrera del siglo’, ‘¿Qué hiciste en la guerra, papi?’, ‘El guateque’, ‘Cita a ciegas’ [Blind Date], ‘Asesinato en Hollywood’ [Sunset], ‘Así es la vida’ [That’s Life!; Esto es vida] y ‘El hombre que amaba a las mujeres’.
Deprimido por sus conflictos con Evans y Aubrey a principios de los años setenta -"Pensé que iba a tener una crisis de nervios", contó más tarde a la revista Time-, Edwards se retiró a Suiza durante cinco años. Sin embargo, envalentonado con sus tres exitosas secuelas de ‘La pantera rosa’ con Sellers, volvió a Hollywood para rodar ‘10’.
La única nominación a un Oscar de Edwards fue por la adaptación a la pantalla de ‘Victor / Victoria’, aunque en 2004 recibió un Oscar honorario por su "extraordinaria prestación en su obra de toda la vida".
Colaboró con Andrews en varias películas, en breves series de televisión y en una adaptación musical de ‘Victor / Victoria’ para Broadway.
Además de su esposa, le sobreviven su hija e hijo de su primer matrimonio, Jennifer and Geoffrey; dos hijas adoptivas, vietnamitas, Amy y Joanna; una hijastra, Emma; siete nietos; y dos biznietos.
[Valerie J. Nelson contribuyó a este artículo.]
31 de diciembre de 2010
17 de diciembre de 2010
©los angeles times
cc traducción mQh
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