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la muerte de pedro guerrero


Guerrero, que era también jefe de un grupo paramilitar de extrema derecha, fue herido mortalmente en Navidad cuando unidades policiales de élite atacaron su remoto campamento en Colombia.
[Chris Kraul] Bogotá, Colombia. Poniendo fin a una cacería que duró años, tropas colombianas encontraron el cuerpo de Pedro ´el Cuchillo´ Guerrero, uno de los más importantes líderes paramilitares de extrema derecha y narcotraficante, dijo el miércoles el presidente Juan Manuel Santos.
Guerrero, cuyo apodo refiere al arma que utilizaba para aterrorizar a los campesinos de los que sospechaba que colaboraban con las guerrillas de izquierda, fue herido de muerte en un tiroteo la mañana de Navidad cuando 120 comandos transportados por helicóptero, de la fuerza especial de la policía antinarcóticos Junglas, atacó su campamento cerca del remoto pueblo de Mapiripán, en el estado de Meta.
Dos agentes de la policía y un guardaespaldas de Guerrero murieron en el enfrentamiento, en el que sus fuerzas respondieron con ametralladoras de grueso calibre. Fueron capturados siete miembros del círculo íntimo de Guerrero, incluyendo a Harold Humberto Rojas Pineros, o ´el Loco Harold´, lugarteniente de Guerrero.
En marzo, el ministerio de Hacienda de Estados Unidos señaló a Guerrero como uno de los narcotraficantes más poderosos por la influencia que ejercía en los estados orientales. Allá dirigía un ejército ilegal conocido por sus iniciales en español, ERPAC, que protegía las plantaciones de coca y los corredores para su exportación. La policía colombiana había ofrecido 2.5 millones de dólares de recompensa por informaciones que condujesen a su captura.
La carrera criminal de Guerrero se remonta a sus días como el joven lugarteniente del infame barón de la droga de Medellín, José Gonzalo Rodríguez Gacha. Emergió más tarde como uno de los capos de los Centauros, una de las milicias paramilitares formadas en los años noventa ostensiblemente como una fuerza de autodefensa contra las guerrillas. Muchos de esos grupos se convirtieron en importantes actores del tráfico de drogas.
El director regional andino de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), Jay Bergman, dijo que la operación de la policía nacional colombiana era la "culminación de meses de trabajo de inteligencia… [Guerrero] era un blanco difícil y un  elusivo fugitivo que empleaba una amplia y formidable banda criminal armada con amplias operaciones de contraespionaje". ´El Cuchillo´ tenía un lado elegante, y era también conocido por poseer un AK-47 enchapado en oro y un Rolex y por cuidar meticulosamente sus uñas arregladas".
En una rueda de prensa en la sede de la policía nacional, Santos dijo que Guerrero era responsable de tres mil asesinatos. Se incluyen entre estos las 49 víctimas de la infame masacre de Mapiripán en 1997, en la que tropas paramilitares utilizaron sierras y machetes para asesinar a campesinos de los que sospechaban que simpatizaban con la guerrilla, durante una carnicería que duró cinco días.
Se dice que los crímenes de Mapiripán fueron cometidos con conocimiento del ejército colombiano y más tarde un general fue sentenciado a cuarenta años de cárcel por ignorar las denuncias de violencia.
Intentos anteriores de capturar a Guerrero se vieron frustrados por sus notorias buenas relaciones en la policía colombiana, que lo alertaban de allanamientos inminentes, de acuerdo a un oficial de ejército que declaró como testigo ante un fiscal especial este año.
Santos llamó a Guerrero un "asesino de asesinos" y elogió a la policía por su captura. "Se había creado una suerte de leyenda, de que nadie sería capaz de capturarle", dijo el presidente en la sede de la policía.
Guerrero optó por no desmovilizarse en el marco del programa de desmovilización del ex presidente Álvaro Uribe, que logró que treinta mil miembros de las milicias de extrema derecha y la mayoría de los líderes paramilitares depusieran sus armas.
Casi por omisión, Guerrero tomó el control de gran parte del territorio en el este de Colombia, donde se cultiva la lucrativa coca y se procesa y comercializa la cocaína. La región es una importante fuente de drogas que son embarcadas hacia el otro lado de la frontera de Venezuela y hacia los mercados en Estados Unidos y Europa.
Guerrero formó el ERPAC, o el Ejército Revolucionario Popular Antiterrorista de Colombia, y se alió con el narcotraficante Daniel Barrera, que continúa prófugo. El dúo se dedicaba al tráfico de drogas como una suerte de "operación de franquicia", dijo la investigadora Priscilla Zúñiga.
"Es una gran manera de terminar el año", dijo Santos.
16 de enero de 2011
29 de diciembre de 2010
©los angeles times
cc traducción mQh
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