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lobos y osos sin protección


El lobo común y el oso grizzly podrían ser retirados de la lista de especies protegidas.
[Laura Zuckerman] Salmon, Idaho, Estados Unidos. El gobierno de Obama está planeando retirar de la lista de especies protegidas de la Ley de Especies en Peligro de Extinción a dos de los animales más icónicos del Oeste americano: el lobo común y el oso grizzly, con medidas que es probable que provoquen una fuerte resistencia entre animalistas y ecologistas.
Las intenciones del gobierno quedaron claras este miércoles en una entrevista con altos funcionarios del ministerio del Medio Ambiente, cuya repartición, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, supervisa las protecciones federales al grueso de las especies amenazadas.
El oso grizlly y el lobo común ocupan el pináculo del ecosistema de Yellowstone, que comprende partes de Montana, Wyoming e Idaho. Intentos previos de retirarlos de la lista de especies en peligro de extinción de Estados Unidos se han enfrentado a la firme oposición -incluso en tribunales- de organizaciones conservacionistas.
Los ecologistas han expresado su preocupación de que aunque ambas especies se han recuperado bajo las protecciones de que gozan como especies amenazadas, su recuperación podría decaer si fueran sacadas de la lista, una medida que es probable que autorice la caza pública de estas especies.
Cazadores y estancieros, que constituyen un poderoso electorado en los estados occidentales, han solicitado enfáticamente retirar al lobo y al oso de la lista de especies protegidas, diciendo que los animales depredadores están reduciendo las manadas de animales grandes, como los alces, y están atacando al ganado.
En Estados Unidos, lobos y osos fueron cazados, cogidos con trampas y envenenados casi hasta su extinción antes de que fueran finalmente agregados a la lista de especies en peligro de extinción.
La protección federal de los lobos ha sido particularmente polémica desde que fueran reintroducidos en las Montañas Rocosas a mediados de los años noventa, pese a fuertes objeciones de los rancheros.
Bajo presión de grupos de interés ganaderos y de directores de vida silvestre del estado, en abril de 2009 el gobierno federal retiró al lobo de la lista de especies en peligro de extinción en Montana e Idaho, aunque mantuvo la protección en Wyoming.
Pero este año un juez federal ordenó su reincorporación en la lista, diciendo que el territorio de los lobos en las Montañas Rocosas debe ser considerado como un todo y que las protecciones no se pueden mantener en Wyoming mientras se levantan en otros estados.
Tom Strickland, subsecretario para Pesca, Vida Silvestre y Parques del ministerio del Medio Ambiente , dijo el miércoles que el gobierno de Obama tiene la intención de proponer la suspensión de las protecciones de la Ley de Especies en Peligros de Extinción para los lobos en los tres estados y tratará de legislar si fuera necesario.
El retiro de estas especies de la lista significa que los estados deben asumir el control de los cerca de mil setecientos lobos al norte de las Montañas Rocosas -mil más que el objetivo de recuperación de la especie del gobierno federal.
En la misma entrevista, el subdirector del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, Dan Ashe, dijo que su repartición también "retirará de la lista al oso grizzly" en la región de Yellowstone.
"Estamos avanzando con los estados", agregó, prediciendo una iniciativa final dentro de dieciocho meses.
Se estima que el número de osos en la zona de Yellowstone se ha elevado a más de seiscientos, de 136 en 1975, excediendo el objetivo de recuperación fijado en quinientos individuos.
Los osos del área de Yellowstone fueron retirados de la lista en 2007 y los estados abrieron prontamente la temporada de caza. Pero los ambientalistas lograron una victoria legal el año pasado, obligando al gobierno a reintroducirlos a la lista, alegando que el gobierno federal no había tomado en cuenta factores como el cambio climático. También cuestionaron que el objetivo de quinientos animales sea una población viable.
Los ambientalistas argumentan que hacer que el Congreso deje de lado los trámites normales para revisar el estado sanitario de las especies protegidas y la revisión judicial de esos esfuerzos, socavaría la Ley de Especies en Peligro de Extinción, un pilar de la ley conservacionista estadounidense.
"Se supone que las decisiones sobre la vida silvestre deben basarse en datos científicos, no en criterios políticos", dijo Mike Leahy, director regional de la organización privada, Defenders of Wildlife, en las Montañas Rocosas. "Quiere decir que cada vez que un animal polémico caiga bajo la protección de la Ley de Especies en Peligro de Extinción, el Congreso puede simplemente suspender las protecciones que se necesitan para proteger a las especies".
20 de enero de 2011
4 de diciembre de 2010
©washington post
cc traducción mQh
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