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murió charles brittin


Fotógrafo que hizo la crónica de movimientos artísticos y políticos de los años cincuenta y sesenta. Documentó la cultura beat de Los Angeles, los Panteras Negras y el movimiento por los derechos civiles.
[Valerie J. Nelson] Sus imperturbables, aunque compasivas fotografías de los años cincuenta y sesenta documentaron la cultura beat de Los Angeles y la emergente escena artística, el movimiento por los derechos civiles y en el Deep South, los Panteras Negras y las protestas contra la guerra.
Sin embargo, Charles Brittin no era muy conocido.
Aquejado por problemas de salud a principios de los años setenta, desapareció de la escena en momentos en que los fotógrafos documentalistas recién empezaban a ser reconocidos como artistas, dijo Andrew Perchuk, subdirector del Getty Research Institute, que posee el archivo fotográfico de Brittin.
"Era un personaje absolutamente crítico en Los Angeles, debido a que estaba en la intersección de muchas de las cosas que estaban pasando", dijo Perchuk. "También fue uno de los grandes fotógrafos civiles y políticos de la época".
Brittin, que sufrió transplantes de riñón e hígado en los años noventa, murió el domingo de neumonía en el Saint John’s Health Center en Santa Mónica, informó su abogado Salomon Illouz. Tenía 82 años.
Uno de los primeros temas que fascinó a Brittin como fotógrafo fue la somnolienta Venice Beach, donde tomó fotos "cargadas de silenciosa belleza y triste dulzura", de acuerdo al libro ‘Charles Brittin: West and South’, cuya publicación se espera para abril.
Plasmó la Venice Beach antes de que se aburguesara y que hoy ha desaparecido totalmente: torres de perforación de pozos de petróleo, casas y un canal y la decadencia en el marco de lo que había sido un monumental puente arqueado. En ‘Big Head, Ocean Park’ (1957), una circense y ligeramente perturbadora ventanilla hace de garita de un palacio de la risa.
Un encuentro casual con el seminal artista de la escena beat de los años cincuenta, Wallace Berman, introdujo a Brittin en un círculo de artistas de vanguardia que se reunían en la Ferus Gallery, la influyente galería de arte contemporáneo, en La Ciénaga Boulevard.
La choza de Brittin en Venice Beach se convirtió en la segunda casa del grupo, y él en el fotógrafo oficioso de un grupo que incluía a los actores Dean Stockwell y Dennis Hopper, el artista John Altoon, el curador Walter Hopps y el poeta David Meltzer.
"Probablemente fue el fotógrafo de la generación beat", dijo Craig Krull, dueño de una galería de arte en Santa Mónica, que exhibió el trabajo de Brittin en 1999.
"Un montón de personas que fue fotografiada por Charles terminaron convirtiéndose en personajes legendarios", dijo Krull. "Sus fotografías son más que meros documentos de artistas y acontecimientos. Son materiales muy incisivos, poderosos, poéticos y fuertes".
También poseen "resonancia romántica", porque muchos elementos en ellas han "desaparecido para siempre", dice Brittin en el catálogo de la exposición de 1999.
Cuando el movimiento beat abrió el camino de las protestas civiles en los años sesenta, Brittin llevó su cámara a la primera línea, y sus imágenes, a menudo rigurosamente enfocadas, se llenaron de crudas emociones. Una de ellas, tomada en una protesta frente al Federal Building de Los Angeles en 1965 no muestra ningún rostro, sino solamente partes de cuerpos: las piernas abiertas de una manifestante negra cuando es agarrada por un agente blanco.

Su activismo político tenía sus raíces en su infancia en Cedar Rapids, Iowa, donde Charles William Brittin había nacido el 2 de mayo de 1928.
Era el menor de tres hijos de un padre que abandonó la enseñanza por una tiende de abarrotes. "Agudamente consciente" de que su familia había "perdido posición", llegó a identificarse con los oprimidos, recuerda Brittin en el catálogo.
A los quince, tras la muerte de su padre, se mudó con su madre al barrio de Fairfax en Los Angeles. El cuerpo estudiantil liberal de la Escuela Secundaria de Fairfax influyó en sus opiniones políticas, y pronto era un marxista "en ruta para cambiar el mundo", dijo Brittin al Times en 1999.
Se mudó nuevamente, a Pomona, y después de egresar de la secundaria pasó varios años estudiando en la Universidad de California en Los Angeles, UCLA.
En los años cincuenta se casó y divorció dos veces, y compró su primera cámara.
Su tercera esposa, Barbara, con la que se casó en 1961, compartía sus compromisos políticos.
La pareja, que donaba dinero al Congreso de la Igualdad Racial, asistió a una manifestación donde el grupo se planteaba la siguiente pregunta: "¿Quién está preparado para ser detenido esta semana?"
"En seis meses, Barbara estaba enseñando técnicas de resistencia no violenta, y yo estaba haciendo fotografías políticas", declaró Brittin al Times en 1999.
Hizo dramáticas impresiones en blanco y negro de las protestas en California del Sur y en Misisipí y Luisiana, donde él y su esposa pasaron tres meses en 1965. A fines de los años sesenta, Brittin estaba haciendo la crónica del movimiento de los Panteras Negras.
"Tenía un sentido absolutamente fenomenal de la composición", dijo Perchuk. "Incluso cuando estaba en medio de una manifestación, encontraba el modo perfecto de transmitir con precisión lo que estaba ocurriendo".
De 1963 a 1970, Brittin trabajó como el fotógrafo oficial en el estudio en Los Angeles de los célebres diseñadores Charles y Ray Eames.
Durante su carrera, también fotografió naturalezas muertas compuestas de objetos poco típicos, como los pies de una mujer con zapatos de taco alto con una cadena de hierro o cabezas de muñeca.
Las fotografías de Brittin serán mostradas en la exposición ‘Pacific Standard Time’, una exhibición de su trabajo que se inaugurará el 1 de octubre en el Getty Center.
Cuando una lenta y progresiva enfermedad empezó a deteriorar su salud, puso a un lado sus cámaras hasta los años noventa, cuando su salud mejoró después de los transplantes.
Vivió durante décadas, con Barbara, en el Cañón de Santa Mónica. Ella murió en 2003 a los 74 años. Brittin no tiene supervivientes directos.
Antes del movimiento por los derechos civiles, carecía de "confianza para explotar las oportunidades que se me presentaban", dijo Brittin en el catálogo de 1999. "Entonces estaba en juego algo más que mi comodidad personal, de modo que fui capaz de ponerme agresivo y hacer cosas que me parecían poco naturales".
16 de febrero de 2011
29 de enero de 2011
©los angeles times
cc traducción mQh
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