otras caras del gobierno de uribe
Los cables de Wikileaks han comenzado a revelar otras caras del gobierno del presidente Uribe, según Estados Unidos. EEE.UU. estaba preocupado por la veracidad de la desmovilización de la unidad Cacique Gaitana. Pero también quería saber qué fue lo que realmente ocurrió con las chuzadas.
Colombia. Los cables de la embajada de Estados Unidos revelados por El Espectador se han convertido en una fuente para poner en entredicho las versiones oficiales de varios capítulos de la historia del gobierno de Álvaro Uribe.
Esta semana, por ejemplo, se conoció que la embajada de Estados Unidos en Colombia expresó sus dudas sobre la desmovilización de la unidad Cacica Gaitana de las Farc. La noticia se dio un día después de que La Fm reveló que la Fiscalía había abierto un proceso de investigación al excomisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, por el presunto montaje en la desmovilización de más de sesenta guerrilleros en 2006.
En un cable titulado "Desmovilización de 70 de las Farc: ¿hito histórico o telenovela?", el embajador William Wood da cuenta a su Gobierno del contenido de las revelaciones de prensa, de las versiones contradictorias entre el Ejército y las Farc, y de los hechos durante la ceremonia de la desmovilización que ponen en duda la historia.
"La existencia de la unidad Gaitana no sólo ha sido negada por las FARC, sino que además no es reconocida por la policía colombiana, el gobierno departamental, ni, incluso, está en los registros del propio ejército sobre las FARC", dice el cable.
"A pesar de todos los agujeros de la historia oficial, el descontento en las filas de las FARC podría en verdad estar creciendo. Debido a la confusión sobre los detalles, sin embargo, la importancia de la desmovilización no está clara", agrega el cable.
Las Chuzadas
Pero la historia de lo ocurrido durante el Gobierno de Uribe tiene muchos más capítulos. El diario El Espectador, que tuvo acceso a los cables, continuará revelando más de esa información, según lo ha prometido. Estos cables, en palabras de expertos jurídicos no pueden ser utilizados como "pruebas" en eventuales procesos judiciales porque fueron obtenidos ilegalmente. No obstante, sí refrendan versiones que para muchos eran certezas de oídas.
Ejemplo de ello fue que este jueves el exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia César Julio Valencia Copete no se mostró extrañado de que uno de los cables revelados recientemente le endilgara la responsabilidad de las interceptaciones ilegales al exasesor presidencial José Obdulio Gaviria y al ex secretario de la Presidencia Bernardo Moreno.
Según un cable revelado por Wikileaks y dado a conocer por El Espectador, el embajador William Brownfield informó a Washington el 27 de octubre de 2009, que Andrés Peñate, entonces director del DAS, sospechaba que Gaviria y Moreno habían ordenado la vigilancia ilegal.
Valencia Copete, quien dirigió parte de las investigaciones de la parapolítica en la Corte Suprema, también dijo que no le sorprendía la reacción del expresidente Uribe quien horas antes dijo: "Valencia Copete en Corte Suprema estuvo al servicio de la política, hoy es idiota útil de periodistas al servicio del odio".
El exmagistrado, en diálogo con La Fm, sostuvo que "no hay ninguna duda que todo arranca desde que se iniciaron las investigaciones por ‘parapolítica’".
Un cable revelado el pasado diciembre dio cuenta de que el director de la Policía, el general Naranjo, también tenía la misma versión de Gaviria y Moreno, quiénes, en su criterio, podrían ser los responsables de las "chuzadas".
Valencia Copete, sin embargo, dijo hoy en diálogo con Caracol Radio: "Yo no sé quien sea, pero lo que sí puedo decir es que había alguien superior a ellos que les estaba dando indicaciones, para husmear, para seguirnos".
Otros de los aspectos revelados por Wikileaks y publicados por el diario capitalino fue la molestia de Uribe ante la falta de resultados del director del DAS Felipe Muñoz para resolver el escándalo de las interceptaciones ilegales, según dice una de las comunicaciones enviadas por el embajador estadounidense.
Uno de esos cables da cuenta de que Uribe se reunió con Brownfield, y en su presencia, se comunicó con el entonces fiscal encargado Guillermo Mendoza Diago para que éste rindiera cuentas del avance en las investigaciones. Brownfield refirió en esa comunicación que Uribe "en una actitud muy agitada" puso el altavoz del teléfono para que él pudiera escuchar al fiscal, quien dijo que las interceptaciones al magistrado auxiliar Iván Velásquez, uno de los ‘duros’ contra la parapolítica, habían sido ordenadas legalmente por dos fiscales.
En esa reunión, a la que asistió también el ministro de Defensa, Gabriel Silva; el director de la Policía, Oscar Naranjo; el director del DAS, Felipe Muñoz; la viceministra de Relaciones Exteriores, Clemencia Forero; y la Coordinadora de Asuntos de América del Norte, Adriana Maldonado, Uribe se mostró comprometido a acabar con el DAS.
Casi un mes después, según otro cable, el entonces vicefiscal Fernando Pareja también se reunió con la embajada estadounidense para dar su versión sobre las investigaciones sobre las investigaciones. Por esos días, funcionarios del gobierno defendieron las capacidades de la interceptación.
Según el cable revelado esta semana, la embajada estadounidense calificó la actitud del gobierno como un paso "a la ofensiva".
Dice: "el presidente Uribe alegó una "venganza criminal" para desacreditar al gobierno colombiano en el país y en el extranjero, mientras que el vicepresidente Francisco Santos dijo que los escándalos demuestran que había un "complot bien orquestado" destinado a socavar la capacidad del gobierno colombiano de luchar contra la delincuencia. El Ministro de Interior y Justicia, Fabio Valencia, dijo a la prensa que "algo olía a pescado" sobre el caso y afirmó que el gobierno colombiano había identificado 12 empresas que fabricaban y vendían servicios de escuchas telefónicas ilegales".
"El director del DAS, Felipe Muñoz, dijo en público que había un mercado negro de escuchas telefónicas ilegales alimentado por la corrupción entre los proveedores de telefonía móvil y las agencias privadas de detectives. Muñoz en privado nos dijo que tenía la "intuición" de que las grabaciones a Velásquez estaban orientadas a avergonzar a la administración, y no a controlar al magistrado.
No obstante, el vicefiscal Pareja tenía una opinión distinta sobre lo que estaba pasando. Dice el cable que "opinó que el objetivo de los casos del programa ‘Esperanza’ era distraer el escándalo de las interceptaciones telefónicas del DAS, creando la impresión pública de que "todos lo hacen".
Por esos días se conoció que la plataforma ‘Esperanza’, software utilizado para interceptaciones, era de fácil acceso por los organismos de investigación. Con revelaciones de distinto orden, el gobierno quiso enviar el mensaje de que no era su responsabilidad lo que estaba ocurriendo, sino que "alguien" al servicio de la mafia quería hacer daño al gobierno.
No obstante, la embajada estadounidense no solo se reunió con Pareja sino con varios integrantes de los órganos del Estado colombiano. Todo con el interés de corroborar o conocer las distintas versiones sobre lo que ocurría en Colombia.
Los cables de Wikileaks no son solo chismes, como han sugerido algunos para restarles impacto. Si bien son solo una de las versiones de la historia –la de la embajada de Estados Unidos– además de revelar la mirada de ese país a los problemas de Colombia, también aportan datos que sirven para corroborar la versión no oficial. En un país que rápidamente pasa, sin digerirlo, de un escándalo a otro, ese archivo seguramente será insumo para periodistas e historiadores, entre otros interesados en conocer la verdad sobre los hechos.
26 de febrero de 2011
24 de febrero de 2011
©semana
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