los helicópteros de la gata
La empresaria del chance Enilse del Rosario López estuvo en la mira del gobierno americano, por sus posibles nexos con el narcotráfico. No existe claridad de cómo dos aeronaves militares de EE.UU. terminaron en su poder.
Colombia. La cuestionada empresaria del chance Enilse del Rosario López Romero, conocida como La Gata, no pasó inadvertida para el gobierno de Estados Unidos, como quedó registrado en los cables diplomáticos revelados por Wikileaks. Su cercanía a los paramilitares y a los políticos, ratificada con el apoyo financiero a la campaña del expresidente Álvaro Uribe Vélez en 2002, fue uno de los temas tratados.
En un cable del 21 de febrero de 2006, el embajador de Estados Unidos en Colombia informó como hecho relevante que el expresidente Uribe admitió públicamente que en su campaña recibió $100 millones de La Gata.
Y como descripción particular de la empresaria, dice el cable: "Ella fue arrestada el 13 de febrero por supuesto lavado de activos. La multimillonaria López es una figura controversial en la Costa Atlántica, donde controla varias concesiones de loterías. Ella ha sido vinculada públicamente con el narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano. Su hijo Héctor López es candidato local del Partido Conservador, por el departamento de Bolívar. Un asesor del fiscal Iguarán indicó que el proceso judicial en contra de La Gata es fuerte y que no es probable que salga bajo fianza".
Sin embargo, hubo un capítulo que semanas después concentró más interés de la embajada americana. Se trató de cómo dos helicópteros militares de Estados Unidos, que en 1982 se los vendieron al gobierno israelí, terminaron en una bodega de La Gata.
El 6 de marzo de 2006, casi un mes después de la captura de La Gata por lavado de activos, el embajador de Estados Unidos envió otro cable con el tema: "Linterna azul: helicópteros, el caso continúa". Para entonces las aeronaves ya estaban bajo custodia de la Fiscalía General de la Nación.
En el documento confirma la localización de dos helicópteros Hughes 500 a los que les habían perdido la pista y de los cuales descubrieron que estaban siendo usados en el norte de Colombia para mover dineros y bienes. El diplomático hace una reseña del recorrido de las aeronaves hasta llegar al país, encontrando que hay un salto en el que les pierden la pista y en el que al parecer hubo falsificación de documentos para poderlos traer a la Costa Atlántica.
De acuerdo con el documento, las aeronaves las vendió el gobierno norteamericano originalmente al gobierno israelí, por propósitos militares, pero en 1998 los convirtieron para uso civil. "Los helicópteros llegaron a Colombia en una falsa exportación y con documentos israelíes", dice el cable.
Las dos aeronaves de grado militar las vendieron en 1982 al gobierno de Israel, con el único fin de usarlos como ambulancias. Durante 16 años estuvieron en uso, hasta que en 1998 la Aeronáutica Civil de ese país las sacó para la venta.
Apenas en 2002 el gobierno israelí le vendió los helicópteros a la empresa Canwest Canadá, la cual para entonces no los movió fuera del país. En 2003 esta empresa los vendió a la empresa Servicios Aeronáuticos Integrales de México (SAI).
Tras la transacción, con documentos expedidos en Israel, la empresa mexicana los convirtió de ambulancias a naves de uso civil y las llevó a Miami, justificando que el plan era llevarlos a México. Sin embargo, antes de que llegaran a Centroamérica, los helicópteros cambiaron de dueño y de rumbo.
Según pudo establecer el gobierno americano, SAI vendió las aeronaves a una compañía panameña llamada Trade Leasing and Consulting, cuyo gerente era el colombiano Francisco Restrepo Flórez. Este las llevó a Cartagena en enero de 2004.
En Colombia, la compañía Aviones Ejecutivos, conocida también como Aviatel de Medellín, tramitó el permiso de importación por la empresa panameña y obtuvo uno temporal por 90 días de la Aeronáutica Civil, mientras conseguían el certificado de vuelo desde Estados Unidos. Durante este tiempo, los helicópteros los usaron para cargar dinero del Banco Agrario en la Costa Atlántica.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos no otorgó el certificado de vuelo para los helicópteros, porque la petición la hicieron bajo otro tipo de helicópteros y no para los Hughes 500. "Esto llevó a la Aeronáutica colombiana a revisar los documentos de los helicópteros, donde determinaron que los documentos de exportación y las solicitudes de permiso de vuelo tenían modificaciones sin autorización. Según la Fiscalía, los documentos originales indicaban que los helicópteros eran para usarlos en México, pero lo cambiaron por Colombia. Según la investigación que hizo la Fiscalía, el gobierno de Israel dijo que no autorizó el cambio".
Por las irregularidades en los documentos, la Aeronáutica y la Fiscalía inmovilizaron ambos helicópteros, al encontrarlos en una bodega de Enilse López, propietaria de Uniapuestas. Las naves las trasladaron al parqueadero Chemical de Barranquilla, bajo custodia del ente acusador.
Aunque para la época en la que se envían los cables existían versiones de que los helicópteros estaban al servicio de los paramilitares, y especialmente de Salvatore Mancuso, es algo que hasta la fecha nadie ha confirmado o desvirtuado.
¿Quién Es Enilse López Romero?
Enilse López Romero, más conocida como La Gata, es una polémica empresaria dueña del monopolio del chance que se vende en la Costa Atlántica, y quien el pasado primero de febrero fue condenada a nueve años de prisión por los vínculos que se le atribuyen con diferentes grupos paramilitares.
Nació en Naranjal, Sucre, en 1953. Sin embargo su fama la hizo en Magangué, municipio de Bolívar, en donde se casó con un prestigioso empresario y montó su negocio, Apuestas Permanentes El Gato. En 1999 la guerrilla la tildó de ser jefa paramilitar en Magangué y en 2005 —año en que se ordenó una captura en su contra por lavado de activos— La Gata ya había saltado al escenario nacional, no sólo por su imperio en la Costa, sino por extrañas conexiones que mantenía con políticos, especialmente con el gobernador de Bolívar, Libardo Simancas.
Su primogénito, Jorge Alfonso López, quien fue alcalde del municipio de Magangué, fue investigado por los contratos que sustrajo durante su mandato, dolor de cabeza que La Gata sufrió en su momento. Su segundo hijo, Héctor Julio Alfonso, es actual senador por el partido PIN.
Resumen de una Semana Electoral
En cable de febrero 21 de 2006, en el que se menciona el apoyo de La Gata a la campaña del exmandatario Álvaro Uribe Vélez para 2002, se hace también un recuento de la semana electoral, a un mes de las votaciones al Congreso de 2006.
Según el cable, analistas le dijeron a la Embajada que era probable que Uribe no lograra la mayoría en el Congreso y que muchos políticos nuevos estaban obstaculizando la reelección.
Comentan que el expresidente César Gaviria dijo en la embajada que le ofreció a la exministra de Relaciones Exteriores María Emma Mejía ser cabeza de lista al Senado, pero ella no aceptó y que creía que se arrepintió después, tras su derrota en el Polo Democrático.
Comentan que mientras el expresidente Uribe impulsaba el Tratado de Libre Comercio, candidatos presidenciales como los liberales Horacio Serpa y Rafael Pardo estaban en contra. Antanas Mockus no estaba en contra, pero prefería Mercosur.
28 de febrero de 2011
©el espectador
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