masacres olvidadas de barrancabermeja
La llegada de los paramilitares a Barranca en 1998 trajo una serie de masacres, que no habían sido reveladas. Además de la del 16 de mayo, Justicia y Paz logró descubrir otras tres que dejaron 20 muertos y ocho heridos. Los paramilitares cometieron varias masacres, algunas de ellas desconocidas hasta que fueron confesadas en Justicia y Paz.
Colombia. La tierra del oro negro ha sufrido por más de 30 años la disputa por el control territorial y de los recursos naturales. Esta ciudad ha sido, por décadas, estratégica porque desde allí se llega con facilidad a varios departamentos como Bolívar, Santander y Antioquia.
También porque la riqueza petrolera ha sido el combustible para la guerra. Éste ha sido uno de los poderosos motivos para que sus habitantes hayan sufrido en carne propia las violaciones primero de la guerrilla y después de los paramilitares, por el control del contrabando de la gasolina y el negocio del narcotráfico en el Magdalena Medio.
El puerto, de 350.000 habitantes en la actualidad, está ubicado en el corazón de Colombia y bañado por el caudaloso río Magdalena.
Según las Fiscalías de 51 y 52 de Justicia y Paz esta posición geográfica ha hecho que allí hayan delinquido los grupos armados desde 1970.
Primero se armaron los Frentes Manuel Gustavo Chacón, Urbano Resistencia Yariguíes, Capitán Parmenio y Diego Cristóbal Uribe del Eln, y el Ramón Gilberto Barbosa del Epl, mientras que las Farc ha tenido milicias urbanas y los Frentes 15 y 24, así como las autodefensas que surgieron a la par en la región, con el supuesto objetivo de combatir a estos grupos armados.
Aunque guerrilla y autodefensas se enfrentaron en la zona por dos décadas, los paramilitares se tomaron Barrancabermeja en 1998 y cometieron varias masacres señalando a sus víctimas de ser auxiliadoras de la guerrilla.
El autor principal de esos crímenes fue Guillermo Cristancho Acosta alias ‘Camilo Morantes’, jefe de las Autodefensas de Santander y Sur del Cesar (Ausac), que el 11 de noviembre de 1999 fue asesinado por sus compañeros por orden de Carlos Castaño, exjefe de las Autodefensas de Córdoba y Urabá (Accu) y luego de las Auc.
Al principio Morantes fue clave para que los paramilitares entraran a la zona, pero al parecer sus desafueros terminó distanciándose de la casa Castaño que, sin embargo, le tapaba las atrocidades que cometía.
Los barramejos tienen grabado ese 16 de mayo de 1998 cuando, por orden de ‘Morantes’, los paramilitares llegaron al barrio El Campín, secuestraron y luego asesinaron a 32 personas, de cuyos cuerpos sólo 12, después de 13 años, han sido recuperados e identificados. A los habitantes tampoco se les olvida a Mario Jaimes Mejía alias ‘Panadero’, el cómplice de ‘Camilo Morantes’, un guerrillero que dejó las Farc para sumarse a los paramilitares, primero como informante y luego como uno de los principales autores de las masacres.
Sin embargo, a partir de documentos y de las versiones libres de alias ‘El Panadero’, la Fiscalía reconstruyó además de la masacre del 16 de mayo de 1998, otros tres asesinatos múltiples hasta ahora desconocidos para el país.
Después del asesinato de ‘Morantes’, los paramilitares siguieron delinquiendo en el puerto petrolero hasta 2006, bajo órdenes de los jefes paramilitares del Bloque Central Bolívar entre ellos: alias ‘Julián Bolívar’, Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco’ e Iván Roberto Duque alias ‘Ernesto Báez’.
Tras la recapitulación de estas matazones, los familiares de las víctimas han exigido a los paramilitares dejar en limpio el nombre de sus seres queridos. También han exigido verdad, justicia y reparación.
Las Tres Masacres Olvidadas
Vestidos de camuflados verde oliva para hacerse pasar por guerrilleros del Eln, hombres de ‘Camilo Morantes’ ingresaron en la noche del 27 de julio a Bocas del Rosario, corregimiento de Puerto Wilches (Santander).
Según la versión de varios paramilitares, a los primeros que asesinaron fueron al electricista Erwin Alcocer Peña y luego al pescador Teobaldo Carcamo Florián, a quien llevaron hasta la salida del pueblo para dispararles.
Mientras cometían estos crímenes, hombres bajo el mando de Alexánder Gutiérrez ingresaron a varios establecimientos donde robaron víveres, bebidas, gasolina y lo producido del día de los negocios de Egidio de Jesús Vides Cuéllar y de Fernando Antonio Peinado Valeta.
A un hombre conocido como Maestro Troya, quien estaba cerca de la casa de Vides Cuéllar construyendo una muralla, los paramilitares lo hirieron con un machete.
Luego, el grupo paramilitar amenazó de muerte a Víctor Manuel Pacheco Cuéllar, un enfermero que administraba el Telecom del pueblo, y destruyó la central de energía y telecomunicaciones. Además volaron la torre de energía, los teléfonos y luego los arrojaron al río Magdalena.
Al finalizar el recorrido, los paramilitares obligaron a Luis Cipriano Pupo Moreno, Eustacio Mejía Suárez y Federico Guillermo Toloza que los transportaran en sus canoas hasta un sitio conocido como Campoalegre. Allí les robaron la canoa y les ordenaron que se regresaran al caserío sin suministrar información del lugar hasta donde los habían llevado.
Entre el mediodía del 1 de agosto de 1998 y la madrugada del 2 de agosto, con la excusa de buscar y asesinar al guerrillero conocido con el alias de ‘Bombe’, 12 hombres de las Ausac a cargo de Mario Mejía Jaimes alias ‘Panadero’ se movilizaron en motos y taxis para recorrer el puerto petrolero. En la ruta, asesinaron a 11 personas e hirieron a otras tres.
Alias ‘Panadero’ contó en versión del 11 de noviembre de 2009 que sus hombres salieron de San Rafael de Lebrija (Rionegro, Santander) y llegaron a Barrancabermeja y se hospedaron en unas residencias días antes de cometer la masacre.
El recorrido tuvo como primera parada el sector de La Rampla, donde asesinaron a Carlos Puerta mientras dormía en una silla. Según algunos testigos, quienes mataron a Puerta arrojaron panfletos que decían Autodefensas Unidas del Cesar o Santander, que luego fueron recogidos por la Policía.
Después de este crimen, los paramilitares llegaron a las 3 de la tarde a una glorieta conocida como La Ceiba, frente a la sede la USO nacional, y allí asesinaron a Hugo Cadena Montañez, quien esperaba el cambio de semáforo cuando se movilizaba en una moto. Varios testigos, al igual en que el asesinato anterior, atribuyeron como responsable a alias ‘Panadero’.
Ese mismo día, pero en la noche, los paramilitares llegaron a la discoteca Pies Calientes ubicada frente a la cancha de fútbol del barrio Cincuentenario, porque les dijeron que allí estaba el guerrillero alias ‘Bombe’.
Aunque no encontraron al supuesto guerrillero, Léxor Villalobos Suárez alias ‘Pedro’, uno de los hombres que se movilizaba con ‘Panadero’, asesinó a Roberto Chico Mejía. Después de este asesinato, ‘Panadero’ ordenó a los hombres que se movilizaban en taxis que regresaran a las residencias y que estuvieran atentos a cualquier llamado.
Cometidos ya tres crímenes, alias ‘Pedro’, ‘Panadero’, Pedro Mateo Hurtado Moreno alias ‘Ochenta’, Guillermo Hurtado Moreno alias ‘70’, Alain Miller Bolaños López alias ‘Maicol’ y Leonardo Fabio Delgado Anaya alias ‘Mario Mano Picha’ llegaron a la taberna Óxido, donde alias éste último y ‘70’robaron una motocicleta para que el grupo, en total, pudiera movilizarse en tres motos.
Las tres parejas de paramilitares llegaron hasta el bailadero La Tora, ubicado en la entrada a Barrancabermeja, donde asesinaron a Eduardo Angarita Suárez, Pedro Celestino Villamizar y Luis Herminio Currea Ramírez. En el lugar, también fue agredida Graciela Hernández Díaz, quien debido a los golpes perdió a su hijo en gestación.
De ese sitio, los paramilitares se movilizaron hasta el bar la Puerta Dorada pero antes de ingresar a este lugar asesinaron frente a las instalaciones de la empresa Postobon a Richard Vargas Aguilar. Luego, dentro del bar, asesinaron a Óscar Ibarra Chaverra y a la vuelta de ese establecimiento dispararon contra Rafael Miranda Ángel, quien sobrevivió a las balas.
Después, los paramilitares llegaron a la caseta Matecaña donde asesinaron a José Alberto Quintero Ortiz, Marco Gabriel Quintero Becerra y a Luis Antonio Vallemeneses. En la balacera fueron heridos Farides Flórez Gómez y Edison Cadena Londoño, quienes sobrevivieron. Al salir de la caseta, los paramilitares abandonaron la moto robada cerca a la plaza de mercado Torcoroma, y las otras dos motos las guardaron en la casa de un familiar de alias ‘Maicol’.
Según lo contado en versión libre por alias ‘Panadero’, un militar lo buscó en las residencias donde se estaban hospedando y le reclamó la cantidad de muertos, diciéndole "que lo que se había hablado era de muertes selectivas". El militar les ordenó que abandonaran Barrancabermeja porque de lo contrario, los tenía que capturar.
Los participantes de esta masacre, según la versión de los paramilitares, fueron: Mario Jaimes Mejía alias ‘Panadero’, Guillermo Moreno Hurtado alias ‘70’, Pedro Mateo Hurtado Moreno alias ‘80’, Léxor Villalobos Suárez alias ‘Pedro’, Alain Miller Bolaños López alias ‘Maicol’; Leonardo Fabio Anaya Delgado alias ‘Mano Picha’, Fremio Sánchez Carreño alias ‘Esteban’, Osman Baos alias ‘Barbao o Barbas’, Francisco Leopoldo Duque Ardila alias ‘Franklin’, Zoilo Parra alias ‘Parra’ y Milton Paternina alias ‘Osito’.
En dos camionetas, 20 hombres de alias ‘Panadero’ asesinaron a siete personas e hirieron a otras cuatro, en un recorrido que realizaron por varios barrios del puerto petrolero portando fusiles y armas cortas.
De San Rafael de Lebrija (Rionegro, Santander), el grupo pasó por El Retén, el barrio Chicó y el sitio El Uno hasta llegar al barrio Provivienda, donde los habitantes participaban de un bazar.
Los paramilitares entraron al barrio disparando, causando la muerte al comerciante Orlando Forero Tarazona y a Elio Mejía Castellanos, y además hirieron al pescador Pedro Vicente Palacio.
De allí, los paramilitares pasaron por la cancha de bolos y tejo ‘Saúl’, el sector del Bambú y el barrio la Esperanza, donde dispararon contra Israel Ariza Ochoa y el soldado profesional Wilson Sánchez.
Al llegar a la carretera nacional, el grupo instaló un retén clandestino donde inmovilizó todos los vehículos. En el sitio retuvieron al menor Édgar Alfonso Sierra Sidra y en la salida del barrio El Llanito, al taxista Luis Miguel Cifuentes Díaz.
Según lo contado en versiones libres, el grupo salió de El Llanito donde disparó contra Leonardo Guzmán Martínez, un empleado bancario que se movilizaba en una moto. Luego, ingresaron al estadero El Rancho, donde asesinaron a César Barroso y William Rojas Zuleta, así como al estadero El Gran Chaparral donde asesinaron a Jesús Daniel Gil.
El recorrido continuó por el estadero La Represa, donde dispararon contra quienes se intentaron esconder en las aguas de la ciénaga San Silvestre.
De allí, el grupo llegó a la base militar del Ejército donde los esperaba Joaquín Morales alias ‘Danilo’, comandante militar de las Autodefensas Campesinas de Santander y el Sur del Cesar (Ausac), para evitar que "fueran detenidos y se incumpliera el acuerdo ya pactado", contaron los exparamilitares.
Después llegaron la vereda Penjamo y luego a San Rafael de Lebrija, donde llevaron a los retenidos Édgar Alfonso Sierra Sidra y Luis Miguel Cifuentes Díaz. Tras un juicio realizado por alias ‘Camilo Morantes’, el menor de edad y el taxista fueron asesinados y luego lanzados al río Magdalena.
Los participantes de esta masacre, según las versiones de los paramilitares, fueron: Mario Jaimes Mejía alias ‘Panadero’, Pedro Mateo Hurtado Moreno alias ‘80’, Guillermo Hurtado Moreno alias ‘70’; alias ‘Jhon Fredy’, Francisco Leopoldo Duque Ardila alias ‘Franklin’, Nilton Eduardo Paternina alias ‘Osito’, José María García Arias alias ‘Bebé’; Alexánder Ospino Patiño alias ‘Barranca’, Jhon Campos alias ‘Pepo’, Javier Pumarejo Martínez alias ‘Sandy’, Alberto Toscano Montañez alias ‘Toscano’, Leonardo Anaya Delgado alias ‘Mano Picha’; Jorge Gutiérrez Anaya alias ‘Ronald o El Zorro’, Rodolfo Mogolla alias ‘Popeye’, así como alias ‘Popeye’, ‘Arandú’, ‘Moyano’, ‘Botones’ y alias ‘Gomelo’.
2 de marzo de 2011
©verdad abierta
0 comentarios