lo que los vampiros llaman democracia
columna de lísperguer
Observatorio Parlamentario constata escaso interés de clase política en democracia y derechos humanos.
De representantes que en realidad no son elegidos por nadie y que conforman una clase política autocrática no se puede esperar que quieran voluntariamente introducir prácticas más democráticas. Hay demasiados intereses en juego. Los salarios que se han fijado (los más altos del mundo: unos 15 mil dólares mensuales) no son privilegios desdeñables. Gracias al binominal, el voto ciudadano no cuenta para nada. Las elecciones parlamentarias son un paripé absurdo e innecesario: lo que se imagina que es democracia un milico borracho con delirium tremens. Varios de los parlamentarios fueron funcionarios políticos de la dictadura. Chile no ha sido capaz de dictar una ley de inhabilitación para este tipo de delincuentes. ¿Qué democracia que se puede esperar de estos canallas? Para ellos, la democracia es como la luz del día para los vampiros.
lísperguer
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