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murió harry jackson


Artista que creó la famosa escultura de John Wayne, ’The Marshall’, que representa al actor a todo galope y blandiendo un rifle Winchester.
[Dennis McLellan] Murió el famoso artista Harry Jackson, que creó la ecuestre estatua de bronce del vaquero que encarnó la leyenda del cine, John Wayne, y fue instalada frente a lo que entonces era el edificio de oficinas de la Great Western Savings & Loan en el Wilshire Boulevard en Beverly Hills en los años ochenta. Tenía 87 años.
Jackson murió el lunes en el VA Medical Center en Sheridan, Wyoming, después de sufrir varios problemas de salud el último año, dijo su hijo Matthew.
El artista nacido en Chicago era considerado como uno de los más prometedores pintores expresionistas abstractos de Nueva York de principio de los años cincuenta antes de volcarse hacia el realismo y convertirse en un exitoso artista del oeste del país en la tradición de Frederic Remington y Charles Russell.
"En mi opinión, Harry Jackson era uno de los mejores escultores de su época", dijo Bruce Eldredge, director ejecutivo y director general del Centro Histórico Buffalo Bill en Cody, Wyoming, que alberga la colección del museo de la obra de Jackson más grande de Estados Unidos.
El barbudo artista dividía su tiempo entre Cody y Camaiore, Italia, donde tenía un taller y fundición.
A principio de los años noventa, Jackson era uno de los artistas mejor pagados de Estados Unidos, su trabajo era coleccionado por museos y tres presidentes -Lyndon Johnson, Gerald Ford y Ronald Reagan- habían seleccionado sus esculturas como regalos para jefes de estado extranjeros.
‘The Marshall’, la escultura multicolor de Jackson, de un Wayne a todo galope y blandiendo un Winchester en su papel como Rooster Cogburn en ‘Temple de acero’ [True Grit; Valor de ley], apareció en una portada de la revista Time de 1969.
Tras la muerte de su amigo Wayne en 1979, Jackson fue encargado por Great Western para crear la histórica escultura del actor, que había aparecido como el vocero de S&L’s en una serie de reclames de Western durante los dos últimos años de su vida.
Antes de la presentación de la escultura, sin embargo, la Comisión de Arquitectura de Beverly Hills insistió en varios cambios, incluyendo el retiro de la pintura multicolor y desconectar el motor en su base que permitía que el caballo y el jinete rotaran una o dos veces por hora.
Jackson calificó las medidas de "arbitrarias y caprichosas" y se refirió a los miembros de la comisión como "esos imbéciles".
El monumento de bronce de seis toneladas y seis metros de altura -que tomó tres años y medio y llamada ‘The Horseman’ [El jinete]- fue dedicada en una ceremonia en el edificio de diez plantas de cristal ahumado de la Great Western en 1984.
"La estatua es más que un retrato de John Wayne", dijo al Times una semana antes de su inauguración James F. Montgomery, presidente de la junta de directores de la Great Western.
La escultura, dijo, refleja el espíritu independiente del Viejo Oeste y del ideal del gran vaquero americano.
"La pieza final fue un logro espectacular de mi padre", dijo al Times la semana pasada Patrick Wayne. "Obviamente, era más grande que en vida, pero tenía un aura, un no sé qué de mi papá. Harry Jackson hizo un trabajo encomiable."
Wayne dijo que su padre poseía varias de las esculturas Western de Jackson y estaba "realmente orgulloso de su trabajo.
"Cuando Harry esculpió la obra para Great Western, la puso sobre una base que incluía dos de los trabajos favoritos de mi padre: unos relieves mostrando una estampida de ganado y el entierro de un vaquero en la pradera.
El Duke de bronce todavía está en su montura en lo que ahora es el Edificio Flynt, el símbolo de Hollywood del Viejo Oeste que hoy saluda a visitantes como Larry Flynt Publications y otros arrendatarios.

Jackson nació como Harry Shapiro Jr. en Chicago el 18 de abril de 1924 y recibió el apellido de soltera de su madre después de que sus padres se divorciaran. Desarrolló un temprano interés en el dibujo y estudió en los cursos de los sábados en el Instituto de Arte de Chicago.
Como admirador de los vaqueros que comían en el mesón que llevaba su madre frente a los corrales de ganado, Jackson se impresionó con un artículo de la revista Life sobre la vida de los vaqueros en Wyoming y se escapó de casa a los catorce, en 1938.
Después de llegar con autostop hasta Wyomig, encontró trabajo como peón en Cody y luego trabajó en el Rancho Pitchfork, cerca de Meeteetse, localidad a la que más tarde bautizaría como su "lugar de nacimiento espiritual".
Jackson, que dibujó la vida en el rancho y continuó asistiendo a clases de arte, se enroló con los Marines durante la Segunda Guerra Mundial. Mientras formaba parte de una unidad de inteligencia en el Pacífico, hizo dibujos de reconocimiento y quedó gravemente herido en la batalla por el Betio, en el atolón de Tarawa y en Saipan.
Después de volver a Los Angeles, se convirtió en el artista oficial de los Marines -y descubrió el arte moderno. Tras su licenciamiento, se mudó a Nueva York, donde se convirtió en amigo y protegido de Jackson Pollock, el importante pintor expresionista.
Como resultado de las heridas en la cabeza de su servicio en la guerra, Jackson sufría fuertes ataques epilépticos, contó su hijo Matthew al Times.
"También sufría de trastorno de estrés post-traumático y pasó un tiempo difícil", dijo. "Vivía como si estuviera en el campo de batalla. Sea que estaba feliz o enrabiado, lo vivía con una intensidad de vida o muerte. Fue un reto estar junto a él y crecer con él. Era nuestro padre y lo queríamos, pero era algo muy complejo".
Como escribió en la página web de su padre, harryjackson.com, esta semana: "Era una fuerza de la naturaleza, lleno de rabia, de amor, de humor y de locura".
Jackson se casó y divorció seis veces.
Además de Matthew, le sobreviven sus otros hijos (Jesse y Luke); dos hijas (Molly Keating y Chloe Lear Jackson); y cuatro nietos.
1 de mayo de 2011
©los angeles times
cc traducción mQh

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