el patibulario capitalismo chileno
columna de lísperguer
Escándalo de La Polar traspasa fronteras.
Y no es solamente La Polar. CONAFE, empresa que ofrece energía eléctrica entre Coquimbo y la 5a Región, acaba de repactar automáticamente las deudas de sus clientes sin ninguna consulta previa. Además, esta empresa incurre con demasiado frecuencia en sospechosos errores, que incluyen cobros inexplicables y deudas inexistentes, que obligarían a sus clientes rurales a viajar a ciudades a pedir explicaciones, lo que resulta más oneroso que tolerar los abusos. BancoEstado también tiene prácticas sospechosas, como no informar a los clientes cuando reciben del extranjero montos superiores a mil dólares, por lo que tampoco los depositan en las cuentas debidas, embolsándose el dinero de clientes que no reclaman (porque obviamente no saben que han recibido transferencias). Además, el banco ingresa transferencias bajo nombres ficticios, por lo que descubrir el dolo es muy difícil. Este es el ridículo y patibulario capitalismo chileno, con el presidente como su mejor ejemplo.
No digo esto último necesariamente como insulto. Creo que el pasado delictivo del presidente Piñera, que fundó su fortuna estafando al Banco de Talca en los años ochenta (en 240 millones de dólares), que fue condenado y librado de cumplir una pena de prisión de tres años gracias a Pinochet, que ordenó absolverlo a la Corte Suprema (según confesó la señora Madariaga, ministra de Justicia de la dictadura, poco antes de morir), alienta a empresarios e inversionistas a cometer delitos similares, en la creencia, o en la certeza, de que se saldrán con la suya y que no pagarán las consecuencias. Por eso necesitamos penas más severas de prisión a firme y necesitamos que los delitos económicos, como fraude y corrupción, sean imprescriptibles y que sus autores sean inhabilitados o impedidos de trabajar en el ramo en cuestión de por vida o según determinen tribunales.
lísperguer
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