alcalde paria justifica asesinato de perros
columna de lísperguer
Municipalidad de San Antonio justifica asesinato de perros.
Lo que está haciendo esta municipalidad no tiene nombre. La entrega voluntaria es ilegal y sólo una interpretación enfermiza puede creer que el último dictamen de la Contraloría la justifica. Que los vecinos le pidan al municipio matar a sus perros es totalmente irrelevante. El espíritu del dictamen es que las autoridades puedan aplicar eutanasia médica en aquellos casos en que los perros gravemente enfermos, terminales o que padecen extremo dolor y no son recuperables, sean socorridos para abreviar sus sufrimientos dándoles una buena muerte. Todo perro que lleven los vecinos debe ser pues examinado por profesionales idóneos. La abultada cifra de 69 perros hace sospechar que el alcalde no ejerce el debido control sobre sus veterinarios, que parecen tener el gatillo rápido. Obviamente no basta de ningunísima manera con que un vecino diga que el perro está enfermo o que es agresivo. Se debe examinar caso por caso.
La barbarie manifiesta en las actuaciones de la municipalidad debiera provocar un debate serio. Es verdad que el dictamen parece impreciso. Lo peor es que permite que las municipalidades, o sus funcionarios subalternos -que deben obediencia y no se atreven a desobedecer órdenes ilegales- determinen por sí solos, sin ninguna fiscalización, si los perros en cuestión deben ser sometidos a eutanasia o no. Es fácil para las autoridades y profesionales torcidos decir, muertos los perros, que estaban todos enfermos.
En las municipalidades debiese formarse una comisión ética, entre cuyos integrantes debe haber no solamente veterinarios municipales, sino además ciudadanos animalistas y quizás hasta orientadores espirituales que vean cada caso por sus méritos. Así se podría poner fin a la arbitrariedad y los abusos y, por ende, a la inquietud de la ciudadanía.
lísperguer
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