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carabineros torturan a estudiantes


Denuncian que carabineros golpeó y torturó a estudiantes en Santiago y Valparaíso.
Chile. Un estudiante de Valparaíso y otro de Santiago fueron violentamente golpeados por carabineros el 9 de agosto pasado. Ambos casos ocurrieron al interior de buses policiales, según denuncian estudiantes. Mientras las cámaras de televisión se preocupaban en buscar destrozos en el Paseo Bulnes los policías torturaban a un joven que portaba una cámara. Pese a los insistentes llamados de otros jóvenes y la presencia de la directora del Instituto de Derechos Humanos a ningún medio le interesó cubrir el hecho.
La imagen más persistente en la memoria televisiva del pasado 9 de agosto es la de un vehículo incendiándose en el centro de Santiago y un edificio atacado por manifestantes. Una imagen repetida por los medios durante varios días y que provoca que más de alguien convoque a aumentar la represión policial.
Claro que los medios han invisibilizado dos hechos que hace días circulan por Internet y que cuestionan seriamente los procedimientos policiales. En ambos casos policías son denunciados de golpear –y hasta torturar en uno de ellos- a estudiantes que estaban manifestándose por una educación pública gratuita y de calidad.
El primer hecho ocurre en Valparaíso, en donde es agredido el estudiante de Historia de la Universidad de Valparaíso (UV), Fernando Andrés Zurita Tapia de 21 años, quien luego de marchar pacíficamente por la avenida Pedro Montt fue arrestado por carabineros y golpeado al interior de un bus de la institución, lo que le provocó una fractura nasal.
Según detalla la Federación de Estudiantes de la UV, a eso de las 15:50 hrs. el estudiante se encontraba en la pasarela de la calle Errázuriz, observando el enfrentamiento entre carabineros y los estudiantes, mientras sus acompañantes sacaban fotos. En ese instante aparece el bus policial, deteniendo a todo aquel que se encontrara en la cercanías de los disturbios, sin discriminar a quienes estaban realizando destrozos. Es así como Fernando es rodeado por dos carabineros en moto, siendo arrastrado y posteriormente subido a patadas y manotazos al interior del bus policial.
El bus estuvo dando vueltas por la calle Brasil y Errázuriz, los carabineros tiraban palabras de grueso calibre contra los 20 ó 25 detenidos que estaban al interior del bus. Luego de detener a varios estudiantes más, un carabinero identificado con las iniciales F.M.G. dijo "saquémosle la cresta a uno de ellos para que sientan en carne propia como nos la sacaron a nosotros".
En ese momento otro carabinero (que aún no ha sido identificado) se acerca a Fernando y lo toma del polerón. Fue tal la fuerza que este quedó rasgado. Este carabinero lo lanza contra cuatro o cinco carabineros que estaban en la parte delantera del bus y allí lo empiezan a empujar entre los cinco tirándose al estudiante uno a otro como jugando al tontito. Luego de dejarlo aturdido comenzaron los golpes: "Primero me tiraron del pelo por todos lados los cinco, luego vinieron los combos en la cabeza".
El carabinero F.M.G. lo golpea en el lado derecho de la mandíbula, lo tira al suelo y entre todos le pegan patadas, es ahí cuando le llega uno de los combos en la nariz dejándole una severa fractura, acto seguido lo lanzan con el resto de los detenidos, las mujeres comienzan a llorar.
En este instante uno de los carabineros se le acerca a Fernando y le pregunta irónicamente: ¿Qué le pasó mijo? ¿Por qué está sangrando? y casi perdiendo el conocimiento el estudiante le respondió: ustedes me golpearon. El carabinero seriamente le contesta: no, si nosotros no golpeamos a nadie, tú solo te pegaste con la puerta.
El lugar de destino fue la Segunda Comisaría de Valparaíso ubicada en la calle Colón, donde les tomaron los antecedentes a los detenidos y después de una hora y media lo llevaron al hospital Van Buren.
En el recinto asistencial le hicieron los respectivos exámenes los cuales arrojaron fractura en la nariz y daño parcial al ojo, lo cual le impedía enfocar bien. Estuvo esposado, todo el tiempo, los mismos médicos le pidieron a los carabineros que le sacaran las esposas. A eso de las 21:30 Hrs, dejaron al estudiante en libertad.
Uno de los detenidos, intento grabar como el pegaban a Fernando, en ese instante un carabinero se le acerca y le dijo que dentro del bus no corría la ley, y obligándolo a apagar el celular.
Fernando realizará las correspondientes acciones legales contra los carabineros, recibiendo el apoyo de tres de los detenidos que estuvieron presentes en la golpiza y que están dispuestos a testificar.
Fernando Zurita, según el último informe médico, requiere una Cirugía de Alta Complejidad.

Torturas al Interior de Bus Policial en Santiago
En el Paseo Bulnes de Santiago el mismo día serios incidentes se produjeron en torno al bus policial B-261, que se instaló en la esquina del paseo peatonal con Tarapacá.
Óscar Arias Rojas, a través de una carta que ha circulado en las redes sociales, acusa que su hermano fue torturado al interior de dicho vehículo policial.
Según constató El Ciudadano in situ pese a que varias personas reclamaban haber visto los golpes a un estudiante al interior de dicho bus a camarógrafos y periodistas de los principales canales de TV, estos prefirieron enfocarse en los disturbios entre carabineros y manifestantes que se producían un par de cuadras hacia el sur.
En la ocasión ni la presencia de Lorena Fríes, directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, y su demanda ante los policías para saber del estado del muchacho logró que dejaran ver al joven agredido por la policía.
La carta de Arias cuenta que "alrededor de las 13:30 horas mi hermano estaba en el Paseo Bulnes junto a un grupo de manifestantes cuando apareció un operativo de carabineros (el trío carro lanza gases, carro lanza aguas y bus de fuerzas especiales) a dispersar la manifestación. En ese momento no había actos de violencia ni vandalismo de parte de los que ahí se reunían".
Luego de que uno de los carros gaseara a la multitud, el joven comenzó a sacar fotos para dejar registro de lo que ahí sucedía. Además de su cámara llevaba dos tarjetas de árbitro: una amarilla y otra roja, como en el fútbol, para manifestarse en forma más lúdica.
Arias relata que "mostrar una tarjeta roja bastó para que el carro lanza aguas dirigiera un chorro sobre su cabeza. Resbaló, se desorientó, y mientras trataba de volver en sí vio como un piquete de seis carabineros de fuerzas especiales se dirigían a él. Se puso de pie. Trataron de someterlo y mi hermano forcejeó. Mientras un carabinero le apretaba el cuello los otros le hacían zancadillas y trataban de quitarle su cámara. Mi hermano mide 1,70 metros y es corpulento. Pero seis carabineros de fuerzas especiales es un exceso. Lo levantaron tomándolo de sus brazos y piernas y lo subieron al bus. ¿Por qué arrancar? En su ingenuidad su mayor preocupación era la cámara, que no era de él".
Arriba del bus sólo habían carabineros, ningún civil: "Lo tiraron al suelo y recibió golpes de pies y manos de todos los carabineros que subieron con él. La cámara se la quitaron y la destruyeron a machacazos. La memoria flash donde se guardan las fotos digitales se la quedó uno de los carabineros. Mi hermano fue valiente: no quería entregar la cámara, así que mientras lo pateaban uno de los carabineros tomó su cabeza entre sus manos y le aplicó presión en los ojos, hasta dejarlo semi inconsciente.
"Mientras recibía esta paliza los carabineros gozaban. Lo humillaron por salir a marchar. Le dijeron: ¿no te gusta salir a marchar? Luego lo amenazaron: le dijeron te vamos a matar. Se lo dijeron varias veces mientras lo molían. Le dijeron si te vemos de nuevo en la calle te vamos a matar. Te vamos a reventar, oíste, ¿no te gusta salir a marchar? Mi hermano ya no sentía los golpes y sólo pensaba en que no podía ser: ¿acaso en realidad lo iban a matar? Les pidió por favor que no le pegaran más, les pidió que ya no más. Pero aún siguieron unos momentos. Después de un rato se cansaron y la golpiza terminó.
"Las personas afuera del bus escuchaban los golpes adentro y comenzaron a gritar: ¡le están pegando!, ¿quién es, alguien sabe quién es? ¿cuál es tu nombre? ¿cuál es tu RUT?. Mi hermano recuerda haberlos escuchado pero no podía hablar, sólo atinaba a defenderse, a cubrirse de las botas, los puños, los palos. Hay una grabación de lo que parece ser el bus donde estaba mi hermano
"Al fin todo terminó. Lo dejaron botado en el suelo del bus, aturdido. Después lo trasladaron a un retén móvil y lo tuvieron dando vueltas por Santiago. No le explicaron por qué lo detuvieron, ni le leyeron sus derechos, ni siquiera le dijeron a donde iba.
"Llegó a la comisaría y ahí estuvo hasta las 23 horas. En el intertanto lo llevaron a constatar lesiones: en la misma comisaría, un hombre de delantal blanco y estetoscopio era el doctor. Le miró un poco sus ojos heridos y ásperamente le dijo no tienes nada, ándate. En las horas en la comisaría  vio decenas de detenidos. Varios niños de entre 10 y 12 años. Varios estudiantes. Solo dos tipos con el aspecto de los que siempre se ven destruyendo semáforos y robando locales comerciales. Vio a otros heridos, vio a uno que tenía las piernas quebradas.
"Antes de soltarlo le presentaron unos papeles para que firmara. Mi hermano pidió leerlos. Le dijeron no puedes, firma y te vas. Si no firmas te quedas. Pero quiero leerlos, no puedo firmar algo sin leerlo. Si no quieres firmar te quedas. Después de 10 horas detenido por supuesto lo hizo, pero sin su firma.
"Mis padres lo fueron a buscar y lo llevaron a una clínica para que viera a un doctor: lo vieron cuatro. El oftalmólogo le explicó que los efectos de la tortura que recibió variaban en condiciones normales desde un desmayo hasta un ataque al corazón. Además de sus ojos heridos tiene múltiples contusiones y dos costillas rotas. Afortunadamente las astillas no le perforaron los pulmones, una consecuencia común en caso de una paliza. Le advirtieron que debe mantener reposo durante la semana porque puede tener episodios de pérdida de visión".
Arias concluye acusando que un carabinero se quedó con la tarjeta de memoria de la cámara, la que fue destruida por la policía, y que no hubo testigos del hecho al interior del carro policial.
15 de agosto de 2011
14 de agosto de 2011
©el ciudadano

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