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libertad de expresión en la acera


Libertad de expresión en la calle: jornaleros (inmigrantes) ganan batalla en una corte federal. (NYT)
Estados Unidos. La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos, en un fallo que debería provocar que algunas ciudades y pueblos en el país despierten y vuelvan a leer la Constitución, ha mantenido los derechos de los jornaleros a reunirse y hablar libremente en público cuando buscan trabajo.
La corte, en una votación de nueve a dos, desechó la ordenanza contra la solicitación en Redondo Beach, California, describiéndola como una "restricción manifiestamente inconstitucional de la libertad de expresión." Rechazó el argumento de funcionarios locales de que la ley era un intento definido estrechamente para mejorar la seguridad pública, impidiendo que personas y coches interrumpan el tráfico.
Los jueces resolvieron que una cosa es invocar restricciones razonables sobre cuándo, dónde y cómo la gente pide trabajo en público. Pero aunque Redondo Beach había dicho que el problema se confinaba principalmente a algunas calles principales y medianas, los jueces observaron que la ordenanza se aplicaba en toda la ciudad, convirtiendo en ilegal "estar parado en una calle o carretera y solicitar o intentar solicitar empleo, negocios o ayudas de los ocupantes de vehículos motorizados." También prohibía a los conductores "detenerse o aparcar un coche" cuando se trata de contratar a alguien. No hacía ninguna distinción entre coches estacionados legalmente y coches en el tráfico.
"La ordenanza restringe la libertad de expresión mucho más de lo necesario", escribieron los jueces, observando que se podía aplicar igualmente a niños con puestos de limonada o vendedores ambulantes de comida en la acera.
Redondo Beach, suburbio de Los Angeles, aprobó la ordenanza en 1989. Desde entonces, decenas de ordenanzas similares se han adoptado en todo el país. Aunque los funcionarios formulan sus inquietudes en términos de seguridad, la hostilidad hacia los inmigrantes es normalmente clara. Una detestable opinión disidente a la resolución del Noveno Circuito, del juez Alex Kozinski, resumió un pernicioso estereotipo. Llamó a los jornaleros "un montón de hombres desaliñados, fumando y escupiendo mientras esperan trabajos" y escribió que no veía razón alguna por la que Redondo Beach no debiera ser autorizada para expulsarlos a nombre de "la seguridad, la hermosura, la tranquilidad y el orden."
Ninguna razón, excepto la Constitución, por supuesto. Los jornaleros han estado largo tiempo expuestos a hostigamientos, pero ahora pueden agregar una nueva victoria en la Corte de Apelaciones a una larga lista de decisiones de tribunales federales a su favor. El derecho a la libertad de expresión y reunión es esencial en una democracia, no importa quién quiera hablar o reunirse.
22 de septiembre de 2011
21 de septiembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

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