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el problema de los cacheos por marihuana


Cuestionables prácticas policiales para capturar a personas con posesión mínima de drogas -como el cacheo en la calle por sospechas de posesión-, merecen ser revaluadas. Editorial del NYT.
El comisionado Raymond Kelly, del Departamento de Policía de Nueva York, ofreció demasiado poco y demasiado tarde cuando emitió un memo instruyendo a sus agentes a no detener a personas con pequeñas cantidades de marihuana a menos que la droga esté a la vista pública. Una ley de 1977 despenalizó la posesión menor, sin embargo decenas de miles son arrestados cada año.
En 2010, más de cincuenta mil personas fueron detenidas por posesión de marihuana; una inmensa mayoría de ellas pertenecían a minorías raciales y eran hombres. Abogados de derechos civiles dicen que muchos de ellos han sido parados en el marco de la amplia práctica del cacheo y fueron arrestados después de que agentes les ordenaran vaciar sus bolsillos, lo que puso a la vista pública las drogas.
El memo del comisionado Kelly deja ahora en claro que la exhibición de la droga debe ser una "actividad emprendida por la propia voluntad del sujeto" y que los individuos no pueden ser acusados de violar la ley si la marihuana "fue mostrada a la vista pública por instrucciones de un agente."
Aunque el memo, sobre el que WNYC informó la semana pasada, es un paso importante, no es en sí mismo el fin del problema. El ministerio de Justicia de Estados Unidos y legisladores de Nueva York deberían investigar la legalidad de prácticas que llevaron a la detención de cientos de miles de personas desde mediados de los años noventa.
Según las leyes neoyorquinas, la posesión de veinticinco gramos de marihuana o menos es una infracción que se multa con cien dólares la primera vez. La posesión de cualquier cantidad a la vista pública, sin embargo, es un delito menor punible con hasta tres meses de cárcel y una multa de quinientos dólares.
Esta ley fue apoyada por los fiscales de distrito en los años setenta debido a que creían que liberaría a la policía para dedicarse a combatir los delitos graves. Eso cambió a mediados de los años sesenta cuando el ayuntamiento empezó a enfatizar las detenciones callejeras como una parte importante de su enfoque policial. Desde 1966 el ayuntamiento ha encarcelado a más de 536 mil personas por el cargo más bajo relacionado con la marihuana, de acuerdo a Harry Levine, sociólogo del Queens College que ha seguido estrechamente los datos. De 1981 a 1995, esa cifra fue de 33 mil 700.
La policía ha definido las detenciones por marihuana como importante para mantener a los delincuentes alejados de las calles. Pero en declaraciones a la Legislatura este verano, el profesor Levine ha calculado que una mayoría significativa de los detenidos en 2010 no habían sido condenados nunca por ningún delito -sobre la base de un análisis de datos entregados al estado.
Jóvenes afroamericanos e hispanos, sobre-representados en las detenciones en la calle, componen el porcentaje más alto de personas detenidas por posesión de marihuana. Esta práctica policial ha dañado la vida de jóvenes y merece un mayor estudio de parte de supervisores federales y estaduales.
28 de septiembre de 2011
16 de septiembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

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