francia prohíbe ketchup en cantinas
Bueno, es permitido con una guarnición. Pero ponerlo en la ternera o en el bife bourguignon ahora está prohibido en las escuelas del país. El gobierno francés prohíbe el ketchup en cantinas escolares y universitarias, excepto con papas fritas.
[Kim Willsher] París, Francia. Francia construyó primero una muralla en torno a su lenguaje para protegerlo de los perniciosos invasores anglosajones. Ahora está levantando otro escudo para protegerse de otra amenaza percibida contra su cultura y civilización: el ketchup.
En un intento de promover la comida sana y, se ha sugerido, para proteger la tradicional cocina gala, el gobierno francés ha prohibido en las cantinas de escuelas y universidades a nivel nacional la oferta del condimento americano a base de tomates con cualquier tipo de comida, excepto las papas fritas.
Como resultado, los estudiantes ya no pueden usar ketchup en platos tan tradicionales como guiso de ternera, sin importar lo cartilaginoso, y el bife bourguignon, independientemente de su contenido graso.
Además, las papas fritas sólo se pueden ofrecer una vez a la semana, usualmente con steak hache, o hamburguesa. No está claro si la policía gastronómica enviará a los estudiantes a prisión si untan sus hamburguesas en el ketchup que acompaña las papas fritas.
"Francia debe ser un ejemplo para el mundo en cuanto a la calidad de su comida, empezando con sus hijos", dijo Bruno Le Maire, ministro de Agricultura y Alimentación.
La Casa Blanca de Ronald Reagan puede haber considerado el ketchup -hecho famoso por Henry John ‘H J.’ Heinz, que produjo la primera botella en 1876. Pero gastrónomos galos lo miran con el mismo desdén que a las series de televisión estadounidenses, las palabras inglesas y los restaurantes McDonalds: indeseados impostores culturales.
Jacques Hazan, presidente de la Federation of School Pupils’ and College Students’ Parents Councils, dijo al Times de Londres que las nuevas regulaciones son una "victoria."
Las normas obligan a funcionarios escolares a reducir los alimentos grasos e introducir más verduras, fruta y productos lácteos. Cada día deben servirse cuatro o cinco platos con una ración de verduras cocidas o crudas, preferentemente estacionales. Los pupilos pueden pedir pan y agua ilimitadamente.
Las recomendaciones que incluyen la reducción del ketchup fueron hechas por investigadores del gobierno hace más de cuatro años, pero el decreto entró en vigor sólo esta semana, un mes después del inicio del año escolar. Se implementará de inmediato en todas las cantinas en escuelas y reparticiones de gobierno, excepto en las que sirvan menos de ochenta comidas al día. Las cantinas deben llevar archivos para que los inspectores sanitarios escolares sepan qué se ha servido.
Las normativas dejan a los jóvenes amantes del ketchup sin gran alternativa. Los escolares franceses no pueden llevar almuerzos hechos en casa a la escuela y deben sea comer en la cantina o volver a casa a almorzar. Las cantinas de escuelas y universidades sirven mil millones de comidas al año, de acuerdo al gobierno.
Le Maire explicó que los cambios fueron introducidos porque el sentido común sobre nutrición no ha sido escuchado en las escuelas del país.
"Seis millones de niños comen en cantinas todos los días, pero uno de cada dos alumnos queda con hambre", dijo. "Las reglas de nutrición no son ni aplicadas ni controladas. Las estamos haciendo obligatorias y revisaremos los menús."
El gobierno reconoce en su página web que menos de la mitad de los estudiantes de universidades y escuelas secundarias creen que el alimento en las cantinas escolares es bueno. Al mismo tiempo, las cifras publicadas en la página web del ministerio de Agricultura dice que menos de la mitad de los jóvenes franceses consumen suficientes productos lácteos en su dieta en casa.
Christophe Hebert, presidente de la Asociación Nacional de Directores de Restaurantes Colectivos, sugirió que una gran parte del chovinismo cultural también está detrás de las nuevas reglas.
"Las cantinas tienen una función de salud pública y también una función educativa. Tenemos que asegurarnos de que los niños se familiaricen con recetas francesas de modo que puedan enseñarlas a la generación siguiente", dijo al Times de Londres.
"Tenemos que impedir que los niños puedan servirse todos esos tipos de salsas con cualquier plato. Los niños tienen la tendencia a usarlas para encubrir el sabor de cualquier cosa que se lleven a la boca."
"Aquí la comida es muy importante", dijo Hazan, de la federación de apoderados, "y no podemos tolerar que los niños coman cualquier cosa vieja."
11 de octubre de 2011
6 de octubre de 2011
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer
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