eua prepara aumento de tropas
En el Golfo, después de la retirada de Iraq.
[Thom Shanker y Steven Lee Myers] Base de la Fuerza Aérea MacDrill, Florida, Estados Unidos. El gobierno de Obama tiene planeado aumentar la presencia estadounidense en el Golfo Pérsico después de que retire lo que queda de sus tropas en Iraq este año, de acuerdo a funcionarios y diplomáticos. Ese reposicionamiento podría incluir nuevas fuerzas de combate en Kuwait para responder al colapso de autoridad en Iraq o para un enfrentamiento militar con Irán.
Los planes, que se vienen discutiendo hace ya varios meses, recibieron renovada atención después del anuncio del presidente Obama este mes, de que los últimos soldados estadounidenses que volverán a casa desde Iraq lo harán en diciembre. Poner fin a la guerra de ocho años fue una promesa central de su campaña presidencial, pero oficiales y diplomáticos estadounidenses, así como funcionarios de varios países de la región, temen que la retirada podría producir inestabilidad o peor.
Después de presionar sin ningún éxito tanto al gobierno de Obama como al iraquí para que permitan que unas veinte mil tropas permanezcan en Iraq más allá de 2011, el Pentágono está ahora elaborando una alternativa.
Además de las negociaciones para mantener una presencia de combate en terreno en Kuwait, Estados Unidos está considerando el envío de más buques de guerra a aguas internacionales en la región.
Para hacer frente a la amenaza del beligerante Irán, el gobierno también está buscando ampliar los lazos militares con los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo -Arabia Saudí, Kuwait, Bahrain, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos y Omán. Mientras Estados Unidos ha concluido las relaciones militares bilaterales con todos ellos, el gobierno y las fuerzas armadas están tratando de fomentar una nueva "arquitectura de la seguridad" para el Golfo Pérsico que integraría patrullas aéreas y navales y defensa anti-aérea.
El tamaño de la fuerza de combate estadounidense en estado de alerta que será asignada Kuwait sigue siendo motivo de negociaciones; se espera una respuesta en los próximos días. Funcionarios en la sede del Comando Central declinaron discutir detalles de las propuestas, pero estaba claro que los exitosos planes de despliegue en décadas pasadas podrían ser incorporados en los planes para dejar una huella, después de Iraq, en la región,
Por ejemplo, en el periodo entre la Guerra del Golfo Pérsico en 1991 y la invasión de Iraq en 2003, el Ejército de Estados Unidos mantuvo al menos a un batallón de combate -y a veces a toda una brigada de combate- en Kuwait todo el año, junto con un enorme arsenal listo para ser desempaquetado en caso de que se decida enviar más tropas a la región.
"De regreso al futuro" es como el general Karl R. Horst, jefe del Estado Mayor del Comando Central, describió la planificación de una nueva postura en el Golfo. Dijo que el comando se estaba concentrando en despliegues más pequeños pero mucho más efectivos y proyectos de entrenamiento con fuerzas militares de la región. "Creo que estamos pensando en volver a como era antes de que tuviéramos tanta presencia militar aquí", dijo el general Horst. "Creo que es sano. Creo que es eficiente. Creo que es práctico".
Obama y su asesor jefe en asuntos de seguridad nacional han tratado de tranquilizar a los aliados y responder a los críticos, incluyendo a muchos republicanos, de que Estados Unidos no renunciará a sus compromisos en el Golfo Pérsico incluso si pone fina a la guerra en Iraq y se prepara para hacer lo mismo en Afganistán para fines de 2014.
"Tendremos una permanente y robusta presencia en toda la región, lo que demuestra nuestro compromiso actual con Iraq y con el futuro de esa región, lo que mantiene nuestra promesa y debería ser liberado de influencias extranjeras para que siga su ruta hacia la democracia", dijo la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton en Tayikistán, después del anuncio del presidente.
Durante tumultuosas reuniones con personal militar en Asia la semana pasada, el secretario de Defensa, Leon E. Panetta, observó que Estados Unidos tenía cuarenta mil hombres en la región, veintitrés mil en Kuwait, aunque el grueso de las tropas sirven como apoyo logístico para las fuerzas en Iraq.
Mientras sostienen este esfuerzo, el Pentágono y su Comando Central, que supervisa las operaciones en la región, han empezado un importante redespliegue de las fuerzas estadounidenses, agudamente consciente de las limitaciones políticas y presupuestarias en Estados Unidos, incluyendo recortes en el gasto militar de al menos 450 mil millones de dólares en la década siguiente como parte del acuerdo para reducir el déficit presupuestario.
Oficiales del Comando Central dijeron que el Iraq de posguerra le exigía buscar modos más eficientes para desplegar fuerzas y maximizar la cooperación con aliados regionales. Un importante resultado de los recortes esperados, dijeron los oficiales, podría ser una fuerte reducción en el número de analistas de inteligencia asignados a la región. Al mismo tiempo, los oficiales esperan ampliar las relaciones de seguridad en la región. El general Horst dijo que los ejercicios eran un "signo de compromiso de presencia, un signo de compromiso con los recursos, y un signo de compromiso con la capacitación de los aliados".
El coronel John G. Worman, jefe de ejercicios del Comando Central, observó sobre el Golfo Pérsico: Por primera vez, dijo, las fuerzas armadas iraquíes habían sido invitadas a participar en un ejercicio regional en Jordania el próximo año, bautizadas como Eager Lion 12, montada sobre la amenaza de una guerra de guerrillas y terrorismo.
Otra parte de la planificación del gobierno par Iraq después de la guerra implica al Consejo de Cooperación del Golfo, dominado por Arabia Saudí. Ha tratado crecientemente de ejercer su influencia diplomática y militar en la región y más allá. Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, enviaron aviones de guerra al Mediterráneo como parte de la intervención dirigida por la OTAN en Libia, mientras Bahrain y los Emiratos Árabes Unidos tienen -cada uno- fuerzas en Afganistán.
Al mismo tiempo, sin embargo, el consejo envió una fuerza terrestre fundamentalmente saudí a Bahrain para apoyar la represión ordenada por el gobierno contra los manifestantes este año, pese a las críticas internacionales.
Pese a esos temores, el gobierno ha propuesto fundar una alianza seguridad multilateral más fuerte con seis países y Estados Unidos. Panetta y Clinton describieron la propuesta en una inusual reunión conjunta con el consejo al alero de Naciones Unidas en Nueva York el mes pasado.
La propuesta todavía debe ser aprobada por el consejo, cuyos líderes se reunirán de nuevo en diciembre en la capital saudí, Riyadh, y el tipo de colaboración multilateral que anhela el gobierno debe superar las rivalidades entre esos seis países.
"No habrá una OTAN mañana", dijo un alto funcionario de la administración, que habló a condición de mantener el anonimato para comentar negociaciones diplomáticas todavía en curso, "pero la idea es llegar a un intento más integrado".
Irán, como lo ha sido durante tres décadas, sigue siendo la amenaza más preocupante para muchos de esos países, así como para Iraq mismo, donde ha restablecido lazos políticos, culturales y económicos, incluso cuando brindaba apoyo encubierto a los insurgentes chiíes que han librado batalla con las fuerzas estadounidenses.
"Temen que la retirada estadounidense deje un vacío, que el hecho de que estén a mano siempre hará que todo el mundo lo piense dos veces antes de hacer algo", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Bahrain, jeque Khalid bin Ahmed al-Khalifa, en una entrevista, refiriéndose a oficiales en la región del Golfo Pérsico.
El jeque Khalid estuvo en Washington la semana pasada para asistir a reuniones con el gobierno y el Congreso. "Sin duda creará un vacío", dijo, "y puede invitar a las potencias regionales a ejercer acciones más abiertas en Iraq".
Agregó que la propuesta del gobierno de ampliar su relación de seguridad con los países del Golfo Pérsico no "reemplazará lo que está pasando en Iraq", pero era necesaria después de la retirada para demostrara una defensa unificada en una región peligrosa. "Ahora el juego es otro", dijo. "Tenemos que tener socios en esas operaciones, en temas y de muchos modos vamos a trabajar juntos".
En casa, Iraq ha sido largo tiempo una materia de intensas disputas. Algunos analistas de relaciones exteriores y demócratas -y algunos republicanos- dicen que Estados Unidos se ha quedado demasiado tiempo en Iraq. Otros, incluyendo a muchos republicanos y analistas militares, han criticado el anuncio de Obama sobre la retirada final, expresando su temor de que Iraq sea todavía demasiado débil e inestable.
"Estados Unidos tendrá que hacerse cargo de que Iraq no será capaz de defenderse a sí mismo durante al menos diez años", escribieron Adam Mausner y Anthony H. Cordesman, del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos, después del anuncio de la retirada.
Doce senadores republicanos exigieron audiencias sobre el hecho de que el gobierno pusiera fin a las negociaciones con los iraquíes -al menos, de momento- sobre la continuidad del entrenamiento estadounidense y sobre las acciones contraterroristas en Iraq.
"Como usted sabe, la retirada completa de nuestras fuerzas de Iraq es probable que sea vista como una victoria estratégica por nuestros enemigos en Oriente Medio, especialmente el régimen iraní", escribieron los senadores el miércoles en una carta al presidente de la Comisión de los Servicios Armados del Senado.
[Thom Shanker informóp desde la Base Aérea MacDill, f Steven Lee Myers desde Washington.]
24 de noviembre de 2011
29 de octubre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer
0 comentarios