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armas en la frontera


Resulta que Rápido y Furioso, la insensata operación del gobierno que permitió que armas de alto poder cruzaran la frontera hacia los carteles mexicanos de la droga, no era excepcional. El gobierno de Bush utilizó la misma impropia táctica en la Operación Receptor Abierto en 2006-2007. Editorial NYT.
Estados Unidos. La historia de estas arriesgadas operaciones "armadas" -ideadas por el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos federal para detectar las compras ilícitas de los barones de los carteles -en armerías de Arizona-, fue explicada ante el Congreso por Lanny Breuer, director de la división criminal del Ministerio de Justicia. Rápido y Furioso [Fast and Furious], en lugar de 2009 a principios de 2011, envió más de dos mil armas de asalto a las calles de los dos lados de la frontera. Algunas aparecieron en sitios del suceso, incluyendo una balacera en la que en -en diciembre pasado- murió un agente de la Patrulla Fronteriza.
Al denunciar la táctica como "inaceptable y equivocada", Breuer pidió disculpas por su propio fracaso a la hora de responder agresivamente cuando se enteró de que la Operación Receptor Abierto [Operation Wide Receiver] se había iniciado incluso cuando la operación Rápido y Furioso estaba todavía en curso. Dijo que no alertó a los jefes del Ministerio de Justicia cuando lo descubrió en abril de 2010.
Los republicanos en el Congreso han reprochado al gobierno de Obama por el fiasco de Rápido y Furioso. Que esta táctica -que se ubica muy por debajo de una aplicación correcta de la ley- fue utilizada en los años de Bush es igualmente inquietante. El Congreso debería pedir cuentas a los funcionarios responsables, pero no puede eludir el hecho de que se necesitan leyes mucho más severas para controlar el comercio de armas.
Breuer dijo que en los últimos cinco años, en México se habían recuperado 94 mil armas y 64 mil fueron trazadas a fuentes estadounidenses. "Necesitamos más herramientas", dijo. Ante lo que el senador Charles Grassley, republicano de Iowa, respondió previsiblemente: "No tenemos problemas con los ciudadanos que respetan la ley". Es un fracaso del Congreso no haber prohibido la venta de armas de asalto que está nutriendo la guerra de las drogas.
30 de noviembre de 2011
6 de noviembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer

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