victoria para el oso pardo
Justicia resolvió que el oso pardo fue retirado prematuramente de la lista de animales en peligro de extinción. Editorial NYT.
Gracias al fallo de una corte de apelaciones federal la semana pasada, los osos pardos continuarán disfrutando de protección como especie en peligro de extinción en las Montañas Rocosas. La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos resolvió ayer que el Servicio de Pesca y Fauna Silvestre no sólo actuó prematuramente cuando sacó al oso de la lista de especies en peligro de extinción en 2007, sino además ignoró amenazas claramente documentadas al suministro de alimentos del animal -de hecho, poniendo a la política por delante de la ciencia.
La base del hábitat de los osos y una importante fuente de su alimento -los bosques de pino de corteza blanca- ha sido devastada por el cambio climático. Históricamente, los inviernos duros protegían a estos bosques de las infestaciones del escarabajo de corteza de pino. Pero el escarabajo ha prosperado a medida que se hacen más cálidos los inviernos, terminando con cientos de miles de hectáreas del pino de corteza blanca. La corte reconoció explícitamente el rol del cambio climático en la destrucción de estos bosques.
El argumento del Servicio de Pesca y Fauna Silvestre ha sido que los osos están sobreviviendo bien (y presumiblemente seguirán haciéndolo) incluso sin las semillas de pino de los pinos de corteza blanca. La corte lo rechazó, alegando que la agencia había ignorado una bien establecida relación entre "la disponibilidad reducida de semilla de pino de corteza blanca, mortalidad aumentada de los osos pardos y reproducción reducida de los osos pardos".
Las protecciones federales han permitido que la población del oso pardo en la región de Yellowstone se triplique para llegar a unos seiscientos animales en los últimos 35 años. Pero, en vistas de una provisión reducida de alimentos, dijo la corte, ahora no era el momento de retirarlo de la lista.
Lo que parece estar orientando los cálculos de la agencia es la constante hostilidad de ganaderos y cazadores a la protección de depredadores como los lobos y los osos pardos. Razón adicional por la que debemos asegurarnos de que el oso siga en la lista de especies en peligro de extinción.
2 de diciembre de 2011
28 de noviembre de 2011
©new york times
cc traducción c. lísperguer
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