Blogia
mQh

historia

nazis en el museo


Se abre una exhibición del Museo Alemán de Historia en Berlín. Para minimizar la controversia, los curadores que trabajan en la exhibición realizaron esfuerzos denodados para mostrar al líder nazi bajo una constante luz negativa. Por eso no se pasarán grabaciones de sus discursos.
[Tony Paterson] Berlín, Alemania. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, se realiza en Alemania una exhibición que abordará el tabú de la personalidad de Adolf Hitler. La muestra abrió ayer en Berlín, a pesar de que los organizadores estaban preocupados porque podría convertirse en un lugar de culto para los neonazis o podría acarrear graves críticas por parte de los sobrevivientes del Holocausto.
Teniendo en cuenta esas posibilidades, los curadores que trabajan en el Museo Alemán de Historia de Berlín realizaron esfuerzos denodados para mostrar al líder nazi bajo una constante luz negativa. Para minimizar la controversia, se las ingeniaron también para ponerle a la exhibición un título simple y ambiguo como ‘Hitler’.
Cuando seis años atrás se insinuó por primera vez la idea de montar la muestra, el profesor Hans Ulrich Thamer, uno de los jefes del museo, hizo saber su temor ante la posibilidad de que se difundiera un mensaje equivocado. El conservacionista insistió en que debían hacer todos los intentos para no caer en la glorificación del líder nazi. "No debemos crear ninguna oportunidad para que la gente se identifique con él", remarcó. Consecuentemente, mientras la gente puede ver muchísimas imágenes de Hitler, no puede escucharlo, ya que no se pasarán grabaciones de sus discursos. Tampoco se exhibirá un retrato de 1939 del genocida en el que posa como un héroe visionario y que actualmente está en poder del ejército de los Estados Unidos. "Poner en exhibición esos elementos sería pasarse de la raya", subrayó Thamer.
La apertura de la muestra coincide con una encuesta publicada esta semana que dice que uno de cada diez alemanes quisiera que tome el poder un líder nacional fuerte o un ‘Führer’. Más del 35 por ciento de esas personas consultadas también dijo estar preocupada por la presencia "excesiva" de extranjeros.
Cuando los visitantes entran ven tres retratos de Hitler. Una lo ilustra como un activista del Partido Nacionalsocialista, la otra como un hombre de Estado y la última, un poco confusa, lo muestra como una calavera en forma de fotomontaje. Imágenes de trabajadores desempleados, de multitudes exaltadas y de soldados que marchaban frente a una casa en llamas son proyectadas desde una pantalla. El video es un intento por poner al dirigente nazi en contexto.
Quienes concurren a la muestra pueden leer un importante material del famoso biógrafo británico de Hitler, Ian Kershaw, que se refiere a la fascinación cuasi religiosa o mística que Hitler generaba en millones de alemanes. "Es un milagro de nuestros tiempos que me hayan encontrado", les había dicho el líder nazi a unos 140 mil admiradores, que estaban en una carrera en Nuremberg en 1936.
De ninguna manera la muestra significa el primer intento de Alemania para clausurar la discusión acerca de Hitler. A pesar de que el Partido Nazi y la utilización de la esvástica siguen prohibidos en Alemania, ha habido una veintena de biografías y de documentales de televisión que se basaron en el fundador del nacionalsocialismo alemán, así como miles de artículos de revistas y diarios centrados en su figura. En 2004 se destruyó el tabú que provenía de la Segunda Guerra Mundial con la difusión de la película La caída, que ganó un premio Oscar y que da un acercamiento a los últimos días del Führer en un bunker sitiado en Berlín. La producción fue aclamada por mostrarlo como una "persona", en vez de enseñarlo como un monstruo.
El tratamiento cuidadoso que asumieron los conservacionistas del museo provocó las críticas de la revista Der Spiegel y otras publicaciones, que se quejaron porque, a más de 65 años del fin de la Segunda Guerra, los organizadores siguen siendo condescendientes con el público alemán y tratando el material exhibido "como si fuera pornografía".
Benedikt Lux, político del Partido Verde, también dijo temer que la exhibición fuera usada como un punto de reunión para los neonazis. Lux pidió estricta vigilancia policial en el museo. Para alejar esas preocupaciones, un vocero del museo informó que las esculturas de Hitler serán colocadas en pequeños gabinetes. "Fotografiarse con ellas en una pose heroica será difícil", agregó. Levi Salomon, un especialista del Consejo Central de Alemania en antisemitismo, no se mostró alarmado por la exhibición. "Necesitamos tratar la era nazi de diferentes formas", afirmó.
15 de octubre de 2010
©página 12
rss

murió eileen nearne


Agente encubierta británica en Francia durante la invasión del Día D. La heroína fue capturada por los nazis y enviada a un campo de concentración, del que escapó. Su valentía no fue reconocida sino hasta después de su muerte.
Murió el 2 de septiembre, en su casa en el sudoeste de Inglaterra, de un ataque al corazón, la retraída heroína de la Segunda Guerra Mundial que fue una radio-operadora clandestina en Francia durante la invasión del Día D, y ayudó a coordinar el esfuerzo bélico de los Aliados hasta que fue capturada por la Gestapo. Tenía 89 años.
Nearne, conocida también como Agente Rose, mantuvo el secreto y nunca mencionó sus proezas en tiempos de guerra con sus vecinos en Torquay, la ciudad costera de Devon, donde vivió hasta su muerte.
Su valentía no fue ampliamente reconocida sino hasta que funcionarios locales entraron a su departamento después de su muerte y encontraron un tesoro de medallas, archivos y recuerdos, incluyendo monedas francesas usadas durante la guerra.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Nearne trabajó con el Special Operations Executive, una operación clandestina montada por el primer ministro Winston Churchill para realizar actos de sabotaje y espionaje contra los nazis, que ocupaban entonces Europa Occidental.
La misión de Nearne en Francia en 1944 -recién había cumplido los veintitrés y se hacía pasar por una dependienta francesa- era operar un transmisor inalámbrico que fue una conexión vital entre la resistencia francesa y los estrategas de la guerra en Londres.
John Pentreath, de la organización benéfica de los veteranos de la Real Legión Británica, contó que Nearne fue capturada con un transmisor detrás de líneas enemigas y enviada al campo de concentración de Ravensbruck. Se escapó y finalmente fue liberada por las fuerzas estadounidenses.
"Para una niña, es una historia abrumadora", dijo. "La admiramos sobrecogidos y la respetamos enormemente. Todos los británicos lo hacemos. Nos decepciona que no supiéramos nada sobre ella cuando estaba todavía viva; nos habría encantado sobremanera haber hecho contacto con ella".
El historiador M.R.D. Foot, que tuvo acceso al expediente secreto de Nearne de sus actividades, dijo que fue la única agente británica con un transmisor operacional en la zona de París durante el crucial periodo que va de marzo de 1944 hasta su captura por los alemanes en julio de ese mismo año.
"Estuvo allá durante el Día D", dijo. "Lo que hizo fue extremadamente importante. Estaba coordinando transportes de armas y explosivos, que eran usados para destruir las líneas férreas alemanas".
Dijo que Nearne exhibió coraje y lealtad cuando se negó a hablar sobre las operaciones clandestinas incluso después de haber sido sometida a un violento tratamiento.
Después de la guerra, Nearne fue nombrada Miembro de la Orden del Imperio Británico (MBE), en reconocimiento por sus servicios. Vivió la mayor parte del resto de su vida con su hermana Jacqueline, que también sirvió en el Special Operations Executive.
Desde la muerte de su hermana en 1982, Nearne vivía sola.
La saga de la solitaria muerte de Nearne y sus acciones en tiempos de guerra tocaron un nervio en Gran Bretaña. El Times de Londres dijo en un editorial que se parecía a Eleanor Rigby, la solterona que murió sola en una canción de los Beatles.
"Su vida merece ser cantada tanto como la de Eleanor Rigby’s", decía el editorial.
El martes, cientos de asistentes lamentaron la partida de Nearne durante su funeral en Devon.
5 de octubre de 2010
23 de septiembre de 2010
©los angeles times
cc traducción mQh

rss

murió martin ernest dannenberg


Durante la Segunda Guerra Mundial encontró una copia de las Leyes de Nuremberg, la legislación que despojó de ciudadanía a los judíos, les excluyó del servicio público y prohibió el matrimonio e incluso el intercurso sexual entre judíos y alemanes.
[Frederick N. Rasmussen] Murió el 18 de agosto en Guilford, Maryland, durmiendo, Martin Ernest Dannenberg, quien, como joven sargento de ejército durante la Segunda Guerra Mundial halló una copia de las antisemitas Leyes de Nuremberg, uno de los documentos más infames de la Alemania nazi. Tenía 94 años.
Dannenberg, que era un agente especial a cargo de un equipo de contraespionaje del ejército, contó al Baltimore Sun, en 1999, sobre ese momento, el 28 de abril de 1945, cuando se dio cuenta de la importancia de los documentos que había encontrado en un pequeño banco en Eichstatt, Alemania.
Lo que encontró era un sobre color marrón de aspecto corriente, con un sello lacre con suásticas repujadas.
"Tuve una sensación muy especial cuando lo tuve en mis manos, de que tenía que ser yo quien descubriera esto", dijo Dannenberg. "Porque aquí está la cosa que empezó la persecución de los judíos. Y un judío lo encontró".
Dannenberg rompió cuidadosamente la parte superior del sobre y retiró los documentos mecanografiados. "Lo primero que vio fue la firma de Adolf Hitler.
Lo acompañaba Frank Perls -un traductor militar estadounidense, hijo de marchantes judíos en Berlín y refugiado de la Alemania nazi.
Contó que los ojos de Perls se llenaron de lágrimas cuando ambos se dieron cuenta de las implicaciones históricas del documento que habían encontrado y que eran dos judíos los que lo habían encontrado.
Unos días antes, Dannenberg había conocido de primera mano, en el campo de concentración de Dachau, las inhumanas y crueles consecuencias de lo que las Leyes de Nuremberg pusieron en movimiento, cuando miraba los cuerpos escuálidos, con sus ojos de expresión vacía, ampliamente abiertos, y las mandíbulas colgantes, apilados como tantos otros durmientes.
Con la firma de Hitler en septiembre de 1935, las Leyes de Nuremberg legalizaron formalmente el antisemitismo y la persecución de los judíos.
"Su importancia", dijo Dannenberg en 1999, "era que este era el billete, por decirlo así, para la persecución legal de los judíos, lo que condujo a ‘la Noche de los Cristales Rotos’, que a su vez terminó en los campos de concentración y en la Solución Final".
Hitler reveló el contenido de las Leyes de Nuremberg en el congreso anual del Partido Nazi en Nuremberg en septiembre de 1935.
Uno de los edictos más escalofriantes era la ‘Ley para la protección de la sangre y el honor alemanes’, que prohibía el matrimonio o el intercurso extramarital entre judíos y "ciudadanos de sangre alemana".
Las leyes también excluían a los judíos de la ciudadanía. No podían ni votar ni ejercer cargos públicos.
Los judíos no eran identificados por la religión, sino que definidos como todo aquel con tres o cuatro abuelos judíos.
Los judíos que no practicaban el judaísmo o se habían convertido al cristianismo eran todavía considerados judíos según la nueva ley.
Los judíos no podían desplegar la bandera alemana, pero se les permitía exhibir la bandera judía.
"La primera idea que cruzó mi mente fue que este sería un gran recuerdo con el que volver a Baltimore", dijo Dannenberg en 1999, pero decidió entregarlo en el cuartel del Tercer Ejército.
Fue la última vez que Dannenberg vio el sobre por más de medio siglo.
Finalmente el sobre llegó a manos del general George S. Patton J., comandante del Tercer Ejército, que lo convirtió en su propiedad personal.
En junio de 1945, durante un viaje a California, Patton donó el sobre a la Biblioteca Huntington.
Durante los siguientes 45 años, permaneció ignorada en una biblioteca hasta que fue descubierta y expuesta al público en 1999 en el Centro Cultural Skirball, donde Dannenberg fue el orador invitado de la ceremonia inaugural.
Steven S. Koblik, presidente de Huntington, dijo el miércoles que los documentos estaban siendo destinados permanentemente a los Archivos Nacionales en Washington. Las Leyes de Nuremberg fueron retiradas de exhibición en el Skirball el año pasado, para ser analizadas y conservadas, dijo Susan Turner-Lowe, vicepresidente de comunicaciones en Huntington.

Dannenberg, hijo de un fabricante de ropa femenina y una ama de casa, nació el 5 de noviembre de 1915, en Baltimore. Egresó del City College en 1931 y estudió en la Universidad Johns Hopkins y en la facultad de derecho de la Universidad de Baltimore.
Dannenberg trabajó durante 55 años para la Sun Life Insurance Co. Era presidente de la junta cuando se jubiló en 1987.
Le sobreviven su esposa durante los últimos veinte años, la ex Margery Singer; dos hijos; una hijastra; ocho nietos; y tres biznietos. Su esposa durante 48 años, Esther Salzman, murió en 1989.
10 de septiembre de 2010
27 de agosto de 2010
©los angeles times
cc traducción mQh
rss

murió lolita lebrón


Nacionalista portorriqueña que fue encarcelada después de un atentado contra el Congreso de Estados Unidos.
Murió el domingo Lolita Lebrón, una activista por la independencia de Puerto Rico que pasó veinticinco años en la cárcel por participar en 1954 en un ataque armado contra el Congreso de Estados Unidos. Tenía 90 años.
Lebron murió en un hospital en San Juan por complicaciones de una enfermedad respiratoria, informó Francisco Torres, presidente del Partido Nacionalista de Puerto Rico.
"Lolita fue la madre del movimiento por la independencia. Esta es una pérdida insuperable", dijo María de Lourdes Santiago, miembro del Senado de Estados Unidos en representación del Partido Independentista Portorriqueño

Lebrón nació el 19 de noviembre de 1919 en Lares, al sudoeste de Puerto Rico, y se mudó, joven adulta, a Nueva York, como parte de la masiva emigración de la isla hacia Estados Unidos en los años cuarenta. Allá desarrolló sus puntos de vista nacionalistas y se convirtió en seguidora del líder del movimiento, Pedro Albizu Campos.
En 1954 ella y otros tres nacionalistas entraron al Capitolio de Estados Unidos con pistolas automáticas y dispararon casi treinta veces desde la galería de espectadores contra el atiborrado foro de la Cámara. Exhibieron entonces una bandera de Puerto Rico y Lebrón gritó: "¡Viva Puerto Rico libre!"
No murió nadie en el ataque, aunque cinco representantes resultaron heridos, entre ellos un congresista que recibió un balazo en el pecho.
Más tarde Lebrón dijo que nunca quiso matar a nadie y que los cuatro nacionalistas creían que morirían en el asalto. Rafael Cancel Miranda, Irving Flores, Andrés Figueroa Cordero y Lebrón recibieron largas penas de prisión.
El presidente Carter les perdonó en 1979, y fueron dejados en libertad.
"No hicimos nada de lo que tengamos que lamentarnos", dijo Lebrón al salir. "Todos tenemos el derecho a defender el derecho a ser libres que nos dio Dios".
De regreso en Puerto Rico, Lebrón siguió asistiendo a manifestaciones políticas en la isla, donde el movimiento independentista no es muy popular entre los votantes.
Lebrón fue detenida en 2001, a los 81 años, cuando ella y otras cinco personas cruzaron una valla en la vecina isla de Vieques para protestar por la muerte, en 1999, de un guardia de seguridad civil a causa del impacto de una bomba errante lanzada durante un ejercicio de la Armada estadounidense. Desde entonces Estados Unidos ha cerrado el terreno de ejercicios de Vieques. Fue sentenciada a sesenta días de cárcel, por invasión de propiedad.
En los últimos años Lebrón suavizó su apoyo a la lucha armada.
"Creo que los tiempos han cambiado y ahora no es necesario matar por la libertad", dijo al diario El Mundo en 1998. "Hoy en día yo no tomaría las armas, pero reconozco que la gente tiene derecho a usar todos los medios disponibles para liberarse".
12 de agosto de 2010
2 de agosto de 2010
©los angeles times
rss


murió robert tucker


Experto en historia soviética y biógrafo de Stalin.
Murió de neumonía, el 29 de julio en su casa en Princeton, Nueva Jersey, Robert Tucker, profesor emérito de la Universidad de Princeton, que era una autoridad sobre José Stalin, la Unión Soviética y el marxismo, anunció la universidad. Tenía 92 años.
Tucker fue uno de los agregados de la embajada estadounidense en Moscú durante nueve años durante el gobierno de Stalin. Publicó dos biografías de Stalin y varios libros sobre Carlos Marx.
Tucker llegó a Princeton en 1962, y al año siguiente fue el director fundador del programa de estudios rusos de la universidad. Fue miembro de la facultad hasta 1984.

Nacido el 29 de mayo de 1918 en Kansas City, Montana, se licenció en la Universidad de Harvard y trabajó luego para la Oficina de Servicios Estratégicos de Estados Unidos -de 1942 a 1944. Tucker fue también investigador en la Rand Corp. y enseñó en la Universidad de Indiana antes de incorporarse a Princeton.
10 de agosto de 2010
8 de agosto de 2010
©los angeles times
cc traducción mQh
rss

murió sergei tretyakov


Espía ruso que escapó a Estados Unidos.
Murió el viernes en Florida, Sergei Tretyakov, ex espía ruso que desertó y escapó hacia Estados Unidos después de dirigir operaciones de espionaje de Naciones Unidas, dieron a conocer su esposa y un amigo el viernes. Tenía 53 años.
La noticia de su muerte el mes pasado circuló el mismo día en que Estados Unidos y Rusia realizaron el más grande intercambio de espías desde la Guerra Fría.
Tretyakov, que desertó en 2000, y reclamó más tarde que sus agentes ayudaron al gobierno ruso a robar cerca de quinientos millones de dólares del programa petróleo-por-alimentos en Iraq, murió el 13 de junio.
Su esposa, Helen Tretyakov, dijo a la Radio WTOP en Washington que murió por causas naturales. Dijo que anunció su muerte el viernes para impedir que la inteligencia rusa asumiera responsabilidad.
Dijo que su marido, cuando desertó, advirtió a las autoridades estadounidenses de que Rusia estaba aumentando sus operaciones encubiertas. Dijo, sin embargo, que no había relación directa entre esta información y las diez personas detenidas el mes pasado y acusadas de ser espías rusos cerca de Boston, Nueva York y Washington.
El escritor Pete Earley, que en 2008 publicó un libro sobre Tretyakov, escribió el viernes en su blog que Tretyakov murió de un ataque al corazón en su casa y la autopsia no mostró intervención de terceros.
"Sergei fue llamado ‘el espía estadounidense más importante desde el derrumbe de la Unión Soviética’ por un funcionario del FBI en mi libro", escribió Earley. "Desgraciadamente, debido a que mucho de lo que dijo está todavía siendo usado por agentes de la comunidad de inteligencia, pasarán años antes de que se pueda hacer público, si acaso, el alcance real de su contribución".

Tretyakov nació el 5 de octubre de 1956, en Moscú. Se incorporó a la KGB y ascendió rápidamente, hasta convertirse en el segundo al mando de la oficina en Naciones Unidas en Nueva York entre 1995 y 2000.
Su deserción en 2000 fue muy importante, dijo Peter Earnest, director del Museo Internacional del Espionaje en Washington, que trabajó para la CIA durante más de treinta años.
Los espías rusos en Estados Unidos eran supervisados por Tretyakov, dijo Earnest.
Hasta diez años después de su deserción, el FBI vigiló a más de diez agentes rusos mientras trataban en fundirse en los suburbios estadounidenses. Fueron arrestados la semana pasada e intercambiados el viernes en Viena por cuatro personas condenadas en Rusia por espiar para Estados Unidos y Gran Bretaña.
"Eso nos hace recordar la pregunta: ¿Es este el tipo de información que podría haber compartido con las autoridades estadounidenses?", se preguntó Earnest.
Tretyakov desertó a Estados Unidos, con su esposa e hija y se asentaron en la pequeña ciudad de Osprey en el sudoeste de Florida.

19 de julio de 2010
10 de julio de 2010
©los angeles times 
cc traducción mQh
rss


murió ramón eduardo ruiz


Historiador especializado en México y América Latina en la Universidad de California en San Diego. Galardonado con la Medalla Nacional de Humanidades escribió quince libros, incluyendo detallados análisis de las revoluciones cubana y mexicana.
[Dennis McLellan] Murió Ramón Eduardo Ruiz, renombrado historiador especializado en México y América Latina cuyos libros incluyeron estudios en profundidad de las revoluciones mexicana y cubana. Tenía 88 años.
Ruiz, profesor de historia emérito en la Universidad de California en San Diego, falleció el martes en su casa en Rancho Santa Fe, debido a complicaciones de una reciente caída y su lucha contra el cáncer, dijo su hija Olivia Ruiz.
Ruiz, que se incorporó al departamento de historia de la UC San Diego en 1970 y presidió el departamento a principio de los años setenta, escribió quince libros, incluyendo ‘Triumphs and Tragedy: A History of the Mexican People’, ‘Cuba: The Making of a Revolution’, ‘The Great Rebellion: Mexico, 1905-1924’ y ‘On the Rim of Mexico: Encounters of the Rich and Poor’.
En 1998, a sus 77 años, el escritor descendiente de inmigrantes mexicanos, se unió al biógrafo del historiador Arthur Schlesinger Jr., Stephen E. Ambrose, al novelista E.L. Doctorow y a cinco otros distinguidos estadounidenses cuando recibieron la Medalla Nacional de Humanidades en una ceremonia en la Casa Blanca.
En las aulas y en sus libros, dijo Ruiz al San Diego Union-Tribune antes de viajar a Washington, trató de "transmitir la complejidad y atractivo de la historia mexicana. Traté especialmente de transmitir la enorme riqueza cultural de la vida y de la historia mexicanas".
Richard Atkinson, presidente emérito de la Universidad de California y ex rector de la UC San Diego, dijo en una declaración que Ruiz "contribuyó enormemente a la excelencia de la institución".
"Su muerte es una terrible pérdida para la comunidad UCSD y para los historiadores de todo el mundo", dijo Atkinson.

Nacido el 9 de septiembre de 1921 en el barrio de Pacific Beach en San Diego, Ruiz creció en La Jolla, donde su interés en la historia de México fue avivado por su padre, ex miembro de la Armada mexicana que dejó su país durante la revolución.
"Mi padre era un militante nacionalista", dijo Ruiz en una entrevista con The Times en 1998. "Hablaba de los héroes de México, de la comida mexicana, del carácter de México, del folclore de México. "Estábamos llenos de historias sobre México, sus valores, y el orgullo en nuestro legado mexicano".
Después de servir en las Fuerzas Aéreas del Ejército como piloto de B-29 en el frente del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, Ruiz obtuvo su maestría en lo que es ahora San Diego State en 1947, se licenció en lo que es ahora la Claremont Graduate University en 1948 y se doctoró en la Universidad de California en Berkeley en 1954.
Empezó su carrera docente en la Universidad de Oregon en 1955. Para cuando se incorporó a la UC San Diego en 1970, había trabajando durante once años como profesor en el Smith College, en Northampton, Massachusetts.
Aunque disfrutaba de la vida en Nueva Inglaterra, dijo en la entrevista con la Union-Tribune: "Necesito estar cerca de México".
"Además, quería tener amistades al otro lado de la frontera y quería enseñar a jóvenes. Eso era muy importante para mí", dijo Ruiz, que jugó un papel decisivo en la construcción de un sólido programa de estudios hispanos en historia en la UC San Diego.
Mario T. García, profesor de estudios e historia chicanos en la Universidad de California en Santa Bárbara, fue uno de los primeros estudiantes de Ruiz.
Ruiz, dijo García, "era un hombre de substancia. No sólo era un importante historiador de México, especialmente sobre la Revolución Mexicana de 1910, sino también tenía una fuerte conciencia social, y la enseñó a sus estudiantes".
Ruiz fue un temprano detractor de la Guerra de Vietnam y apoyaba los intentos de César Chávez a favor de los peones inmigrados.
"Estaba siempre luchando por causas de justicia social; eran causas muy importantes para él", dijo Olivia Ruiz.
Ruiz se retiró de la UC San Diego en 1991, pero siguió escribiendo, entre otras cosas sus memoras de 2003, ‘Memories of a Hyphenated Man’, que estudiaba qué quería decir ser estadounidense por nacimiento y mexicano por cultura.
La University of California Press publicará en otoño su último libro, ‘Mexico: Why a Few Are Rich and the People Are Poor’‘, que también saldrá a luz en español en la edición de Oceano Press, en México.
La que fue esposa de Ruiz durante 62 años, Natalia, murió en 2006.
Además de Olivia, le sobreviven su otra hija, Maura Parkinson; sus hermanas, Emma Urueta y Eva Montalvo; su hermano, Roberto Ruiz; y dos nietos.

19 de julio de 2010
10 de julio de 2010
©los angeles times
cc traducción mQh
rss


la república negra


Primera revolución del continente americano, la haitiana no sólo precedió a los movimientos de independencia de Hispanoamérica, sino que llevó a un extremo los postulados de la Revolución Francesa.
[Gabriel Lerman] Estamos ante un libro que presenta la exterioridad de lo difícil y la constatación, a poco de andar, de ser uno de esos textos constituyentes, demoledores, afiebradamente escritos y cargados de sentido que impregnan en el lector algo más que recuerdos en forma de enunciados. Profundo por la magnitud, las ramificaciones, su alcance, ‘La oscuridad y las luces’ de Eduardo Grüner, tiene ese plafón de libro-tesis que recorre, amplifica y alberga una gran variedad de alternativas a partir de un tema fijado en el centro, a una distancia igual de la cabeza y del corazón. Adicionalmente, este libro ofrece una prueba sobre el avance del conocimiento en ciencias sociales y sobre la escritura de ese avance, su movimiento mismo, cosas que no pueden separarse una de otra, ya que escribir y pensar teoría social, historia y política forman parte de una amalgama indisoluble. La prueba, decíamos, que ofrece este libro tiene que ver con uno de los motivos que lo transportan, que lo disparan, que lo ponen en línea: el "origen inmediato", como lo denomina Grüner, es la realización de su tesis doctoral de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Y la prueba, entonces, es que sólo la madurez intelectual, un amplio recorrido vital con diversas lecturas, permite la escritura de un texto tan trabajado y pensado a la vez.
De movida, Grüner confiesa su afición juvenil por el jazz y las culturas africanas. Como complemento, en verdad como intersección, señala que "era hora de hacer algo" con Latinoamérica. El jazz es algo que suena aquí como escritura. Grüner escribe haciendo jazz. Toma un motivo, lo despliega y lo repite cada vez agregando un dato, una información nueva. En círculos que se abren y se cierran con acentos perfectos, con el cronómetro neuronal y sanguíneo de una bestia, Grüner va desgranando temas, contextos, conceptos, retoma esbozos anteriormente dichos, los pasa en limpio, extrae nuevas y más agudas conclusiones. Por eso es una tesis acabada, por la madurez intelectual del autor y por el método afinado del autor-escritor. En tal sentido, la prueba de Grüner se vuelve irrefutable: una tesis doctoral no se hace todos los días y se hace una vez en la vida.

La Modernidad Incompleta
¿Cómo pensar la modernidad incompleta, la modernidad ilustrada, el ideario liberal con sus particulares de clase vueltos universales, en dialéctica constante con capas sociales postergadas y suspendidas en la barbarie, pero desde América? Pensar las revoluciones a partir del acontecimiento de la Revolución Haitiana, culminante en 1804. Primera revolución emancipatoria del continente, acontecida en la primera isla donde había llegado Colón, donde América fue descubierta, renombrada y reprimida a la vez. Revolución negra, grito de independencia de la negritud que se anticipa al proceso revolucionario que recorrerá el continente poco después, según Grüner el proceso haitiano muestra no tanto una continuidad o repercusión del ideario liberal de la Revolución Francesa sino su rebote extremo, la extensión al límite de las posibilidades de liberación que abría y cerraba aquel otro acontecimiento europeo.
Edouard Glissant, filósofo y poeta antillano negro, reivindica el "derecho a la opacidad" de lo que se ha dado en llamar la "criollidad", como alternativa a la negritud defendida por pensadores anteriores, como los también antillanos Aimé Césaire y Franz Fanon. Pero, para Grüner, "lo importante a tomar en cuenta es el valor enorme del color negro como nudo metafórico que, en la historia de una modernidad que es constitutivamente colonial, sirve para problematizar y cuestionar críticamente las pretensiones de falsa universalidad de aquella modernidad pretendidamente totalizadora. La Revolución Francesa también tuvo su dimensión "opaca", puesto que en 1789 no les otorga a los esclavos de sus colonias la emancipación. Como era de esperar, la tercera parte de los ingresos de Francia provenía de la explotación de la fuerza de trabajo esclava en las colonias del Caribe, muy especialmente de SaintDomingue, luego llamada Haití, lo que provoca en 1791 la más larga y quizá la más violenta de las revoluciones modernas: la haitiana".
Son unas palabras de manifiesto y con estructura de poema de Edouard Glissant las que se citan en uno de los epígrafes de ‘La oscuridad y las luces’:

Exigimos el derecho a la Opacidad:
(...)
el impulso de los pueblos
anulados que hoy oponen
a lo "universal" de la Trasparencia,
impuesto por occidente,
una multiplicidad sorda y oscura

En cierto modo –dice Grüner–, es la cuestión más filosófica que plantea el libro. "Se trata de mostrar que lo que llamamos la modernidad es una versión eurocéntrica de la historia de los últimos 500 años, un tiempo homogéneo y vacío, como diría Walter Benjamin, que fagocitó las historicidades paralelas y autónomas de las sociedades colonizadas y explotadas desde el propio surgimiento del capitalismo. Esta versión `oficial’ postula una suerte de ideología de la transparencia, en la que la modernidad europea proyecta sus luces sobre la `oscuridad’ del mundo hasta entonces desconocido. La propia expresión ‘descubrimiento’ (de algo que luego se llamará América) es sintomática de esa ideología: parece que antes de 1492 este continente estaba ‘cubierto’, como si dijéramos tapado con una frazada, oscurecido. Así como a Africa se lo llamó el continente negro. Hacer la crítica de esa ideología implica devolverle una opacidad a esa historia que se presenta tan ‘clara’. Demostrar que la conformación misma de la modernidad supone un conflicto de historicidades y de ritmos temporales diferenciales y contrapuestos, y que no es que de un lado estén las luces y del otro la oscuridad: lo que hay es un remolino de claroscuros violentos. El pretexto historiográfico para todo esto es la esclavitud africana en América, y en particular la revolución haitiana de 1791-1804, que fue la primera y más radical de todas las gestas independentistas, aunque la celebración continental del bicentenario en este 2010 contribuya justamente a oscurecer ese acontecimiento decisivo en muchos sentidos."

El Amo y los Esclavos
¿Cómo se explica que Hegel se haya inspirado, en su dialéctica del Amo y el Esclavo, en la Revolución Haitiana?

Hegel publica su ‘Fenomenología del Espíritu’, que incluye la famosa Sección IV sobre la dialéctica del amo y el esclavo, en 1807, apenas tres años después de la revolución haitiana. No es un azar. Es algo sabido, incluso por el propio Hegel, que era un pensador extremadamente atento a y conocedor de todos los acontecimientos políticos de su época. Susan Buck-Morss, en su ya pequeño clásico ‘Hegel y Haití’ demuestra sin duda posible que es la revolución haitiana lo que inspira esa "alegoría" filosófica hegeliana. Generaciones enteras de exegetas de Hegel, tributarios inconscientes del eurocentrismo, dieron por sentado que se refería a la Revolución Francesa, aduciendo que Hegel jamás menciona a la Revolución Haitiana. ¡Pero tampoco menciona a la francesa! Aquí está funcionando a pleno lo que Aníbal Quijano ha denominado la colonialidad del poder/ saber: si uno piensa a la modernidad como un exclusivo "producto de exportación" de Europa al resto del mundo, es obvio que le resultará inconcebible que unos esclavos desharrapados y para colmo negros que están fuera de la historia, hayan sido capaces de esa contribución descomunal no solamente a la modernidad política sino a la filosófica.

¿Sería parte de un desconocimiento sobre Haití que se fue agravando a lo largo del tiempo?
Esta "renegación" (como diría un psicoanalista) es parte del "ninguneo" a que fue sometida la revolución haitiana y todas sus enormes consecuencias: de su impensabilidad, como dice el gran historiador haitiano Michel-Rolph Trouillot. Es inimaginable, en efecto –y este es el otro y central tema filosófico o de teoría crítica del libro, pensado a partir de la Escuela de Frankfurt o de Sartre–, esa dialéctica negativa y esa destotalización que opera la revolución haitiana de la modernidad, al confrontarla con un conflicto irresoluble que desgarra a la modernidad desde su propio interior: es una época que consagra los principios de la libertad individual, la igualdad y la fraternidad..., pero cuya "base económica" es la esclavitud más degradante, el genocidio, el etnocidio.

¿Qué es el Negro en América, en el Nuevo Mundo? ¿Cómo se lo ha construido, cómo lo excluyó o raleó la modernidad liberal?
La colonización de ese mundo que nada tenía de "nuevo", y por lo tanto la explotación de la fuerza de trabajo esclava o semiesclava de los africanos y aborígenes hizo una "contribución" decisiva –como ya lo explicaba Marx en ‘El Capital’– a la "acumulación originaria" del capitalismo mundial. Todo eso ya forma parte de la historia del capitalismo, y por lo tanto de la modernidad. Muchísimo menos conocida y estudiada es la contribución igualmente decisiva que las rebeliones de esclavos –y muy particularmente la revolución haitiana, la única revolución de esclavos triunfante en la historia de la humanidad– hizo a la modernidad política. Fue la revolución haitiana la que obligó nada menos que a Robespierre a abolir la esclavitud en 1794, después de tres años de sangrienta lucha y al costo de 200 mil muertos. Es decir: fue la revolución haitiana la que obligó a la revolución francesa a ser consecuente con sus propios principios iniciales de libertad "universal", que como vimos tenían el límite particular del color negro.

¿Qué consecuencias históricas y políticas tendría esta comprobación?
Me atrevo a decir en el libro que la revolución haitiana fue más "francesa" que la francesa... pero porque fue haitiana. Pero además, insisto, está la gigantesca contribución filosófica, que incluso anticipa en un par de siglos todos nuestros debates actuales sobre el "multiculturalismo", las "políticas de la identidad" o el "poscolonialismo". Para empezar, "Haití" no es, curiosamente, una palabra africana sino taína, la lengua de los pueblos originarios de la isla, que habían sido exterminados ya a principios del siglo XVI, antes de que llegaran los esclavos africanos. Los afroamericanos, pues, recuperan un nombre aborigen, en homenaje a aquellos, para nombrar a la nueva nación que están fundando. Es para sacarse el sombrero. Pero hay más. La primera constitución haitiana de 1805 (promulgada por Dessalines sobre esbozos anteriores del gran líder revolucionario Toussaint Louverture) decreta que todos los ciudadanos haitianos serán denominados "negros": es un cachetazo irónico a la falsa universalidad moderna. Eso instala en la agenda incluso europea la discusión sobre la esclavitud y la negritud, que atraviesa todo el siglo XIX y sobre todo el XX, con huellas frecuentemente subterráneas en la filosofía, la literatura y el arte: he registrado esas huellas en la narrativa, la poesía y el teatro de autores capitales de la modernidad: Victor Hugo, Merimée, Sue, Rimbaud, pasando por los ya nombrados Césaire y Fanon, hasta llegar hoy a Glissant o a Derek Walcott. Todo esto está muy negado. Ni siquiera muchos de los más importantes historiadores y teóricos marxistas (consúltese a Hobsbawm, o a grandes historiadores de la Revolución Francesa como Soboul y Lefebvre) se hacen cargo del tema. A través de la historia de la modernidad, el "negro" fue construido como una especie de alteridad exótica, como si nada hubiera tenido que ver con la propia constitución de la modernidad, y de la peor manera. Eso en el mejor de los casos. En el peor, está por supuesto la cuestión del racismo, que es también un invento de la modernidad, con el cual mucho tiene que ver la esclavitud.

¿Qué lugar le dan al Negro los discursos independentistas y emancipatorios de América latina, en sucesos tan próximos y cuasi inmediatos a la Revolución Haitiana?
Muy poco, que yo sepa. Hay –y es un motivo de orgullo– referencias reivindicatorias en el Plan de Operaciones de Moreno, y asimismo San Martín fue un defensor de sus derechos y adversario de la esclavitud. También Simón Rodríguez, maestro de Bolívar. Y por supuesto, es sabido (aunque menos de lo que lo merecería) que el Haití emancipado ayudó con hombres, armas y dinero a la campaña de Bolívar, con la condición de que este decretara a su vez la abolición, cosa que –todo hay que decirlo–, finalmente no hizo, por complejas razones. Pero no hay mucho más que eso. Hay que tomar en cuenta que la Revolución Haitiana produjo una verdadera ola de terror entre las clases dominantes y propietarias de toda América, que eran desde luego de origen europeo "criollo", y de cuyas filas salieron en general las elites blancas que promovieron las independencias.

¿Cómo ve las celebraciones del Bicentenario en Argentina y en los otros países sudamericanos, en la perspectiva de la diversidad de etnias y en relación con las "deudas" de la Independencia con los pueblos originarios y con los esclavos?
Una fecha como el Bicentenario expresa siempre, simbólicamente, un "nudo" de proyectos e historicidades diversas y conflictivas. No tengo nada por principio en contra de las celebraciones oficiales, que también tienen su valor simbólico. El problema es que, aun sin quererlo, tienden a ocultar esa conflictiividad en aras de una universalidad que quisiera aparecer armónica. En esta ocasión, al menos, y gracias a la marcha de los "pueblos originarios", la clase media porteña se enteró de que la Argentina no es un país que desciende sólo de los barcos. Pero de los afroargentinos o los ex esclavos en general que –valga la ironía– también en su momento llegaron en barcos, aunque ciertamente no por su voluntad, ni noticias.

¿Es posible celebrar el Bicentenario haciendo un rescate radical de aquellos planteos revolucionarios, tal vez escasos, que pensaban el sujeto libre e independiente del siglo XIX aunando criollos, indios y negros?
Debería ser, no posible sino absolutamente imprescindible. Es una gran tarea pendiente de lo que me gustaría llamar, a falta de mejor concepto, una contra-modernidad (para que no se confunda con la ya agotada "postmodernidad", que fue otra idea plenamente eurocéntrica), que retomara el proyecto de la "gran patria" latinoamericana, construida desde abajo por los sectores y clases populares, con todos sus matices y "colores".

¿Cómo ve el proceso actual de gobiernos de América latina que plantean fuertemente la integración, que reivindican elementos de reforma social, de cambio político?
Lo veo con expectante interés, aunque tratando de conservar, digamos, una autonomía crítica. Por un lado, sería necio –y política tanto como ideológicamente ineficaz, incluso perjudicial– negar que por primera vez en décadas aparecen condiciones de posibilidad para construir una alternativa al menos de freno al arrasamiento neoliberal anterior. Pero sería igualmente falsificador no ver que hay límites (de clase, de estilos de movilización de masas, de compromisos internacionales, de ideologías) a veces muy férreos, aparte de que, por supuesto, los gobiernos implicados –que, en general, están construyendo "desde arriba hacia abajo"– tienen muchas diferencias entre sí. No me opongo en abstracto al llamado "populismo": no deja de ser una bocanada de aire fresco después de tantos años de "muerte de la política". Sólo digo que, como siempre, dependerá de la radical participación activa de los pueblos que pueda darse un salto cualitativo y en todo caso obligar a los gobiernos a ser plenamente consecuentes con lo que declaran. Otra vez, la Revolución Haitiana no para "copiarla", como es obvio, sino como matriz de un imaginario movilizador.

Para terminar una vez más con Benjamin, puede ser la metáfora que "relampaguea hoy en un instante de peligro".

22 de junio de 2010
21 de junio de 2010
©página 12 
rss