Blogia
mQh

hijos de la poligamia


[David Kelly] La única vida que conocían. Funcionarios dicen que más de 400 niños adolescentes han huido o sido expulsados de una secta polígama.
St. George, Utah. Abandonado por su familia, religión y comunidad, Gideon Barlow llegó aquí como huérfano de otro mundo.
Al principio, pretendió ser un tipo duro, distante y decidido. Pero cuando nadie miraba, se echaba a llorar.

El pecoso chico de 17 dijo que debió mantenerse a sí mismo el año pasado después de ser expulsado de Colorado City, Arizona, una ciudad a unos 70 kilómetros al este de aquí, justo al otro lado de la frontera estatal.
"No entendía cómo podía mi madre dejarles hacer lo que me hicieron", dijo.
Cuando trató de visitarla el Día de la Madre, dijo, ella le dijo que no volviera. Cuando él le suplicó que lo dejara darle un regalo, le dijo que no quería nada.
"Para ella estoy muerto", dijo.
Gideon es uno de los ‘Niños Perdidos', un grupo de más de 400 adolescentes -algunos de apenas 13 años- de los que las autoridades de Utah y Arizona dicen que han escapado o sido expulsados de los enclaves polígamos de Hildale, Utah y Colorado City en los últimos cuatro años.
Sus faltas: llevar camisetas de manga corta, escuchar cedés y tener una novia. Otros niños dicen que fueron echados a patadas por ir al cine, mirar televisión y no respetar el toque de queda.
Algunos dicen que les dieron a veces apenas dos horas de aviso antes de ser scados de St. George o cerca de Hurricane, Utah, y dejados como mascotas abandonadas junto a la carretera.
Las autoridades dicen que los adolescente no fueron expulsados realmente por lo que miraban o llevaban sino más bien para reducir la competencia por las mujeres en lugares donde los hombres pueden tener docenas de esposas.
"Es una operación matemática. Si las niñas se reservan sólo para algunos hombres, ¿qué vas a hacer con los niños?", dijo Mark Shurtleff, fiscal general de Utah, que ha tenido a niños en su oficina llorando por ver a sus madres. La gente me dice: "La gente me ha dicho: ‘¿Por qué no persigue a los padres?' Pero los niños no quieren que sus padres sean procesados; quieren que cojamos al tipo malo número 1: Warren Jeffs. Él es el principal responsable de la expulsión de los muchachos".
Jeffs, 49, es el profeta, o cabecilla, de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días FLDS. La FLDS controla Hildale y Colorado City.
La secta, que rompió con la Iglesia Mormona hace más de un siglo, tiene entre 10.000 y 15.000 miembros. Cree en el "matrimonio plural" -la doctrina de que un hombre debe tener al menos tres esposas para alcanzar los niveles más altos del cielo. La Iglesia Mormona prohíbe la poligamia y excomulga a los que la practican.
La poligamia es también ilegal, y en semanas recientes la policía ha puesto más presión sobre la FLDS.
El viernes, Jeffs fue acusado en Arizona de que arregló un matrimonio entre un hombre de 28, que ya estaba casado, con una niña de 16.
Si es condenado, puede pasar dos años en la cárcel, aunque no ha sido detenido y se cree que está en Texas.
Unos pocos días antes, un juez de Utah congeló las cuentas del United Effort Plan, un fondo de la FLDS que posee la mayoría de las casas y tierra de los pueblos polígamos. Y el 24 de mayo se requisaron los archivos de la Escuela Unificada del distrito, de Colorado City, que se encuentra en dificultades financieras, para impedir que evidencias de fraude sean retiradas del recinto, de acuerdo a la oficina del fiscal general de Arizona.
Al mismo tiempo, Jeffs fue demandado por cinco de los Niños Perdidos, que dicen que conspiró para desterrarlos de modo que los mayores de la iglesia tuvieran menos competencia por las esposas.
Jeffs no ha respondido a la demanda, presentada en el Tribunal de Distrito Nº3 de Utah, dejándolo vulnerable a un juicio de incumplimiento por el tribunal.
"Aquí, en la práctica, tenemos a un talibán. Cuando se lo cuentas a la gente, no lo creen", dijo Dan Fisher, un ex miembro de la FLDS y dentista que vive fuera de Salt Lake City que ayuda a educar y albergar a los adolescentes exiliados. El éxodo "ha sido mucho más dramático en el último año".
Funcionarios de la FLDS hablan rara vez a la prensa. Pero el abogado de la iglesia, Rodney Parker, que es miembro de la iglesia, dijo que algunos de los niños expulsados eran delincuentes o habían demostrado que era incapaces de vivir de acuerdo al estricto código moral de la comunidad."Creo que muchos minimizan su propia conducta", dijo. "Esos lugares son muy diferentes y muy extraños. Pero afirmaciones generales sobre lo que está pasando allá son exageraciones -y a menudo ficción".
Una media docena de niños que hablaron hace poco dicen que todo es verdad.
Tom Sam Steed dijo que fue puesto "a prueba religiosa" por escaparse a ver la película ‘Charlie's Angels'. Cuando suplicó volver a la iglesia, fue rechazado. "Yo soy realmente una persona religiosa. Habría sido el primero en beber el veneno Kool-Aid", dijo Steed, ahora de 19. "Creía que la religión era el único medio de llegar al cielo".
Dijo que le suplicó personalmente a Jeffs, encontrándose con él en una imprenta de Colorado City.
"Me dijo que no era bienvenido", dijo Steed. "Y cuando salía, me dijo: ‘Pero tienes que saber que, cuando venga la gran devastación, tú serás destruido'. Yo lo creí completamente. Si durante toda la vida te han dicho que la Tierra es plana, ¿qué otra cosa vas a creer?"
Muchos de los niños exiliados expresan cariño por sus pueblos natales, pero rara vez por la FLDS.
"No fue tan malo hasta que supe algo más del mundo y vi cómo nos trataban", dijo John Jessop, 16, que dijo que lo echaron hace dos años. "Yo volvería a vivir allá con mi familia, pero no quiero tener nada que ver con esa religión".
Una vez que los muchachos son expulsados, la FLDS prohíbe que sus padres les visiten, y violar esa regla puede resultar en su desalojo de las casas que son propiedad de la iglesia, dicen las autoridades del estado y antiguos vecinos del pueblo. Muchos padres rompen todo lazo con sus hijos.
En algunos casos, familias de fuera de las comunidades han adoptado oficiosamente a los niños. Eso es lo que pasó con Gideon. Una pareja mormona, Stacha y Neil Glauser, de St. George, lo acogieron.
"Acoger a Gideon fue algo impulsivo", dijo Stacha Glauser, 47, peluquera con otros dos hijos adolescentes. "No podía ver echaran a un niño a la calle".
De niña ha oído historias raras sobre los pueblos polígamos, historias de hombres con docenas de esposas, cientos de hijos y casas del tamaño de un granero.
De acuerdo a Gideon, él es uno de los 71 hijos de su padre, Dan Barlow, 73, y sus ocho esposas.
Los Barlows estaban entre los primeros colonos de Colorado City y se han destacado como líderes políticos y abogados. El padre de Gideon era alcalde.
Pero el año pasado Jeffs llamó a una asamblea. Anunció que Dan Barlow y otros 20 hombres habían sido expulsados. Nunca explicó completamente sus razones.
Luego "reasignó" sus esposas e hijos a otros hombres, dicen las autoridades locales y testigos.
"Warren dijo: ‘Los que estén de acuerdo con la decisión, que se levanten', y yo me levanté", dijo Gideon. "Me levanté porque tenía miedo. Mi padre se marchó ese día".
Repentinamente, Gideon tenía un nuevo padre -uno al que no le gustaba que escuchara música, llevara camisetas de manga corta y socializara con las niñas. La presión subió. Su madre hizo un bulto con sus cedés y camisetas para arrojar a la basura. Finalmente, dijo, Jeffs le ordenó marcharse.
Cuando Gideon llamó a su padre exiliado en St. George para pedirle ayuda, su padre lo rechazó.
"Me dijo que tenían objetivos diferentes", dijo Gideon. "Quería volver a la comunidad y dijo que no podía ayudarme".
Gideon estaba alojando con amigos en St. George cuando los Glauser oyeron sobre sus penurias por medio de una mujer que simpatizaba con los Niños Perdidos.
"Cuando llegó Gideon, no sabía cómo comportarse con la gente", dijo Stacha Glauser. "Para él, esto era como estar en el extranjero".
Como muchos niños de su pueblo natal, la pobre educación de Gideon se notaba en su vocabulario. Cuando tenía hambre, por ejemplo, le pedía a Glauser que le "construyera" algo para comer.
"Vi una vez a su madre; ella era una bebita cuando lo tuvo", dijo Glauser. "Le dije que tenía un hijo maravilloso. Dijo que ella hacía lo que podía, y eso fue todo".
El verano pasado, cinco de los niños que dejaron Colorado City y Hildale presentaron una demanda diciendo que fueron excomulgados injustamente. Gideon no se sumó a la demanda.
Joanne Suder, una abogado de Baltimore y abogada en el caso, dijo que las expulsiones habían causado daño emocional y psicológico a sus clientes.
"Claramente, están reduciendo la competencia. Warren Jeffs mismo tiene 70 esposas", dijo Suder. "Estos niños fueron expulsados y sacados del único mundo que conocían. Se fueron sin educación y no pueden tener más contacto con sus familias. Es terrible".
A pesar de la práctica abierta de la poligamia en estos pueblos, las autoridades han sido cuidadosa a la hora que perseguir a los infractores.En 1953, la policía del estado de Arizona allanó Short Creek, ahora Colorado City. Arrestaron a los hombres y trasportaron a mujeres y niños llorando a campos de detención. El resultado fue un estallido público de simpatía por las familias -y desprecio por los líderes políticos del estado. El gobernador, Howard Pyle, perdió las elecciones siguientes.
Hoy, funcionarios policiales persiguen a la FLDS por abuso sexual de menores, fraude de la seguridad social y evasión de impuestos, antes que por poligamia. El despacho del fiscal general de Arizona ha abierto una oficina en Colorado City, donde un investigador se ocupa de las supuestas ilegalidades.
En 2003, Rodney Holm, un agente de policía de Colorado City, fue condenado a un año de prisión y tres años de libertad condicional por cargos de bigamia y sexo ilícito con dos niñas, de 16 y 17. Otro miembro de la FLDS, Orson William Black Jr., fue acusado de delitos sexuales con menores y está fugitivo.
Entretanto, las autoridades creen que Jeffs ha dejado Colorado City y puede estar con familiares en un terreno de 646 hectáreas que está construyendo la FLDS cerca de Eldorado, Texas.
El centro espiritual de la iglesia está en Hildale y Colorado City, comunidades a un kilómetro y medio de distancia con una población combinada de unos 10.000 habitantes.
Los pueblos están a los pies de los remotos y majestuosos Acantilados Bermellones [Vermillion Cliffs], un lugar de rojo y rocoso aislamiento. Las mujeres andan en la calle con cofias y pantalones debajo de largos vestidos. Llevan el pelo alto prendido con alfileres, a menudo con un cola de caballo trenzada por detrás.
Muchos de los muchachos dicen que los niños tenían escuela sólo hasta el octavo y a muchos se les enseñaba que los negros eran inferiores -descendientes de Caín y condenados a la esclavitud. Esas opiniones le ganaron a la FLDS la designación de grupo de odio de parte del Centro de Asistencia Jurídica del Sur [Southern Poverty Law Center].
A los niños se les dice que los dinosaurios venían de otro planeta, y que el hombre nunca ha estado en la Luna. Más importante, aprenden que el mundo exterior es perverso y que la salvación se obtiene con la obediencia al profeta, que canaliza la voluntad de Dios.
De acuerdo a gente dentro y fuera de la comunidad, este modo de vida se ha hecho más estricto desde que asumiera Jeffs en 2002. Los deportes competitivos -que se dice que fomentan el orgullo- han sido reducidos o eliminados. La natación está mal vista, y hablar con una chica le puede acarrear a un niño la visita de la policía local.
Ross Chatwin, que vive en Colorado City, dijo que cuando asumió Jeffs, "empezaron a correr rumores de que si no eras obediente, te expulsarían".
Chatwin, 36, fue expulsado el año pasado por tratar de casarse con una segunda esposa sin el permiso del profeta. Se negó a ceder su casa escasamente amoblada en el centro del pueblo, y está ahora en pleito con el ayuntamiento, que una vez instaló a otra familia en su casa y cortó brevemente la energía.
"Los chicos están perdiendo la esperanza", dijo Chatwin. "Para ellos ya no hay nada".
David Zitting, alcalde de Hildale y miembro de la FLDS, dijo que los niños exiliados eran rebeldes.
"La gente de esta comunidad tiene ciertas normas y valores", dijo Zitting. "Si tienes un hijo o hija en casa, y su conducta se hace cada vez peor y peor y no te obedecen, ¿no los obligarías a marcharse?"
Las chicas son rara vez expulsadas por conductas impropias; pero ha habido varios casos muy publicitados de niñas escapándose para evitar matrimonios convenidos o abusos sexuales.
La primera parada de muchos niños es Hurricane o St. George, donde se ha formado una red para los exiliados. A menudo comparten apartamentos o duermen en sofás mientras buscan trabajo. Algunos terminan en Las Vegas o en Salt Lake City.
Fische, el antiguo miembro de la FLDS que dirige la Fundación Diversidad en los suburbios de Salt Lake City, quiere elevar la conciencia sobre estos niños y proporcionarles vivienda y educación.
"El único objetivo de esta fundación es mantener una relación con los Niños Perdidos", dijo Dave Bills, director ejecutivo de la organización. "Yo llevo fichas sobre ellos. Les ofrezco programas para seguir estudiando. La educación es clave en todo esto".
Los niños que trabajan con la fundación están en la escuela o sacando su diploma de equivalencia. Si quieren estudiar en la universidad, la Fundación Diversidad paga la matrícula.
Bills dijo que muchos de los Niños Perdidos tenían problemas emocionales y habían empezado a consumir drogas y alcohol. "Imagina que tienes 16 y le dijeran: ‘Si pudieras hacer un deseo, ¿qué pedirías?' Estos niños dirían: ‘Quiero ver a mi mamá'". Gideon ha perdido esas esperanzas.
Asiste a la escuela secundaria en St. George, y está aprendiendo a navegar, incluso a adoptar, el mundo contra el cual le habían advertido.
Todavía lleva camisetas de manga corta -y llamativos collares de conchas. Su móvil suena a menudo. Sesiones periódicas con un psicóloga le han hecho más fácil hablar sobre su pasado, y ya no se sobresalta cuando sus compañeros de clase lo llaman "el polígamo".
Está haciéndose a la idea de que fue abandonado, y ya no llora cuando habla sobre su familia.
"Si tienes 71 hermanos y hermanas en la casa, ¿cómo puedes tener una relación con tu padre?", preguntó.
En cuanto a su madre, Gideon está haciendo avances.
"Esta es mi mamá", dijo, indicando con su cabeza hacia Stacha Glauser. "Me trata como una madre trataría a su hijo. Me despierta en la mañana. Me habla. No sé si le podré pagar alguna vez".
Por traumática que haya sido la experiencia, dijo Gideon, le ha dado una lección fundamental sobre la familia y la religión.
"Ningún Dios bondadoso rompería una familia", dijo. "Porque una familia tiene que estar junta".

9 de julio de 2005
13 de junio de 2005
©los angeles times
©traducción mQh

1 comentario

Bree -

excelente!! uno no se imagina todo lo que hay al rededor...y realmente hay un mundo de cosas malas...muy malas que se cree solo se veia en las peliculas