revocan condena tras escándalo
[Peter Finn] De hombre acusado de la muerte de gobernador.
Kiev, Ucrania. El jueves un tribunal siberiano revocó la controvertida sentencia de un automovilista que fue condenado a cuatro años de trabajo forzado por su papel en un accidente de tráfico que causó la muerte de uno de los políticos mejor conocidos de Rusia.
El encarcelamiento el mes pasado de Oleg Shcherbinsky, 36, trabajador de ferrocarriles cuyo coche fue impactado por detrás por el Mercedes-Benz del gobernador local, que iba a toda velocidad, desencadenó una inusual avalancha de indignación entre los rusos. El caso fue visto ampliamente como un fracaso de los tribunales a la hora de proteger los derechos de los ciudadanos corrientes cuando tienen conflictos con las exigencias de las autoridades.
Automovilistas en todo el país organizaron protestas exigiendo la liberación de Shcherbinsky y pegaron lazos blancos en sus coches para llamar la atención sobre su situación. "Todos somos Shcherbinsky", decían las pancartas en las manifestaciones en más de veinte ciudades rusas el mes pasado.
Muchos rusos se indignan con los hábitos de la elite del país, que normalmente ignoran las leyes del tráfico.
A pesar de la centralización del poder en Rusia, las autoridades siguen con mucho interés a la opinión pública cuando se centra en un tema particular. En enero, el ministro de Defensa del país prometió reformas militares después de que novatadas particularmente violentas en algunos cuarteles provocaran la indignación general.
El partido gobiernista Rusia Unida acogió la causa de Shcherbinsky y presentó una petición con decenas de miles de firmas a la corte de apelaciones de la región de Altai, Siberia, antes de que el caso fuera visto el jueves.
"Me siento muy aliviado, y estoy muy contento, por supuesto", dijo Shcherbinsky en una entrevista telefónica el jueves desde su casa, donde estaba celebrando con su familia.
"Creía en un 95 por ciento que me dejarían libre y que me absolverían. Sólo que no sabía cuándo. Y ahora necesito un poco de rehabilitación, quizás algo de descanso, y luego volveré al trabajo".
El choque ocurrió la mañana del 7 de agosto del año pasado cuando Shcherbinsky, su mujer, hija y dos vecinos viajaban hacia el norte desde la ciudad de Biisk a la capital regional de Altai, Barnaul.
El coche oficial del gobernador regional Mikhail Yevdokimov, 48, se dirigía en la misma dirección. Su luz destellante estaba encendida, pero no su sirena. Había justo llegado a cima de una pequeña colina cuando, a una velocidad de 93 kilómetros por hora, apareció por detrás del Toyota de Shcherbinsky, de acuerdo a actas judiciales e investigadores.
Shcherbinsky estaba bajando la velocidad y empezaba a doblar hacia la izquierda, legalmente, con su señalización encendida. Había bastante espacio para que el coche del gobernador pasara legalmente por la derecha, pero decidió adelantar por la izquierda, debido a sea una decisión consciente del conductor, sea su incapacidad de controlar el vehículo.
Rebotó en el Toyota y chocó contra un abedul. Yevdokimov, ex actor y cómico que era conocido como el ‘Schwarzenegger de Siberia’ después de que se hiciera gobernador de la región de Altai en 2004, murió instantáneamente, así como su conductor y guardaespaldas. La mujer de Yevdokimov, también en el coche, quedó gravemente herida.
Ninguna de las cinco personas en el coche de Shcherbinski quedó herida.
Después de un juicio a puertas cerradas, un juez resolvió el 3 de febrero que Shcherbinsky tenía que haber visto el coche del gobernador. Fue condenado por negligencia con resultado de muerte y por no ceder ante un coche con prioridad.
Pero el jueves, el tribunal determinó que Shcherbinsky había acatado las reglas del tráfico, mientras que el conductor del gobernador las había "violado flagrantemente". "La comisión de jueces encuentra necesario revocar el veredicto sobre Schberbinsky y desechar la acusación criminal", dijo uno de los jueces al anunciar la decisión en Barnaul. El público en la sala del tribunal estalló en aplausos.
"Esta fue una prueba para nuestra sistema judicial", dijo en una entrevista telefónica Sergei Shmakov, uno de los abogados de Shcherbinsky. "Por supuesto, yo estaba muy ansioso, y hoy pienso que puedo decir que nuestro sistema judicial ha pasado esa prueba. Se ha hecho justicia".
El encarcelamiento el mes pasado de Oleg Shcherbinsky, 36, trabajador de ferrocarriles cuyo coche fue impactado por detrás por el Mercedes-Benz del gobernador local, que iba a toda velocidad, desencadenó una inusual avalancha de indignación entre los rusos. El caso fue visto ampliamente como un fracaso de los tribunales a la hora de proteger los derechos de los ciudadanos corrientes cuando tienen conflictos con las exigencias de las autoridades.
Automovilistas en todo el país organizaron protestas exigiendo la liberación de Shcherbinsky y pegaron lazos blancos en sus coches para llamar la atención sobre su situación. "Todos somos Shcherbinsky", decían las pancartas en las manifestaciones en más de veinte ciudades rusas el mes pasado.
Muchos rusos se indignan con los hábitos de la elite del país, que normalmente ignoran las leyes del tráfico.
A pesar de la centralización del poder en Rusia, las autoridades siguen con mucho interés a la opinión pública cuando se centra en un tema particular. En enero, el ministro de Defensa del país prometió reformas militares después de que novatadas particularmente violentas en algunos cuarteles provocaran la indignación general.
El partido gobiernista Rusia Unida acogió la causa de Shcherbinsky y presentó una petición con decenas de miles de firmas a la corte de apelaciones de la región de Altai, Siberia, antes de que el caso fuera visto el jueves.
"Me siento muy aliviado, y estoy muy contento, por supuesto", dijo Shcherbinsky en una entrevista telefónica el jueves desde su casa, donde estaba celebrando con su familia.
"Creía en un 95 por ciento que me dejarían libre y que me absolverían. Sólo que no sabía cuándo. Y ahora necesito un poco de rehabilitación, quizás algo de descanso, y luego volveré al trabajo".
El choque ocurrió la mañana del 7 de agosto del año pasado cuando Shcherbinsky, su mujer, hija y dos vecinos viajaban hacia el norte desde la ciudad de Biisk a la capital regional de Altai, Barnaul.
El coche oficial del gobernador regional Mikhail Yevdokimov, 48, se dirigía en la misma dirección. Su luz destellante estaba encendida, pero no su sirena. Había justo llegado a cima de una pequeña colina cuando, a una velocidad de 93 kilómetros por hora, apareció por detrás del Toyota de Shcherbinsky, de acuerdo a actas judiciales e investigadores.
Shcherbinsky estaba bajando la velocidad y empezaba a doblar hacia la izquierda, legalmente, con su señalización encendida. Había bastante espacio para que el coche del gobernador pasara legalmente por la derecha, pero decidió adelantar por la izquierda, debido a sea una decisión consciente del conductor, sea su incapacidad de controlar el vehículo.
Rebotó en el Toyota y chocó contra un abedul. Yevdokimov, ex actor y cómico que era conocido como el ‘Schwarzenegger de Siberia’ después de que se hiciera gobernador de la región de Altai en 2004, murió instantáneamente, así como su conductor y guardaespaldas. La mujer de Yevdokimov, también en el coche, quedó gravemente herida.
Ninguna de las cinco personas en el coche de Shcherbinski quedó herida.
Después de un juicio a puertas cerradas, un juez resolvió el 3 de febrero que Shcherbinsky tenía que haber visto el coche del gobernador. Fue condenado por negligencia con resultado de muerte y por no ceder ante un coche con prioridad.
Pero el jueves, el tribunal determinó que Shcherbinsky había acatado las reglas del tráfico, mientras que el conductor del gobernador las había "violado flagrantemente". "La comisión de jueces encuentra necesario revocar el veredicto sobre Schberbinsky y desechar la acusación criminal", dijo uno de los jueces al anunciar la decisión en Barnaul. El público en la sala del tribunal estalló en aplausos.
"Esta fue una prueba para nuestra sistema judicial", dijo en una entrevista telefónica Sergei Shmakov, uno de los abogados de Shcherbinsky. "Por supuesto, yo estaba muy ansioso, y hoy pienso que puedo decir que nuestro sistema judicial ha pasado esa prueba. Se ha hecho justicia".
24 de marzo de 2006
©washington post
©traducción mQh
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