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asesinato de un vagabundo


[Wanda J. Demarzo, Ashley Fantz, Darran Simon y Nikki Waller] Una trágica noche conmocionó al país transformó para siempre la vida de seis individuos. Uno murió. Otros tres están acusados de su asesinato.
El primer golpe con un bate de béisbol arrancó a Norris Gaynor de su ligero sueño en un banco del parque de Fort Lauderdale justo después de las 2 de la mañana del 12 de enero. No muy lejos de ahí, Jacques Pierre yacía quebrado y ensangrentado frente un campus universitario en el centro de la ciudad. Raymond Pérez estaba todavía durmiendo, envuelto en un delgada sábana, oculto en un jardín al lado de la iglesia local.
La policía y fiscales creen que los tres adolescentes -Billy Ammons, Tom Daugherty y Brian Hook- también estaban en el centro esa noche. Había salido juntos de la casa de Ammons en Fort Lauderdale, en su Chevy Blazer, con la adrenalina alta esa fría noche. Un chico de 16, al que la policía no ha logrado identificar, iba con ellos.
A los tres les gustaba beber y fumar marihuana, tomar Xanax y parrandear. Sin norte, la mayoría de las veces se metían en problemas menores, aunque uno de ellos había sido acusado de robo con violencia.
Los hombres más viejos luchaban con lo imprevisible de la vida, con cómo la estabilidad podía desaparecer y dejarte en la calle.
Esas seis vidas toparon brutalmente esa noche. Un hombre murió. Tres están en cárcel, acusados de su asesinato.

Billy Ammons
Esquelético y chico, con una cara de bebé que oculta sus dieciocho años, Billy Ammons había abandonado la secundaria, dicen sus amigos. Le gustaba disparar su pistola de aire comprimido y pasar por su calle a toda velocidad en una vespa eléctrica.
"Billy no tenía trabajo... No iba a la escuela", dice su amigo Andrew King, 19. "El tío era holgazán y no se interesaba en nada".
Ammons tenía siete cuando sus padres se divorciaron agriamente en 1994. Su madre, Dianne Franklin, acusó a su padre de adulterio y alcoholismo y consumo de drogas, de negarse a trabajar y de ocultarle el dinero. El padre, Bert A. Ammons, fue detenido ese año y acusado por posesión de cocaína y de herramientas para cometer robos.
En las actas del divorcio, acusó que su mujer "grita y critica a los niños sin tomar en cuenta sus sentimientos".
Walter Ammons, abuelo de Billy, dijo que a su nieto le gusta la pesca y el aire libre y tiene talento para arreglar cosas.
Pero también tiene la tendencia a meterse en problemas. En 2004 Ammons fue acusado de robo con violencia después de que la policía dijera que había atacado y arrojado a un niño de su monopatín Go-Ped, para robárselo. El año pasado, la policía fue llamada al barrio de Ammons en Fort Lauderdale casi una docena de veces porque él y otros adolescentes aterrorizaban a un vecino mayor. Ammons y los otros son sospechosos de haber arrojado fuegos artificiales en la casa del hombre, de disparar una pistola de aire comprimido contra su ventana, de poner fuego a su cocina y de frotar sus ojos con grasa de eje.
Jim LaCourse, que vive al lado, dijo que veía a menudo a Daugherty y Hooks en el camino de entrada de los Ammons tarde por la noche, "metiendo bulla y bebiendo y fumando más que cigarrillos".

Brian Hooks
Brian Hooks trataba de verse mayor y más duro que todos los demás. Campión de hockey sobre ruedas que se comportaba como gallito de pelea, con los músculos duros y el pecho hacia fuera, provocaba peleas y trataba de intimidar a otros.
Estudiante promedio, Hooks, 18, recorría a toda velocidad en su lancha los canales de cruzan el proyecto Plantation Isles -a veces a suficiente velocidad como para ver parado por la policía.
Le gustaba patinar en el centro de Fort Lauderdale, donde según sus amigos disparaba a menudo contra los vagabundos con su pistola de aire comprimido. De acuerdo a compañeros de la Escuela Secundaria South Plantation, también provocaba peleas con esos hombres.
"Probablemente Brian pensaba que podía ganar una pelea", dijo Garret Hann, 16, alumno de segundo en la South Plantation. "Hay chicos que se dedican los fines de semana a pegarles a los vagabundos... porque sí".

Tom Daugherty
Tom Daugherty, 17, era el seguidor, el callado. En su fotografía se ve más suave, más vulnerable que ls otros, con su boca en forma de arco rojo y un revoltijo de pelo rizado.
Él fue que lloró en la sala del tribunal después de su detención, el que compartió las chips de patata con Gaynor varias semanas antes de la agresión.
Daugherty tenía cuatro años cuando se divorciaron sus padres, y pasó su infancia rebotando entre la casa de su padre, Thomas Daugherty, en Plantation Isles, y de su madre, Bridget Daughery, cerca de Sparta, Tennessee. Un orientador escolar en Tennessee dijo que estaba faltando a clases. Se estaba mudando siempre, era el niño nuevo perpetuo, buscando un modo de hacerse un hueco.
Seguía a Hooks, dicen sus compañeros de clase, pero no tenía aspecto de matón.
"Es imposible que haya hecho algo así. Andaban con drogas", dijo Helder Gurgel, un egresado de South Plantation que conocía a Hooks y Daugherty. "Toda su amistad... consistía en querer impresionar. Creo que Tom quería impresionar a Brian. Después se dio cuenta de lo que había hecho".
Un chico de 15 que pasaba el tiempo con Daugherty en el parque Quiet Waters en Deerfield Beach, dijo que su antiguo amigo se había apartado hace poco del despreocupado círculo de esquí acuático, acercándose a otro grupo que no parecía ser amistoso.
Los vecinos de South Plantationn dicen que a menudo peleaba con su padre y madrastra. Los archivos policiales muestran que el Departamento de Niños y Familias de Florida -respaldado por la policía- fue llamado dos veces a la casa por denuncias de violencia intrafamiliar.

Jacques Pierre
Jacques Pierre nació en Haití hace 58 años. Se mudó a Fort Lauderdale en 1981 y compró una casa. Su matrimonio de 1986 terminó en divorcio. Pierre ha trabajado en la Docker’s Cafeteria, en Dania Beach, y como operario de mantenimiento de condominios.
Su segundo matrimonio de 1994 empezó a agriarse cuando simplemente dejó de trabajar, dijo su segunda esposa Pearlena Pierre. "No sé cómo salió todo mal", dijo.
Pearlena se marchó de casa. En 2002 el banco ejecutó la hipoteca de la casa de Pierre y él se mudó a la calle. Pierre arrastraba su tristeza consigo; los vecinos del barrio de la casa de Pearlena Pierre en Melrose Park dicen que a menudo lo veían en la acera, mirando hacia su casa.
También mataba el tiempo en una parada de autobuses cerca de la biblioteca en Broward Boulevard, donde regañaba a los que iban en monopatín y se identificaba a sí mismo como el alcalde de Fort Lauderdale.

Raymond Pérez
Raymond Pérez, 49, nacido en República Dominicana, llegó a Florida del Sur a través de Nueva York. Aunque vivía en la calle, llevaba camisa y se recortaba su ordenado mostacho en los baños públicos. Siguió algunos cursos de ingeniería en la Universidad de Nueva York NYU y estuvo en el ejército, con períodos en Hawai, Alabama y Nueva York.
Dejó la NYU para empezar con amigos una tienda de ultramarinos en Queens. Cuando eso fracasó, condujo taxis.
Como muchos otros, Pérez se mudó a Miami Beach en 1987 para escapar del frío. Encontró trabajo como vendedor de zapatos y recepcionistas de hotel, y vivió por un tiempo en un apartamento en Collins Avenue. Trabajó en agencias de empleo para gente sin techo en Kissimmee a principios de los años noventa, y luego volvió a Florida del Sur en 1996.
No está claro cómo empezó Pérez a vivir en la calle, pero nunca perdió su orgullo. Se duchaba todos los días, antes de la salida del sol, en Fort Lauderdale Beach.
"Yo no era el tipo sin casa normal", dice.

Norris Gaynor
Norris Gaynor nació en San Diego, uno de cuatro hermanos, hijo de un oficial de la Marina. La familia se mudó varias veces, instalándose finalmente en Decatur, Georgia, donde jugó fútbol americano en la escuela secundaria. Pero su verdadera pasión era el dibujo, y el orgullo de su padre. Cuando dibujaba un tigre, dice su padre, Samuel Gaynor, "era como si el tigre estuviera vivo".
Tras la escuela secundaria, Gaynor se enroló en un programa de formación en la construcción y luego se alistó en el ejército, mudándose a Carolina del Sur y Arizona. En Arizona fue licenciado y pasó un tiempo en la cárcel, aunque su familia no lo supo.
Una vez en la calle, Gaynor volvió a Georgia y estuvo dando vueltas en el campo, trabajando como techador, decorador de interiores o artista. Llamaba a su familia de vez en vez para decirles que estaba bien. Nunca les dijo que vivía en la calle.
El 11 de enero, Gaynor, 45, hizo la cola en la playa de Fort Lauderdale para la que sería su última cena. Comió bien -un banquete gratuito de asado de cordero y vegetales al vapor, ensalada, pasteles y capuchino en un vaso de espuma de poliestireno. Destacaba con su porte atlético y trenzas despeinadas.
Poco después de las nueve de la noche, Pérez se estaba instalando cerca en un recogido jardín junto a la playa, en Church-by-the-Sea, a apenas unos pasos de la calzada elevada de la calle 17. Un hombre religioso, Pérez encontraba solaz en la iglesia y se había refugiado ahí durante más de un año. Entre azahares y clavelinas, junto al mar, pensó que había encontrado un lugar tranquilo.
Al día siguiente, a la 1:17 de la mañana, Pierre estaba descansando en un banco cerca de la entrada al edificio de la Universidad Atlántica de Florida en Las Olas Boulevard. Escenas del ahora famoso video de vigilancia contaron en diez segundos la horrible historia:
Dos adolescentes armados con bastones de béisbol, blandiéndolo una y otra vez contra una figura acurrucada en el suelo, tratando de golpearla en la cabeza.
El apaleado Pierre encontró la fuerza suficiente como para dar la vuelta al edificio hasta que encontró a un guardia de seguridad.
Mientras el guardia llamaba a la ambulancia para llevar a Pierre al Centro Médico General Broward, una cámara de seguridad en el Centro de Artes de la Representación Broward captó un coche acercándose hacia donde estaba Gaynor.

Declaración de Testigos
Jeff Phoenix, un vecino, dijo a la policía que vio a Daugherty y Hooks acurrucados en el jardín arbolado junto al Esplanade Park, a unos metros de Gaynor, a eso de las 2:15 de la mañana.
Eran casi las dos y media cuando la policía vio a Daugherty avanzar y golpear a Gaynor en la cabeza y torso.
La policía dice que Ammons usó una pistola de aire comprimido para disparar a bocajarro contra Gaynor cuando este yacía desangrándose.
Fue llevado al Centro Médico General Broward, donde murió a eso de las ocho de la mañana.
La cabeza de Gaynor se había hinchado a tres veces el tamaño normal; fue golpeado tan viciosamente que Samuel Gaynor, que fue llamado para identificar el cadáver, no reconoció a su hijo.
La policía cree que los adolescentes llegaron a Church-by-the-Sea a eso de las cuatro de la mañana. La iglesia está cera de The Moorings, una correduría de yates donde un amigo dijo que la madre de Ammons trabajaba como contable.
De acuerdo a los vecinos, Ammons llevaba a veces a su madre al trabajo.
Los adolescentes entraron al jardín, dice la policía, recorriendo el oscuro sendero de piedras hasta que toparon con Pérez, que dormía y se había envuelto en una delgada sábana. Uno llevaba un palo de golf driver.
Pérez despertó con los primeros golpes. Gritó. Los asaltantes se mantenían silenciosos, excepto cuando reían.
Finalmente sus agresores huyeron, pero Pérez describió que uno de ellos, "el tipo con pelo largo" -más tarde identificado como Daugherty-, se dio vuelta y sonrió.
Ensangrentado y débil, Pérez llegó a tropezones hasta la calzada elevada e hizo parar a un camión de Bomberos de Fort Lauderdale. Fue llevado al Centro Médico General Broward, y los agresores desaparecieron en la oscuridad de la madrugada.
Dentro de horas los escalofriantes videos de vigilancia se transmitían en los telediarios locales y nacionales. Entre las 9:30 y 11 de la mañana los vecinos vieron a Hooks y a Daugherty salir con maletas de sus casas, a hurtadillas, de acuerdo a una declaración de la policía.
Dijeron a un vecino más joven que saldrían fuera de la ciudad; Hooks viajaría hacia familiares en Indiana, y Daugherty buscaría refugio con su madre en Tennessee.
Pero los datos no dejaban de llegar a la policía, que identificó rápidamente a Hooks y Daugherty como los agresores en el video. Poco después Hooks y Daugherty volvieron a Fort Lauderdale y se entregaron. Ammons fue detenido al día después.

Cargos
La semana pasada un gran jurado resolvió que los tres sean juzgados como adultos por homicidio en primer grado e intento de homicidio. El fiscal de estado en Broward, Michael Satz, no ha decidido todavía si pedirá la pena de muerte para Hooks y Ammons.
Pierre fue dado de alta del Centro Médico Broward el 25 de enero y reside en algún lugar del condado de Broward.
Pérez se está recuperando de sus lesiones en una residencia asistida. Sueña que unos tipos se tratan de meter debajo de sus mantas, y luego se aparece Jesús e impide el ataque.
La mayoría de los asistentes en el funeral de Gaynor el 17 de enero no lo conocían. La madre de Gaynor, Georgia, agradeció a los que habían cuidado de su hijo caprichoso, finalmente en casa. Fue sepultado en un ataúd blanco.
"Yo no podría pegarle así, con un bate de béisbol, a un animal", dijo Samuel Gaynor. "Supongo que no soy lo suficientemente fuerte, o vicioso, o malo. Ellos no mostraron ningún rasgo de humanidad".

Monika Leal contribuyó a este reportaje.

nwaller@MiamiHerald.com

©miami herald


©traducción mQh

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