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desalojos por molestias


Rótterdam, Holanda. El año pasado, las corporaciones de vivienda obligaron a abandonar sus casas de alquiler a 470 inquilinos problemáticos, un 9,6% más que en 2002. Las principales razones son: problemas de conducta, ruidos, plantaciones de marihuana y drogas.
Así lo dio a conocer hoy la asociación profesional de corporaciones de vivienda, Aedes, a propósito de una encuesta entre sus miembros.
La cantidad de desalojos forzados ha aumentado en los últimos años. Si en 2001 se trató de 244 casos, en 2002 aumentó fuertemente a 429. "En comparación, el aumento de 2003 no es tan alto", dijo Willem van Leeuwen, presidente de Aedes. "Pero sí nos preocupa que continúe creciendo, a pesar de todos los esfuerzos que hacemos para evitar los desalojos".
Según Van Leeuwen el aumento lo causa el endurecimiento de la sociedad. "Hay menos tolerancia y el poder judicial protege más a menudo a los vecinos que a los inquilinos que causan problemas". Además, el uso de las viviendas para instalar plantaciones profesionales de marihuana "es algo muy reciente", según Van Leeuwen. [En Holanda se admite que la gente cultive en casa hasta 5 plantas]. De descubrirse una plantación de marihuana en una vivienda, el arrendatario es desalojado.
En la encuesta de la organización cúpula Aedes las corporaciones de vivienda dan a conocer lo que según ellas se necesita para perfeccionar un método que disminuya las molestias. Además de colaborar con instituciones de trabajo social y municipales, el 61 por ciento de las corporaciones encuestadas pide "una exención o ampliación de la ley sobre privacidad", de modo que se pueda intercambiar con la policía datos de los arrendatarios que causan molestias o que cometen faltas. De ese modo los "inquilinos problemáticos" podrían ser localizados más rápidamente.
Otro problema, señala Aedes, son los inquilinos con problemas psíquicos. "Gente que justo no los tiene, o que reciben cuidados inadecuados, son asignados en mayor medida que antes a viviendas comunes", dijo Van Leeuwen. "Si la atención especializada desaparece, son a menudo los vecinos y las corporaciones las que se quedan con el problema". La asociación se opone por eso a los cortes presupuestarios del ministerio de Justicia en los programas de "rehabilitación y acogida de esa gente", según Van Leeuwen.
Algunos de los inquilinos desalojados, y bajo condiciones estrictas, reciben una vivienda de otra corporación. Otros buscan alojamiento en pensiones, en campings o en hospicios, según se desprende de la encuesta de Aedes.

23 junio 2004
©nrc

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