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terror desde la sombra virtual


[Ariana Eunjung Cha] Se llama a sí mismo Abu Maysara al Iraqui, o padre de Maysara el Iraquí, y es un maestro en el arte de estar en todas partes y en ninguna en el mundo virtual, cambiando constantemente sus cuentas online y sacando ventaja de las nuevas tecnologías para lanzar sus comunicados al mundo.
San Francisco, Estados Unidos. Detectives estadounidenses expertos en internet no saben prácticamente nada sobre él, si Abu Maysara es su verdadero nombre, si es iraquí o si está en Iraq. Lo que sí está claro es que es una de las fuentes de información más importantes de la resistencia del país, publicando sus mensaje en la red, y las autoridades estadounidenses están tratando de silenciarlo.
Sus actualizaciones, concisas y al grano, se publican varias veces a la semana en sitios musulmanes radicales en la red. Actuando como portavoz de Abu Musab Zarqawi, el líder guerrillero más buscado de Iraq, informa sobre ataques contra soldados norteamericanos y asesinatos de rehenes. Sus palabras e imagen llega a millones de personas cuando abren sus diarios, encienden sus televisores o entran en la red a la búsqueda de noticias.
"No hay modo de detenerlo", dijo Evan F. Kohlmann, un consultor en anti-terrorismo. "Es extremadamente frustrante. Los terroristas pueden enviar videos de buena calidad a millones de personas sin que nadie los censure".
Aunque durante la campaña presidencial el gobierno de Bush trató, como parte de su campaña publicitaria, de mostrar una imagen de seguridad y progreso en Iraq, los comunicados de Abu Maysara en la red transmiten otra imagen. Abu Maysara declaró en un mensaje en la red del 19 de septiembre que publica sus informes para que su punto de vista "no se extravíe en la censura que impone Estados Unidos a la prensa para engañar a su pueblo y sus aliados".
Rita Katz, directora del Instituto SITE, un grupo sin fines de lucro en el distrito que vigila sitios terroristas para el gobierno federal, dijo que creía que sin internet, el grupo de Zarqawi no sería tan venerado como ahora. "Zarqawi ha avanzado enormemente en los últimos dos años", dijo, "y creo que internet contribuye mucho a su reputación".

Una Herramienta Para Los Extremistas
Internet, que fue creada en los años sesenta como una red de comunicaciones que podía sobrevivir un ataque nuclear soviético, se ha transformado en una importante herramienta de los extremistas musulmanes. Usan el anonimato de la red para coordinar en secreto sus operaciones y para hacer llegar sus mensajes a la esfera pública sin temor a ser detectados.
Media docena de agencias federales han asignado equipos para vigilar sitios en la red que publican actualizaciones de Abu Mayzara y otros extremistas. El ministerio de Justicia ha tratado, con limitado éxito, de usar los poderes de la Ley Patriótica, aprobada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, para cerrar, sobre la base de que incitan a la violencia, sitios de internet que publican esas actualizaciones.
La agresiva persecución por parte del gobierno de los proveedores de servicios en la red, así como de gente que actualiza sus materiales en ellos, ha llevado a grupos de defensa de las libertades civiles a protestar contra las intentos de limitar la libertad de expresión en nombre de la seguridad.
Otro problema es que la autoridad legal de Estados Unidos termina en sus fronteras. Muchos de los sitios en los que se actualizan comunicados de grupos extremistas están ubicados en otros países, de modo que los funcionarios estadounidenses dependen de la buena disposición de gobiernos extranjeros para cerrar esos sitios.
Los grupos extremistas también han usado internet para investigar blancos potenciales, comunicarse unos con otros, planificar atentados y reunir dinero. Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, los agentes federales descubrieron una extensa huella electrónica. Creen que los secuestradores de los aviones coordinaron sus movimientos a través de correos electrónicos, reservaron sus billetes de avión online y utilizaron la red para estudiar cómo dispersar pesticidas en el aire.
Peter Bardazzi, director de desarrollo de nuevos medios de comunicación de la Universidad de Nueva York dice que internet ha permitido a los terroristas llevar a cabo una guerra psicológica como nunca antes, porque tienen control directo sobre cómo presentar su propia imagen y la de sus enemigos.
Los videos con decapitaciones, por ejemplo, son preparados "como una escenografía", dijo. "Tratan de inspirar a sus seguidores, pero también de humillar al enemigo".
Bardazzi agregó que cree que los videos están cambiando las actitudes de la gente sobre la guerra en Iraq de la misma manera que las imágenes de combates durante la Guerra de Vietnam afectaron a la opinión pública.
Hoy, casi todos los grupos guerrilleros activos están presentes en la red, distribuidos en cientos de sitios web, de acuerdo a Gabriel Weimann, que fue hasta hace poco un becario en el Instituto para la Paz financiado con fondos federales.
Muchos de los sitios son tan astutos como los de las 500 empresas de Fortune. Un sitio extremista islámico muestra imágenes del presidente Bush y su principal aliado en la guerra, el primer ministro británico Tony Blair, con puntos que cubren sus cuerpos y prometiendo que esta escena se mostrará "pronto". También llama a boicotear a Coca-Cola, Nike Inc. y otras empresas norteamericanas que tienen una importante presencia en el extranjero.

Un Escondite Indetectable
Con más de mil millones de ordenadores conectados, internet es el escondite ideal de los grupos clandestinos. La tecnología permite a los usuarios ocultar sus identidades y cambiarlas al instante cerrando cuentas de correo electrónico ya utilizadas y abriendo nuevas.
La ubicación puede ser ocultada brincando virtualmente de un ordenador a otro. Un mensaje puede aparecer como si hubiese sido enviado desde Australia, cuando en realidad puede provenir de alguien que ha accedido a un ordenador australiano a través de Holanda, vía Corea del Sur, y que está en Jordania.
La clandestinidad es amparada por la proliferación de cuentas de correo electrónico gratuitas y proveedores de servicios en la red que sólo exigen de los usuarios una cantidad mínima de información, que es rara vez verificada.
Los investigadores del terrorismo comenzaron a ver el nombre de Abu Maysara en enero en los chat rooms de Muntada Al-Ansar e Islah, a los que se accede son contraseñas y son sólo accesibles para usuarios que aprueban un entrevista de control de antecedentes con un montón de preguntas que incluyen cosas como si has atacado alguna vez a ciudadanos estadounidenses o si has estado en prisión. Abu Maysara confirmó la presencia de Zarqawi en Iraq y reivindicó varios ataques contra tropas norteamericanas y de la coalición.
Los investigadores creen que fue el sitio de Ansar el que, en mayo, publicó el primer video mostrando la decapitación de Nicholas Berg, el joven empresario de Pensilvania que viajó a Iraq para tratar de hacer dinero reparando torres de transmisión.
Durante meses, agentes norteamericanos han estado persiguiendo el sitio, que estuvo basado en el pasado en Alejandría. Para cuando Berg fue asesinado, el sitio se había mudado a Malasia.
Las autoridades lograron cerrarlo nuevamente, pero sólo temporalmente. Ansar volvió a aparecer hace poco en un servidor de West Lafayette, Indiana.
En junio, los ataques legales del gobierno sufrieron un revés cuando un programador de Idaho fue absuelto de una acusación criminal de que había gestionado un sitio en la red que incluía proclamas llamando a la violencia. El subsecretario del ministerio de Defensa, Paul Wolfowitz había dicho al Congreso que el gobierno continuará persiguiendo a operadores de sitios semejantes.
Sintiendo la presión, Abu Maysara ha estado experimentando con nuevos modos de transmitir su mensaje con más efectividad, dijeron investigadores. El problema con la actualización de Berg fue que fue relativamente fácil para las autoridades detener su distribución porque sólo fue colocado en uno o dos sitios en la red. Distribuir el video por correo electrónico no era posible debido a que el documento era demasiado largo.
Abu Maysara no podía usar a proveedores de servicios en la red, como Yahoo y otras compañías porque esos servicios limitan el número de personas que pueden ver un documento. Pero en el último mes, Abu Maysara descubrió una bala de plata: una tecnología llamada YouSendIt.
Desarrollada por tres programadores canadienses en Silicon Valley, California, permite a los usuarios crear enlaces múltiples de un documento grande que puede así ser visto por un número ilimitado de personas. Los usuarios tipean su dirección de correo electrónico, suben el documento y YouSendIt crea una página web gratuita y anónima para ellos. Para distribuir los videos de los guardias privados que fueron secuestrados el mes pasado, Abu Maysara creó una docena de enlaces usando YouSendIt y los envió a chat rooms en toda la red.
Comprimió los documentos y los hizo lo achicó todo lo que pudo, dijeron los investigadores, de modo que pudieran ser copiados más rápidamente. Para cuando los agentes norteamericanos se enteraron de la existencia de los videos, habían sido copiados anónimamente de ordenador en ordenador tan rápidamente como se hubiera copiado el ranking musical Top 10 durante el auge del servidor musical Napster -haciendo imposible la localización, y menos todavía la destrucción de todas las copias del video.
Khalid Shaikh, presidente de YouSendIt Inc., con sede en Campbell, California, dijo que había creado el programa para ayudar a las familias a intercambiar imágenes y videos y para ayudar a colegas en el trabajo a compartir documentos tales como presentaciones multimedia. Dijo que estaba sorprendido y entristecido de que la tecnología fuera usada para promover mensajes violentos.
Shaikh dijo que no había sido contactado por ninguna agencia de policía sobre el uso que hacen terroristas de su servicios, pero que ayudaría a los funcionarios estadounidenses. Dijo, empero, que debido a que hay más de 1 millón de transferencias de documentos al día en YouSendIt, sería imposible para la compañía controlarlas todas.
"Es como controlar a una sociedad", dijo. También dijo que la filosofía de la compañía es dejar que los usuarios se controlen unos a otros. La compañía agregó recientemente tecnología que permite a los usuarios borrar un enlace si lo encuentran hiriente.

Participantes Públicos
Los mensajes de Abu Maysara se presentan en un formato rígido. Están siempre en árabe y comienzan con un saludo formal, como "En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso". Luego viene el asunto del mensaje, escrito en un lenguaje florido, narrando un ataque. Abu Maysara prefiere los elipses, no termina las frases y mezcla los detalles de los incidentes con invocaciones religiosas.
En algunas chat rooms, Abu Maysara y sus colaboradores son considerados héroes. El 22 de septiembre, tras anunciar la decapitación de Eugene ‘Jack' Amstrong, 52, un nativo de Hillsdale, Michigan, decenas de personas en un sitio en la red agradecieron a él y a Zarqawi.
"Te adoro, te adoro, oh, jeque vengador", escribió una persona, de acuerdo a una traducción del Instituto SITE. Otro dijo que "rogaré a Alá para que te proteja, o Muyahedín de Iraq".
En una ocasión, los participantes en un chat room se comportan como fans y acosan a Abu Maysara con preguntas sobre su pasado y cómo y por qué se unió al grupo, dijo Kohlmann, el experto en terrorismo.
Pero todo lo que reciben como respuesta de Abu Maysara es silencio. "No responde a preguntas. Nunca ha contestado ningún mensaje. Es casi como un robot", dijo Kholmann. "Nunca participa en discusiones. Nunca se explica a sí mismo".
Sin embargo, mucha de la gente que lee las actualizaciones de Abu Maysara reacciona con sugerencias de nuevas estrategias de ataque. En el pasado, dijo Katz, Abu Maysara los ignoraba, pero en los últimos días Katz observó algo que era una increíble coincidencia o un cambio en las costumbres de Abu Maysara.
En una actualización del 22 de septiembre a las 3:46, sin especificar la zona horaria, una persona que se hizo llamar Nimr sugirió que el grupo obligara a Kenneth Bigley, el ciudadano británico de 62 años que había sido secuestrado junto a Armstrog y otro estadounidense, Jack Hensley, 48, de Marietta, Georgia., a rogar por su vida al "tirano".
Pocos días después apareció un clip en un sitio en la red en el que un turbado Bigley ruega al primer ministro británico Tony Blair que lo salve.

Nora Boustany y Robert E. Thomason en Washington y Richard Drezen en Nueva York contribuyeron a este reportaje.

2 de octubre de 2004
4 de noviembre de 2004
©washington post
©traducción mQh

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