poca fiabilidad de informe sobre terrorismo
[Josh Meyer] El ministerio de Asuntos Exteriores de Estados Unidos opina que errores en lo que se supone que es un análisis definitivo de la amenaza global son mucho más graves de lo que sospechaban.
Washington, Estados Unidos. Cinco meses después de que desconcertados funcionarios del ministerio de Asuntos Exteriores reconocieran amplios errores en el influyente informe anual del gobierno sobre el terrorismo internacional, investigadores internos han descubierto nuevos errores, no relacionados con los anteriores -así como problemas subyacentes más amplios que dicen que han básicamente destruido la fiabilidad de las estadísticas en las que basa el informe.
En un informe de 28 páginas, el Despacho del Inspector General del ministerio de Asuntos Exteriores responsabilizó de los problemas a una recolección de datos chapucera, empleados sin experiencia, escasez de personal y una supervisión descuidada. Los investigadores también concluyeron que los procedimientos utilizados por el ministerio de Asuntos Exteriores, la CIA y otras agencias para definir el terrorismo y los atentados terroristas eran tan inconsistentes que no podía confiarse en ellos.
La unidad independiente de investigación del ministerio concluyó, sin embargo, que consideraciones políticas no habían jugado ningún papel en que se permitiera la publicación de tantos errores en la versión original del informe sobre Tendencias del terrorismo internacional' de 2003.
El informe de 2003 dijo que los atentados terroristas y muertes relacionadas con ellos habían bajado a sus niveles más bajos en tres décadas, y funcionarios de alto rango del gobierno de Bush lo mencionaron inmediatamente como prueba de sus éxitos en la lucha global contra el terrorismo.
Pero los datos subyacentes en realidad mostraban un fuerte incremento, el más alto en 21 años. El informe de 199 páginas hecho público el 29 de abril también omitía importantes atentados terroristas que ocurrieron después de una temprana publicación provisional en noviembre, que incluye atentados con bomba en Turquía en el que murieron al menos 62 personas, y dejó fuera actividades terroristas en Chechenia, Iraq y otros lugares.
Esos errores fueron reparados en una segunda versión del informe sobre terrorismo, publicado el 22 de junio. Pero seis senadores demócratas, sugiriendo que el gobierno estaba manipulando las estadísticas sobre terrorismo para obtener ventajas políticas en el año de las elecciones, pidieron al ministro de Asuntos Exteriores, Colin L. Powell, que investigara por qué se habían cometido esos errores, originando una investigación por el inspector general. El Times se hizo con una copia de las conclusiones del inspector general, marcada con las palabras "delicado pero no clasificado".
El informe anual es encargado por Congreso desde 1987 como la principal herramientas de referencia del gobierno sobre operaciones, tendencias y grupos terroristas en el mundo y la respuesta de Estados Unidos ante ellos.
El documento es producido por el Congreso y agencias anti-terroristas norteamericanas para determinar cómo luchar contra el terrorismo, y es traducido al menos a cuatro idiomas de modo que la opinión pública, académicos y gobiernos extranjeros puedan usarlo para evaluar tendencias internacionales.
Los investigadores, bajo la supervisión del inspector general suplente del ministerio de Asuntos Exteriores, Cameron R. Hume, estuvieron a punto de solicitar una segunda revisión del informe, que goza de una amplia circulación. Pero concluyeron que el informe, incluso en su forma corregida, "no puede ser visto como fiable" debido a las estadísticas cuestionables sobre atentados terroristas, bajas y otros aspectos. El informe instaba a una mejor supervisión y gestión de los ficheros del informe anual sobre terrorismo.
Un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores rehusó comentar públicamente el informe interno, pero dijo que no había planes de corregir o volver a publicar el documento de 2003, Tendencias', por segunda vez. El funcionario dijo que el ministerio de Asuntos Exteriores estaba tomando medidas para modificar completamente el modo en que se compilaban las estadísticas sobre terrorismo.
"Creemos que lo mejor es seguir adelante, y asegurarnos de que se corrija lo que debe ser corregido", dijo el funcionario.
El viernes, el senador Patrick J. Leahy (demócrata, Vermont), uno de los legisladores que pidió la investigación, dijo que la falta de criterios objetivos para medir las acciones terroristas ponían en peligro la campaña contra el terrorismo.
"Sea por indolencia o incompetencia... estos errores han dañado la credibilidad de esta importante evaluación, socavando nuestra capacidad para determinar qué medidas y planes son los efectivos en la lucha contra el terrorismo", dijo Leahy.
Un funcionario del Congreso dijo que las conclusiones del inspector general confirmaban lo que los expertos han venido diciendo durante años -que el informe anual Tendencias' adolecía de serias fallas como herramienta para medir los avances en la guerra contra el terrorismo o analizar rápidamente la naturaleza fluctuante del terrorismo.
"Nos transformaremos en hazmerreír si lo volvemos a publicamos. Pero [no hacerlo] provocaría un serio problema de credibilidad", dijo el funcionario, un analista de terrorismo del Capitolio. "El informe determina dónde destinamos nuestros recursos, qué decimos a otros países, qué pensamos sobre las tendencias. Y esto echa por tierra nuestra fiabilidad. La gente ya no confía en nosotros".
Michael Kraft, un importante funcionario anti-terrorista en el ministerio de Asuntos Exteriores hasta principios de año, defendió el informe Tendencias' como extraordinariamente valioso, y dijo que era imposible ser completamente preciso debido a la cantidad de variables que se utilizan en el análisis del terrorismo.
"No es siempre fácil. Las cifras mismas no siempre dicen mucho. Hay que ponerlas en el contexto", dijo Kraft. "Incluso en los mejores análisis -y se invierte un montón de tiempo y trabajo en ellos- siempre habrá fallas".
En su informe interno, investigadores del ministerio de Asuntos Exteriores achacaron gran parte de la culpa a los problemas en 2003 con la transición a la nueva inter-agencia gubernamental Centro de Integración de Amenazas Terroristas, que empezó a encargarse el año pasado de la antigua responsabilidad de la CIA de gestionar la base de datos sobre terrorismo utilizada en la compilación de estadísticas para el informe anual.
Durante la transición, concluyeron los investigadores, hubo lagunas en el ingreso de datos, una supervisión inadecuada, falta de personal y cambios de personal que resultaron en una falta de empleados formados, de largo plazo. En especial el director de la unidad de la base de datos de la CIA abandonó a la agencia en diciembre de 2003 y no fue remplazado sino en abril de 2004.
Kraft describió muchos de los problemas como "dolores de parto" inevitables en toda nueva agencia. Pero los investigadores identificaron fallas más sistémicas, especialmente un largo tiempo detectado fallo del ministerio de Asuntos Exteriores, CIA y otras agencias en el uso de normas consistentes para identificar y clasificar acontecimientos relacionados con el terrorismo.
Por ejemplo, unos atentados múltiples en la misma ciudad -como los atentados con bomba el 25 de marzo de 2003 contra cuatro comisarías de policía de Naciones Unidas en Pristina, Serbia, y ataques contra dos embajadas en Caracas, Venezuela, el 25 de febrero- fueron contabilizados como un solo incidente terrorista.
Pero los ataques con granadas contra dos blancos en Cachemir el 12 de abril, y los atentados con bomba contra dos sinagogas en Estambul el 15 de noviembre, fueron cada uno clasificados como dos incidentes terroristas.
Además, algunos ítemes son incluidos o dejados de lado sin razón aparente. El descubrimiento de un artefacto explosivo en una planta de la IBM en Italia, el 31 de marzo, fue borrado sin ninguna explicación de la segunda versión del informe de 2003. Pero una encomienda-bomba oculta en un libro que fue enviada al Consulado de Grecia en Madrid el 8 de septiembre fue agregado a la versión corregida.
Investigadores dijeron que se dejaron archivos o actas para explicar el por qué de esas decisiones. Así los funcionarios "sólo podían especular sobre por qué algunos incidentes eran incluidos o excluidos", de acuerdo al informe.
Entretanto, hay obvias inconsistencias en el informe de 2003 corregido, dijo otro miembro del staff del Congreso.
Entre ellos: el informe corregido menciona 2.739 personas en la lista de bajas de atentados terroristas internacionales en 2002, y 3.072 bajas en una estadística separada. Instrucciones establecidas, entretanto, no toman en cuenta cambios en el terrorismo.
El informe considera terrorismo internacional la violencia contra blancos no combatientes por grupos sub-nacionales o agentes clandestinos y en el que se ven involucrados ciudadanos de dos o más países.
Esta definición deja fuera innumerables incidentes en Chechenia y más recientemente en Iraq, incluso cuando el gobierno de Bush asegura que Iraq estuvo en el centro de la guerra contra el terrorismo.
21 de noviembre de 2004
©los angeles times
©traducción mQh
En un informe de 28 páginas, el Despacho del Inspector General del ministerio de Asuntos Exteriores responsabilizó de los problemas a una recolección de datos chapucera, empleados sin experiencia, escasez de personal y una supervisión descuidada. Los investigadores también concluyeron que los procedimientos utilizados por el ministerio de Asuntos Exteriores, la CIA y otras agencias para definir el terrorismo y los atentados terroristas eran tan inconsistentes que no podía confiarse en ellos.
La unidad independiente de investigación del ministerio concluyó, sin embargo, que consideraciones políticas no habían jugado ningún papel en que se permitiera la publicación de tantos errores en la versión original del informe sobre Tendencias del terrorismo internacional' de 2003.
El informe de 2003 dijo que los atentados terroristas y muertes relacionadas con ellos habían bajado a sus niveles más bajos en tres décadas, y funcionarios de alto rango del gobierno de Bush lo mencionaron inmediatamente como prueba de sus éxitos en la lucha global contra el terrorismo.
Pero los datos subyacentes en realidad mostraban un fuerte incremento, el más alto en 21 años. El informe de 199 páginas hecho público el 29 de abril también omitía importantes atentados terroristas que ocurrieron después de una temprana publicación provisional en noviembre, que incluye atentados con bomba en Turquía en el que murieron al menos 62 personas, y dejó fuera actividades terroristas en Chechenia, Iraq y otros lugares.
Esos errores fueron reparados en una segunda versión del informe sobre terrorismo, publicado el 22 de junio. Pero seis senadores demócratas, sugiriendo que el gobierno estaba manipulando las estadísticas sobre terrorismo para obtener ventajas políticas en el año de las elecciones, pidieron al ministro de Asuntos Exteriores, Colin L. Powell, que investigara por qué se habían cometido esos errores, originando una investigación por el inspector general. El Times se hizo con una copia de las conclusiones del inspector general, marcada con las palabras "delicado pero no clasificado".
El informe anual es encargado por Congreso desde 1987 como la principal herramientas de referencia del gobierno sobre operaciones, tendencias y grupos terroristas en el mundo y la respuesta de Estados Unidos ante ellos.
El documento es producido por el Congreso y agencias anti-terroristas norteamericanas para determinar cómo luchar contra el terrorismo, y es traducido al menos a cuatro idiomas de modo que la opinión pública, académicos y gobiernos extranjeros puedan usarlo para evaluar tendencias internacionales.
Los investigadores, bajo la supervisión del inspector general suplente del ministerio de Asuntos Exteriores, Cameron R. Hume, estuvieron a punto de solicitar una segunda revisión del informe, que goza de una amplia circulación. Pero concluyeron que el informe, incluso en su forma corregida, "no puede ser visto como fiable" debido a las estadísticas cuestionables sobre atentados terroristas, bajas y otros aspectos. El informe instaba a una mejor supervisión y gestión de los ficheros del informe anual sobre terrorismo.
Un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores rehusó comentar públicamente el informe interno, pero dijo que no había planes de corregir o volver a publicar el documento de 2003, Tendencias', por segunda vez. El funcionario dijo que el ministerio de Asuntos Exteriores estaba tomando medidas para modificar completamente el modo en que se compilaban las estadísticas sobre terrorismo.
"Creemos que lo mejor es seguir adelante, y asegurarnos de que se corrija lo que debe ser corregido", dijo el funcionario.
El viernes, el senador Patrick J. Leahy (demócrata, Vermont), uno de los legisladores que pidió la investigación, dijo que la falta de criterios objetivos para medir las acciones terroristas ponían en peligro la campaña contra el terrorismo.
"Sea por indolencia o incompetencia... estos errores han dañado la credibilidad de esta importante evaluación, socavando nuestra capacidad para determinar qué medidas y planes son los efectivos en la lucha contra el terrorismo", dijo Leahy.
Un funcionario del Congreso dijo que las conclusiones del inspector general confirmaban lo que los expertos han venido diciendo durante años -que el informe anual Tendencias' adolecía de serias fallas como herramienta para medir los avances en la guerra contra el terrorismo o analizar rápidamente la naturaleza fluctuante del terrorismo.
"Nos transformaremos en hazmerreír si lo volvemos a publicamos. Pero [no hacerlo] provocaría un serio problema de credibilidad", dijo el funcionario, un analista de terrorismo del Capitolio. "El informe determina dónde destinamos nuestros recursos, qué decimos a otros países, qué pensamos sobre las tendencias. Y esto echa por tierra nuestra fiabilidad. La gente ya no confía en nosotros".
Michael Kraft, un importante funcionario anti-terrorista en el ministerio de Asuntos Exteriores hasta principios de año, defendió el informe Tendencias' como extraordinariamente valioso, y dijo que era imposible ser completamente preciso debido a la cantidad de variables que se utilizan en el análisis del terrorismo.
"No es siempre fácil. Las cifras mismas no siempre dicen mucho. Hay que ponerlas en el contexto", dijo Kraft. "Incluso en los mejores análisis -y se invierte un montón de tiempo y trabajo en ellos- siempre habrá fallas".
En su informe interno, investigadores del ministerio de Asuntos Exteriores achacaron gran parte de la culpa a los problemas en 2003 con la transición a la nueva inter-agencia gubernamental Centro de Integración de Amenazas Terroristas, que empezó a encargarse el año pasado de la antigua responsabilidad de la CIA de gestionar la base de datos sobre terrorismo utilizada en la compilación de estadísticas para el informe anual.
Durante la transición, concluyeron los investigadores, hubo lagunas en el ingreso de datos, una supervisión inadecuada, falta de personal y cambios de personal que resultaron en una falta de empleados formados, de largo plazo. En especial el director de la unidad de la base de datos de la CIA abandonó a la agencia en diciembre de 2003 y no fue remplazado sino en abril de 2004.
Kraft describió muchos de los problemas como "dolores de parto" inevitables en toda nueva agencia. Pero los investigadores identificaron fallas más sistémicas, especialmente un largo tiempo detectado fallo del ministerio de Asuntos Exteriores, CIA y otras agencias en el uso de normas consistentes para identificar y clasificar acontecimientos relacionados con el terrorismo.
Por ejemplo, unos atentados múltiples en la misma ciudad -como los atentados con bomba el 25 de marzo de 2003 contra cuatro comisarías de policía de Naciones Unidas en Pristina, Serbia, y ataques contra dos embajadas en Caracas, Venezuela, el 25 de febrero- fueron contabilizados como un solo incidente terrorista.
Pero los ataques con granadas contra dos blancos en Cachemir el 12 de abril, y los atentados con bomba contra dos sinagogas en Estambul el 15 de noviembre, fueron cada uno clasificados como dos incidentes terroristas.
Además, algunos ítemes son incluidos o dejados de lado sin razón aparente. El descubrimiento de un artefacto explosivo en una planta de la IBM en Italia, el 31 de marzo, fue borrado sin ninguna explicación de la segunda versión del informe de 2003. Pero una encomienda-bomba oculta en un libro que fue enviada al Consulado de Grecia en Madrid el 8 de septiembre fue agregado a la versión corregida.
Investigadores dijeron que se dejaron archivos o actas para explicar el por qué de esas decisiones. Así los funcionarios "sólo podían especular sobre por qué algunos incidentes eran incluidos o excluidos", de acuerdo al informe.
Entretanto, hay obvias inconsistencias en el informe de 2003 corregido, dijo otro miembro del staff del Congreso.
Entre ellos: el informe corregido menciona 2.739 personas en la lista de bajas de atentados terroristas internacionales en 2002, y 3.072 bajas en una estadística separada. Instrucciones establecidas, entretanto, no toman en cuenta cambios en el terrorismo.
El informe considera terrorismo internacional la violencia contra blancos no combatientes por grupos sub-nacionales o agentes clandestinos y en el que se ven involucrados ciudadanos de dos o más países.
Esta definición deja fuera innumerables incidentes en Chechenia y más recientemente en Iraq, incluso cuando el gobierno de Bush asegura que Iraq estuvo en el centro de la guerra contra el terrorismo.
21 de noviembre de 2004
©los angeles times
©traducción mQh
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