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en congo mueren de hambre


[Bryan Mealer] Mientras el mundo ayuda a las víctimas del maremoto en el Océano Índico, se recuerda que en el Congo todavía mueren mil personas al día, de hambre y enfermedades causadas por la guerra.
Kinshasa, Congo. Incluso ahora, mientras miles de niños mueren todas las semanas por beber aguas contaminadas y por carecer de alimentos suficientes, y los habitantes de comunidades que en el pasado eran prósperas, viven ocultándose en la selva, los congoleños esperan poco de los países ricos del mundo.
Pero mientras el Congo observa la agitación mundial para reunir billones de ayuda para las víctimas del maremoto del 26 de diciembre, muchos aquí se preguntan por qué el sufrimiento asiático provoca la acción mientras que las penurias de África son recibidas en gran parte con apatía.
El Comité Internacional de Rescate, con sede en Nueva York, declaró que casi 4 millones de personas han muerto en el Congo desde el inicio de la guerra de cinco años en 1998, la mayoría de ellas por enfermedades y hambre -ambas inducidas como consecuencia directa de la guerra. La lucha continúa al este del país, el epicentro de la guerra, y 1.000 personas mueren cada día, la mitad de ellas niños de menos de 5 años.
El maremoto, en contraste, hasta ayer había matado a unas 150.000 personas. El desastre fue un azote repentino de la naturaleza, mientras las bajas del Congo se han acumulado lentamente, a manos del hombre.
"En los últimos seis años, millones de personas han muerto aquí a causa de la guerra", dijo Kudura Kasongo, portavoz del presidente Joseph Kabila. "En Asia, también están muriendo, y recibiendo dinero. ¿Por qué?"
"En Asia, también han muerto occidentales. Quizás es por eso", dijo Kasongo.
En primer lugar con 810 millones de dólares de Australia, las víctimas de la tragedia del Océano Índico recibirán un total de casi 4 billones de dólares.
En 2004, la ayuda humanitaria para el Congo llegó a 188 millones de dólares, unos 3 dólares por persona, declaró el Comité Internacional de Rescate.
"La crisis de Asia es temporal, pero aquí tenemos una catástrofe permanente", dijo Ingele Ifoto, un ministro de gobierno que hace poco encabezó un programa de retorno de 32.000 personas desplazadas desde la densamente poblada provincia de Equateur al norte del Congo. Muchos fueron encontrados deambulando desnudos en la selva, con sus ropas podridas.
El jueves, Gordon Brown, director de la Tesorería de Gran Bretaña, llamó a los países más ricos del mundo a contribuir 50 billones de dólares adicionales a los países más pobres, especialmente en África. El primer ministro Tony Blar describió la situación en África como "el equivalente de un maremoto evitable hecho por el hombre".

9 de enero de 2005
©boston globe
©traducción mQh

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