vendedor de misiles elogiaba a bin laden
[Robert Hanley] Trató de vender misiles para derribar aviones de pasajeros a un grupo terrorista imaginario.
Newark, Estados Unidos En sus primeras reuniones y llamadas telefónicas, el informante del FBI nacido en Pakistán, y el comerciante de ropas británico, hablaron sobre armas ucranianas, Osama bin Laden y los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
En una reunión en un hotel de Newark el 17 de enero de 2002, el dueño de la casa de modas, Hemant Lakhani, 69, elogió a bin Laden, diciendo que había actuado contra "esos idiotas", en una aparente referencia a los estadounidenses. De acuerdo a las transcripciones en posesión del tribunal, Lakhani le dijo al informante, al que conocía como Haji: "Todos los militantes están contentos porque esa gente se había puesto muy arrogante. Lo que hizo está bien".
Lakhani también le dijo a Haji, que se hacía pasar como representante de una organización terrorista somalí, que podía conseguir misiles y otras armas para el grupo de una empresa exportadora de armas de Ucrania que era propiedad del gobierno.
Haji, cuyo nombre verdadero es Muhammad Rehman, es ahora el principal testigo del gobierno federal en el juicio contra Lakhani en el Tribunal Distrital Federal por intentar proporcionar materiales de apoyo a terroristas y por tratar de vender armas sin licencia. Declaró durante dos días la semana pasada, cuando empezó el juicio, y se espera que vuelva al estrado de los testigos.
El gobierno federal asegura que la detención de Lakhani en agosto de 2003 desbarató una trama terrorista para usar misiles proporcionados por él contra aviones de pasajeros estadounidenses. Su abogado, Henry E. Klingeman, dijo al jurado en sus observaciones iniciales que su cliente no tenía sentimientos anti-norteamericanos, no era un terrorista y nunca había participado en ninguna venta ilegal de armas. Klingeman dijo que la acusación del FBI contra Lakhani era un caso de incitación ilegal.
En una carta a la juez Katharine S. Hayden, Klingeman dice que Rehman tenía al menos seis veredictos en su contra en cuatro estados y que debía al gobierno federal 9.000 dólares de impuestos atrasados. Pidió a la juez que le permitiera interrogar a Rehman sobre sus finanzas durante la examinación. La juez oirá los alegatos sobre la moción después de que el fiscal, Stuart Rabner, termina de interrogar a Rehman.
Durante los alegatos preliminares al juicio, Klingeman dijo que Rehman tenía deudas por 700.000 dólares. En respuesta, Rabner dijo que la cifra de 700.000 dólares era engañosa porque de ella 500.000 eran para pagar un operación a corazón abierto del hijo de Rehman y los restantes 200.000 dólares eran para los fallos que debía. En sus observaciones iniciales Rabner dijo que Rehman debía impuestos atrasados y que había estado implicado en "litigios comerciales". Dijo que Rehman no había sido condenado nunca por ningún delito.
Al principio de su testimonio el miércoles, Rehman dijo que se había implicado en el contrabando de armas en Afganistán después de que un negocio familiar de textiles quebrara y se convirtió en un informante del gobierno paquistaní en 1986. Declaró que fue llevado a Estados Unidos en 1996 por el gobierno federal después de que fuera amenazado, y se transformó en informante de la Agencia Antidrogas DEA y luego del FBI.
Rehman dijo que Pakistán y Estados Unidos le habían pagado un total de 400.000 dólares durante sus 18 años como informante. Declaró que el FBI le paga 6.000 dólares al mes.
Durante el interrogatorio de Rabner, Rehman dijo que no conocía a Lakhani y nunca había oído hablar de él antes de que Lakhani lo llamara en octubre de 2001. Rehman declaró que Lakhani le dijo que un hombre en India, llamado Abdul Qayyum, le había proporcionado su nombre. Rabner dijo que las autoridades creen que Qayyum es un terrorista.
Rehman dijo que Lakhani le dijo que hacía negocios en arroz, textiles, petróleo y armas y mencionó que podía conseguir armas en Ucrania. Dijo que había llamado inmediatamente al FBI para informar sobre el ofrecimiento de Lakhani.
También declaró que el FBI empezó a interceptar sus llamadas telefónicas y reuniones en diciembre de 2001.
Los dos hablaban en hindi y en urdu en la mayoría de las 200 llamadas y encuentros que tuvieron entre diciembre de 2001 y agosto de 2003. Las grabaciones han sido traducidas por el FBI con ayuda de Rehman.
Las armas fueron mencionadas varias veces en un encuentro de enero de 2002 en el hotel de Newark.
"¿Qué es lo último que tienes en misiles?", preguntó Rehman a Lakhani. "¿Algo siniestro, como los Stinger, con un alcance efectivo de al menos 500 metros?" Sí, respondió Lakhani.
El Stinger es la versión estadounidense de un misil que se puede lanzar desde los hombros.
Más tarde en la reunión Rehman dijo que el grupo terrorista somalí necesitaba entre 20 y 50 misiles y 200 a 300 armas anti-aéreas. "Está bien", respondió Lakhani. "Tenemos la cantidad que quieras".
10 de enero de 2005
©new york times
©traducción mQh
En una reunión en un hotel de Newark el 17 de enero de 2002, el dueño de la casa de modas, Hemant Lakhani, 69, elogió a bin Laden, diciendo que había actuado contra "esos idiotas", en una aparente referencia a los estadounidenses. De acuerdo a las transcripciones en posesión del tribunal, Lakhani le dijo al informante, al que conocía como Haji: "Todos los militantes están contentos porque esa gente se había puesto muy arrogante. Lo que hizo está bien".
Lakhani también le dijo a Haji, que se hacía pasar como representante de una organización terrorista somalí, que podía conseguir misiles y otras armas para el grupo de una empresa exportadora de armas de Ucrania que era propiedad del gobierno.
Haji, cuyo nombre verdadero es Muhammad Rehman, es ahora el principal testigo del gobierno federal en el juicio contra Lakhani en el Tribunal Distrital Federal por intentar proporcionar materiales de apoyo a terroristas y por tratar de vender armas sin licencia. Declaró durante dos días la semana pasada, cuando empezó el juicio, y se espera que vuelva al estrado de los testigos.
El gobierno federal asegura que la detención de Lakhani en agosto de 2003 desbarató una trama terrorista para usar misiles proporcionados por él contra aviones de pasajeros estadounidenses. Su abogado, Henry E. Klingeman, dijo al jurado en sus observaciones iniciales que su cliente no tenía sentimientos anti-norteamericanos, no era un terrorista y nunca había participado en ninguna venta ilegal de armas. Klingeman dijo que la acusación del FBI contra Lakhani era un caso de incitación ilegal.
En una carta a la juez Katharine S. Hayden, Klingeman dice que Rehman tenía al menos seis veredictos en su contra en cuatro estados y que debía al gobierno federal 9.000 dólares de impuestos atrasados. Pidió a la juez que le permitiera interrogar a Rehman sobre sus finanzas durante la examinación. La juez oirá los alegatos sobre la moción después de que el fiscal, Stuart Rabner, termina de interrogar a Rehman.
Durante los alegatos preliminares al juicio, Klingeman dijo que Rehman tenía deudas por 700.000 dólares. En respuesta, Rabner dijo que la cifra de 700.000 dólares era engañosa porque de ella 500.000 eran para pagar un operación a corazón abierto del hijo de Rehman y los restantes 200.000 dólares eran para los fallos que debía. En sus observaciones iniciales Rabner dijo que Rehman debía impuestos atrasados y que había estado implicado en "litigios comerciales". Dijo que Rehman no había sido condenado nunca por ningún delito.
Al principio de su testimonio el miércoles, Rehman dijo que se había implicado en el contrabando de armas en Afganistán después de que un negocio familiar de textiles quebrara y se convirtió en un informante del gobierno paquistaní en 1986. Declaró que fue llevado a Estados Unidos en 1996 por el gobierno federal después de que fuera amenazado, y se transformó en informante de la Agencia Antidrogas DEA y luego del FBI.
Rehman dijo que Pakistán y Estados Unidos le habían pagado un total de 400.000 dólares durante sus 18 años como informante. Declaró que el FBI le paga 6.000 dólares al mes.
Durante el interrogatorio de Rabner, Rehman dijo que no conocía a Lakhani y nunca había oído hablar de él antes de que Lakhani lo llamara en octubre de 2001. Rehman declaró que Lakhani le dijo que un hombre en India, llamado Abdul Qayyum, le había proporcionado su nombre. Rabner dijo que las autoridades creen que Qayyum es un terrorista.
Rehman dijo que Lakhani le dijo que hacía negocios en arroz, textiles, petróleo y armas y mencionó que podía conseguir armas en Ucrania. Dijo que había llamado inmediatamente al FBI para informar sobre el ofrecimiento de Lakhani.
También declaró que el FBI empezó a interceptar sus llamadas telefónicas y reuniones en diciembre de 2001.
Los dos hablaban en hindi y en urdu en la mayoría de las 200 llamadas y encuentros que tuvieron entre diciembre de 2001 y agosto de 2003. Las grabaciones han sido traducidas por el FBI con ayuda de Rehman.
Las armas fueron mencionadas varias veces en un encuentro de enero de 2002 en el hotel de Newark.
"¿Qué es lo último que tienes en misiles?", preguntó Rehman a Lakhani. "¿Algo siniestro, como los Stinger, con un alcance efectivo de al menos 500 metros?" Sí, respondió Lakhani.
El Stinger es la versión estadounidense de un misil que se puede lanzar desde los hombros.
Más tarde en la reunión Rehman dijo que el grupo terrorista somalí necesitaba entre 20 y 50 misiles y 200 a 300 armas anti-aéreas. "Está bien", respondió Lakhani. "Tenemos la cantidad que quieras".
10 de enero de 2005
©new york times
©traducción mQh
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