narcos ponen en jaque a méxico
Guerra de carteles aterroriza al país. La guerra del narcotráfico volvió a recrudecer en México con la ejecución de seis guardias de un penal y muertes en diversos puntos del país en los últimos días, mientras el presidente Vicente Fox aseguró que utilizará todos los recursos del Estado para enfrentar el problema.
Ciudad de México, México. Seis guardias federales aparecieron el jueves ejecutados, con las manos esposadas, en el exterior de una cárcel de máxima seguridad en Matamoros, una ciudad fronteriza a unos 1.070 kilómetros al noreste de la capital, en el Estado de Tamaulipas.
El mismo jueves, acentuando el ambiente de descontrol en las cárceles mexicanas, el director de un centro penitenciario en el Estado de Puebla (centro) se suicidó de un balazo, mientras que el abogado del capo del cartel de Tijuana, Benjamín Arellano Félix, fue asesinado a quemarropa, en Toluca (centro).
En Sinaloa, el gobierno estatal anunció la destitución de tres directores de sendos penales del Estado, después de una fuga de presos. A principios de semana, otros tres reos se fugaron de otro penal en Islas Marías, en el Pacífico.
Desafío al Gobierno
"Es claro que los homicidios cometidos en Tamaulipas constituyen un intento de desafío al Estado, como reacción a la contundencia con que el gobierno federal ha atacado los intereses del crimen organizado", declaró Fox, en un comunicado, tras una reunión con su gabinete de seguridad.
"En esta lucha contra la delincuencia, el gobierno federal no tendrá más límite que el que la Constitución le marca", añadió.
"Estamos en una guerra permanente, hay una alerta general en este momento", declaró este viernes una alta fuente gubernamental bajo anonimato.
La nueva y sangrienta oleada se desató básicamente tras la captura en marzo de 2003 de Osiel Cárdenas, jefe del cártel del Golfo, precisamente en Tamaulipas, según la Procuraduría mexicana.
Esa captura desató forcejeos entre las organizaciones que dominan el narcotráfico en México (de dos a ocho, según las fuentes), una lucha que se ha generalizado a todo el país.
"La guerra de los carteles se ha acelerado, eso explica los asesinatos, hay una recomposición del crimen organizado", añadió la fuente gubernamental bajo anonimato.
"Desde los penales se están operando secuestros, extorsiones, se ordenan ejecuciones", denunció una organización no gubernamental, el Consejo ciudadano para la seguridad pública y la justicia penal.
Los escándalos se concentran en los tres penales de máxima seguridad en el país, donde están internados los grandes capos del narcotráfico.
En esos centros, que teóricamente están sometidos a estrictas medidas de seguridad, han sido asesinados a balazos varios reclusos en los últimos meses.
El Hermano del Chapo'
El último asesinato fue el de un hermano de Joaquín Chapo' Guzmán en el penal de La Palma' (centro), el 31 de diciembre.
El Chapo' Guzmán es considerado el capo del cartel de Sinaloa, y él mismo se fugó hace cuatro años de una cárcel de Jalisco (oeste).
Armas, drogas, computadoras, teléfonos celulares, televisores, hasta citas con prostitutas eran algo habitual en La Palma', con capacidad para 724 reclusos, según las investigaciones posteriores.
Osiel Cárdenas, el capo del Golfo, podía salir hasta doce horas diarias de su celda para preparar con total impunidad la defensa de sus casos, reconocieron las autoridades.
Esos descubrimientos le costaron el cargo al responsable de la seguridad de los penales en el ámbito federal.
La semana pasada el gobierno desplegó más de 700 agentes, soldados y hasta tanquetas en La Palma', ante lo que parecía la inminencia de otro escándalo mayúsculo, en forma de una fuga masiva o de un ajuste de cuentas interno, según distintas fuentes.
El lunes, el gobierno ordenó la dispersión de varios capos y criminales de La Palma', para evitar esa concentración de criminales de alta peligrosidad.
22 de enero de 2005
©univisión
El mismo jueves, acentuando el ambiente de descontrol en las cárceles mexicanas, el director de un centro penitenciario en el Estado de Puebla (centro) se suicidó de un balazo, mientras que el abogado del capo del cartel de Tijuana, Benjamín Arellano Félix, fue asesinado a quemarropa, en Toluca (centro).
En Sinaloa, el gobierno estatal anunció la destitución de tres directores de sendos penales del Estado, después de una fuga de presos. A principios de semana, otros tres reos se fugaron de otro penal en Islas Marías, en el Pacífico.
Desafío al Gobierno
"Es claro que los homicidios cometidos en Tamaulipas constituyen un intento de desafío al Estado, como reacción a la contundencia con que el gobierno federal ha atacado los intereses del crimen organizado", declaró Fox, en un comunicado, tras una reunión con su gabinete de seguridad.
"En esta lucha contra la delincuencia, el gobierno federal no tendrá más límite que el que la Constitución le marca", añadió.
"Estamos en una guerra permanente, hay una alerta general en este momento", declaró este viernes una alta fuente gubernamental bajo anonimato.
La nueva y sangrienta oleada se desató básicamente tras la captura en marzo de 2003 de Osiel Cárdenas, jefe del cártel del Golfo, precisamente en Tamaulipas, según la Procuraduría mexicana.
Esa captura desató forcejeos entre las organizaciones que dominan el narcotráfico en México (de dos a ocho, según las fuentes), una lucha que se ha generalizado a todo el país.
"La guerra de los carteles se ha acelerado, eso explica los asesinatos, hay una recomposición del crimen organizado", añadió la fuente gubernamental bajo anonimato.
"Desde los penales se están operando secuestros, extorsiones, se ordenan ejecuciones", denunció una organización no gubernamental, el Consejo ciudadano para la seguridad pública y la justicia penal.
Los escándalos se concentran en los tres penales de máxima seguridad en el país, donde están internados los grandes capos del narcotráfico.
En esos centros, que teóricamente están sometidos a estrictas medidas de seguridad, han sido asesinados a balazos varios reclusos en los últimos meses.
El Hermano del Chapo'
El último asesinato fue el de un hermano de Joaquín Chapo' Guzmán en el penal de La Palma' (centro), el 31 de diciembre.
El Chapo' Guzmán es considerado el capo del cartel de Sinaloa, y él mismo se fugó hace cuatro años de una cárcel de Jalisco (oeste).
Armas, drogas, computadoras, teléfonos celulares, televisores, hasta citas con prostitutas eran algo habitual en La Palma', con capacidad para 724 reclusos, según las investigaciones posteriores.
Osiel Cárdenas, el capo del Golfo, podía salir hasta doce horas diarias de su celda para preparar con total impunidad la defensa de sus casos, reconocieron las autoridades.
Esos descubrimientos le costaron el cargo al responsable de la seguridad de los penales en el ámbito federal.
La semana pasada el gobierno desplegó más de 700 agentes, soldados y hasta tanquetas en La Palma', ante lo que parecía la inminencia de otro escándalo mayúsculo, en forma de una fuga masiva o de un ajuste de cuentas interno, según distintas fuentes.
El lunes, el gobierno ordenó la dispersión de varios capos y criminales de La Palma', para evitar esa concentración de criminales de alta peligrosidad.
22 de enero de 2005
©univisión
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