elektra, ¿qué más quiere una chica?
[Manohla Dargis]La última película de Hollywood en dar un mal nombre al cómic, Elektra', tiene de protagonista de Jennifer Garner como una heroína que se viste como fetichista y con el color de la sangre antes de eliminar a todo hombre que se ponga por delante.
"Tus padre deben haber tenido sentido del humor", le dice a Elektra el prometedor guapo y valeroso posible amante sobre su mito-poético nombre. Su respuesta es negativa: no lo tenían, y ella tampoco. Esta chica debe tener un complejo (o dos), pero como el desvencijado vehículo que la transporta, Elektra no tiene sentido del humor de ninguna manera.
Creada en los años ochenta por el autor de historietas Frank Miller mientras trabajaba en Daredevil', de Marvel, Elektra inicialmente apareció como la locura romántica del superhéroe titular transformada en némesis. Volvió a aparecer décadas más tarde, esta vez en la apenas digerible mediocridad de lo mismo, con Ben Affleck.
Affleck, llevando un desafortunado ajustado traje más apropiado para un bailarín de Las Vegas, fue el héroe de esa película, de la que lo salvó la gracia de Garner. La actriz se robó todas las escenas y ahora ha sido recompensada con el rol protagonista de su igualmente aburrido derivado. Qué pérdida, no solo porque Elektra debería y podría causar impacto -después de todo, es una ingenua estudiante universitaria que se ha cambiado en ninja asesina-, sino también porque Garner también puede, y a veces lo logra.
Las superheroínas son una raza rara. Hay todo tipo de razones para explicarlo, incluyendo que culturalmente hay siempre algo perturbador, incluso inquietante en una mujer que anda (o vuela) sola. Eso puede explicar por qué tantas superheroínas andan en grupo o se unen a algún superhéroe. (Recuérdese que antes de que se vistiera de ese bonito traje rojo, azul y blanco, la Mujer Maravilla se pasaba todo el tiempo con sus hermanas en la Isla del Paraíso). Dados sus antecedentes cuando se trata de mujeres, no es sorprendente que Hollywood haya fracasado en crear superheroínas tan ricamente concebidas como las que vemos en la televisión o en las películas de Hong Kong, donde durante décadas chicas alfa han estado sobrevolando el cielo y luchando con sus tacos altos contra los malvados y, a veces, contra sus propios demonios personales.
Hollywood tiene también un historial bastante mísero cuando se trata de superhéroes, como testimonia la reducción de la licencia Batman' (que renacerá pronto) y las sobrevaloradas películas de los X-Men'. Sin embargo, la necesidad de nuevas estrellas femeninas con sonrisas tan amplias y seductoras como la de Julia Roberts, es lo bastante urgente como para que los estudios lanzaran Elektra' sin exigir más creatividad al director de la película, Rob Bowman, y a los guionistas -Zak Penn, Stuart Zicherman y Raven Metzner-, ni a sus modistas -Lisa Tomczeszyn- y de la adiestradora personal de Garner, Valerie Waters. La Elektra de Miller no tiene el pedigrí del personaje creado por Eurípides y Sófocles, pero es el tipo de creación -conflicto moral más super cuerpo- que allanaría de risas el camino hacia el banco de los productores.
Elektra provoca algunas risas, especialmente debido a que el guión es ridículo. La historia -lo que hay de historia- gira en torno a un amante posible (Goran Visnjic) y su hija (la mediocre Kirsten Prout), que son blanco de un oscuro grupo llamado La Mano. Una banda de asiáticos, en su mayoría, que sigue peligrosamente el estereotipo de la variead Fu Manchú, La Mano es dirigida por el elegante actor Cary-Hiroyuki Tagawa. Tagawa no hace mucho, excepto mirar misteriosamente; su personaje deja el trabajo sucio a un grupo de jóvenes asesinos con nombres como Tatttoo [Tatuaje] y Typhoid [Fiebre Tifoidea], que tratan de mirar amenazantes pero con demasiado rímel y el todo acompañado con algunos pegajosos y poco convincentes efectos especiales.
Sin duda, el mejor efecto especial de la película es Garner, especialmente cuando aparece vestida. Como Edna Mode explica, la modista del minúsculo traje en Los Increíbles', es el traje el que hace al superhéroe, y eso es también verdad en este caso. Como muchas mujeres de cómic, Elektra parece como si hubiera sido dibujada por un hombre con una profunda familiaridad con la obra de Russ Meyer. Tomczeszyn ha canjeado el vestuario fetichista del personaje por algo que se parece a un show de ventana del Día de los Enamorados de Victoria's Secret, pero el principio general se mantiene (super figura). Hay que observar que toda vez que Elektra se mete en su traje de satén, también se suelta el pelo, lo que uno pensaría que obstaculizaría sus artes guerreras. Nunca las estorba. Debe tener algún tipo de super suavizante.
Elektra' ha sido aconsejada PG-13 (se encomienda a los padres acompañar a los pequeños). La película muestra a Garner en varias fases de un muy modesto desnudo y algunas escenas de leve violencia.
Director Rob Bowman Guión Zak Penn, Stuart Zicherman y Raven Metzner, basada en el personaje de Marvel Comics por Frank Miller Fotografía Bill Roe Editado por Kevin Stitt Música Christophe Beck Vestuario Lisa Tomczeszyn Director de Producción Graeme Murray Productor Arnon Milchan, Gary Foster y Avi Arad. Reparto Jennifer Garner (Elektra), Terence Stamp (Stick), Kirsten Prout (Abby), Goran Visnjic (Mark), Cary-Hiroyuki Tagawa (Roshi), Will Yun Lee (Kirigi) y Natassia Malthe (Typhoid).
22 de enero de 2005
©new york times
©traducción mQh
Creada en los años ochenta por el autor de historietas Frank Miller mientras trabajaba en Daredevil', de Marvel, Elektra inicialmente apareció como la locura romántica del superhéroe titular transformada en némesis. Volvió a aparecer décadas más tarde, esta vez en la apenas digerible mediocridad de lo mismo, con Ben Affleck.
Affleck, llevando un desafortunado ajustado traje más apropiado para un bailarín de Las Vegas, fue el héroe de esa película, de la que lo salvó la gracia de Garner. La actriz se robó todas las escenas y ahora ha sido recompensada con el rol protagonista de su igualmente aburrido derivado. Qué pérdida, no solo porque Elektra debería y podría causar impacto -después de todo, es una ingenua estudiante universitaria que se ha cambiado en ninja asesina-, sino también porque Garner también puede, y a veces lo logra.
Las superheroínas son una raza rara. Hay todo tipo de razones para explicarlo, incluyendo que culturalmente hay siempre algo perturbador, incluso inquietante en una mujer que anda (o vuela) sola. Eso puede explicar por qué tantas superheroínas andan en grupo o se unen a algún superhéroe. (Recuérdese que antes de que se vistiera de ese bonito traje rojo, azul y blanco, la Mujer Maravilla se pasaba todo el tiempo con sus hermanas en la Isla del Paraíso). Dados sus antecedentes cuando se trata de mujeres, no es sorprendente que Hollywood haya fracasado en crear superheroínas tan ricamente concebidas como las que vemos en la televisión o en las películas de Hong Kong, donde durante décadas chicas alfa han estado sobrevolando el cielo y luchando con sus tacos altos contra los malvados y, a veces, contra sus propios demonios personales.
Hollywood tiene también un historial bastante mísero cuando se trata de superhéroes, como testimonia la reducción de la licencia Batman' (que renacerá pronto) y las sobrevaloradas películas de los X-Men'. Sin embargo, la necesidad de nuevas estrellas femeninas con sonrisas tan amplias y seductoras como la de Julia Roberts, es lo bastante urgente como para que los estudios lanzaran Elektra' sin exigir más creatividad al director de la película, Rob Bowman, y a los guionistas -Zak Penn, Stuart Zicherman y Raven Metzner-, ni a sus modistas -Lisa Tomczeszyn- y de la adiestradora personal de Garner, Valerie Waters. La Elektra de Miller no tiene el pedigrí del personaje creado por Eurípides y Sófocles, pero es el tipo de creación -conflicto moral más super cuerpo- que allanaría de risas el camino hacia el banco de los productores.
Elektra provoca algunas risas, especialmente debido a que el guión es ridículo. La historia -lo que hay de historia- gira en torno a un amante posible (Goran Visnjic) y su hija (la mediocre Kirsten Prout), que son blanco de un oscuro grupo llamado La Mano. Una banda de asiáticos, en su mayoría, que sigue peligrosamente el estereotipo de la variead Fu Manchú, La Mano es dirigida por el elegante actor Cary-Hiroyuki Tagawa. Tagawa no hace mucho, excepto mirar misteriosamente; su personaje deja el trabajo sucio a un grupo de jóvenes asesinos con nombres como Tatttoo [Tatuaje] y Typhoid [Fiebre Tifoidea], que tratan de mirar amenazantes pero con demasiado rímel y el todo acompañado con algunos pegajosos y poco convincentes efectos especiales.
Sin duda, el mejor efecto especial de la película es Garner, especialmente cuando aparece vestida. Como Edna Mode explica, la modista del minúsculo traje en Los Increíbles', es el traje el que hace al superhéroe, y eso es también verdad en este caso. Como muchas mujeres de cómic, Elektra parece como si hubiera sido dibujada por un hombre con una profunda familiaridad con la obra de Russ Meyer. Tomczeszyn ha canjeado el vestuario fetichista del personaje por algo que se parece a un show de ventana del Día de los Enamorados de Victoria's Secret, pero el principio general se mantiene (super figura). Hay que observar que toda vez que Elektra se mete en su traje de satén, también se suelta el pelo, lo que uno pensaría que obstaculizaría sus artes guerreras. Nunca las estorba. Debe tener algún tipo de super suavizante.
Elektra' ha sido aconsejada PG-13 (se encomienda a los padres acompañar a los pequeños). La película muestra a Garner en varias fases de un muy modesto desnudo y algunas escenas de leve violencia.
Director Rob Bowman Guión Zak Penn, Stuart Zicherman y Raven Metzner, basada en el personaje de Marvel Comics por Frank Miller Fotografía Bill Roe Editado por Kevin Stitt Música Christophe Beck Vestuario Lisa Tomczeszyn Director de Producción Graeme Murray Productor Arnon Milchan, Gary Foster y Avi Arad. Reparto Jennifer Garner (Elektra), Terence Stamp (Stick), Kirsten Prout (Abby), Goran Visnjic (Mark), Cary-Hiroyuki Tagawa (Roshi), Will Yun Lee (Kirigi) y Natassia Malthe (Typhoid).
22 de enero de 2005
©new york times
©traducción mQh
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