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el pasado mirado por un niño


[A. O. Scott] Chile de los años setenta visto a través de los ojos de un niño.
Los niños ven más de lo que entienden, y entienden más de lo que saben. Su intensa pero limitada manera de ver el mundo, a veces interpretada sensibleramente como inocencia moral, es una de las razones por la que son frecuentemente colocados en el centro de películas sobre guerras, revoluciones y otras formas de trastornos sociales y desastres políticos. Gonzalo (Marías Quer), el niño de 11 años en el centro de ‘Machuca', de Andrés Wood, se inclina cautelosamente hacia la adolescencia, preocupado con la mezquina violencia del patio de la escuela y las subentendidas miserias de su casa de clase media alta de Santiago.
Pero debido a que su madurez toma lugar en Chile en 1973, sus penurias corrientes, alegrías y ritos de pasaje están cargados de una inmoderada pasión. La audiencia, consciente desde el principio de que el golpe militar contra el gobierno de Salvador Allende acecha en el horizonte, ve su simpatía por este niño -y su nostalgia más general de la infancia- ensombrecida por la ansiedad y la aprehensión.
En general, Wood, cuya película se basa en acontecimientos de su propia infancia, confina la historia a la perspectiva de Gonzalo. Insinuaciones sobre la volátil situación política de Chile surgen casi casualmente, a través de la televisión, las pintadas en la calle y las conversaciones entre adultos oídas por casualidad. Pero no queda ninguna duda de que el universo privado de Gonzalo, como el de su país, está en un estado de conmoción. Un amoroso y pasivo niño, Gonzalo se ve obligado a acompañar a su madre (Aline Küppenheim) a visitar a su amante, un hedonista rico y más viejo que compra la complicidad del chiquillo con una bonita edición encuadernada de las historietas de El Llanero Solitario. En casa, Gonzalo tiene que vérselas con su apático padre y el patán de novio de su hermana. En la escuela inglesa privada a la que asiste Gonzalo, el director (Ernesto Malbrán), un cura arrebatado con el espíritu experimental e igualitario del gobierno de Allende, otorga becas de estudio a algunos niños de unas barriadas cercanas.
Uno de ellos, Pedro Machuca (Ariel Mateluna), se hace amigo de Gonzalo, y lo introduce al otro lado de la vida en Santiago. Pedro también presenta a Gonzalo a Silvana (Manuela Martelli), una dura e intrépida niña de una villa miseria que se transforma en una compañera frecuente, y en el alma de un dulce triángulo romántico que hace que partes de ‘Machuca' parezcan una juvenil versión de ‘Jules y Jim'. Los tres amigos ayudan al padre de Silvana a sacar partido de la situación política vendiendo banderas en manifestaciones de los rivales, y juegan a darse besos en la ribera de un fangoso arroyo.
‘Machuca', la candidatura de Chile de este año a los Academy Awards, es a la vez dulce y ácida, ajustada tanto a las maravillas de la infancia como a su crueldad y terror. Wood deja que la historia se desenvuelva a un ritmo pausado, casi holgazán, que corresponde con la conciencia de su joven protagonista. Hay momentos que parecen forzados y esquemáticos -en especial esos en que insiste en mostrar la escuela de Gonzalo como un microcosmos de una sociedad dividida clases e ideología.
El logro más grande de la película es que muestra tanto la fragilidad como la tenacidad de esas divisiones. La amistad entre Gonzalo y Pedro muestra lo arbitrarias que son y cómo el afecto y la decencia pueden superar esas diferencias. Pero las circunstancias históricas excluyen los falsos consuelos o el optimismo de una redención.
Wood pone fin a la idilio juvenil de Gonzalo con unas breves y dolorosas escenas del golpe militar que captan la ruda y enfática fuerza con que el gobierno autoritario anuncia su llegada. La televisión proclama que el ejército ha restablecido el orden, y el titular de un diario el retorno a la normalidad. Pero las escenas de soldados ocupando la escuela de Gonzalo y sometiendo el vecindario de Pedro muestran la realidad más allá de todo eufemismo. Mientras las simpatías políticas de Wood están claramente con las víctimas del golpe, nunca sugiere que los acontecimientos de septiembre de 1973 fueran simples, o de puedan entenderse fácilmente. ‘Machuca', sin embargo, tiene una severa y pesada claridad. Su objetivo no es ajustar cuentas o reabrir viejas heridas, sino más bien explorar, después de un largo período de represión, la posibilidad del pesar. La condición juvenil que evoca más fuertemente no es la inocencia, sino la impotencia -el descubrimiento de que eres incapaz de proteger a la gente que quieres, y también incapaz de protegerte a ti mismo de la vergüenza de tu propio fracaso.

Director Andrés Wood Guión Roberto Brodsky, Mamoun Hassan y A. Wood Fotografía Miguel Joan Littin Montaje Fernando Pardo Música José Miguel Miranda y José Miguel Tobar Diseño de Producción María Eugenia Hederra Producción A. Wood, Gerardo Herrero y Mr.Hassan Reparto Matías Quer (Gonzalo Infante), Ariel Mateluna (Pedro Machuca), Manuela Martelli (Silvana) and Ernesto Malbrán (Padre McEnroe).

19 de enero de 2005
23 de enero de 2005
©new york times
©traducción mQh

1 comentario

Leandra Brunet -

Sr Director, un saludo desde Oslo.

Estimado: Junto con saludarles, me permito adjuntar la página de mi libro, libro que espero sea de su interés.
El tema de derechos humanos es un tema muy latente en estos momentos en Chile. Aunque con gran agrado
puedo decir que mi libro sera material obligatorio en las escuelas basicas de Noruega.
Como hija de ejecutado Marcelo Guzman Fuentes ejecutado en el centro de concentracion de Pisagua, el 29 de septiembre de 1973, posteriormente encontrado en la primera fosa comun que se encontro en CHile. Para mi es de suma importancia difundir al mundo mi testimonio. La memoria histórica de mi país sigue siendo un tema muy sensible para todos los chilenos y en especial para aquellos que nos vimos envueltos en esa experiencia tan amarga y dura.
Escribí mi libro en memoria a mi padre y a sus compañeros ejecutados en el campo de concentración de Pisagua, con el fin de que mi testimonio contribuya a la memoria historica de mi país. Este es el primer libro que escribe un hijo de Detenido desaparecido y ejecutados en Chile y America Latina.
Leandra Brunet
47 40285693
47 67420667

Con el reloj de mi abuela

Escrito en un lenguaje sincero y directo este libro es un relato conmovedor y necesario
en que la autora de once años cuenta las atrocidades que tuvo que enfrentar, junto a su familia,
durante la dictadura de Pinochet.
Siendo aún una niña de 11 años debió sufrir la ejecución de su padre y el exilio
junto a sus seres queridos.
Escrito en un lenguaje sincero y directo este libro es un relato conmovedor y necesario
en que la autora de once años cuenta las atrocidades que tuvo que enfrentar, junto a su familia,
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Siendo aún una niña de 11 años debió sufrir la ejecución de su padre y el exilio
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www.escritores.cl

Librerias que el libro se esta vendiendo

ISBN: 978-956-319-931-4
IMPRESO EN GRÁFICA LOMISBN: 978-956-319-931-4
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