españa regulariza a ilegales
Inmigrantes inician carrera contrarreloj en España para tener papeles.
Madrid, España. Los inmigrantes comenzaron este lunes en España una carrera contrarreloj y contra la falta de medios en algunas administraciones para tratar de reunir los papeles que les permitan acogerse al proceso extraordinario de regularización abierto hasta el 7 de mayo.
"No tienen suficiente personal y no han puesto más, siguen teniendo las mismas cinco personas de siempre", dice enfadado a la AFP, Juan Darsi, un argentino que sale de la junta de Distrito de Arganzuela, sur de Madrid, tras tratar infructuosamente de lograr un certificado de empadronamiento.
El certificado de empadronamiento en un ayuntamiento español con fecha previa al 7 de agosto de 2004 incluida, junto con un certificado de antecedentes penales de su país de origen y un contrato de trabajo de seis meses, son condiciones indispensables para poder optar al proceso.
Según datos oficiales, en España residen 2,6 millones de extranjeros, un millón de los cuales estén en situación irregular.
Bajo la lluvia, Darsi enseña un volante' (justificativo) de empadronamiento que obtuvo en diciembre pasado, pero ese documento no es válido y necesita un certificado' de empadronamiento, que garantiza que los datos han sido cotejados oficialmente.
Este ha sido el principal problema con que se han encontrado muchos de los empleadores que a partir de las 16h00 (15h00 GMT) han acudido a los centros de la Seguridad Social española para presentar las solicitudes de regularización de sus empleados.
"Me dicen que el volante no vale y que tiene que ser un certificado de empadronamiento, pero eso no lo especificaban en la información" del proceso, afirma a la AFP Janeth, una joven ecuatoriana que trabaja como empleada de hogar y cuya empleadora, una anciana española que va con ella, no ha podido presentar su solicitud por la falta de este papel.
"Hay una total descoordinación con el ayuntamiento", señala la peruana Maive Valverde, de la Organización No Gubernamental Hombre y Tierra, que asesora a inmigrantes, principalmente latinoamericanos y europeos del este, que se quieren acoger a la regularización.
Maive ha acompañado a Janeth y su organización ha ayudado a reunir la documentación necesaria para unas 300 solicitudes, aunque ha dado información a más de 4.000.
"Los principales grupos vienen de Ecuador (primera comunidad latinoamericana en España), Bolivia, Colombia, Rumania o Bulgaria", añade, pero afirma que le es imposible dar cifras exactas.
"Hasta ahora he atendido a tres y todos estaban mal. Les faltaba algún papel o no lo han presentado como es debido", señala uno de los funcionarios de la Seguridad Social, encargado de recibir las solicitudes, que prefiere mantener el anonimato.
El problema de los certificados de empadronamiento amenaza con volver a organizar grandes colas ante las juntas de distrito madrileñas para pedir este documento.
"Tendrían que ampliar el horario y atender mejor. Sólo me falta este papel", dice Darsi, que es una de las personas que se quedaron fuera de las 200 que ya recibieron su número de turno para ser atendidas en los días posteriores en la junta de Arganzuela.
"No me dejan pasar. Me han dicho que vuelva mañana a las 11H00", dice Luis, un joven ecuatoriano, que ha dejado de ir a su trabajo para pedir su certificado de empadronamiento.
Llegado a España hace cuatro años y trabajador de la construcción, Luis se queja de perder horas de trabajo. "No puedo perder un día más de trabajo. Mañana vendré hasta la 13H00 y luego iré al trabajo", señala.
Los empresarios están muy bien dispuestos y sólo esperan recibir la documentación de sus empleados para poder acudir a presentar las solicitudes de regulación de sus trabajadores, coinciden tanto Luis como Juan.
8 de febrero de 2005
©mi punto
Madrid, España. Los inmigrantes comenzaron este lunes en España una carrera contrarreloj y contra la falta de medios en algunas administraciones para tratar de reunir los papeles que les permitan acogerse al proceso extraordinario de regularización abierto hasta el 7 de mayo. "No tienen suficiente personal y no han puesto más, siguen teniendo las mismas cinco personas de siempre", dice enfadado a la AFP, Juan Darsi, un argentino que sale de la junta de Distrito de Arganzuela, sur de Madrid, tras tratar infructuosamente de lograr un certificado de empadronamiento.
El certificado de empadronamiento en un ayuntamiento español con fecha previa al 7 de agosto de 2004 incluida, junto con un certificado de antecedentes penales de su país de origen y un contrato de trabajo de seis meses, son condiciones indispensables para poder optar al proceso.
Según datos oficiales, en España residen 2,6 millones de extranjeros, un millón de los cuales estén en situación irregular.
Bajo la lluvia, Darsi enseña un volante' (justificativo) de empadronamiento que obtuvo en diciembre pasado, pero ese documento no es válido y necesita un certificado' de empadronamiento, que garantiza que los datos han sido cotejados oficialmente.
Este ha sido el principal problema con que se han encontrado muchos de los empleadores que a partir de las 16h00 (15h00 GMT) han acudido a los centros de la Seguridad Social española para presentar las solicitudes de regularización de sus empleados.
"Me dicen que el volante no vale y que tiene que ser un certificado de empadronamiento, pero eso no lo especificaban en la información" del proceso, afirma a la AFP Janeth, una joven ecuatoriana que trabaja como empleada de hogar y cuya empleadora, una anciana española que va con ella, no ha podido presentar su solicitud por la falta de este papel.
"Hay una total descoordinación con el ayuntamiento", señala la peruana Maive Valverde, de la Organización No Gubernamental Hombre y Tierra, que asesora a inmigrantes, principalmente latinoamericanos y europeos del este, que se quieren acoger a la regularización.
Maive ha acompañado a Janeth y su organización ha ayudado a reunir la documentación necesaria para unas 300 solicitudes, aunque ha dado información a más de 4.000.
"Los principales grupos vienen de Ecuador (primera comunidad latinoamericana en España), Bolivia, Colombia, Rumania o Bulgaria", añade, pero afirma que le es imposible dar cifras exactas.
"Hasta ahora he atendido a tres y todos estaban mal. Les faltaba algún papel o no lo han presentado como es debido", señala uno de los funcionarios de la Seguridad Social, encargado de recibir las solicitudes, que prefiere mantener el anonimato.
El problema de los certificados de empadronamiento amenaza con volver a organizar grandes colas ante las juntas de distrito madrileñas para pedir este documento.
"Tendrían que ampliar el horario y atender mejor. Sólo me falta este papel", dice Darsi, que es una de las personas que se quedaron fuera de las 200 que ya recibieron su número de turno para ser atendidas en los días posteriores en la junta de Arganzuela.
"No me dejan pasar. Me han dicho que vuelva mañana a las 11H00", dice Luis, un joven ecuatoriano, que ha dejado de ir a su trabajo para pedir su certificado de empadronamiento.
Llegado a España hace cuatro años y trabajador de la construcción, Luis se queja de perder horas de trabajo. "No puedo perder un día más de trabajo. Mañana vendré hasta la 13H00 y luego iré al trabajo", señala.
Los empresarios están muy bien dispuestos y sólo esperan recibir la documentación de sus empleados para poder acudir a presentar las solicitudes de regulación de sus trabajadores, coinciden tanto Luis como Juan.
8 de febrero de 2005
©mi punto
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