en china no hay rap gangsteril
[Ralph Frammolino] El hip-hop ha prendido en China, pero la censura lo limpia. Las cancioncitas aguadas son incluso usadas en anuncios del servicio público.
Pekín, China. Él es un chico que abandonó la escuela secundaria y usa un pañuelo grande apretado estrechamente a su cráneo. Su hutong', o vecindad, es uno de los distritos más pobres de la ciudad, donde los visitantes esquivan a los vendedores de verduras en bicicleta y los vecinos deben compartir retretes de pie públicos.
Pero cuando Wang MC Webber' Bo abre la boca para rapear, lo que sale de uno de los más populares jóvenes artistas de China sería un original lamento gangsta.
"En Pekín, recorre la Avenida Chang'An. En Pekín hay muchas mujeres exóticas bellas. En Pekín, puedes quemar incienso en el Templo de Lama. En Pekín" China ha logrado lo que millones de consternados padres americanos no han podido: domar la música hip-hop.
En lugar de las a menudo obscenas y violentas historias del centro de la ciudad, Wang y otros importantes raperos de aquí están subiendo a los escenarios con letras que glorifican el orgullo nacional, celebran las atracciones turísticas y predican contra los peligros de la impulsividad adolescente.
Un grupo está tan orgulloso de sus canciones que fijaron una pegatina en su disco debut pidiendo a los aficionados que lo compartieran con sus padres.
La televisión controlada por el estado emite en rap anuncios del servicio público sobre la protección del medio-ambiente y el respeto por la tercera edad, llevando a un universitario de aquí a sugerir que el hip-hop se ha transformado en la música oficiosa del gobierno comunista.
Ese rap de laralí laralá guarda una gran distancia con las diatribas hechas en Estados Unidos por algunos artistas cuyo arte refleja sus pasados criminales.
El rapero Blakk Bubble de Shanghai, que se afiló los dientes como los de Naughty by Nature, dice que considera las letras americanas como una "investigación" en "la vida ilegal de negros pobres".
"Yo nunca apoyo que la gente nueva haga rap sobre esas cosas porque en Cina no hay en realidad gángsteres", dijo Bubble, apodo de Wang Fan, un subgerente de comunicaciones para los ordenadores Ubisoft. "En Estados Unidos puedes sacar un permiso para portar armas y matar a gente. Pero en China esas cosas no ocurren".
El rap nació en las aceras de Nueva York en los años setenta como una fusión de bravuconadas y música acompasada. Encontró un hogar en los bloques de gente de pocos recursos -todo lo que se necesitaba para ser un profesional era un micrófono y un tocadiscos.
El género se dio a conocer pronto como un vehículo de expresión del descontento. Durante los años ochenta, bandas como Public Enemy y NWA dirigieron sus enfadadas cadencias contra la brutalidad policial y el sistema.
Para los noventa, las escenas de delincuencia callejera y letras sexualmente explícitas de rap gangsta han llegado al importante mercado de la obscenidad pagada norteamericano. Ahora se encuentra en todas partes en la cultura popular americana.
Pero el rap chino tiene tanta pimienta como un tigre con dientes postizos, debido principalmente al control del gobierno.
Antes de aparecer en un concierto o editar un disco, los artistas chinos deben someter sus letras a la aprobación del ministerio de Cultura, que veta todo lo que considera obsceno o políticamente inaceptable. La implementación de la censura ha sido inconsistente, y cada vez más elementos "radicales" del rap chino encuentran salida en internet. Pero el control de las melodías ha obligado a grupos comerciales y sus discográficas a otorgar a rap una cierta salubridad.
El rapero Sketch Krime', del grupo Dragon Tongue Squad, explicó cómo funciona la censura.
Veamos su plato fuerte: la enseñanza pública.
"Odio la escuela. Odio a los profesores. Odio a mis compañeros de clase. Odio el sistema educacional chino", dijo Krime, 21, un habitante de Pekín y descolgado de la secundaria que nació en Junju Lee. "Quizás la educación china arruinó mi vida, mi mente y después de licenciarme seré como todo el resto, con una vida aburrida".
Pero trata de colocar eso en un flujo, como se llama a los versos de rimas continuas.
Hizo una pausa. "¿Puedo ser honestamente?" El gobierno chino no lo toleraría nunca, dijo.
La obediencia es una buena estrategia comercial, dijo Li Hongjie, que dirige la discográfica Dragon Tongue que reclutó a la banda de Krime. Li dijo que el rock en China era demasiado político para que funcionara bien. Como resultado, el gobierno limitó el número de conciertos en vivo y "le impidió desarrollarse".
Ahora los artistas de rap y sus agentes están tratando de no cometer el mismo error.
"Si quieres difundir la música, tienes que pensar en el gobierno", dijo Li.
La táctica ha sido tan exitosa que el gobierno está rapeando con ellos, dice Teng Jimeng, profesor de cultura americana en la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín.
"Curiosamente, las autoridades chinas nunca aceptaron el rock duro, heavy metal y punk", dijo. "Todas esas cosas existen a nivel clandestino. Los roqueros punk se están muriendo de hambre en Pekín. Pero esos raperos la están pasando bien".
El rap ahora se oye en comerciales y en anuncios del servicio público emitidos en la red de televisión controlada por el gobierno.
Y sobre una revolución cultural: Para la conmemoración del 110 aniversario de Mao Tse-Tung el año pasado, una empresa editó un álbum basado en los escritos del presidente muerto.
La fascinación de China con el rap es un fenómeno relativamente nuevo. Dana Burton, nativo del área de Detroit, recordó que cuando llegó a Shanghai hace cinco años para enseñar inglés, la cosa más cercana a la música hip-hop que pudo encontrar fue un acto en el vestíbulo de un hotel con un imitador de Michael Jackson.
Burton se propuso cambiar eso haciendo fiestas hip-hop en la sala de atrás de un club nocturno de Shanghai, tocando la misma clase de líricas de rap industrial que eran populares en Estados Unidos.
Aunque la estrella de rock china Cui Juan asombró a los críticos con la primera canción de rap en su álbum debut de mediados de los ochenta, pocos imitadores de MC lo intentaron porque tropezaron con la necesidad lingüística mandarina de cuatro tonos distintos.
Una vez superado eso, una nueva generación de raperos chinos copiaron los lados duros de sus contrapartes norteamericanos -pero sólo hasta un punto, dijo Burton, que creó un torneo nacional de rap libre hace tres años.
"Se dicen algunas cosas. La batalla es dura, se está poniendo sucia", dijo Burton. "Pero la gente conoce los límites. Esto es China... Glorificar la cultura callejera no se presta para ser traducido".
"Aquí, todo es rutinario. Si tienes un arma y matas a alguien, te ejecutarán. Su vendes drogas, estás terminado".
Con tres títulos de estilo libre nacionales y un álbum debut, la historia de Wang tiene tanto de gueto como China. Después de mirar un video de MC Hammer cuando tenía 15, Wang dejó la escuela y se propuso intentarlo como rapero.
Como el personaje de Eminem en su exitosa película 8 Mile', Wang practicó sus flujos durante horas cada día en su dormitorio. Pintó graffiti en la muralla de la casa familiar. Más tarde formó el grupo Yin Ts'ang.
El grupo firmó con contrato discográfico de 6.000 dólares y en su álbum debut incluye una canción irónica sobre la epidemia de SARS, así como la popular Bienvenido a Pekín', una larga lista de las atracciones turísticas de la capital china.
Pero Wang, que se mudó recientemente de casa de sus padres a un apartamento en la parte alta de la ciudad se quejó de la orden de su discográfica de cambiar la letra de una canción sobre dos hombres enviados a la perdición debido a que se habían hecho ricos engañando a la gente.
La sugerencia de la compañía, de acuerdo a Wang, fue: "Deberías hacer algo positivo sobre el desarrollo económico de China".
Otro grupo llamado Kung Fu ostenta la salubridad de lo que su vocalista, Yang Fan, 24, llama rap "reformado".
La canción del título del CD debut del grupo, Impulsion', advierte contra los impulsos juveniles como un estudiante turbado que se suicida. La subrayar su tema pro familia, una pegatina en el álbum debut del grupo suplica: "Por favor recomienda este disco a tus padres".
Una persona que no tocará esas melodías en el área de Pekín es el animador Chen MC Allan' Shen.
Una noche de viernes hace poco, Chen presidió la consola de control en un elevado escenario en el Club Look, donde pompeó a una multitud que bailaba girando con ensordecedores títulos de Jay Z, DMX y otros artistas americanos.
Unos pocos en la multitud lucen adornos hip-hop: un chino luciendo un afro, otro con un gigantesco jersey de los Miami Dolphins, una mujer con un sombrero de ala curva y poco más.
Chen no se impresionó.
"Nadie que viene aquí entiende el hip-hop", dijo Chen, confesando que ni siquiera él entiende totalmente al género. "Simplemente es popular en China".
Se negó a tocar a artistas raperos chinos durante su show de una hora.
"No pueden insultar, básicamente están obligados a decir que la vida es fabulosa, que no pasa nada malo". "No es hip-hop".
12 de noviembre de 2004
8 de marzo de 2005
©los angeles times
©traducción mQh
Pero cuando Wang MC Webber' Bo abre la boca para rapear, lo que sale de uno de los más populares jóvenes artistas de China sería un original lamento gangsta.
"En Pekín, recorre la Avenida Chang'An. En Pekín hay muchas mujeres exóticas bellas. En Pekín, puedes quemar incienso en el Templo de Lama. En Pekín" China ha logrado lo que millones de consternados padres americanos no han podido: domar la música hip-hop.
En lugar de las a menudo obscenas y violentas historias del centro de la ciudad, Wang y otros importantes raperos de aquí están subiendo a los escenarios con letras que glorifican el orgullo nacional, celebran las atracciones turísticas y predican contra los peligros de la impulsividad adolescente.
Un grupo está tan orgulloso de sus canciones que fijaron una pegatina en su disco debut pidiendo a los aficionados que lo compartieran con sus padres.
La televisión controlada por el estado emite en rap anuncios del servicio público sobre la protección del medio-ambiente y el respeto por la tercera edad, llevando a un universitario de aquí a sugerir que el hip-hop se ha transformado en la música oficiosa del gobierno comunista.
Ese rap de laralí laralá guarda una gran distancia con las diatribas hechas en Estados Unidos por algunos artistas cuyo arte refleja sus pasados criminales.
El rapero Blakk Bubble de Shanghai, que se afiló los dientes como los de Naughty by Nature, dice que considera las letras americanas como una "investigación" en "la vida ilegal de negros pobres".
"Yo nunca apoyo que la gente nueva haga rap sobre esas cosas porque en Cina no hay en realidad gángsteres", dijo Bubble, apodo de Wang Fan, un subgerente de comunicaciones para los ordenadores Ubisoft. "En Estados Unidos puedes sacar un permiso para portar armas y matar a gente. Pero en China esas cosas no ocurren".
El rap nació en las aceras de Nueva York en los años setenta como una fusión de bravuconadas y música acompasada. Encontró un hogar en los bloques de gente de pocos recursos -todo lo que se necesitaba para ser un profesional era un micrófono y un tocadiscos.
El género se dio a conocer pronto como un vehículo de expresión del descontento. Durante los años ochenta, bandas como Public Enemy y NWA dirigieron sus enfadadas cadencias contra la brutalidad policial y el sistema.
Para los noventa, las escenas de delincuencia callejera y letras sexualmente explícitas de rap gangsta han llegado al importante mercado de la obscenidad pagada norteamericano. Ahora se encuentra en todas partes en la cultura popular americana.
Pero el rap chino tiene tanta pimienta como un tigre con dientes postizos, debido principalmente al control del gobierno.
Antes de aparecer en un concierto o editar un disco, los artistas chinos deben someter sus letras a la aprobación del ministerio de Cultura, que veta todo lo que considera obsceno o políticamente inaceptable. La implementación de la censura ha sido inconsistente, y cada vez más elementos "radicales" del rap chino encuentran salida en internet. Pero el control de las melodías ha obligado a grupos comerciales y sus discográficas a otorgar a rap una cierta salubridad.
El rapero Sketch Krime', del grupo Dragon Tongue Squad, explicó cómo funciona la censura.
Veamos su plato fuerte: la enseñanza pública.
"Odio la escuela. Odio a los profesores. Odio a mis compañeros de clase. Odio el sistema educacional chino", dijo Krime, 21, un habitante de Pekín y descolgado de la secundaria que nació en Junju Lee. "Quizás la educación china arruinó mi vida, mi mente y después de licenciarme seré como todo el resto, con una vida aburrida".
Pero trata de colocar eso en un flujo, como se llama a los versos de rimas continuas.
Hizo una pausa. "¿Puedo ser honestamente?" El gobierno chino no lo toleraría nunca, dijo.
La obediencia es una buena estrategia comercial, dijo Li Hongjie, que dirige la discográfica Dragon Tongue que reclutó a la banda de Krime. Li dijo que el rock en China era demasiado político para que funcionara bien. Como resultado, el gobierno limitó el número de conciertos en vivo y "le impidió desarrollarse".
Ahora los artistas de rap y sus agentes están tratando de no cometer el mismo error.
"Si quieres difundir la música, tienes que pensar en el gobierno", dijo Li.
La táctica ha sido tan exitosa que el gobierno está rapeando con ellos, dice Teng Jimeng, profesor de cultura americana en la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín.
"Curiosamente, las autoridades chinas nunca aceptaron el rock duro, heavy metal y punk", dijo. "Todas esas cosas existen a nivel clandestino. Los roqueros punk se están muriendo de hambre en Pekín. Pero esos raperos la están pasando bien".
El rap ahora se oye en comerciales y en anuncios del servicio público emitidos en la red de televisión controlada por el gobierno.
Y sobre una revolución cultural: Para la conmemoración del 110 aniversario de Mao Tse-Tung el año pasado, una empresa editó un álbum basado en los escritos del presidente muerto.
La fascinación de China con el rap es un fenómeno relativamente nuevo. Dana Burton, nativo del área de Detroit, recordó que cuando llegó a Shanghai hace cinco años para enseñar inglés, la cosa más cercana a la música hip-hop que pudo encontrar fue un acto en el vestíbulo de un hotel con un imitador de Michael Jackson.
Burton se propuso cambiar eso haciendo fiestas hip-hop en la sala de atrás de un club nocturno de Shanghai, tocando la misma clase de líricas de rap industrial que eran populares en Estados Unidos.
Aunque la estrella de rock china Cui Juan asombró a los críticos con la primera canción de rap en su álbum debut de mediados de los ochenta, pocos imitadores de MC lo intentaron porque tropezaron con la necesidad lingüística mandarina de cuatro tonos distintos.
Una vez superado eso, una nueva generación de raperos chinos copiaron los lados duros de sus contrapartes norteamericanos -pero sólo hasta un punto, dijo Burton, que creó un torneo nacional de rap libre hace tres años.
"Se dicen algunas cosas. La batalla es dura, se está poniendo sucia", dijo Burton. "Pero la gente conoce los límites. Esto es China... Glorificar la cultura callejera no se presta para ser traducido".
"Aquí, todo es rutinario. Si tienes un arma y matas a alguien, te ejecutarán. Su vendes drogas, estás terminado".
Con tres títulos de estilo libre nacionales y un álbum debut, la historia de Wang tiene tanto de gueto como China. Después de mirar un video de MC Hammer cuando tenía 15, Wang dejó la escuela y se propuso intentarlo como rapero.
Como el personaje de Eminem en su exitosa película 8 Mile', Wang practicó sus flujos durante horas cada día en su dormitorio. Pintó graffiti en la muralla de la casa familiar. Más tarde formó el grupo Yin Ts'ang.
El grupo firmó con contrato discográfico de 6.000 dólares y en su álbum debut incluye una canción irónica sobre la epidemia de SARS, así como la popular Bienvenido a Pekín', una larga lista de las atracciones turísticas de la capital china.
Pero Wang, que se mudó recientemente de casa de sus padres a un apartamento en la parte alta de la ciudad se quejó de la orden de su discográfica de cambiar la letra de una canción sobre dos hombres enviados a la perdición debido a que se habían hecho ricos engañando a la gente.
La sugerencia de la compañía, de acuerdo a Wang, fue: "Deberías hacer algo positivo sobre el desarrollo económico de China".
Otro grupo llamado Kung Fu ostenta la salubridad de lo que su vocalista, Yang Fan, 24, llama rap "reformado".
La canción del título del CD debut del grupo, Impulsion', advierte contra los impulsos juveniles como un estudiante turbado que se suicida. La subrayar su tema pro familia, una pegatina en el álbum debut del grupo suplica: "Por favor recomienda este disco a tus padres".
Una persona que no tocará esas melodías en el área de Pekín es el animador Chen MC Allan' Shen.
Una noche de viernes hace poco, Chen presidió la consola de control en un elevado escenario en el Club Look, donde pompeó a una multitud que bailaba girando con ensordecedores títulos de Jay Z, DMX y otros artistas americanos.
Unos pocos en la multitud lucen adornos hip-hop: un chino luciendo un afro, otro con un gigantesco jersey de los Miami Dolphins, una mujer con un sombrero de ala curva y poco más.
Chen no se impresionó.
"Nadie que viene aquí entiende el hip-hop", dijo Chen, confesando que ni siquiera él entiende totalmente al género. "Simplemente es popular en China".
Se negó a tocar a artistas raperos chinos durante su show de una hora.
"No pueden insultar, básicamente están obligados a decir que la vida es fabulosa, que no pasa nada malo". "No es hip-hop".
12 de noviembre de 2004
8 de marzo de 2005
©los angeles times
©traducción mQh
3 comentarios
ma -
ma -
alelandro -
es muy trankila pero explosiva.