en el funeral de gladys marín
[Monte Reel] Chile rinde honores a las mujeres, y a una en particular. La dirigente comunista Gladys Marín, que murió a principios de marzo, fue alabada como defensora de los derechos.
Santiago, Chile. Se suponía que iba a ser un momento de silencio en la ceremonia en el palacio presidencial el martes, que celebraría el Día Internacional de la Mujer.
Pero el formal silencio fue interrumpido por el ruido de las calles -el sonido de decenas de miles de personas reunidas para el funeral de Gladys Marín, una antigua líder del Partido Comunista de Chile y una prominente figura de la oposición durante la dictadura militar de 17 años.
"Es apropiado, porque Gladys Marín siempre luchó por los derechos de las mujeres durante lo que fue un período muy difícil", dijo Mónica Neira, que estaba en la multitud ondeando una bandera con la imagen de Marín. "Los progresos que hemos hecho se deben a mujeres como ellas".
En la ceremonia en el palacio, funcionarios de gobierno citaron una lista de logros que dicen que señalan un importante giro social hacia la igualdad de los sexos en un país que lucha por desprenderse de su pasado represivo y que ha estado largo tiempo bajo la influencia de valores católicos.
En el otoño pasado, cuando se legalizó el divorcio, los grupos de mujeres lo saludaron como un signo de que las mujeres estaban finalmente siendo investidas con el poder de tomar decisiones personales. El martes, el presidente Ricardo Lagos firmó una ley para penalizar el acoso sexual en los lugares de trabajo.
Funcionarios también observaron con orgullo que los dos candidatos en las próximas elecciones presidenciales son mujeres. En contraste con Marín, que fue candidata a presidente en 1993 y 1999, los sondeos muestran que Michelle Bachelet y Soledad Alvear terminarían primera y segunda, respectivamente, si las elecciones se celebraran esta semana.
Lagos dijo en un discurso el martes que tomados colectivamente, estos desarrollos representan un "profundo cambio cultural" en la sociedad chilena. Puede deberse a que el ritmo de los cambios ha sido tan lento en el pasado. Hasta el año pasado, Chile era el único otro país en el hemisferio occidental donde el divorcio seguía siendo ilegal.
Además, aunque el porcentaje de mujeres en la fuerza de trabajo se ha casi duplicado desde 1990, a un 37 por ciento, esta es todavía la tasa más baja de América Latina. Las mujeres con trabajo ganan un 30 a 40 por ciento menos que sus colegas masculinos, de acuerdo a una agencia del gobierno de Chile que se ocupa de asuntos de la mujer.
La violencia doméstica es un problema persistente. La agencia dice que 70 mujeres murieron en riñas familiares el año pasado.
Las enormes multitudes que se empujaron por una mirada al coche fúnebre cubierto de flores, representan por sí mismas un cambio. Marín, que murió de un cáncer cerebral el domingo a los 63, nunca recibió una demostración semejante de apoyo público durante su vida como activista política. En lugar de eso, era a menudo retratada como una figura polémica, más a la izquierda que el gobernante partido socialista.
Marín fue elegida al Congreso a los 24 años y luego pasó dos años en el exilio después de que el general Augusto Pinochet usurpara el poder con un golpe de estado en 1973. El marido de Marín desapareció después de haber sido arrestado por el servicio secreto de Pinochet. Su partido fue declarado ilegal por la dictadura militar, que entró en la clandestinidad.
El martes, las redes de televisión nacional mostraron imágenes en directo de su funeral, y los políticos hicieron turno para elogiarla. El gobierno ordenó un luto nacional de dos días.
"Cuando todos los demás callaban, ella hablaba", dijo Jacqueline Cortes, que también ondeaba una bandera en la procesión. "Como mujer, siempre pareció una de nosotras peleando por nosotros".
Aunque las dos principales candidatas presidenciales son mujeres, sólo el 17 por ciento de los miembros elegidos del Congreso y un 13 por ciento de los concejales municipales, son mujeres, dijo Cecilia Pérez, ministro de asuntos de la mujer. Pero dijo que los cambios recientes han convencido a la mujeres chilenas a ser más asertivas y abrir la boca.
"El año pasado superamos un montón de problemas", dijo Pérez. "El debate sobre las leyes ha ayudado a levantar un montón de barreras".
Las dos candidatas a la presidencia, la antigua ministro de Defensa, Bachelet, y la antigua ministro de Asuntos Exteriores, Alvear, se enfrentarán en las primarias este verano para determinar quién se opondrá a Joaquín Lavín, el alcalde de Santiago. De acuerdo a los sondeos de la semana pasada, cualquiera de las dos lo derrotará fácilmente.
Pero Alvear, en una entrevista el martes, dijo que su norbramiento no estuvo libre de trabas. "Creo que necesitamos un cambio de mentalidad en los partidos políticos", dijo. "Si los ciudadanos no me hubiesen otorgado ese alto nivel de apoyo, nunca habría sido considerada una candidata. Los partidos políticos todavía manejan códigos y reglas que son de naturaleza masculina".
Algunos políticos han tomado nota. Sergio Bitar, el ministro de Educación, dijo que había considerado presentarse como candidato a presidente hace algunos meses, pero cambió de opinión cuando descubrió que Bachelet recibía mucha más atención.
"Aquí el presidente del país ha sido siempre visto como un padre", dijo Bitar. "Pero ahora, creo que el país quiere a una madre".
9 de marzo de 2005
27 de marzo de 2005
©washington spot
©traducción mQh
Pero el formal silencio fue interrumpido por el ruido de las calles -el sonido de decenas de miles de personas reunidas para el funeral de Gladys Marín, una antigua líder del Partido Comunista de Chile y una prominente figura de la oposición durante la dictadura militar de 17 años.
"Es apropiado, porque Gladys Marín siempre luchó por los derechos de las mujeres durante lo que fue un período muy difícil", dijo Mónica Neira, que estaba en la multitud ondeando una bandera con la imagen de Marín. "Los progresos que hemos hecho se deben a mujeres como ellas".
En la ceremonia en el palacio, funcionarios de gobierno citaron una lista de logros que dicen que señalan un importante giro social hacia la igualdad de los sexos en un país que lucha por desprenderse de su pasado represivo y que ha estado largo tiempo bajo la influencia de valores católicos.
En el otoño pasado, cuando se legalizó el divorcio, los grupos de mujeres lo saludaron como un signo de que las mujeres estaban finalmente siendo investidas con el poder de tomar decisiones personales. El martes, el presidente Ricardo Lagos firmó una ley para penalizar el acoso sexual en los lugares de trabajo.
Funcionarios también observaron con orgullo que los dos candidatos en las próximas elecciones presidenciales son mujeres. En contraste con Marín, que fue candidata a presidente en 1993 y 1999, los sondeos muestran que Michelle Bachelet y Soledad Alvear terminarían primera y segunda, respectivamente, si las elecciones se celebraran esta semana.
Lagos dijo en un discurso el martes que tomados colectivamente, estos desarrollos representan un "profundo cambio cultural" en la sociedad chilena. Puede deberse a que el ritmo de los cambios ha sido tan lento en el pasado. Hasta el año pasado, Chile era el único otro país en el hemisferio occidental donde el divorcio seguía siendo ilegal.
Además, aunque el porcentaje de mujeres en la fuerza de trabajo se ha casi duplicado desde 1990, a un 37 por ciento, esta es todavía la tasa más baja de América Latina. Las mujeres con trabajo ganan un 30 a 40 por ciento menos que sus colegas masculinos, de acuerdo a una agencia del gobierno de Chile que se ocupa de asuntos de la mujer.
La violencia doméstica es un problema persistente. La agencia dice que 70 mujeres murieron en riñas familiares el año pasado.
Las enormes multitudes que se empujaron por una mirada al coche fúnebre cubierto de flores, representan por sí mismas un cambio. Marín, que murió de un cáncer cerebral el domingo a los 63, nunca recibió una demostración semejante de apoyo público durante su vida como activista política. En lugar de eso, era a menudo retratada como una figura polémica, más a la izquierda que el gobernante partido socialista.
Marín fue elegida al Congreso a los 24 años y luego pasó dos años en el exilio después de que el general Augusto Pinochet usurpara el poder con un golpe de estado en 1973. El marido de Marín desapareció después de haber sido arrestado por el servicio secreto de Pinochet. Su partido fue declarado ilegal por la dictadura militar, que entró en la clandestinidad.
El martes, las redes de televisión nacional mostraron imágenes en directo de su funeral, y los políticos hicieron turno para elogiarla. El gobierno ordenó un luto nacional de dos días.
"Cuando todos los demás callaban, ella hablaba", dijo Jacqueline Cortes, que también ondeaba una bandera en la procesión. "Como mujer, siempre pareció una de nosotras peleando por nosotros".
Aunque las dos principales candidatas presidenciales son mujeres, sólo el 17 por ciento de los miembros elegidos del Congreso y un 13 por ciento de los concejales municipales, son mujeres, dijo Cecilia Pérez, ministro de asuntos de la mujer. Pero dijo que los cambios recientes han convencido a la mujeres chilenas a ser más asertivas y abrir la boca.
"El año pasado superamos un montón de problemas", dijo Pérez. "El debate sobre las leyes ha ayudado a levantar un montón de barreras".
Las dos candidatas a la presidencia, la antigua ministro de Defensa, Bachelet, y la antigua ministro de Asuntos Exteriores, Alvear, se enfrentarán en las primarias este verano para determinar quién se opondrá a Joaquín Lavín, el alcalde de Santiago. De acuerdo a los sondeos de la semana pasada, cualquiera de las dos lo derrotará fácilmente.
Pero Alvear, en una entrevista el martes, dijo que su norbramiento no estuvo libre de trabas. "Creo que necesitamos un cambio de mentalidad en los partidos políticos", dijo. "Si los ciudadanos no me hubiesen otorgado ese alto nivel de apoyo, nunca habría sido considerada una candidata. Los partidos políticos todavía manejan códigos y reglas que son de naturaleza masculina".
Algunos políticos han tomado nota. Sergio Bitar, el ministro de Educación, dijo que había considerado presentarse como candidato a presidente hace algunos meses, pero cambió de opinión cuando descubrió que Bachelet recibía mucha más atención.
"Aquí el presidente del país ha sido siempre visto como un padre", dijo Bitar. "Pero ahora, creo que el país quiere a una madre".
9 de marzo de 2005
27 de marzo de 2005
©washington spot
©traducción mQh
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