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suegra de pesadilla


[Stephen Holden] Una pesadilla con una suegra tremebunda.
La duplicidad del personaje de Jane Fonda en ‘Monster-in-Law' es una comedia tan ansiosa de evitar toda posible ofensa que rehuye con pánico todos los problemas que menciona y se niega a tratar. Su alter ego en la pantalla, Viola Fields, es una entrevistadora de televisión de Los Angeles, de la estatura de Barbara Walters, que se vuelve loca y termina en una clínica de rehabilitación después de ser puesta a pastar de manera poco ceremoniosa por los jefes del canal obsesionados por la juventud.
La principal obsesión en la lista de obsesiones de Viola es su determinación a desbaratar la relación encaminada al matrimonio de su adorado y único hijo, Kevin (Michael Vartan), un guapo cirujano, con Charlote (Jennifer López), una espabilada oficinista temporal y empleada de un catering a media jornada y cuidadora de perros a la que Viola considera indigno de su queridísimo hijo.
Aferrándose vorazmente a su primer papel en la pantalla en 15 años, Fonda es Viola en el único modo en que hace sentido, como una auto-depreciante y cómica caricatura de la misma personalidad conflictiva que revela la actriz en su autobiografía ‘My Life So Far'. El papel arroja migas a los fans de Fonda (Viola es una seria y venerada periodista, firme feminista y belleza eternamente joven que se tutea con muchos presidentes del mundo), y rebanadas de bizcocho a sus detractores (profesionalmente suelta, Viola se metamorfosea en una excéntrica amarga y obsesionada por el control y viciosamente snob).
El retrato en la película de una mujer de carrera madura y soltera que, tras cuatro maridos, busca patéticamente la posesión exclusiva de un joven hombre que resulta ser su hijo, es una demencial y pesadillesca visión de la madurez moderna; un paso más y habríamos caído en el territorio de ‘El crepúsculo de los dioses'.
Pestañeando profusamente cada paso del camino, Fonda infunde a su desagradable personaje de un afable y estrafalario brío que hace de Viola un personaje del que se puede disfrutar incluso cuando se comporta de la manera más atroz, que es la mayor parte de las veces. Aunque la estrella supera con éxito este acto de trapecio, uno se tiene que preguntar por qué decidió Fonda elegir para su regreso a la pantalla una comedia tan unidimensional y abyecta que hace que ‘Los padres de ella' parezca vanguardista.
Dirigida por Robert Luketic (‘Una rubia muy legal', ‘El chico de tu vida'), basada en una pieza de teatro de Anya Kochoff, ‘Monster-in-Law' produce justo las risas necesarias (en estos días, tres o cuatro) para convertirla en un probable éxito de taquilla. La broma de más coraje aparece pronto en la película, justo después de que el hacha haya caído sobre Viola, cuando en su última entrevista de televisión interroga despiadadamente a una clon cabeza hueca de Britney-Jessica-Lindsay-Hilary. La chirriante adolescente, cuando le preguntan qué piensa de Roe versus Wade, dice que no sabe nada de box. Viola se pone bélica y se lanza a su garganta.
‘Monster-in-Law' sugiere que ha llegado el momento de que López abandone la comedia romántica por algo más salado. A los 35, ha estado demasiado tiempo en los negocios para seguir haciendo Jenny la chica del bloque, un tímida inocentona de cuello azul destinada a ser la Cenicienta. Pasa sin alegría por el papel de Charlie, pero obviamente su corazón no está ahí.
Cuando Charlie ve por primera vez al príncipe azul haciendo jogging en la playa, casi se queda sin aire, aunque la pareja, cuando finalmente se besuquean, no muestra ninguna química romántica. Un típico príncipe moderno de Hollywood, Kevin es un cero a la izquierda con un barbilla con hoyuelo, y una cuidadosamente arreglada barba de varios días y dientes brillantes.
En un ejemplo bizarro cuando muestra signos de personalidad, Kevin cae a sus rodillas y le propone matrimonio durante el encuentro inicial entre su novia y su mamá. Los que hicieron la película creen que este asunto de Hacerlo Frente a Tu Mami es simpático; a mí me parece enfermizo.
En su campaña para destruir a Charlie, Viola organiza una fiesta de fantasía con el fin de lograr que Charlie quede como un palurdo entre la realeza. Cuando el plan fracasa, Viola simula una crisis de nervios, irrumpe en el nido de amor de Kevin (cuando Kevin no está) y tratar de volver loca a Charlie con sus histriónicos espectáculos.
Pero Charlie se pone rápidamente al día de las intrigas de Viola y pelea. Mientras las dos mujeres se disputan sobre la ropa, las recetas y los planes de boda, cada parte juega sucio con la otra. Viola ha hecho investigar en secreto a Charlie (la Cenicienta, por supuesto, no tiene reproche alguno), y Charlie le suministra un poderoso tranquilizante.
Su conflicto culmina con una ronda de bofetadas que no ofrece ninguna descarga cómica, porque las escaramuzas que la preceden son demasiado ruines. Uno empieza a echar de menos las espantosas batallas domésticas de ‘La guerra de los Roses', la exagerada comedia. Más tarde en el juego, Elaine Stritch entra en la película como la horrorosa madre de Viola y ejemplo modélico de terrorismo doméstico.
Si ‘Monster-in-Law' tuviera sesos y un mínimo de coraje, no habría evitado los temas de clase, etnicidad y edad insinuados en su guión. La voz de la película semi-vérité es la de Wanda Sykes, como la divertida y no demasiado leal asistente de Viola, Ruby. Aunque Sykes le da a su clásico papel de Thelma Ritter un toque descarado, el cinismo del personaje se diluye con un cucharada de azúcar.
‘Monster-in-Law', a pesar de la animada y cómica presencia de Fonda, es una comedia atrofiada y cobarde que niega profundamente su propia naturaleza, que es mucho más horripilante de lo que uno hubiera creído.

Monster-in-Law
Dirigida por Robert Luketic; escrita por Anya Kochoff; director de fotografía, Russell Carpenter; editada por Scott Hill y Kevin Tent; música de David Newman; diseño de producción, Missy Stewart; producida por Paula Weinstein, Chris Bender y J. C. Spink; distribuida por New Line Cinema. Duración: 102 minutos. Mayores de 13. Reparto: Jennifer López (Charlie), Jane Fonda (Viola), Michael Vartan (Kevin), Wanda Sykes (Ruby), Elaine Stritch (Gertrude), Adam Scott (Remy), Monet Mazur (Fiona), Annie Parisse (Morgan) y Will Arnett (Kitt).

16 de mayo de 2005
©new york times
©traducción mQh

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