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retorno de los zombis


[Robert Abele] Los zombis son la especialidad de George Romero, y está a punto de dejarlos sueltos por primera vez en 20 años.
Mientras sorbe café helado en el restaurante del hotel Regent Beverly Wilshire, el cineasta George Romero -el padre o, a sus 65, el abuelo del cine de horror moderno- confiesa que lo que más le asusta en estos días es el 24 de junio.
"Es terrible estrenar en el verano", dice Romero sobre su última película de zombis, ‘Land of the Dead'.
Llegará a las salas el viernes -37 años después de su seminal debut con la caníbal película ‘La Noche de los Muertos Vivientes' y 20 años desde su última aventura con los no-muertos, ‘El Día de los Muertos'.
Estaba originalmente programada como un lanzamiento para la fiesta de Todos los Santos, pero en una señal de confianza en la ansiosamente esperada fiesta de horror, la Universal soltó los 18 millones de dólares necesarios. Y aunque las primeras críticas han sido entusiastas, dice Romero: "Espero que no sean demasiadas películas del género. Estamos apretados entre ‘Batman' y ‘La Guerra de los Mundos'".
Romero, un hombre desgarbado y de voz suave con las típicas gafas de científico loco, de marco negro de pasta, nunca tuvo el reconocimiento oficial de maestro del horror ni es un estilista del todo-vale, sino la reputación de ser un pintor satírico, un Bosch cinematográfico.
Sus sagas con zombis, que también incluyen la elogiada obra maestra de 1979, ‘El Amanecer de los Muertos' (su remake fue un éxito el año pasado), son melodramas de supervivencia alegres y angustiados, pero como dice Romero modestamente, le gusta "decir algunas cosas sobre lo que está pasando en el mundo".
‘La Noche' evocaba la sangrienta era de Vietnam y, con su protagonista negro atrapado en una granja, reflejaba la histeria de los derechos civiles. ‘El Amanecer' se burlaba del desmoralizador consumismo. Y ‘El Día' tocaba el tema de la ética en la ciencia. Con ‘Land of the Dead', Romero se aboca a los temas de la seguridad y sus límites, mostrando a una comunidad fortificándose para hacer frente a una horda homicida mientras los más ricos mantienen vivas las divisiones de clase que los separan de los más débiles.
"Es una locura decir que todo está bien, no nos preocupemos", dice Romero, que escribió ‘Land' antes de los sucesos del 11 de septiembre de 2001. Entonces se concentraba en la idea de que se "ignoran los males sociales, creando un sentido sintético de la comodidad".
Dice que no tuvo que rebuscar mucho para pensar en los nuevos temores que crea el terrorismo. Cuando le dijeron que no era difícil pensar en Iraq cuando se veía a un vehículo blindado lleno de humanos locos por disparar pasando por un suburbio zombificado atacando contra todo lo que ven, Romero sonrió: "Esa es una de las cosas que puse después".
El productor Mark Canton, que cerró rápidamente un trato con Universal para ‘Land' después de que esta languideciera en 20th Century Fox, dice: "Otra vez, George mete un montón de niveles en esta película. Es reflexiva, es social, es política, es chévere... Es el retorno del maestro".
En el invierno pasado hubo peregrinaciones de aficionados hacia Toronto para el gélido y nocturno rodaje de ‘Land' para satisfacer el sueño de toda la vida de ser un zombi de Romero. Dos de ellos eran Edgar Wright y Simon Pegg, que el año pasado hicieron la respetuosa parodia zombi ‘Shaun of the Dead', que a Romero le encantó. "Son los zombis de la cabina fotográfica", dice Romero. "Filmaron su propio corto mientras estaban en el plató y lo sacarán en DVD".
Romero está completando diligentemente la edición para todo público en DVD, así que aunque la teatral versión clasificada para adultos contiene montones de la crujiente, porosa y visceral extravagancia que es el sello de una película de Romero, la carnicería durará un poco más en el home video.
Hasta ‘Land', Romero ha tenido poco de que ver con la MPAA -sus películas de zombis son normalmente para toda edad. Y cuando la MPAA se metió con él, fue inevitablemente sobre la cantidad de fotogramas, algo que Romero todavía no puede entender. "Una película que hice hace mucho tiempo llamada ‘Martin', hay una escena en la que Martin le corta la muñeca a una mujer, y la toma duró 28 fotogramas. Me dijeron: ‘Redúzcala a 17'. ¿Se supone que eso va a proteger la inocencia de alguien? O se toma, o se deja".Sin embargo, Romero es un alma enchapada a la antigua cuando se trata de lo que llama "la personalidad del horror". ‘Land' empieza con un logo blanquinegro de la Universal de los años treinta, un capricho que Romero pidió para asociarse con el apogeo del estudio con ‘Frankenstein' y ‘Drácula y la Momia', películas que vio cuando era niño en las salas del Bronx. (Vive en Pittsburgh desde los años en la universidad).
Y aunque opinó que el remake de ‘El Amanecer' estaba "bastante bien", desdeñó la nueva ola de zombis atletas, un elemento de ‘28 Días Después', la película de 2003 que provocó la resurgencia de los zombis.
"Yo me crié con esas criaturas lentas pero que no pueden parar por sí mismos, de los que tenías que descubrir el talón de Aquiles o, en este caso, el cerebro de Aquiles", dice, refiriéndose al órgano cuya destrucción termina con los zombis. "En el remake son unos santones, no puedes reconocer a ninguno de ellos y no hay nada que los distinga... A mí me gusta dar incluso a los zombis incidentales un poco de identidad. Creo que es buen modo de recordar que ellos somos nosotros. Salieron de una vida y cayeron en esta". (Uno de los zombis principales en ‘Land' es un ex dependiente en una gasolinera).
En el mundo de Romero, los figurantes son los personajes principales, y la idea más espeluznante de ‘Land' es lo poco que los da por sentado.
"Me interesa su avance mental", agrega. "Yo digo en broma que mis zombis son más bien lectores de bibliotecas que gente que va al gimnasio".

23 de junio de 2005
©calendarlive
©traducción mQh

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