menos simpatía por terror
[Robin Wright] Sondeo constata en países musulmanes menos simpatía por acciones terroristas.
El prestigio de Osama bin Laden ha caído significativamente en algunos países musulmanes claves, mientras que la simpatía por los atentados suicidas y otros actos de violencia ha "disminuido dramáticanente", de acuerdo a un nuevo sondeo dado a conocer hoy.
En un sorprendente hallazgo, poblaciones predominantemente europeas en una muestra de seis países norafricanos, de Oriente Medio y asiáticos, también comparten "en un grado considerable" la preocupación sobre el extremismo islámico en los países occidentales, según el sondeo. Muchos en esos países musulmanes lo consideran una amenaza para su propio país, concluyó el sondeo.
"La mayoría de las opiniones públicas musulmanas están expresando menos apoyo al terrorismo que en el pasado. La confianza en Osama bin Laden ha decaído marcadamente en algunos países, y menos gente cree que los atentados suicidas contra civiles se justifiquen en defensa del islam", concluye el Pew Global Attitudes Project [Proyecto Actitudes Globales Pew].
En comparación con encuestas previas, el nuevo sondeo también constató crecientes mayorías de musulmanes entrevistados hoy que dicen que la democracia puede funcionar en sus países y no es solamente un sistema político para Occidente. El apoyo de la democracia fue de 80 por ciento en Indonesia, Jordania, el Líbano y Marruecos; en Pakistán y Turquía, donde cantidades significativas de encuestados estuvieron inseguros, alcanzó un 43 y un 48 por cientos respectivamente.
"No están fingiendo. Están diciendo claramente que quieren un poder judicial independiente, libertad de expresión y más de un partido en las elecciones. No era un concepto vago", dijo Andrew Kohut, presidente del Centro de Investigación Pew y director del proyecto. "Las ideas estadounidenses y occidentales sobre la democracia se han extendido por todo el mundo y también en el mundo musulmán".
Al mismo tiempo, empero, la mayoría de los musulmanes encuestados creen que el islam está jugando un creciente rol en política, lo que ven como un cambio positivo en respuesta a problemas económicos, creciente inmoralidad y preocupación sobre la influencia occidental. Jordania fue la única excepción a esa tendencia.
Los resultados de la encuesta indican que crecientes números de musulmanes marcan una diferencia entre la influencia benévola de los valores islámicos en la política y el uso de la religión para justificar los atentados. "La gente que cree que el islam juega un importante papel en la vida política, es la más preocupada sobre el extremismo", dijo Kohut en una entrevista.
Sin embargo, sólidas mayorías en cinco de los seis países musulmanes encuestados -Indonesia, Jordania, el Líbano, Pakistán y Turquía- también tienen ahora opiniones poco favorables de Estados Unidos. En Marruecos, el sexto, las opiniones están divididas. Los gobiernos de los seis países son aliados de Estados Unidos y receptores de ayuda norteamericana.
La encuesta, realizada de abril a mediados de junio y antes de los atentados de Londres, entrevistó a 17.000 personas en los seis países predominantemente musulmanes y de 11 importantes países occidentales y asiáticos, incluyendo a Estados Unidos, en opiniones sobre el islam, los países musulmanes y la violencia extremista. El proyecto independiente es co-dirigido por la ex ministro de Asuntos Exteriores, Madeleine Albright, y el ex senador republicano John Danforth. Desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, el proyecto Pew ha medido opiniones en el mundo musulmán.
El sondeo constató sólo un 2 por ciento de la gente entrevistada en el Líbano y 7 por ciento en Turquía expresaron confianza de que bin Laden "haría lo correcto en cuestiones internacionales", mientras la confianza en el líder de al Qaeda bajó en Marruecos de casi la mitad a un cuarto de los entrevistados, a 37 por ciento en Indonesia. El prestigio de bin Laden subió en Pakistán ligeramente al 51 por ciento y en Jordania al 60 por ciento.
Al menos tres factores han contribuido al extraordinario cambio de opinión sobre bin Laden y los atentados suicidas -incidentes terroristas en los países musulmanes, un aumento en las opiniones positivas sobre eventos en casa y el paso del tiempo desde el sondeo de 2003, realizado después de la invasión de Iraq, dijo Kohut. A principio de 2003, muchos musulmanes "creían que había una amenaza contra el islam y bin Laden representaba la oposición a Occidente y Estados Unidos", dijo. "Los ánimos se han calmado".
La reducción del apoyo a los atentados suicidas fue mayor en Indonesia, que ha presenciado mortíferos atentados en el Hotel Marriott en Yakarta y un hotel turístico en Bali que afectó seriamente el turismo y la inversión extranjera. El Líbano, Marruecos y Pakistán también sufrieron atentados especialmente sanguinarios desde las últimas encuestas. Jordania fue el único país donde la mayoría de los entrevistados -un 57 por ciento- todavía apoya las acciones terroristas en defensa del islam, posiblemente debido a que la población palestina mayoritaria está vinculada emocionalmente al conflicto con Israel, dijo Kohut.
Uno de los hallazgos más sorprendentes fue la división de opinión sobre las religiones. La mayoría de los encuestados en nueve países occidentales, incluyendo Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia y Rusia, dicen que tienen una visión positiva de los musulmanes. Pero los musulmanes entrevistados tienen sentimientos mezclados sobre los cristianos, y los sentimientos anti-judíos son "endémicos", informó el sondeo. Las opiniones en dos países asiáticos -China e India- fueron menos pronunciadas, aunque casi la mitad de los chinos entrevistados miran negativamente a musulmanes y cristianos.
En contraste con los países musulmanes, el sondeo de Pew constató que la mayoría de los entrevistados en Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, India, Holanda, Rusia y España creen firmemente que las minorías musulmanas quieren conservar una identidad distintiva en esos países no-musulmanes.
15 de julio de 2005
©washington post
©traducción mQh
En un sorprendente hallazgo, poblaciones predominantemente europeas en una muestra de seis países norafricanos, de Oriente Medio y asiáticos, también comparten "en un grado considerable" la preocupación sobre el extremismo islámico en los países occidentales, según el sondeo. Muchos en esos países musulmanes lo consideran una amenaza para su propio país, concluyó el sondeo.
"La mayoría de las opiniones públicas musulmanas están expresando menos apoyo al terrorismo que en el pasado. La confianza en Osama bin Laden ha decaído marcadamente en algunos países, y menos gente cree que los atentados suicidas contra civiles se justifiquen en defensa del islam", concluye el Pew Global Attitudes Project [Proyecto Actitudes Globales Pew].
En comparación con encuestas previas, el nuevo sondeo también constató crecientes mayorías de musulmanes entrevistados hoy que dicen que la democracia puede funcionar en sus países y no es solamente un sistema político para Occidente. El apoyo de la democracia fue de 80 por ciento en Indonesia, Jordania, el Líbano y Marruecos; en Pakistán y Turquía, donde cantidades significativas de encuestados estuvieron inseguros, alcanzó un 43 y un 48 por cientos respectivamente.
"No están fingiendo. Están diciendo claramente que quieren un poder judicial independiente, libertad de expresión y más de un partido en las elecciones. No era un concepto vago", dijo Andrew Kohut, presidente del Centro de Investigación Pew y director del proyecto. "Las ideas estadounidenses y occidentales sobre la democracia se han extendido por todo el mundo y también en el mundo musulmán".
Al mismo tiempo, empero, la mayoría de los musulmanes encuestados creen que el islam está jugando un creciente rol en política, lo que ven como un cambio positivo en respuesta a problemas económicos, creciente inmoralidad y preocupación sobre la influencia occidental. Jordania fue la única excepción a esa tendencia.
Los resultados de la encuesta indican que crecientes números de musulmanes marcan una diferencia entre la influencia benévola de los valores islámicos en la política y el uso de la religión para justificar los atentados. "La gente que cree que el islam juega un importante papel en la vida política, es la más preocupada sobre el extremismo", dijo Kohut en una entrevista.
Sin embargo, sólidas mayorías en cinco de los seis países musulmanes encuestados -Indonesia, Jordania, el Líbano, Pakistán y Turquía- también tienen ahora opiniones poco favorables de Estados Unidos. En Marruecos, el sexto, las opiniones están divididas. Los gobiernos de los seis países son aliados de Estados Unidos y receptores de ayuda norteamericana.
La encuesta, realizada de abril a mediados de junio y antes de los atentados de Londres, entrevistó a 17.000 personas en los seis países predominantemente musulmanes y de 11 importantes países occidentales y asiáticos, incluyendo a Estados Unidos, en opiniones sobre el islam, los países musulmanes y la violencia extremista. El proyecto independiente es co-dirigido por la ex ministro de Asuntos Exteriores, Madeleine Albright, y el ex senador republicano John Danforth. Desde los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, el proyecto Pew ha medido opiniones en el mundo musulmán.
El sondeo constató sólo un 2 por ciento de la gente entrevistada en el Líbano y 7 por ciento en Turquía expresaron confianza de que bin Laden "haría lo correcto en cuestiones internacionales", mientras la confianza en el líder de al Qaeda bajó en Marruecos de casi la mitad a un cuarto de los entrevistados, a 37 por ciento en Indonesia. El prestigio de bin Laden subió en Pakistán ligeramente al 51 por ciento y en Jordania al 60 por ciento.
Al menos tres factores han contribuido al extraordinario cambio de opinión sobre bin Laden y los atentados suicidas -incidentes terroristas en los países musulmanes, un aumento en las opiniones positivas sobre eventos en casa y el paso del tiempo desde el sondeo de 2003, realizado después de la invasión de Iraq, dijo Kohut. A principio de 2003, muchos musulmanes "creían que había una amenaza contra el islam y bin Laden representaba la oposición a Occidente y Estados Unidos", dijo. "Los ánimos se han calmado".
La reducción del apoyo a los atentados suicidas fue mayor en Indonesia, que ha presenciado mortíferos atentados en el Hotel Marriott en Yakarta y un hotel turístico en Bali que afectó seriamente el turismo y la inversión extranjera. El Líbano, Marruecos y Pakistán también sufrieron atentados especialmente sanguinarios desde las últimas encuestas. Jordania fue el único país donde la mayoría de los entrevistados -un 57 por ciento- todavía apoya las acciones terroristas en defensa del islam, posiblemente debido a que la población palestina mayoritaria está vinculada emocionalmente al conflicto con Israel, dijo Kohut.
Uno de los hallazgos más sorprendentes fue la división de opinión sobre las religiones. La mayoría de los encuestados en nueve países occidentales, incluyendo Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia y Rusia, dicen que tienen una visión positiva de los musulmanes. Pero los musulmanes entrevistados tienen sentimientos mezclados sobre los cristianos, y los sentimientos anti-judíos son "endémicos", informó el sondeo. Las opiniones en dos países asiáticos -China e India- fueron menos pronunciadas, aunque casi la mitad de los chinos entrevistados miran negativamente a musulmanes y cristianos.
En contraste con los países musulmanes, el sondeo de Pew constató que la mayoría de los entrevistados en Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, India, Holanda, Rusia y España creen firmemente que las minorías musulmanas quieren conservar una identidad distintiva en esos países no-musulmanes.
15 de julio de 2005
©washington post
©traducción mQh
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