kurdos piden estado
[Ellen Knickmeyer] Minoría étnica quiere la independencia en Iraq.
Bagdad, Iraq. Líderes kurdos han pedido que la nueva constitución iraquí garantice a la minoría kurda el derecho a votar por la independencia en ocho años, dijo el viernes un miembro kurdo del comité constitucional.
El llamado a un referéndum sobre la secesión de Iraq es el más declarado intento hacia la independencia desde la caída del presidente Saddam Hussein.
Saadi Barzanchani, un miembro kurdo del comité nacional que redacta la constitución, dijo que los kurdos probablemente votarían por seguir siendo parte de Iraq si el país se convertía en la democracia que habían prometido líderes estadounidenses e iraquíes. "Ocho años es suficiente tiempo para saberlo", le dijo en una entrevista.
Barzanchani dijo el parlamento regional de Kurdistán tomó la decisión de presionar por una garantía del derecho a voto en la nueva constitución, que el comité está tratando de terminar para el 15 de agosto.
Muchos árabes sunníes, un grupo minoritario que gobernó el país durante ochenta años, se oponen a la independencia kurda y al intento de autonomía de algunos árabes chiíes en el sur del país. Los chiíes constituyen la mayoría de la población iraquí.
"Iraq es un país unido. Yo llamo a los patriotas a oponerse a esta brutal campaña e insisto en que Ira debería ser un solo país, un país y un gobierno", dijo Mahmoud Sumaidaie, un clérigo sunní, en un sermón de las oraciones de los viernes en una mezquita de Bagdad. "No queremos separarnos. Iraq será la patria de los sunníes, chiíes, kurdos y otras minorías".
Los países que limitan con Iraq se han opuesto durante largo tiempo a un estado propio de los estimados 3.5 millones de kurdos iraquíes, que representan una fracción de los aproximadamente 20 millones de kurdos que viven en la región que se extiende desde Turquía hasta Irán, pasando por la antigua Unión Soviética. Los vecinos de Iraq temen que permitir la independencia de los kurdos iraquíes alentará los intentos separatistas en sus propios países.
Funcionarios estadounidenses se han opuesto consistentemente a las esperanzas de los aliados kurdos iraquíes, diciendo que un Kurdistán sin salida al mar, rodeado de vecinos hostiles, no sería viable.
Barzanchani dijo que la secesión era "el derecho legítimo de todas las partes de Iraq". Argumentó que garantizar a las regiones el derecho a separarse si el gobierno central los descuidaba era "una de las garantías más fuertes de la unidad" de Iraq.
Los kurdos constituyen entre un 15 y 20 por ciento de la población de Iraq. En los años ochenta, Hussein lanzó una campaña de represión de los kurdos que terminó con la vida de más de 100.000 personas en el norte de Iraq, de acuerdo a grupos internacionales de derechos humanos. Hussein también aplastó una revuelta kurda después de la Guerra del Golfo Pérsico. Más tarde fuerzas norteamericanas impusieron una zona de exclusión aérea que dio a los kurdos suficiente protección para declarar la autonomía.
El presidente iraquí Jalal Talabani, kurdo, ha dijo que quiere que la región kurda siga siendo parte de Iraq. Pero sentimientos nacionalistas impregnan su país.
Más del 90 por ciento de los votantes encuestados en Kurdistán durante las elecciones nacionales de enero, dijeron que querían la independencia, de acuerdo a un sondeo citado frecuentemente realizado en los colegios electorales.
El debate sobre cuánta autonomía permitir a los kurdos en el norte, a los chiíes en el sur, y a los sunníes en el centro y oeste del país se ha convertido en uno de los temas más difíciles que debe ser resuelto antes de que Iraq tenga una nueva constitución.
Líderes kurdos se han mostrado audaces en sus reivindicaciones. Esta semana revelaron un mapa -que quieren que sea anexado a la nueva constitución- que reclama cientos de kilómetros de territorio que se entiende hasta el sur de Bagdad. El territorio incluye la rica en petróleo y disputada ciudad de Kirkuk.
Otro funcionario kurdo, Mullah Bakhtiyar, dijo más tarde a la Associated Press, que las extensas fronteras eran una "línea roja" para los kurdos y que estaban determinados a mantenerla.
Un diplomático occidental llamó el viernes a los miembros del comité constitucional a mostrar "flexibilidad y realismo".
El diplomático, que habló con periodistas en Bagdad en el entendimiento de que no sería nombrado, también a los redactares de la constitución que mantuvieran la fecha límite del 15 de agosto, para tener un borrador de la constitución aprobado por la Asamblea Nacional. La constitución será entonces sometida a votación de los iraquíes.
"Si esto sigue así otros seis meses más, va a parecer que el proceso ha sido bloqueado", dijo el diplomático.
El diplomático dijo también que un borrador que vio el viernes había eliminado una estipulación de que asuntos familiares como el divorcio y las herencias fueran reguladas por las leyes de la secta religiosa de un individuo. Algunos iraquíes temían que la ley religiosa podría ser usada para limitar los derechos de las mujeres. El funcionario, sin embargo, enfatizó que la redacción de la constitución estaba cambiando todos los días.
El trabajo en la constitución continúa a pesar de la retirada de más de una docena de árabes sunníes después del asesinato el martes de un miembro sunní del comité.
En un atentado el viernes, una bomba improvisada mató a un marine estadounidense al oeste de Bagdad, y agencias de prensa informaron que pistoleros habían herido a un capitán del ejército iraquí y matado a su esposa de 23 años. La pareja se había casado el día anterior.
Bassam Sebti y Omar Fekeiki contribuyeron a este reportaje.
23 de julio de 2005
©washington post
©traducción mQh
El llamado a un referéndum sobre la secesión de Iraq es el más declarado intento hacia la independencia desde la caída del presidente Saddam Hussein.
Saadi Barzanchani, un miembro kurdo del comité nacional que redacta la constitución, dijo que los kurdos probablemente votarían por seguir siendo parte de Iraq si el país se convertía en la democracia que habían prometido líderes estadounidenses e iraquíes. "Ocho años es suficiente tiempo para saberlo", le dijo en una entrevista.
Barzanchani dijo el parlamento regional de Kurdistán tomó la decisión de presionar por una garantía del derecho a voto en la nueva constitución, que el comité está tratando de terminar para el 15 de agosto.
Muchos árabes sunníes, un grupo minoritario que gobernó el país durante ochenta años, se oponen a la independencia kurda y al intento de autonomía de algunos árabes chiíes en el sur del país. Los chiíes constituyen la mayoría de la población iraquí.
"Iraq es un país unido. Yo llamo a los patriotas a oponerse a esta brutal campaña e insisto en que Ira debería ser un solo país, un país y un gobierno", dijo Mahmoud Sumaidaie, un clérigo sunní, en un sermón de las oraciones de los viernes en una mezquita de Bagdad. "No queremos separarnos. Iraq será la patria de los sunníes, chiíes, kurdos y otras minorías".
Los países que limitan con Iraq se han opuesto durante largo tiempo a un estado propio de los estimados 3.5 millones de kurdos iraquíes, que representan una fracción de los aproximadamente 20 millones de kurdos que viven en la región que se extiende desde Turquía hasta Irán, pasando por la antigua Unión Soviética. Los vecinos de Iraq temen que permitir la independencia de los kurdos iraquíes alentará los intentos separatistas en sus propios países.
Funcionarios estadounidenses se han opuesto consistentemente a las esperanzas de los aliados kurdos iraquíes, diciendo que un Kurdistán sin salida al mar, rodeado de vecinos hostiles, no sería viable.
Barzanchani dijo que la secesión era "el derecho legítimo de todas las partes de Iraq". Argumentó que garantizar a las regiones el derecho a separarse si el gobierno central los descuidaba era "una de las garantías más fuertes de la unidad" de Iraq.
Los kurdos constituyen entre un 15 y 20 por ciento de la población de Iraq. En los años ochenta, Hussein lanzó una campaña de represión de los kurdos que terminó con la vida de más de 100.000 personas en el norte de Iraq, de acuerdo a grupos internacionales de derechos humanos. Hussein también aplastó una revuelta kurda después de la Guerra del Golfo Pérsico. Más tarde fuerzas norteamericanas impusieron una zona de exclusión aérea que dio a los kurdos suficiente protección para declarar la autonomía.
El presidente iraquí Jalal Talabani, kurdo, ha dijo que quiere que la región kurda siga siendo parte de Iraq. Pero sentimientos nacionalistas impregnan su país.
Más del 90 por ciento de los votantes encuestados en Kurdistán durante las elecciones nacionales de enero, dijeron que querían la independencia, de acuerdo a un sondeo citado frecuentemente realizado en los colegios electorales.
El debate sobre cuánta autonomía permitir a los kurdos en el norte, a los chiíes en el sur, y a los sunníes en el centro y oeste del país se ha convertido en uno de los temas más difíciles que debe ser resuelto antes de que Iraq tenga una nueva constitución.
Líderes kurdos se han mostrado audaces en sus reivindicaciones. Esta semana revelaron un mapa -que quieren que sea anexado a la nueva constitución- que reclama cientos de kilómetros de territorio que se entiende hasta el sur de Bagdad. El territorio incluye la rica en petróleo y disputada ciudad de Kirkuk.
Otro funcionario kurdo, Mullah Bakhtiyar, dijo más tarde a la Associated Press, que las extensas fronteras eran una "línea roja" para los kurdos y que estaban determinados a mantenerla.
Un diplomático occidental llamó el viernes a los miembros del comité constitucional a mostrar "flexibilidad y realismo".
El diplomático, que habló con periodistas en Bagdad en el entendimiento de que no sería nombrado, también a los redactares de la constitución que mantuvieran la fecha límite del 15 de agosto, para tener un borrador de la constitución aprobado por la Asamblea Nacional. La constitución será entonces sometida a votación de los iraquíes.
"Si esto sigue así otros seis meses más, va a parecer que el proceso ha sido bloqueado", dijo el diplomático.
El diplomático dijo también que un borrador que vio el viernes había eliminado una estipulación de que asuntos familiares como el divorcio y las herencias fueran reguladas por las leyes de la secta religiosa de un individuo. Algunos iraquíes temían que la ley religiosa podría ser usada para limitar los derechos de las mujeres. El funcionario, sin embargo, enfatizó que la redacción de la constitución estaba cambiando todos los días.
El trabajo en la constitución continúa a pesar de la retirada de más de una docena de árabes sunníes después del asesinato el martes de un miembro sunní del comité.
En un atentado el viernes, una bomba improvisada mató a un marine estadounidense al oeste de Bagdad, y agencias de prensa informaron que pistoleros habían herido a un capitán del ejército iraquí y matado a su esposa de 23 años. La pareja se había casado el día anterior.
Bassam Sebti y Omar Fekeiki contribuyeron a este reportaje.
23 de julio de 2005
©washington post
©traducción mQh
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