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rey de la cumbia recibe premio nacional


[Mili Rodríguez Villouta] En Chile, el popular Tommy Rey, es premiado por el presidente de la república. Es el jefe de la cumbia chilena, el gran power del ritmo, aunque él dice que es Fommy Rey, porque en su vida real no bebe ni baila ni toma café. Viene de recibir el Premio Nacional de Música Nacional Presidente de la República por su trayectoria.
Ancho y sentado en un living del paradero cuatro y medio de Pajaritos –la casa de su representante, Leo Soto–, exhibe una decena de cheques en el bolsillo superior de la camisa. Sabe que se ve bien, con el pelo oscurecido por la química y esos cheques saliendo de la camisa apretada. Como para una foto espléndida y cumbianchera de Annie Lebowitz, digamos, y muy pronto parte en una van con su grupo, sin que un fotógrafo (esta vez) alcance a poner tierra en el cuartel de la orquesta.
Los músicos esperan en una placita, con 36 grados a la sombra. Se dirigen a la fiesta del Derby, en Viña. Van a tocar ‘El galeón español’, ‘La peineta’, ‘El negro José’ y todo el repertorio clásico entre clásicos de la cumbia chilena.
Con 25 discos en el cuerpo y 43 años en la música, Tommy –cuyo verdadero nombre es Patricio Zúñiga Jorquera– mira a las cámaras y grabadoras con cara de pregunta y de fiel intérprete de ‘Un año más’. Lo suyo es algo así como el cansancio de la fama. "Los periodistas siempre preguntan lo mismo", suspira.
La Sonora de Tommy Rey ha actuado en Europa y Oceanía para chilenos en Fiestas Patrias lejanas. Pero jamás en Colombia, cuna de la cumbia y el ballenato, ni en Venezuela, donde dicen que nació de la salsa del son cubano y el guaguancó. Tommy es un caribeño sin Caribe.

¿Por qué?
Porque soy chileno –dice, sin más.

¿Y cómo era usted cuando era simplemente Patricio Zúñiga?
Nací en una familia repobre, como muchos artistas. En la comuna de San Miguel. No teníamos radio, en esa época, y al frente de mi casa había un local donde arreglaban radios y había unos shows muy bonitos de Los Indios Tabajara, Los Caporales, en fin... Entonces, nos íbamos a escuchar afuera con mi papá. Él tocaba la guitarra, música antigua, valses, algunos tangos.

¿Cuál era "su" tango?
Mi papá cantaba ‘Mi noche triste’, nunca me olvido, un tango de Gardel: "La guitarra en el ropero/ todavía está colgada/ nadie en ella canta nada/ ni hace sus cuerdas vibrar...". A mí me gustaba Lola Flores.

¿Existe la cumbia chilena?
Sí, pues, la cumbia se hizo como parte del folclore. La gente baila cueca y cumbia en Fiestas Patrias, y cumbia todo el año.

¿Qué tan diferente es de la colombiana?
La cumbia colombiana tiene otros elementos musicales, otros instrumentos, el acordeón, el clarinete. Una Sonora usa solamente trompeta, en el estilo nuestro. Todo empezó cuando La Sonora Palacio grabó ‘El caminante’, en el año 64, cuando llegaron Amparito Jiménez y Luisín Landáez. Después, nosotros seguimos en el mismo estilo, cambiando de a poquito. Incluimos otros elementos musicales, una orquesta con mayor calidad interpretativa, ideas nuevas.

¿Y quién hace las letras?
Hacemos cover de éxitos que vienen de fuera de Chile, adaptándolos. Cambiando algunas letras, porque afuera se graban cumbias con cosas que la gente no entiende acá. Como ‘El pipiripao’, que venía directamente desde Colombia.

¿Cuándo le dio el palo al gato?
"‘Daniela’ fue nuestro primer éxito. Trabajamos por todo Chile para empresas, bailes, clubes deportivos, quintas de recreo. Y fuimos llegando a un público, no digamos de categoría, pues toda la gente para nosotros tiene categoría, pero de otro nivel social en el Hotel Sheraton, en el Hyatt. Y fuimos a Suecia, a Francia, Suiza, Alemania. Y los jóvenes nos descubrieron y redescubrieron: éramos la orquesta que animaba las fiestas cuando ellos eran chicos. Y ahora vamos a estar en Viña con La Sonora Palacios. Con ellos vamos a ser 22 músicos en el escenario. La Gran Sonora de Chile: es una idea de Ricardo de la Fuente, director del festival.

¿Usted ha estado en el Caribe?
No, no; en el Caribe, no.

¿Sería exótico un grupo chileno en Colombia?
Muy difícil, están acostumbrados al estilo de ellos. Es como si unos brasileños vinieran a tocar cueca acá. Hemos estado en partes donde hay colombianos y les ha gustado mucho nuestro estilo, porque no es igual, pero es muy bailable y muy rítmico también. Es diferente. Podría gustar, pero no hemos tenido oportunidad de probarlo.

¿Por qué se queja tanto de los periodistas?
A veces, por enésima vez, tengo que decir que empecé la orquesta tal año. Y no rescatan las cosas positivas. Traen a Chile unas niñas que no hacen nada y las ponen en un diario toda la semana y al final la gente las encuentra famosas, ¡pero no son nada!

¿Qué le aconseja usted a sus hijos, a los músicos de la orquesta?
La otra noche se acercó un cantante de música sound con un trago en la mano y me dijo: "Maestro", porque me dicen maestro, "¿qué me aconsejaría usted?". Eso, le dije yo, el trago, porque tú eres muy joven, pero eso te puede pasar la cuenta. Estudiar y cuidarse, nomás.

Tanto éxito, ¿cuál es el secreto?
Es trabajar mucho. Los sellos grabadores están en una crisis terrible, casi ya no graban artistas nacionales. El último disco lo sacamos con el diario ‘La Cuarta’. Salió en quioscos y vendimos 30 mil discos en un mes. ¡Es mucho! ¡Y eso fue antes de ir a Viña! Si vamos a grabar otro disco va a ser igual, porque íbamos a grabar con Emi, pero no pudieron financiar la grabación. Por la cuestión del pirateo.

Y para ustedes fue mucho mejor.
Fue económico y rápido.

Usted dice que es Fommy Rey.
Es porque no salgo nunca a bailar ni paso en fiestocas. No puedo, porque estoy trabajando. De salir, salgo con mi señora a comer. Soy fome, soy Fommy Rey. Soy enemigo de revolverla mucho y cantar mal. Yo soy serio, estoy preocupado de lo que estoy haciendo.

¿Nada de pánico escénico?
Pánico escénico, siempre. Todos tenemos ese temor, que falle un equipo, que se corte la amplificación: todas esas cosas le dan la vuelta a uno en la cabeza. Pero en el escenario se olvida todo.

Ustedes cerraron la campaña de Michelle Bachelet.
Esa celebración fue algo fantástico: había 200 mil personas en la Alameda, y con pantalla gigante. Muy contentos, muy felices de que una mujer por primera vez vaya a ser Presidenta de Chile. Ojalá que le vaya súper bien.

¿Qué recuerda de la campaña?
Me acuerdo de la señora Michelle cuando era ministra de Salud o de Defensa. Nos tocó actuar una vez en un barrio bien popular. Entonces, ya, dijimos, ¡que muevan la colita! ¡Todos! ¡Y le hicimos mover la colita a ella! Muy alegre y muy entretenida, ella se puso a mover la colita. ¡Y la gente feliz! Después nos encontramos en otro lugar, y ella me dijo inmediatamente al oído: "Por favor, esta vez no me hagas mover la colita".

¿Cómo recibió el Premio Presidente de la República?
Es un premio personal, mío, por mi trayectoria de 43 años en la música. Me sentí muy emocionado, y lo dije ahí. Dije: este premio es un reconocimiento a los artistas que se destacan, hay muchos artistas que lo merecían a lo mejor más que yo, uno nunca sabe, pero hay un jurado que lo elige, todos tienen diferentes ideas, y me eligieron a mí. Me extrañé, incluso, que un cantante de música bailable sea elegido Premio Nacional de Música. Es maravilloso. Lo recibo con la humildad de siempre, y lo comparto con mis compañeros, porque todo el éxito que pudiera haber tenido yo es gracias al apoyo de ellos.

Usted tuvo una discusión con Luisín Landáez, y alguien dijo: "¡Hasta cuándo sigue el monopolio de Tommy Rey!".
Yo me enojé con él porque dijo que cobrábamos muy barato y que por eso nos contratan, y no es verdad. Él ha llegado a una edad en que ya no lo contratan, y siente envidia. Yo dije: "Es un viejito envidioso", pero después me arrepentí de haberlo dicho. Lo lamento. Yo lo admiro como artista, siempre.

¿Y lo del monopolio?
¡No es monopolio! A nosotros nos llaman, y si eso es mala suerte para los otros, no sé, pero no es que queramos adueñarnos de todos los eventos. Ganamos bien, nadie tiene de qué quejarse, por eso nos hemos mantenido unidos. Las orquestas se desunen cuando hay abuso. Nosotros seguimos todo este verano: tenemos que seguir viajando con calor, y pa’ todos lados, en invierno con frío, y así es la vida, ¿no?

12 de febrero de 2006

©nación

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1 comentario

sandra -

mierda lo siento me he eciwocado