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escritores a sueldo


[Motoko Rich y Dinitia Smith] Nuevo estilo en la producción literaria de libros.
Los lomos de los libros llevan nombres como Cecily von Ziegesar, Ann Brashares y, todavía más polémicamente, debido a que el domingo se la acusó de plagio, Kaavya Viswanathan. Pero en la página de derechos -y en los contratos-, hay un nombre adicional: Alloy Entertaiment.
Nadie asociado con las acusaciones de plagio está apuntando a Alloy, el creador entre bastidores de algunos de los libros más exitosos entre las publicaciones para adultos jóvenes. La señorita Viswanathan dice que sólo ella es responsable de la utilización de dos fragmentos de dos novelas de Megan McCafferty, ‘Sloppy Firsts’ y ‘Second Helpings’. Pero el incidente al menos abre una ventana a una poderosa compañía con lucrativas, aunque enredadas relaciones dentro de la industria editorial que podría tomar por sorpresa a los fans de la serie ‘The It Girl’.
En muchos casos, los editores de Alloy -conocidos como ‘ensambladores de libros’- proponen guiones a los editores y crean tramas y personajes antes de entregárselos a un escritor (o a una serie de escritores).
Las relaciones entre Alloy y los editores están tan entrelazadas que la misma editora, Claudia Gabel, es mencionada en las páginas de agradecimientos tanto de los libros de la señorita McCafferty como en ‘How Opal Mehta Got Kissed, Got Wild, and Got a Life’, de Viswanathan. Gabel fue asistente editorial del Crown Publishing Group, y luego se mudó a Alloy, donde ayudó a elaborar la idea del libro de Viswanathan. Recientemente se convirtió en editora de Knopf Delacorte Dell Young Readers Group, una filial de Crown.
Gabel no quiso hacer comentarios. Pero Stuart Applebaum, portavoz de Random House, la editorial propietaria de Crown, dijo que Gabel, que trabajó para Alloy desde la primavera de 2003 hasta noviembre pasado, había dejado la compañía "antes de terminar el trabajo editorial" sobre el libro de Viswanathan.
"Claudia nos dijo que no tocó ni una sola línea del manuscrito de Kaavya en ningún momento", dijo Applebaum, que agregó que Gabel era una de las varias personas que trabajaron en el proyecto en su fase preparatoria.
Leslie Morgenstein, presidente de Alloy, se negó a hacer comentarios. "Todavía estamos tratando de tener claridad sobre las acusaciones. No podemos hacer comentarios hasta que no tengamos más información sobre la situación actual".
Allow posee o comparte el copyright con los autores y luego divide los adelantos y las regalías con ellos. Este domingo, los libros creados por Alloy estarán en las posiciones 1, 5 y 9 de la lista de best-sellers de libros de bolsillo para niños del New York Times.
"De cierto modo, es como trabajar en un programa de televisión", dice Cindy Eagan, directora editorial de Little, Brown Books for Young Readers, una filial del editor de Viswanathan y la editora de las series ‘Clique’, ‘A-List’ y ‘Gossip Girl’. "Todos trabajamos juntos en las novelas".
Dependiendo de la serie, algunos escritores tienen más libertad que otros para desarrollar tramas y personajes. La señorita von Ziegesar, que creó el concepto, trama y personajes de los libros de ‘Gossip Girl’ cuando era editora en Alloy, escribió los primeros ocho libros de la serie. Dijo que cuando estaba en Alloy propuso paquetes cuidadosamente argumentados para otras series y contrató a escritores a quienes se les dijo que siguieran sus instrucciones estrechamente. Pero otros escritores de series diferentes recibieron bosquejos muy generales.
Viswanathan era, de cierto modo, una inusual autora de Alloy. No fue reclutada por el ensamblador sino más bien introducida a él por William Morris, el agente. En una entrevista ayer Viswanathan dijo que después de un encuentro inicial con el ensamblador del libro, "me preguntaron sobre mi vida, quién era yo". Agregó: "En lo esencial, me dijeron: ‘Envíenos un e-mail sobre usted que le parezca lo más natural".
Viswanathan contó que escribió sobre el hecho de que no tenía novio, sobre la presión que sentían sus amigos en cuanto a la elección de buenas universidades y sobre ser una chica india americana.
"Eso les gustó", dijo Viswanathan.
Alloy trabajó entonces con ella en los primeros cuatro capítulos del libro, haciendo lo que Viswanathan describió como sugerencias menores.
Una vez que Little, Brown decidió comprar el mnuscrito, Viswanathan dijo que ella había trabajado casi exclusivamente con Asya Muchnick, una editora allá.
Pero el contrato editorial que firmó Little, Brown es en realidad con Alloy, que tiene los derechos de ‘Opal’, junto con Viswanathan. Ni Little, Brown ni Allow quisieron hacer comentarios sobre los adelantos o lss rrgalías -los contratos corrientes dan un 15 por ciento del precio al público al autor- que percibirá Viswanathan.
La compañía que finalmente se convirtió en Alloy fue fundada en 1987. Tuvo su primer éxito con la serie ‘Las gemelas de Sweet Valley High’. La compañía, conocida entonces como 17th Street Productions, fue vendida en 2000 a Alloy Inc., una importante compañía de medios que posee la detallista Delia’s, orientada hacia el mercado adolescente, y cambió su nombre a Alloy Entertainment. Desde entonces se ha convertido en un fábrica de éxitos de la literatura juvenil.
Alloy trabaja para muchas de las editoriales más grandes. La serie ‘Un verano en pantlaones’ [The Sisterhood of the Traveling Pants] ha generado tres best-sellers para Delacorte Press, una editorial de Random House, mientras Simon Pulse, una editorial de Simon & Schuster, publica las series de Alloy ‘Au Pairs’ y ‘Private’.
Los ensambladores han estado aquí durante décadas, y se remontan al menos al Stratemeyer Syndicate, los creadores de las series de misterio Nancy Drew y Hardy Boys. Hoy, los ensambladores trabajan no solamente el mercado adolescente, sino todo tipo de títulos, desde libros ilustrados y series para niños hasta manuales y novelas gráficas.
Pero el mercado literario de adultos jóvenes es innegablemente un chollo para el ensamblaje de libros. Las ganancias son mucho más elevadas: Carolyn Keene, el nombre de pluma de escritores de los libros de Nancy Drew, no recibieron nunca adelantos de medio millón de dólares, como Viswanathan, según han informado The Boston Globe y otros. (Little, Brown declaró que la suma era menor).
Para editores, un beneficio es que los ensambladores se ocupan de cosas como las correcciones y el diseño de las cubiertas.
A pesar de la producción en cadena de montaje de los libros, sus autores todavía conservan muchas de las costumbres de los autores más tradicionales. Von Ziegesar dijo que su contrato con Alloy estipula que ella debe entregar "su propio material original". Agregó: "Al final el autor es realmente responsable".
Que los desenfrenados plagios en el manuscrito de Viswanathan -Crown ha citado más de 40 ejemplos- pasaran desapercibidos suena asombroso para los extraños. Pero en el género, "hay ciertamente similitudes en todo el mundo", dijo Bethany Buck, vice-presidente y directora editorial de Simon Pulse. "La experiencia adolescente es bastante universal".
Little, Brow, por ejemplo, no acusa a Alloy. "Entendemos que Kaavya escribió el libro ella misma, así que cualquier problema es enteramente el resultado de su oficio y no el resultado de la intervención del ensamblador", dijo Michael Pietsch, el editor.
Incluso empleados de Random House, la empresa matriz del editor de McCafferty, dijeron que no creen que Alloy sea responsable. "La mayoría de las relaciones con ensambladores y productores de libros han estado relativamente libres de los tipos de problemas citados en la cobertura de esta historia", dijo Applebaum, el portavoz, "y han sido beneficiosas para todos los participantes".

27 de abril de 2006
©new york times
©traducción mQh
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1 comentario

Germán Andrade -

Qué texto tan mal redactado. Tan confuso. ¿En serio le pagaron a alguien por escribir esto? Es la fiel prueba de cómo una buena información pues ser pésimamente presentada. Y eso que estamos dizque en una página de escritores...