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un día sin latinos cruza las fronteras


[Héctor Tobar y Cecilia Sánchez] Grupos comerciales, sindicatos y algunas administraciones se unirán a protesta este lunes 1 de mayo.
Ciudad de México, México. Empezó como una serie de e-mails rebotando entre México y América Central, con el tipo de cartas en cadena que mucha gente considera una pesadez.
"Envíe este mensaje a tanta gente como posible", dice un mensaje enviado por el dueño de una videoteca en San Salvador a más de 200 clientes. "No compre nada de Estados Unidos... Nada de Dunkin’ Donuts, McDonald’s, Burguer [sic] King, Starbucks, Sears, Crispy Cream [sic], Wal-Mart..."
Difundiéndose boca a boca así como a través de internet, la campaña llama a un boicot de 24 horas de negocios estadounidenses en México y otros países latinoamericanos. La idea es mostrar solidaridad con las protestas por los derechos de los inmigrantes en varias ciudades de Estados Unidos ese día.
Esta semana, un creciente número de grupos comerciales, sindicatos y dirigentes políticos de México dijeron que piensan unirse al boicot, que se celebrará aquí durante el festivo tradicional del 1 de mayo.
Incluso aunque el acceso a internet es todavía un lujo en México (sólo el 9 por ciento de las casas tiene acceso a internet), el boicot se ha extendido rápidamente.
Teresa García Hernández, 44, enfermera en Ciudad de México, que no navega en la red, se enteró de boicot a través de sus hijos adolescentes.
"Están realmente excitados sobre el asunto y se lo están contando a todos sus amigos, primos y tíos", dijo. "Me dijeron: ‘Mamá, como tus amigas no tienen internet, diles en persona que no compren nada gringo ese día".
Muchos mexicanos están siguiendo de cerca el debate sobre la inmigración en Estados Unidos. Hay una creciente sensación entre los mexicanos de que las propuestas que están siendo debatidos en el Congreso estadounidense podrían perjudicar a millones de compatriotas que han cruzado la frontera ilegalmente.
En Ciudad Juárez, al otro lado de la frontera en El Paso, la Cámara de Comercio anunció que sus cinco mil miembros ni comprarían ni venderían productos estadounidenses ese día. Y dirigentes de un grupo campesino del estado de Chihuahua dijeron que planeaban bloquear los puentes que conectan a Ciudad Juárez con El Paso.
"Para los que vivimos en la frontera, nos conviene hacer las compras en El Paso, pero un día no nos hará daño", dijo la vecina de Ciudad Juárez Adriana Olague, al diario El Universal. "Y de este modo ayudamos a los paisanos allá, que quieren ser tratados mejor".
Sin embargo, para algunos mexicanos la idea de un boicot es preocupante.
En el barrio de Anzures en Ciudad de México, Carlos Torres señaló que su franquicia de McDonald’s era una inversión conjunta de "muchas familias que son completamente mexicanas".
"Con este boicot podríamos tener pérdidas importantes", dijo Torres. "Simplemente debido a que sea una marca americana no quiere decir que los dueños sean gringos. Este es nuestro empleo. Los trabajadores aquí son todos mexicanos".
El creciente llamado a no comprar "nada gringo" el lunes también ha causado preocupación entre los miembros de la Cámara de Comercio estadounidense en México.
Larry Rubin, presidente del grupo, observó que un 40 por ciento de la fuerza de trabajo mexicana trabaja en compañías estadounidenses. La cámara ha cabildeado pidiendo cambios en las leyes de inmigración estadounidenses para que permitan a millones de mexicanos en Estados Unidos obtener una residencia legal.
"Nuestros miembros han sido muy elocuentes en su apoyo de una reforma positiva de la inmigración en Estados Unidos", dijo Rubin. Boicotear los productos americanos "no es el mejor modo de que los mexicanos nos devuelvan ese favor", dijo. "Es como pegarse un balazo en el pie".
Los grupos de defensa de los inmigrantes en Estados Unidos conciben su protesta ‘Un Día Sin Latinos’, un nombre derivado de una parodia de documental de 2004 en el que California se hunde en el caos cuando su población mexicana desaparece misteriosamente. Activistas latinoamericanos se apoderaron rápidamente del lema. Uno de los e-mails que circula en la región dice alegremente a sus receptores: "¡Podemos convertir en realidad la película ‘Un día sin mexicanos’!"
Elmer Escobar, dueño de cuatro videotecas de Evolution Video en San Salvador, la capital de El Salvador, recibió un e-mail titulado ‘Día Sin Mexicanos’ de un amigo y lo envió prontamente a 288 clientes de su base de datos.
En un país donde casi todas las familias tienen un familiar que ha emigrado a Estados Unidos, unirse al boicot se vive casi como una obligación, dijo Escobar.
"Yo tengo familia en Los Angeles y San Francisco, parientes que surgieron desde abajo, como yo", dice Escobar. "Todos hemos sufrido para mejorar nuestras vidas. Y los otros que han emigrado de México, Guatemala y Honduras, también vienen desde abajo. Es por eso que nos apoyamos".
Un profesor de la Universidad Nacional en San Salvador imprimió el e-mail y lo pegó en todo el campus.
En Guatemala, activistas que trabajan con indios mayas están planeando usar las emisoras de radio para difundir el boicot a las áreas rurales.
"Queremos enviar el mensaje a los pueblos y asentamientos, pidiendo a la gente que cuente a sus familiares en Estados Unidos que no envíen dinero a Guatemala ese día", dijo Ignacio Ochoa, director de la Fundación Nahual. "Creemos que con meramente boicotear los productos americanos no tendremos tanto impacto".
Miembros de la Cámara de Comercio en los estados mexicanos de Guanajuato han dicho que piensan unirse al boicot, así como funcionarios de los estados adyacentes de Tamaulipas, Chihuahua y Coahuila. El estado de Sonora, que tiene fronteras con Arizona, no apoya el boicot.
Pero diplomáticos mexicanos y el presidente Fox han dicho que tienen miedo que el boicot sea un tiro por la culata.
"El gobierno mexicano no se une a boicots de esta naturaleza", dijo el ministro de Asuntos Exteriores Luis Ernesto Derbez la semana pasada. Todas las embajadas y consulados mexicanos en Estados Unidos abrirán sus puertas ese día.
El martes partidarios del candidato presidencial de izquierda, Andrés Manuel López Obrador repartieron octavillas en apoyo del boicot en una manifestación de campaña en Ciudad de México. Pero el candidato de centro-derecha Felipe Calderón, dijo que se oponía a la iniciativa.
"He tenido la tentación de mostrar solidaridad con el movimiento", dijo Calderón en una entrevista. Pero "es importante entender que el problema de la inmigración no puede ser ni debe convertirse en un conflicto entre países".
Calderón dijo que estaba preocupado de que el boicot provocase mayores sentimientos "anti-mexicanos" en Estados Unidos.
Ernesto Zamora, 65, un jubilado en Ciudad de México, dijo que su familia respetaría el boicot, aunque no compraban muchos productos estadounidenses. Su hijo, que se marchó a Los Angeles para trabajar en la construcción hace algunos años, llamó a su padre para contarle sobre el boicot.
"Podemos mostrar el apoyo de México a los mexicanos que trabajan allá", dijo Zamora sobre el boicot. "Son buenos trabajadores y no es justo que los deporten".

Alex Renderos en San Salvador contribuyó a este reportaje.

27 de abril de 2006
©los angeles times
©traducción mQh
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