perro sin pulgas
[Krevin Crust] ‘Cariño, estoy hecho un perro' [The Shaggy Dog] deriva su título de una trama más que trillada y confusiones antropomórficas apenas inquietantes.
Volviendo a esta particular perrera por quinta vez desde 1959, Disney propone otra reencarnación de ‘Cariño, estoy hecho un perro', su peluda historia de un hombre que se mezcla con una bestia para su propio bien. En la original trabajaron Tommy Kirk y Fred MacMurray, fue una de las primeras comedias de acción, e hizo montones de dinero.
Lo más interesante (o particular) que se puede decir sobre esta peluda franquicia es que la tercera versión, una película de televisión de 1987 titulada ‘The Return of the Shaggy Dog', con Gary Kroeger, fue co-escrita, según la Base de Datos de Películas en Internet, por Paul Haggis, de ‘Colisión' [Crash].
La nueva versión se basa tanto en la original como en la de Dean Jones de 1976, ‘Un candidato muy peludo' [El Perro Fiscal, The Shaggy D.A.], con el productor y estrella Tim Allen en el papel del fiscal Dave Douglas, que persigue a un maestro local por haber incendiado el laboratorio del gigante farmacéutico Grant & Strickland. La hija adolescente de Carly (Zena Grey) es obviamente alumna del maestro y participa en una manifestación que se opone a su padre.
De hecho, Grant & Strickland es una entidad maligna dirigida por Lance Strickland (Philip Baker Hall) y su codicioso científico jefe (Robert Downey Jr.) Aunque han convencido a todo el mundo de lo contrario, la firma realiza experimentos con animales para aislar el gene mágico en un barbudo collie de trescientos años rescatado en el Tibet en la operación paramilitar que abre la película. Esta búsqueda de la fuente de la juventud deja atrás una reserva de bichos, entre ellos un híbrido de bulldog con rata, un culebra gigante de cola peluda, roedores que ladran y primates.
En su ingenuidad, el ambicioso Dave se absorbe cada vez más en su trabajo y pierde el contacto con su esposa Rebecca (Kristin Davis), su hija Carly y su hijo Josh (Spencer Breslin).
Entretanto, Carly y su noviete (Shawn Pyfrom) rompen la seguridad tipo tamiz de Grant & Strickland y, sin darse cuenta, liberan al antiguo can tibetano.
El perro muerde a Dave, que entonces, intermitente e inconvenientemente, se convierte en un perro igualmente lanudo, lo que conduce a situaciones de comedia de equivocaciones, bromas con olisqueos de culo y una amenaza a la felicidad de la familia Douglas. Naturalmente, Dava recupera su humanidad, convirtiéndose como chucho en un mejor marido y padre de lo que fue nunca como humano.
El tibio intento de la película de ser relevante es la trama secundaria sobre la experimentación animal, pero antes que hacer algo parecido a una argumentación, los directores simplemente usaron los monstruos creados por la ciencia como trucos visuales. ‘Cariño, estoy hecho un perro' es estrictamente para los más pequeños que pueden reírse a mandíbula batiente con las fusiones antropomórficas y no se distraerán con la previsible y empalagosa trama de comedia de televisión.
El director Brian Robbins y los productores de algún modo persuadieron a Downey, Hall, Davis, Danny Glover y Jane Curtin para subirse a bordo en este proyecto de televisión por cable. El guión -que tiene toda la apariencia de haber sido escrito por una comisión- es efectivamente el producto de cinco escritores. Privado de inteligencia o de cualquier cosa parecida a la creación, la película descansa en los efectos especiales y en su reparto, humano y animal, para su escaso atractivo. Ojalá que no tenga secuela.
Lo más interesante (o particular) que se puede decir sobre esta peluda franquicia es que la tercera versión, una película de televisión de 1987 titulada ‘The Return of the Shaggy Dog', con Gary Kroeger, fue co-escrita, según la Base de Datos de Películas en Internet, por Paul Haggis, de ‘Colisión' [Crash].
La nueva versión se basa tanto en la original como en la de Dean Jones de 1976, ‘Un candidato muy peludo' [El Perro Fiscal, The Shaggy D.A.], con el productor y estrella Tim Allen en el papel del fiscal Dave Douglas, que persigue a un maestro local por haber incendiado el laboratorio del gigante farmacéutico Grant & Strickland. La hija adolescente de Carly (Zena Grey) es obviamente alumna del maestro y participa en una manifestación que se opone a su padre.
De hecho, Grant & Strickland es una entidad maligna dirigida por Lance Strickland (Philip Baker Hall) y su codicioso científico jefe (Robert Downey Jr.) Aunque han convencido a todo el mundo de lo contrario, la firma realiza experimentos con animales para aislar el gene mágico en un barbudo collie de trescientos años rescatado en el Tibet en la operación paramilitar que abre la película. Esta búsqueda de la fuente de la juventud deja atrás una reserva de bichos, entre ellos un híbrido de bulldog con rata, un culebra gigante de cola peluda, roedores que ladran y primates.
En su ingenuidad, el ambicioso Dave se absorbe cada vez más en su trabajo y pierde el contacto con su esposa Rebecca (Kristin Davis), su hija Carly y su hijo Josh (Spencer Breslin).
Entretanto, Carly y su noviete (Shawn Pyfrom) rompen la seguridad tipo tamiz de Grant & Strickland y, sin darse cuenta, liberan al antiguo can tibetano.
El perro muerde a Dave, que entonces, intermitente e inconvenientemente, se convierte en un perro igualmente lanudo, lo que conduce a situaciones de comedia de equivocaciones, bromas con olisqueos de culo y una amenaza a la felicidad de la familia Douglas. Naturalmente, Dava recupera su humanidad, convirtiéndose como chucho en un mejor marido y padre de lo que fue nunca como humano.
El tibio intento de la película de ser relevante es la trama secundaria sobre la experimentación animal, pero antes que hacer algo parecido a una argumentación, los directores simplemente usaron los monstruos creados por la ciencia como trucos visuales. ‘Cariño, estoy hecho un perro' es estrictamente para los más pequeños que pueden reírse a mandíbula batiente con las fusiones antropomórficas y no se distraerán con la previsible y empalagosa trama de comedia de televisión.
El director Brian Robbins y los productores de algún modo persuadieron a Downey, Hall, Davis, Danny Glover y Jane Curtin para subirse a bordo en este proyecto de televisión por cable. El guión -que tiene toda la apariencia de haber sido escrito por una comisión- es efectivamente el producto de cinco escritores. Privado de inteligencia o de cualquier cosa parecida a la creación, la película descansa en los efectos especiales y en su reparto, humano y animal, para su escaso atractivo. Ojalá que no tenga secuela.
10 de marzo de 2006
©los angeles times
©traducción mQh
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