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muerte al otro lado del océano


[Miranda Leitsinger] Querían llegar a Europa. La lancha pesquera llegó a Barbados, con sus cadáveres.
San Juan, Puerto Rico, Estados Unidos. Salieron de África en vísperas de Navidad para buscar una vida mejor en Europa. En lugar de eso, la oxidada lancha los llevó a la muerte mientras cruzaba 3.200 kilómetros de Océano Atlántico, terminando su travesía en la isla de Barbados, en el Caribe.
Para cuando un pescador encontró la lancha el 30 de abril, los cuerpos de once jóvenes a bordo estaban prácticamente momificados por el sol y la sal. Uno había escrito una nota de despedida antes de morir.
"Me gustaría enviar a mi familia en Bassada [Senegal] algo de dinero. Por favor, discúlpenme y adiós", dice la nota, encontrada entre los cuerpos.
Parecía haber sido escrita por un senegalés llamado Diao Souncar Dieme y contenía números de teléfono de su hermano y mejor amigo, dijo el miércoles el fiscal general Dale Marshall.
Con rutas de viaje hacia Europa a través de Marruecos cada vez más selladas, los emigrantes están lanzándose a rutas cada vez más alejadas de la costa del noroeste de África, algunos viajando más de 2.400 kilómetros en atiborrados botes pesqueros para llegar a Europa. Los botes a menudo se extravían o rompen, flotando a la deriva en el Atlántico o naufragando durante tormentas.
Aparentemente, la lancha salió de Senegal, en la costa occidental de África, con 52 personas a bordo, dijo Marshall. De seis metros de largo y un pequeño puente de mando, se dirigía probablemente hacia las Islas Canarias, España, una entrada a Europa ubicada en el Atlántico a unos 320 kilómetros de la costa sur de Marruecos.
"Este es el fin de mi vida en este gran mar marroquí", escribió el desorientado pasajero.
La policía encontró en la lancha, dinero en euros, un itinerario de viaje y un billete de avión de la Senegal Airways.
La policía española pidió a Interpol, la organización internacional de policía, que ayudara a encontrar a un español en las Islas Canarias que presuntamente organizó el desgraciado viaje y cobró a los emigrantes entre 1.540 y 1.930 dólares cada uno, informó el domingo el diario español El País.
Una funeraria de Barbados preserva en estos momentos los once cadáveres. "El problema es realmente tratar de identificar a esos individuos", dijo Marshall.
Un equipo de Interpol examinó la lancha y los cuerpos, y se ha solicitado la intervención de un segundo equipo.

2 de junio de 2006
©washington post
©traducción mQh
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