recuperan el grito
Recuperados ‘El grito' y ‘La Madonna' de Munch, los ladrones siguen en fuga.
Oslo, Noruega. ‘El grito' y ‘La Madonna', las dos obras maestras del expresionista noruego Edvard Munch robadas en pleno día en 2004 de un museo de Oslo, fueron recuperadas este jueves en "bastante buen estado", dijo la policía que, sin embargo, no ha logrado aún atrapar a los ladrones.
"La policía de Oslo puede confirmar que las dos telas están ahora en nuestro poder", declaró Yver Stensrud, responsable del departamento anti crímenes organizados, en una conferencia de prensa.
Al ser recuperadas, la autenticidad de las obras fue comprobada mediante unas pruebas realizadas por expertos del Museo Munch de la capital noruega, informó la agencia noruega NTB.
"Hace dos años y nueve días que buscábamos sistemáticamente ambas pinturas y ahora las encontramos. Es un día de alegría para la policía, los propietarios de los cuadros y el público, que muy pronto podrá volverlos a admirar", precisó Stensrud.
Ambas telas "están en bastante buen estado", añadió el responsable al explicar que "los daños son muchos menos de los que temíamos".
Las dos obras maestras del pintor noruego (1863-1944) fueron robadas del Museo Munch de Oslo el 22 de agosto de 2004 por dos individuos armados y enmascarados, en pleno día y ante las atónitas miradas de los visitantes, y luego huyeron en un vehículo robado condicido por un tercer cómplice.
Stensrud no explicó las circunstancias de la recuperación de las telas, que entre ambas tienen un valor de 100 millones de dólares (83 millones de euros).
Sin embargo, afirmó que no se pagó ningún rescate por las mismas y que tampoco se llevó a cabo ninguna detención.
Desde su robo había sido imposible encontrar ambos cuadros, pese a la recompensa de unos 320.000 dólares (250.000 euros) prometida por la municipalidad de Oslo, propietaria de la colección Munch.
Los expertos siempre sostuvieron que las telas eran demasiado famosas para poder ser vendidas. ‘El grito' representa un rostro deformado y aterrado con un fondo de colores vivos que se ha convertido en el símbolo de la angustia humana, mientras que el segundo reproduce una mujer de cabellos largos y busto desnudo.
La policía noruega convirtió su hallazgo en una prioridad y a finales del 2005 detuvo a varias personas por su presunta participación en el robo.
Cinco sospechosos fueron mantenidos en prisión provisional y el 2 de mayo pasado un tribunal de Oslo condenó a tres hombres a penas de entre cuatro a ocho años de cárcel por su implicación en el robo de ‘El Grito'.
Dos de los tres condenados también se vieron obligados a pagar, "en un plazo de dos semanas", 122 millones de dólares (95 millones de euros), en concepto de resarcimiento y para que revelasen el escondite de los cuadros.
Según la principal hipótesis de la fiscalía del juicio, la acción habría sido ordenada por los autores de un robo realizado en una sucursal del Banco Central de Noruega meses antes, en Stavanger (suroeste) y en el que murió un policía.
De esta forma el robo de los dos cuadros de Munch habría sido sólo una maniobra para 'distraer' la atención policial de lo ocurrido en Stavanger.
El Museo Munch, cuyo dispositivo de seguridad fue muy criticado tras lo ocurrido, volvió a abrir sus puertas en junio, después de unas importantes obras que han transformado el edificio en una especie de búnker.
"La policía de Oslo puede confirmar que las dos telas están ahora en nuestro poder", declaró Yver Stensrud, responsable del departamento anti crímenes organizados, en una conferencia de prensa.
Al ser recuperadas, la autenticidad de las obras fue comprobada mediante unas pruebas realizadas por expertos del Museo Munch de la capital noruega, informó la agencia noruega NTB.
"Hace dos años y nueve días que buscábamos sistemáticamente ambas pinturas y ahora las encontramos. Es un día de alegría para la policía, los propietarios de los cuadros y el público, que muy pronto podrá volverlos a admirar", precisó Stensrud.
Ambas telas "están en bastante buen estado", añadió el responsable al explicar que "los daños son muchos menos de los que temíamos".
Las dos obras maestras del pintor noruego (1863-1944) fueron robadas del Museo Munch de Oslo el 22 de agosto de 2004 por dos individuos armados y enmascarados, en pleno día y ante las atónitas miradas de los visitantes, y luego huyeron en un vehículo robado condicido por un tercer cómplice.
Stensrud no explicó las circunstancias de la recuperación de las telas, que entre ambas tienen un valor de 100 millones de dólares (83 millones de euros).
Sin embargo, afirmó que no se pagó ningún rescate por las mismas y que tampoco se llevó a cabo ninguna detención.
Desde su robo había sido imposible encontrar ambos cuadros, pese a la recompensa de unos 320.000 dólares (250.000 euros) prometida por la municipalidad de Oslo, propietaria de la colección Munch.
Los expertos siempre sostuvieron que las telas eran demasiado famosas para poder ser vendidas. ‘El grito' representa un rostro deformado y aterrado con un fondo de colores vivos que se ha convertido en el símbolo de la angustia humana, mientras que el segundo reproduce una mujer de cabellos largos y busto desnudo.
La policía noruega convirtió su hallazgo en una prioridad y a finales del 2005 detuvo a varias personas por su presunta participación en el robo.
Cinco sospechosos fueron mantenidos en prisión provisional y el 2 de mayo pasado un tribunal de Oslo condenó a tres hombres a penas de entre cuatro a ocho años de cárcel por su implicación en el robo de ‘El Grito'.
Dos de los tres condenados también se vieron obligados a pagar, "en un plazo de dos semanas", 122 millones de dólares (95 millones de euros), en concepto de resarcimiento y para que revelasen el escondite de los cuadros.
Según la principal hipótesis de la fiscalía del juicio, la acción habría sido ordenada por los autores de un robo realizado en una sucursal del Banco Central de Noruega meses antes, en Stavanger (suroeste) y en el que murió un policía.
De esta forma el robo de los dos cuadros de Munch habría sido sólo una maniobra para 'distraer' la atención policial de lo ocurrido en Stavanger.
El Museo Munch, cuyo dispositivo de seguridad fue muy criticado tras lo ocurrido, volvió a abrir sus puertas en junio, después de unas importantes obras que han transformado el edificio en una especie de búnker.
1 de septiembre de 2006
©mi punto
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