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sobre folclore chileno


Mitos y verdades de la música tradicional chilena. Por sus cuecas los conoceréis.
El guatón Loyola se agarra a cornetes en Los Andes, mientras el Beto con el Mesías se pelean por quince lucas. Los peruanos residentes se preguntan si la letra "y verás cómo quieren en Chile, al amigo cuando es forastero" es chiste. Las letras de nuestro folclore tienen algo de cierto, aunque también elementos obsoletos, pero por lo general dan en el clavo con nuestra idiosincrasia.
Aunque no sepamos bailarla y la iglesia adventista la prohíba, la música tradicional escarba en la identidad y saca a relucir el lado bonito y feo del chileno. También tenemos letras que ya no nos representan. O mejor dicho, el chileno que en ellas se describe va en franca extinción. Los compositores cuentan sus experiencias particulares, pero también ilustran situaciones que caracterizan la idiosincrasia nacional. Aquí van algunos puntos de su definición del chileno, sin más rodeo.

Bebedor
"Toma la chicha en balde, el aguardiente en bacinica, el vino blanco en chuico, el vino tinto en la pipa". En Chile, el uso del alcohol supera el de cualquier droga ilícita -marihuana, cocaína y/o pasta base. De hecho, un 73,08% de los encuestados en el Cuarto Estudio Nacional sobre uso de Drogas en Población General, realizado el año 2000 por Conace, declaró haber consumido alcohol, contra un 6,28% que reconoció consumo de cualquier droga ilícita en el último año. Después de México, Chile tiene la segunda tasa más alta de mortalidad por cirrosis hepática en el mundo.
Para Fernando Matta, el alcoholismo tiene que ver con que "hay chilenos que guardan resentimientos y tensiones y que la única forma de borrarse es con el trago: así huyen de la realidad, que puede llegar a ser insoportable".

Xenófobo, Racista, Clasista
La Tercera Encuesta de Intolerancia y Discriminación muestra que la xenofobia afecta principalmente a los peruanos que viven en nuestro país, a pesar que este comportamiento es rechazados por un 53% de los santiaguinos. Cuando Chito Faró escribió "y verás cómo quieren en Chile, al amigo cuando es forastero" seguramente pensó en el extranjero de aspecto más bien ario. Como dice la letra de ‘La regodeona', "y si me encuentro un rubio, caramba me voy con él". Por eso, el recibimiento depende del forastero que estemos hablando. "Si viene de Perú o Bolivia, más que amigo es un extraño, ilegal y no deseado. Aquí se mezcla el prejuicio xenofóbico con el racista, en particular hacia el indígena. Eso hace la diferencia entre un forastero con aspecto ario y el peruano con aspecto incaico", explica el sociólogo Fernando Matta.
La compositora e intérprete Clarita Parra se refiere a la xenofobia en el mundo artístico. "Traen a Chile a los artistas que nadie conoce y se le da más valor a los extranjeros. Somos capaces de endeudarnos por un año entero por 120 lucas para ver a Robbie Williams -que no entendemos qué canta- pero al peruano, que sí entendemos, lo echamos"..
Margot Loyola aporta otra letra: "Tu madre zamba, la mía no". Según la folclorista, el racismo y la discriminación están presentes en varias letras de nuestro folclore. "Borraron de un plumazo a nuestros negros del Valle de Azapa y a los pueblos originarios. Sin embargo, ahora somos menos discriminadores que en otros países latinoamericanos; aceptamos los apellidos mapuches y nuestros pueblos indígenas, ellos salieron de sus rucas y nos están enseñando su cultura."
"Sólo por mirarla, sólo por quererla, lo echó una mañana furioso el patrón. Un pobre ovejero, ¿cómo iba a fijarse en su hija tan linda un mísero peón? En "Corazón de escarcha" se ejemplifica el clasismo chileno "que sigue instalado vivito y coleando en nuestro país. Esto se expresa en conductas que tienden a apartar al que pertenece a otra clase social", dice el sociólogo de la DOS.

Romántico
"Cada vez que en ti yo pienso, mi corazón no resiste, mis penas son tan amargas desde el día que te fuiste…" Margot Loyola señala que las temáticas en el folclore son el 18 de septiembre, las ornitomorfas (se refieren a pájaros), de faenas (hablan del trabajo) y religiosas, entre otras. "Sin embargo, las amatorias son predominantes. Las letras de amor revelan al chileno romántico: es un amor de carácter desengañado, donde hay traición, tristeza, frustración".

Hábil Para el Doble Sentido y Pícaro
"Querís que te pinte un niño sin poner pa' la pintura, vos te creís que es papaya, pintar una criatura, siempre que me ponga m'hijita los materiales, no le cobro ni un cobre m´hijita por pasarle una manito".
Según Osvaldo Cádiz- director del grupo Palomar- los chilenos "somos buenos para las tallas, rápidos y buenos para echar chistes". Y a propósito trae a colación un descubrimiento que hizo una de sus alumnas en una investigación sobre cultura popular, una frase inmortalizada en un baño público. "Virgen María, tú que concebiste sin pecar, ayúdame a pecar sin concebir".

Más Autoritario Que Peleador
La letra es conocida por todos. "En el rodeo ‘e Los Andes comadre Lola, le pegaron su puñete al guatón Loyola, por dárselas de encachao (…)". No sólo tenemos enredos de puños… "Pelearon por quince lucas el Beto con el Mesías, ay señora el Beto con el Mesías (…) el Beto prestó la plata y no la ha visto hasta hoy día (…) furioso el guatón Beto anda diciendo que el Mesías se anda corriendo". Para el sociólogo Fernando Matta del Área Tolerancia y No Discriminación de la División de Organizaciones Sociales (DOS), el chileno más que peleador es fuertemente autoritario, lo que se deja ver en expresiones verbales y físicas violentas. "Se legitima el maltrato y la violencia para hacer valer la posición a través del golpe". Si escarbamos en las cifras, en la Segunda Encuesta de Intolerancia y Discriminación más del 27% de los encuestados está de acuerdo con la afirmación de que hay que pegarle a los niños.
Para la folclorista Margot Loyola, las letras de nuestras melodías tradicionales siempre identifican a cierto sector de los chilenos. "El guatón Loyola es el hombre que come empanadas, toma vino, se cura y pelea. Pero no todos se curan… o hay los que se curan, pero no pelean".

17 de septiembre de 2006
©la nación
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