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¿dónde están?


[Farah Stockman] Se desconoce el destino de algunos detenidos de la CIA. Entre ellos, una mujer desaparecida en Boston.
Washington, Estados Unidos. El anuncio del presidente, este mes, de que la CIA había vaciado sus cárceles secretas ha planteando nuevas interrogantes sobre lo que pasó con decenas de sospechosos de Al Qaeda que se creía que estaban bajo custodia norteamericana.
Uno de ellos es Aafia Siddiqui, una científica paquistaní educada en el MIT y madre de tres niños, de Roxbury, que desapareció con sus hijos en 2003. Un nuevo documento desclasificado del gobierno dice que Siddiqui se casó con un importante operativo de Al Qaeda, que es uno de los catorce sospechosos trasladados por el presidente Bush desde una cárcel secreta a Bahía Guantánamo para ser procesados.
Pero el documento no entrega mayores informaciones sobre el paradero de Siddiqui.
La madre de Siddiqui dijo que cree que su hija ha sido detenida por militares norteamericanos y viajó a Estados Unidos para buscar informaciones sobre ella después de leer unos artículos en diarios paquistaníes que decían que Siddiqui había sido detenida en Pakistán y enviada al extranjero en un avión privado, dijo Elaine Whitfield Sharp, abogado de Marblehead y portavoz de la familia.
"Nadie sabe dónde está, pero nos preguntamos si no será ella uno de esos detenidos secretos", dijo Sharp.
El anuncio de Bush sobre el traslado de prisioneros a Bahía Guantánamo fue la primera confirmación oficial de que la CIA había arrestado clandestinamente a sospechosos de terrorismo y los retenía en lugares no identificados en el extranjero.
La semana pasada, un alto funcionario del gobierno dijo a periodistas, a condición de conservar el anonimato, que los prisioneros detenidos en el programa de la CIA eran menos de cien y que todos ellos habían sido "entregados al ministerio de Defensa para ser detenidos [en Bahía Guantánamo] como enemigos combatientes ilegales, retornados a sus países de origen o sometidos a procesos jurídicos para que respondan por sus crímenes".
Pero grupos de derechos humanos dicen que el destino de decenas de detenidos que estaban bajo custodia de la CIA sigue siendo desconocido.
"La Cruz Roja dijo que la CIA tiene 36 prisioneros de alto nivel", dijo Zachary Katznelson, abogado de Reprieve, un grupo británico de ayuda jurídica. "Catorce de ellos han sido trasladados a Bahía Guantánamo, y el presidente dice que ahora no hay terroristas bajo custodia de la CIA. ¿Dónde están los otros 22?"
Joanne Mariner, especialista en terrorismo de Human Rights Watch, dijo que "hay ciertamente detenidos que no sabemos dónde están, y estamos muy preocupados acerca de sus circunstancias presentes y la posibilidad de que continúen siendo detenidos arbitrariamente y sufran maltratos".
El año pasado, Human Rights Watch dio a conocer un listado de 27 sospechosos que pensaba que habían sido detenidos por la CIA. Trece de los 27 estaban entre los 14 que fueron trasladados hace poco a Bahía Guantánamo.
Mariner dijo que muchos de los que estaban en la lista provenían de países como Egipto y Jordania, que han sido mencionados por organismos internacionales como conocidos por sus torturas y detenciones arbitrarias. Dijo que si los detenidos hubiesen sido devueltos a esos países, poco se podría saber sobre su destino ulterior.
Human Rights Watch tenía muy poca información sobre el caso de Siddiqui como para incluirla en la lista de 27 sospechosos ‘desaparecidos', pero pensaba que era una posible detenida secreta de la CIA, dijo Mariner.
La historia de Siddiqui se ha convertido en uno de los capítulos más extraños de la guerra contra el terrorismo. Su paradero ha sido un misterio desde que se subiera a un taxi con sus tres hijos en casa de su madre en Karachi en 2003.
Aunque Siddiqui no estaba entre los que fueron trasladados a Bahía Guantánamo, conocía al menos a tres de los 14 que sí lo fueron. Una nueva biografía desclasificada, de una página, de un presunto ayudista de Al Qaeda, Ali Abd al-Aziz Ali, conocido también como Ammar al-Baluchi, afirma que él ordenó a Siddiqui ayudarle a conseguir documentos de viaje a un conspirador que quería hacer volar gasolineras y puentes o envenenar depósitos de agua en Estados Unidos.
Su biografía también sostiene que se casó con Siddiqui poco antes de ser capturado, una acusación que, de ser verdad, arroja nuevas luces sobre la supuesta relación de Siddiqui con importantes estrategas de Al Qaeda.
Sharp dijo que la familia de Saddiqui no oyó hablar nunca de Ali y que era muy difícil imaginar que se hubiera vuelto a casar tan pronto, apenas meses después de su separación de su primer marido.
La biografía de Majid Khan, el presunto conspirador que es uno de los 14 detenidos trasladados, dice que Siddiqui le ayudó a conseguir documentos para volver a entrar a Estados Unidos. Funcionarios norteamericanos dijeron también que Siddiqui viajó a Liberia a negociar diamantes en una operación de recaudación de fondos para Al Qaeda.
Los documentos dados a conocer recientemente son el último giro en la historia de una prometedora estudiante convertida en sospechosa de ser terrorista. Siddiqui viajó de Pakistán a Tejas en 1990 para vivir con su hermano, arquitecto, y asistir a la Universidad de Houston. Finalmente se mudó al MIT, donde estudió biología y reunió dinero para lo que dijo eran causas de caridad musulmanas, tales como el patrocinio de orfelinatos y viudas de Bosnia.
"Por favor, mantengan el ánimo y motiven a otros", escribió a sus colegas del MIT en un e-mail. "Humildemente, vuestra hermana Aafia".
Tras la graduación estudió neurología en la Universidad Brandeis y finalmente se casó con un anestesista paquistaní en Brigham y en el Hospital de Mujeres. El apartamento de la pareja en St. Alphonsus Street, en Roxbury, también era la sede de un grupo sin fines de lucro llamado el Instituto de Enseñanza e Investigación Musulmanas, que distribuía ejemplares del Corán.
En abril o mayo de 2002, la pareja fue interrogada por el FBI después de que el marido de Siddiqui comprara prismáticos infrarrojos, chalecos antibala y manuales militares en páginas web estadounidenses. Unos meses después, volvieron a Pakistán, pero en agosto ya se habían divorciado.
Meses después, Siddiqui visitó Baltimore, donde trabaja su hermana, una doctora de Harvard. Sharp dijo que fue entrevistada para una posición en la Universidad John Hopkins, pero documentos del gobierno norteamericano sostienen que abrió una casilla postal a nombre de Khan para recibir documentos de viaje.
En marzo de 2003, para la época en que agentes norteamericanos detuvieron a Khalid Sheikh Muhammad, un importante cabecilla de Al Qaeda, Siddiqui pidió un taxi para que la llevara a Islamabad con sus niños, de siete y cinco años, y el tercero de seis meses, y desde entonces no se la ha vuelto a ver.
Varios diarios paquistaníes publicaron artículos citando a funcionarios no identificados que dicen que había sido detenida y entregada a Estados Unidos, pero funcionarios paquistaníes negaron esos informes.

22 de septiembre de 2006
©boston globe
©traducción mQh
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