semana triste de joan jara
[Rodrigo Alvarado] La viuda de Víctor recuerda a Patricio Bunster.
En los últimos siete días la viuda del cantautor más importante de Chile, ha estado en el centro de la noticia. Aún conmocionada por la muerte de su ex marido, Patricio Bunster, celebró el aniversario del natalicio del cantautor.
Con todo, le quedan fuerzas para llevar a cabo un proyecto tan antiguo como su viudez: crear un Centro Cultural en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de su esposo.
Es la tarde de un sábado nublado y en un par de horas Joan Jara irá a Lo Espejo, donde la espera una asamblea con la municipalidad y organizaciones sociales para discutir un proyecto que ella tiene en su cabeza hace muchos años: hacer un centro cultural en el lugar donde fue encontrado, el 16 de septiembre de 1973, el cuerpo destrozado de Víctor Jara.
"Un lugar donde los jóvenes puedan crear y expresarse, el mejor recuerdo que se le puede hacer a Víctor", dice ella. Un lugar donde en los peores días de la dictadura la gente iba a dejar velas y hacía murales, que las autoridades borraban con la misma vehemencia que volvía a aparecer otro.
El jueves inauguró en la Plaza de la Cultura, en compañía de la pPresidenta Michelle Bachelet, la exposición fotográfica 'Víctor canta al mundo', que llevará las imágenes íntimas, artísticas y comprometidas del cantautor por Latinoamérica y Europa.
Este fue uno de los pocos actos oficiales que se han hecho desde el regreso de la democracia, sin contar el rebautizo del estadio Chile como Víctor Jara.
Pero Joan se emocionó con los cantantes de micros que entraron espontáneamente a cantar las canciones de su esposo. De hecho, se ríe recordando que Jorge Coulon "se matriculó con el pueblo", como ella dice, y se metió a cantar al medio.
Joan, ¿usted, viaja en micro?
Sí, si, ando en micro.
Entonces le ha tocado que suban artistas callejeros a cantar canciones de su marido.
Sí, me sale caro andar en micro... (ríe) yo aprecio mucho lo que hacen ellos y muchos me reconocen. Es muy lindo que lleven las canciones con sentido a toda la gente, además cantan muy bien.
Y han mantenido viva la canción.
Y de otros, el canto latinoamericano. En ese sentido, donde otros lo olvidaron, ellos lo tienen vivito en las micros.
Semana de Contrastes
Joan está un poco cansada. Ese mismo homenaje lo preparó en medio del dolor que significó la muerte del coreógrafo Patricio Bunster, el hombre que la trajo a Chile, con el que se casó en 1953, con quien tuvo una hija (Manuela) y con quien fundó el Centro de Danza Espiral en 1985. El hombre por el que, paradójicamente, conoció a su gran amor, Víctor Jara.
En lo que sigue de la entrevista varias veces le faltaron las palabras y nunca soltó de sus manos una tapa de vaso plástico. Podría ser una vaga metáfora de cómo está mujer inglesa de apariencia invulnerable, se aferra a la materialidad de la vida. Pero la elocuencia de las palabras que no le faltaron, dicen más que cualquier imagen.
Ha sido una semana que no quisiera repetirla. Demasiadas emociones. Se nos fue Patricio, que lo conozco de hace 55 años y siempre trabajamos juntos. Es una tremenda pérdida para la danza, pero tenía que pasar, estaba enfermo, tenía sus años. Se fue muy sereno. Su funeral fue apoteósico, por la cantidad de gente que lo quería, los artistas. El lunes vamos a despertar en un mundo sin Patricio y tenemos que recuperarnos de ese golpe.
Y se juntó con el homenaje a Víctor Jara...
Claro, entremedio de todas las preparaciones de algo que es una celebración de vida, nos encontramos con la despedida, con la muerte. Así son las cosas, pero ha sido muy duro.
¿Ha llorado mucho?
Bueno sí... yo no soy de esas personas que lloran fuerte, pero cuando tengo que expresarme de algo doloroso, me cuesta.
Usted siempre ha proyectado la imagen de una mujer fuerte. Sacó adelante una escuela de danza (Espiral) y también la memoria de su esposo con la Fundación Víctor Jara.
Siempre me dicen que soy una mujer fuerte, pero sólo tengo la apariencia de una mujer fuerte. Soy fuerte porque tengo mucha gente que coopera y yo estoy en el medio. Soy obstinada.
Y la ex mujer de dos grandes personalidades chilenas.
Bueno sí, lo que me tocó ¿no?
Marido y Compañero
Jan –en ese tiempo Joan Turner- conoció a Bunster en Inglaterra a mitad del siglo pasado, cuando ella se iniciaba en la danza y él giraba con la destacada compañía de danza alemana Jooss. "Tenía un tipo de físico muy fuerte, además llevaba seis meses en un barco, por lo tanto venía quemado por el sol, con un color tabaco", recuerda antes de sentenciar que "Patricio me trajo a Chile y cambió mi destino".
Bunster era profesor en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. Joan cuenta que Víctor lo admiraba mucho como coreógrafo y que lo iba a mirar a los ensayos cuando estaban creando "Calaucán". "Cuando me separé con Patricio, él puso las cosas amargas fuera y tuvieron una relación de amigos. Trabajaron juntos, dirigieron los grandes actos en el estadio Nacional del Partido Comunista y la bienvenida a Pablo Neruda después de recibir el Premio Nóbel", cuenta Joan, quien se casó con Jara en 1964.
Más tarde, entre los años 1972 y 73 ambos creadores estaban trabajando en la música de la gran obra de del cantautor. Una que nunca se estrenó: "Los siete estados".
Cuando el coreógrafo llegó del exilio en 1985 creó su obra "A pesar de todo", con música de Víctor Jara. "Ese fue su homenaje", afirma Joan. Y ese también fue el homenaje que le hicieron a Patricio Bunster el miércoles afuera del Cementerio General.
"Mi hija Manuela (Bunster) ha sufrido mucho, pero sigue firme. Te cuento que Víctor era como su papá y que Amanda (Jara) visitaba a Patricio en el exilio. Ambas tenían dos papás", explica la viuda de Víctor Jara.
El otro día un periodista le preguntó si sentía mucha responsabilidad de ser la viuda de estas dos figuras...
Es que yo no soy la viuda de Patricio...
A eso iba...
Fuimos compañeros de trabajo, hicimos muchas cosas juntos, pero era otra la relación, era terrible ser tratada como la viuda de Patricio. Lo voy a echar de menos, pero en ningún caso como viuda... eso hay que aclararlo.
Ella Baila Sola
A Joan le cuesta hablar de los últimos momentos de Bunster. Dice que se fue tranquilo, que se despidió de todos con un gran sentido del humor. La realidad es que ni él ni Víctor están en este mundo, pero ella sí. A sus 79 años lleva varios alejada del Centro De Danza Espiral para dedicarle tiempo completo a la Fundación, porque como ella dice "aún me quedan cosas por hacer".
Disculpe que los vuelva a juntar, pero aparte de su inteligencia, sentido del humor y un inmenso amor por la vida ¿qué tuvieron estos dos hombres para lograr ser lo que fueron? Con mucha facilidad se puede decir que estamos hablando del cantautor y el coreógrafo más importante de Chile.
Yo pienso así. Como creadores los dos fueron fieles a sus raíces y a su realidad. Eran tremendamente auténticos en sus creaciones, con afán de comunicarse con todo el pueblo, no sólo con los intelectuales y quiénes pueden entender una obra de arte. Los dos sacrificaban su propio afán de creación, organizando los medios para que otros pudieran participar. El mundo ha cambiado mucho. Yo estoy segura de que hay Víctor y Patricios en todas partes, pero los valores que predominan lo hacen muy difícil, porque buscan sólo ser conocidos.
Y qué pasa con Joan. Qué le falta hacer.
Me cuesta hablar... Me siento bastante realizada con lo que es la fundación hoy, con el propósito que tuvo, rescatar la vida de Víctor, sus valores, incluso sus fallas y angustias. En ese sentido estoy satisfecha de que tanta gente joven tiene a Víctor en el corazón y lo expresan de la manera más diversa. Quizás nos falta meter más a Víctor y lo que representa, los derechos humanos y su manera de expresarse a través de su propia realidad, en la educación de los niños, que se atrevan a ser ellos mismos, que no copien las cosas extranjeras. Algo se puede hacer, pero yo no voy a estar para ese tiempo. Hay un momento en que hay traspasar el mando, Está bueno ya.
Con todo, le quedan fuerzas para llevar a cabo un proyecto tan antiguo como su viudez: crear un Centro Cultural en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de su esposo.
Es la tarde de un sábado nublado y en un par de horas Joan Jara irá a Lo Espejo, donde la espera una asamblea con la municipalidad y organizaciones sociales para discutir un proyecto que ella tiene en su cabeza hace muchos años: hacer un centro cultural en el lugar donde fue encontrado, el 16 de septiembre de 1973, el cuerpo destrozado de Víctor Jara.
"Un lugar donde los jóvenes puedan crear y expresarse, el mejor recuerdo que se le puede hacer a Víctor", dice ella. Un lugar donde en los peores días de la dictadura la gente iba a dejar velas y hacía murales, que las autoridades borraban con la misma vehemencia que volvía a aparecer otro.
El jueves inauguró en la Plaza de la Cultura, en compañía de la pPresidenta Michelle Bachelet, la exposición fotográfica 'Víctor canta al mundo', que llevará las imágenes íntimas, artísticas y comprometidas del cantautor por Latinoamérica y Europa.
Este fue uno de los pocos actos oficiales que se han hecho desde el regreso de la democracia, sin contar el rebautizo del estadio Chile como Víctor Jara.
Pero Joan se emocionó con los cantantes de micros que entraron espontáneamente a cantar las canciones de su esposo. De hecho, se ríe recordando que Jorge Coulon "se matriculó con el pueblo", como ella dice, y se metió a cantar al medio.
Joan, ¿usted, viaja en micro?
Sí, si, ando en micro.
Entonces le ha tocado que suban artistas callejeros a cantar canciones de su marido.
Sí, me sale caro andar en micro... (ríe) yo aprecio mucho lo que hacen ellos y muchos me reconocen. Es muy lindo que lleven las canciones con sentido a toda la gente, además cantan muy bien.
Y han mantenido viva la canción.
Y de otros, el canto latinoamericano. En ese sentido, donde otros lo olvidaron, ellos lo tienen vivito en las micros.
Semana de Contrastes
Joan está un poco cansada. Ese mismo homenaje lo preparó en medio del dolor que significó la muerte del coreógrafo Patricio Bunster, el hombre que la trajo a Chile, con el que se casó en 1953, con quien tuvo una hija (Manuela) y con quien fundó el Centro de Danza Espiral en 1985. El hombre por el que, paradójicamente, conoció a su gran amor, Víctor Jara.
En lo que sigue de la entrevista varias veces le faltaron las palabras y nunca soltó de sus manos una tapa de vaso plástico. Podría ser una vaga metáfora de cómo está mujer inglesa de apariencia invulnerable, se aferra a la materialidad de la vida. Pero la elocuencia de las palabras que no le faltaron, dicen más que cualquier imagen.
Ha sido una semana que no quisiera repetirla. Demasiadas emociones. Se nos fue Patricio, que lo conozco de hace 55 años y siempre trabajamos juntos. Es una tremenda pérdida para la danza, pero tenía que pasar, estaba enfermo, tenía sus años. Se fue muy sereno. Su funeral fue apoteósico, por la cantidad de gente que lo quería, los artistas. El lunes vamos a despertar en un mundo sin Patricio y tenemos que recuperarnos de ese golpe.
Y se juntó con el homenaje a Víctor Jara...
Claro, entremedio de todas las preparaciones de algo que es una celebración de vida, nos encontramos con la despedida, con la muerte. Así son las cosas, pero ha sido muy duro.
¿Ha llorado mucho?
Bueno sí... yo no soy de esas personas que lloran fuerte, pero cuando tengo que expresarme de algo doloroso, me cuesta.
Usted siempre ha proyectado la imagen de una mujer fuerte. Sacó adelante una escuela de danza (Espiral) y también la memoria de su esposo con la Fundación Víctor Jara.
Siempre me dicen que soy una mujer fuerte, pero sólo tengo la apariencia de una mujer fuerte. Soy fuerte porque tengo mucha gente que coopera y yo estoy en el medio. Soy obstinada.
Y la ex mujer de dos grandes personalidades chilenas.
Bueno sí, lo que me tocó ¿no?
Marido y Compañero
Jan –en ese tiempo Joan Turner- conoció a Bunster en Inglaterra a mitad del siglo pasado, cuando ella se iniciaba en la danza y él giraba con la destacada compañía de danza alemana Jooss. "Tenía un tipo de físico muy fuerte, además llevaba seis meses en un barco, por lo tanto venía quemado por el sol, con un color tabaco", recuerda antes de sentenciar que "Patricio me trajo a Chile y cambió mi destino".
Bunster era profesor en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. Joan cuenta que Víctor lo admiraba mucho como coreógrafo y que lo iba a mirar a los ensayos cuando estaban creando "Calaucán". "Cuando me separé con Patricio, él puso las cosas amargas fuera y tuvieron una relación de amigos. Trabajaron juntos, dirigieron los grandes actos en el estadio Nacional del Partido Comunista y la bienvenida a Pablo Neruda después de recibir el Premio Nóbel", cuenta Joan, quien se casó con Jara en 1964.
Más tarde, entre los años 1972 y 73 ambos creadores estaban trabajando en la música de la gran obra de del cantautor. Una que nunca se estrenó: "Los siete estados".
Cuando el coreógrafo llegó del exilio en 1985 creó su obra "A pesar de todo", con música de Víctor Jara. "Ese fue su homenaje", afirma Joan. Y ese también fue el homenaje que le hicieron a Patricio Bunster el miércoles afuera del Cementerio General.
"Mi hija Manuela (Bunster) ha sufrido mucho, pero sigue firme. Te cuento que Víctor era como su papá y que Amanda (Jara) visitaba a Patricio en el exilio. Ambas tenían dos papás", explica la viuda de Víctor Jara.
El otro día un periodista le preguntó si sentía mucha responsabilidad de ser la viuda de estas dos figuras...
Es que yo no soy la viuda de Patricio...
A eso iba...
Fuimos compañeros de trabajo, hicimos muchas cosas juntos, pero era otra la relación, era terrible ser tratada como la viuda de Patricio. Lo voy a echar de menos, pero en ningún caso como viuda... eso hay que aclararlo.
Ella Baila Sola
A Joan le cuesta hablar de los últimos momentos de Bunster. Dice que se fue tranquilo, que se despidió de todos con un gran sentido del humor. La realidad es que ni él ni Víctor están en este mundo, pero ella sí. A sus 79 años lleva varios alejada del Centro De Danza Espiral para dedicarle tiempo completo a la Fundación, porque como ella dice "aún me quedan cosas por hacer".
Disculpe que los vuelva a juntar, pero aparte de su inteligencia, sentido del humor y un inmenso amor por la vida ¿qué tuvieron estos dos hombres para lograr ser lo que fueron? Con mucha facilidad se puede decir que estamos hablando del cantautor y el coreógrafo más importante de Chile.
Yo pienso así. Como creadores los dos fueron fieles a sus raíces y a su realidad. Eran tremendamente auténticos en sus creaciones, con afán de comunicarse con todo el pueblo, no sólo con los intelectuales y quiénes pueden entender una obra de arte. Los dos sacrificaban su propio afán de creación, organizando los medios para que otros pudieran participar. El mundo ha cambiado mucho. Yo estoy segura de que hay Víctor y Patricios en todas partes, pero los valores que predominan lo hacen muy difícil, porque buscan sólo ser conocidos.
Y qué pasa con Joan. Qué le falta hacer.
Me cuesta hablar... Me siento bastante realizada con lo que es la fundación hoy, con el propósito que tuvo, rescatar la vida de Víctor, sus valores, incluso sus fallas y angustias. En ese sentido estoy satisfecha de que tanta gente joven tiene a Víctor en el corazón y lo expresan de la manera más diversa. Quizás nos falta meter más a Víctor y lo que representa, los derechos humanos y su manera de expresarse a través de su propia realidad, en la educación de los niños, que se atrevan a ser ellos mismos, que no copien las cosas extranjeras. Algo se puede hacer, pero yo no voy a estar para ese tiempo. Hay un momento en que hay traspasar el mando, Está bueno ya.
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