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siempre supo que era inocente


[Maurice Possley] Nuevos análisis de ADN muestran que Marlon Pendleton, encarcelado por violación en 1992, no era el agresor.
El jueves, con las manos cruzadas sobre su regazo, Marlon Pendleton se ve tranquilo en la sala de entrevistas del Centro Correccional de Dixon,y no se muestra demasiado emocionado con la noticia de que los análisis de ADN lo excluyen de la violación que lo envió a la cárcel hace más de una década.
"Para mí no es una sorpresa", dijo Pendleton, 49. "Siempre supe que era inocente".
Pendleton ha estado en la cárcel desde mediados de los años noventa, después de ser condenado por haber violado a una mujer en el Lado Sur de Chicago en 1992 y ser condenado por otro caso de agresión.
El miércoles, los abogados de Pendleton se enteraron de que los resultados de los análisis de ADN realizados este mes lo excluían como la fuente del material genético que dejó el violador del caso de 1992.
El despacho del fiscal del estado en el condado de Cook declaró que, a la luz de los resultados de los análisis, revisará los dos casos.
Pendleton mantuvo siempre su inocencia, pero ahora dice que puede probar su inocencia en el caso de 1992.
"Me he quitado un gran peso de encima", dijo. "Y alabo a Jehová por ello. Ha sido una lucha larga y difícil, pero no me sentiré completamente vivo mientras no cruce las puertas de esta cárcel".
El caso de 1992 implicaba a una mujer que fue secuestrada a punta de pistola cuando se dirigía a su trabajo cerca de la calle 74 con la Avenida de Maryland. Fue agredida sexualmente y robada.
El miércoles, los abogados de Pendleton, Karen Daniel y Jane Raley, del Centro Jurídico sobre Condenas Injustas de la Facultad de Leyes de la Universidad de Northswestern, presentaron una moción pidiendo la anulación de su condena en ese caso, basándose en los resultados de los análisis de ADN. Esa moción será tratada el jueves ante el Tribunal Penal del juez Stanley Sacks.
El jueves, Raley visitó la prisión para darle la noticia de que todos los análisis de las evidencias excluían a Pendleton e identificaban un perfil genético que podía ser entregado a la base de datos nacional del FBI, que guarda los perfiles de delincuentes condenados.
Pendleton dijo que la noticia era el resultado del duro trabajo de sus abogados y de las "miles de horas que pasé en las bibliotecas jurídicas" en las varias prisiones del estado donde estuvo confinado. "Seguí clases para usar el ordenador y un curso de mecanografía", dijo. También aprendió a investigar las leyes y presentó "cientos de páginas de mociones".
"Pasé el 95 por ciento de mi tiempo aquí tratando de salir", dijo. "He estado dos veces en la Corte de Apelaciones del estado, dos en la Corte Suprema de Illinois. Presenté un recurso de apelación. Perdí en todos los casos".
Finalmente, dijo, "me aburrí" y presentó una demanda federal de habeas corpus a su propio nombre. Al describir esa etapa de su excursión jurídica el jueves, Pendleton hizo una pausa, tratando de controlar sus emociones.
"Fue la juez [de distrito] Joan Lefkow la que permitió la revisión de mi caso", dijo Pendleton. "Tengo que agradecérselo a ella. Me dio una oportunidad. Sé que a ella le pasaron una cosas terribles [el marido y la madre de Lefkow fueron asesinados en 2005]. Ella es una señora justa y valiente, es la señora más correcta que conozco".
Critica las prisiones donde ha pasado su tiempo desde su condena. "He estado en Pontiac, Graham, Centralia, Menard, Shawnee, Big Muddy", dijo. "En todas esas instituciones pasé la mayor parte de mi tiempo en la biblioteca".
Pendleton, en buen estado físico debido a que dice que hace ejercicios todos los días, era un hombre aislado -impulsado por la necesidad de protegerse. "Los otros presos te respetan más si has matado a alguien", dijo. "Si estás por lo que me condenaron a mí, eres la forma de vida más baja de la creación".
"El peligro acecha en todas partes: cuando te vas a duchar, cuando comes, cada vez que te despiertas", dijo. "Yo me discipliné a mí mismo para guardarme todo para mí".
Su madre murió en 2003 y aunque su hermana lo visitaba de vez en vez, dijo, "nunca tuve demasiadas visitas. Lo entiendo. Afuera es duro para ella".
Pendleton dijo que se convirtió en una hebreo israelí tras las rejas y que su fe le ayudó a deshacerse de la amargura y odio que sentía tras ser condenado y sentenciado a 20 años de cárcel por una violación que no cometió.
"Fue mi peor pesadilla: ser condenado por algo que no hice", dijo. "Poco a poco me fui resignando. Lo dejé en manos del Creador y cerré la paz con mi ambiente".
También dice que es inocente de otra acusación por agresión, caso en el fue condenado por agresión sexual y lesiones graves y sentenciado a 12 años más. Si el caso de violación es anulado debido a los resultados de los análisis de ADN, podría ser dejado en libertad inmediatamente.
"Creo que la pasaré mal al principio", dijo. "Tendré que buscar un trabajo. Necesito estudiar más".
Pendleton fue identificado en una rueda de sospechosos por la víctima de una agresión en 1992, pero sólo después de que la víctima viera cómo era conducido esposado a la sala de rueda de sospechosos, un procedimiento que los expertos en identificaciones de testigos oculares dicen que es altamente sugestivo.
Pidió repetidas veces que se hicieran análisis de ADN a partir de las evidencias, pero Pamela Fish, del laboratorio de criminalística de la policía de Chicago dijo que no había suficientes evidencias físicas para ser analizadas, de acuerdo a su informe. El experto que realizó el análisis más reciente, Brian Wraxall, dijo el miércoles que cree que sí había materiales suficientes en esa época.
Pendleton dice que lo lamenta por la víctima y que no le guarda rencor. "Alguien le hizo eso a ella y estuvo mal", dijo. "Creyó que era yo y estaba equivocada. No le guardaré rencor por eso".

mpossley@tribune.com

26 de noviembre de 2006
©chicago tribune
©traducción mQh
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