choque entre europa y el islam
[Patricia Cohen] Autor dice que política de apaciguamiento está debilitando a Europa frente al islam.
Las nominaciones son generalmente ocasión de exagerados elogios y besos al aire, de modo que fue una sorpresa cuando Eliot Weinberger, un anterior finalista del premio del National Book Critics Circle anunció hace dos semanas a los nuevos nominados para la categoría de crítica y dijo que uno de los autores, Bruce Bawer, había incurrido en "racismo como crítica".
El revuelo resultante al interior del usualmente bien educado mundo de los libros aumentó esta semana cuando el presidente del boletín del Círculo, John Freeman, escribió en el blog de la organización (bookcriticscircle.blogspot.com): "Nunca me he sentido tan embarazado por una elección que con la de ‘While Europe Slept', de Bruce Bawer", escribió. "Son datos retóricos hiperventilados de islamofobia".
La ráfaga de mensajes e-mail sobre la materia, que circularon entre los 24 miembros de la directiva del Círculo, refleja el debate más amplio sobre una serie de libros publicados recientemente que advierten ominosamente sobre un catastrófico choque cultural entre europeos con valores occidentales tradicionales y musulmanes fundamentalistas -libros como ‘Londonistan', de Melanie Phillips, ‘The Truth About Muhammad: Founder of the World's Most Intolerant Religion', de Robert Spencer, y ‘America Alone', de Mark Steyn.
La mayoría de ellos han sido escritos por autores conservadores y publicados por editoriales conservadoras, pero no todos: la célebre periodista italiana Oriana Fallaci, que murió el año pasado, causó con sus estridentes libros -como ‘La fuerza de la razón'- tanta indignación entre los musulmanes que fue denunciada por difamar al islam. La publicación de esos libros coincide con un aumento de los sentimientos anti-musulmanes e informes sobre violentos ataques y complots de musulmanes radicales en Europa. Los atentados con bomba en Londres y Madrid, acaloradas disputas sobre la prohibición de llevar el pañuelo de cabeza en las mujeres, los ataques de pandillas contra jóvenes musulmanes, los disturbios en París y la violencia en Berlín provocada por inmigrantes árabes descontentos, han sacado a superficie ansiedades sobre el creciente número de musulmanes en Europa. En diciembre, la Unión Europea informó que los musulmanes hacen frente a una largamente asentada discriminación en la educación, vivienda y trabajo, pero que deberían esforzarse más por integrarse en la sociedad. En este ambiente, no es una sorpresa que los libros hayan provocado toda la gama que hay entre el elogio y el desdén, planteando la pregunta de dónde está la línea que separa la crítica legítima de la intolerancia.
Para Bawer, las condenas son una evidencia más de la tendenciosa ceguera de los liberales. "Uno de las cosas más vergonzosas de nuestra época es que muchos autores e intelectuales occidentales que se enorgullecen de ser liberales, se han aliado con un movimiento escandalosamente anti-liberal que rechaza la igualdad de derechos para la mujere, cree que los homosexuales y judíos deberían ser exterminados, y apoya el asesinato a sangre fría de uno de nuestros hijos en nombre del honor, etc., etc.", escribió en su propio blog, www.brucebawer.com/blog.htm En un e-mail de ayer dijo que no tiene nada que agregar a su blog.
La solapa del libro de Bawer está tapada de elogiosas exclamaciones de conservadores conocidos, pero él es el típico ejemplo de los estados rojos. Bawer es un crítico cultural abiertamente gay de Nueva York, que ha vivido en Europa desde 1998, y ha publicado libros como ‘Stealing Jesus', una severa crítica del fundamentalismo cristiano. "Alguna gente cree que es terrífico que los escritores expongan los delitos y riesgos del fundamentalismo religioso, a menos se trate del fundamentalismo cristiano", escribió en su blog.
‘While Europe Slept' advierte que "Europa vive su momento Weimar", y que "apaciguando una ideología totalitaria" estaba "poniendo en peligro su libertad". "La corrección política", escribe, impide que los europeos se defiendan a sí mismos, y eso resulta en una pasividad autodestructiva de Europa, su blandura con la tiranía, su reflexiva inclinación a apaciguar". Las reseñas han ido de aclamaciones a condenas, reconociendo que Bawer ha dado con un problema verdadero, pero quejándose, como lo hace una reseña en The Economist, que Bawer "lanza una red demasiado amplia y debilita así su argumento".
Imam Fatih Alev, miembro de la directiva del Centro de Estudios Islámicos-Cristianos de Copenhagen, no ha leído el libro de Bawer, pero refiriéndose al nivel general de tensión, dijo en una conferencia telefónica que "creo que hay, por supuesto, una preocupación legítima con respecto a las diferencias entre culturas". Pero agregó: "El verdadero problema es que los debieran saberlo bien, que son educados y están bien informados sobre la diversidad de las culturas" están manipulando el debate.
"En muchos sentidos, la enorme diferencia entre los valores occidentales y los valores musulmanes es una idea inventada", continuó.
Rushy Rashid, que ha escrito unas memorias en tres tomos sobre su crianza como niña musulmana en Dinamarca, dijo que el mayor choque no es entre occidentales y musulmanes, sino "al interior de pequeños grupos de inmigrantes en toda Europa". Hablando en general sobre la división cultural en Europa, dijo que no cree en un ‘choque de civilizaciones'. Cuando se trata de los inmigrantes musulmanes, dijo, "el choque entre la primera, segunda y tercera generación es más fuerte". Agregó: "Si puedes procesar ese tipo de choque, entonces puedes superarte e integrarte en la sociedad en la que estás viviendo".
Otros autores, como Ian Buruma, en ‘Murder in Amsterdam: The Death of Theo Van Gogh and the Limits of Tolerance', han adoptado un tono menos apocalíptico que algunos de los otros libros, mientras Ayaan Hirsi Ali, la inmigrante somalí que se asentó en Holanda y trabajaba con Van Gogh, un director de cine, hace una dura crítica del islam desde la perspectiva de un miembro de la cultura en su libro de memorias, ‘Infidel'.
J. Peder Zane, el redactor de reseñas bibliográficas y columnista de libros en The News & Observer, en Raleigh, Carolina del Norte, formó parte del comité de ocho que nominó el libro de Bawer. Dijo que "no fue una selección polémica". Zane se mostró furioso por el modo en que Weinberger utilizó la ceremonia de nominación el 20 de enero como una plataforma de sus opiniones. "Eso no fue solamente poco justo con Bruce Bawer", dijo en una entrevista telefónica. "También está diciendo que los que entre nosotros votamos al libro en la lista de finalistas, somos racistas o demasiado estúpidos como para saber que somos racistas".
Zane dijo que él y otros cuatro o cinco otros abuchearon a Weinberger, que fue nominado el año pasado por su antología de ensayos de 2005, ‘What Happened Here: Bush Chronicles', hizo su comentario ante más de doscientas personas del mundo editorial. Zane, luego, se abrió camino entre la multitud para decirle a Weinberger que pensaba que sus comentarios en ese entorno, eran "completamente inapropiados". Zane recordó: "Me dio un capirotazo rápido con la mano, como si yo fuera una pulga, y se alejó".
Weinberger no pudo ser localizado para oír sus comentarios.
Freeman, que dijo en una entrevista que sentía la "responsabilidad moral" de hablar claro sobre el libro de Bawer, agregó que esperaba más debates a medida que otros miembros del comité lean el libro antes de depositar el 8 de marzo su voto final para el premio Circle. De los cinco nominados en cada categoría, el libro con la mayoría de votos del comité ganará el premio.
El revuelo resultante al interior del usualmente bien educado mundo de los libros aumentó esta semana cuando el presidente del boletín del Círculo, John Freeman, escribió en el blog de la organización (bookcriticscircle.blogspot.com): "Nunca me he sentido tan embarazado por una elección que con la de ‘While Europe Slept', de Bruce Bawer", escribió. "Son datos retóricos hiperventilados de islamofobia".
La ráfaga de mensajes e-mail sobre la materia, que circularon entre los 24 miembros de la directiva del Círculo, refleja el debate más amplio sobre una serie de libros publicados recientemente que advierten ominosamente sobre un catastrófico choque cultural entre europeos con valores occidentales tradicionales y musulmanes fundamentalistas -libros como ‘Londonistan', de Melanie Phillips, ‘The Truth About Muhammad: Founder of the World's Most Intolerant Religion', de Robert Spencer, y ‘America Alone', de Mark Steyn.
La mayoría de ellos han sido escritos por autores conservadores y publicados por editoriales conservadoras, pero no todos: la célebre periodista italiana Oriana Fallaci, que murió el año pasado, causó con sus estridentes libros -como ‘La fuerza de la razón'- tanta indignación entre los musulmanes que fue denunciada por difamar al islam. La publicación de esos libros coincide con un aumento de los sentimientos anti-musulmanes e informes sobre violentos ataques y complots de musulmanes radicales en Europa. Los atentados con bomba en Londres y Madrid, acaloradas disputas sobre la prohibición de llevar el pañuelo de cabeza en las mujeres, los ataques de pandillas contra jóvenes musulmanes, los disturbios en París y la violencia en Berlín provocada por inmigrantes árabes descontentos, han sacado a superficie ansiedades sobre el creciente número de musulmanes en Europa. En diciembre, la Unión Europea informó que los musulmanes hacen frente a una largamente asentada discriminación en la educación, vivienda y trabajo, pero que deberían esforzarse más por integrarse en la sociedad. En este ambiente, no es una sorpresa que los libros hayan provocado toda la gama que hay entre el elogio y el desdén, planteando la pregunta de dónde está la línea que separa la crítica legítima de la intolerancia.
Para Bawer, las condenas son una evidencia más de la tendenciosa ceguera de los liberales. "Uno de las cosas más vergonzosas de nuestra época es que muchos autores e intelectuales occidentales que se enorgullecen de ser liberales, se han aliado con un movimiento escandalosamente anti-liberal que rechaza la igualdad de derechos para la mujere, cree que los homosexuales y judíos deberían ser exterminados, y apoya el asesinato a sangre fría de uno de nuestros hijos en nombre del honor, etc., etc.", escribió en su propio blog, www.brucebawer.com/blog.htm En un e-mail de ayer dijo que no tiene nada que agregar a su blog.
La solapa del libro de Bawer está tapada de elogiosas exclamaciones de conservadores conocidos, pero él es el típico ejemplo de los estados rojos. Bawer es un crítico cultural abiertamente gay de Nueva York, que ha vivido en Europa desde 1998, y ha publicado libros como ‘Stealing Jesus', una severa crítica del fundamentalismo cristiano. "Alguna gente cree que es terrífico que los escritores expongan los delitos y riesgos del fundamentalismo religioso, a menos se trate del fundamentalismo cristiano", escribió en su blog.
‘While Europe Slept' advierte que "Europa vive su momento Weimar", y que "apaciguando una ideología totalitaria" estaba "poniendo en peligro su libertad". "La corrección política", escribe, impide que los europeos se defiendan a sí mismos, y eso resulta en una pasividad autodestructiva de Europa, su blandura con la tiranía, su reflexiva inclinación a apaciguar". Las reseñas han ido de aclamaciones a condenas, reconociendo que Bawer ha dado con un problema verdadero, pero quejándose, como lo hace una reseña en The Economist, que Bawer "lanza una red demasiado amplia y debilita así su argumento".
Imam Fatih Alev, miembro de la directiva del Centro de Estudios Islámicos-Cristianos de Copenhagen, no ha leído el libro de Bawer, pero refiriéndose al nivel general de tensión, dijo en una conferencia telefónica que "creo que hay, por supuesto, una preocupación legítima con respecto a las diferencias entre culturas". Pero agregó: "El verdadero problema es que los debieran saberlo bien, que son educados y están bien informados sobre la diversidad de las culturas" están manipulando el debate.
"En muchos sentidos, la enorme diferencia entre los valores occidentales y los valores musulmanes es una idea inventada", continuó.
Rushy Rashid, que ha escrito unas memorias en tres tomos sobre su crianza como niña musulmana en Dinamarca, dijo que el mayor choque no es entre occidentales y musulmanes, sino "al interior de pequeños grupos de inmigrantes en toda Europa". Hablando en general sobre la división cultural en Europa, dijo que no cree en un ‘choque de civilizaciones'. Cuando se trata de los inmigrantes musulmanes, dijo, "el choque entre la primera, segunda y tercera generación es más fuerte". Agregó: "Si puedes procesar ese tipo de choque, entonces puedes superarte e integrarte en la sociedad en la que estás viviendo".
Otros autores, como Ian Buruma, en ‘Murder in Amsterdam: The Death of Theo Van Gogh and the Limits of Tolerance', han adoptado un tono menos apocalíptico que algunos de los otros libros, mientras Ayaan Hirsi Ali, la inmigrante somalí que se asentó en Holanda y trabajaba con Van Gogh, un director de cine, hace una dura crítica del islam desde la perspectiva de un miembro de la cultura en su libro de memorias, ‘Infidel'.
J. Peder Zane, el redactor de reseñas bibliográficas y columnista de libros en The News & Observer, en Raleigh, Carolina del Norte, formó parte del comité de ocho que nominó el libro de Bawer. Dijo que "no fue una selección polémica". Zane se mostró furioso por el modo en que Weinberger utilizó la ceremonia de nominación el 20 de enero como una plataforma de sus opiniones. "Eso no fue solamente poco justo con Bruce Bawer", dijo en una entrevista telefónica. "También está diciendo que los que entre nosotros votamos al libro en la lista de finalistas, somos racistas o demasiado estúpidos como para saber que somos racistas".
Zane dijo que él y otros cuatro o cinco otros abuchearon a Weinberger, que fue nominado el año pasado por su antología de ensayos de 2005, ‘What Happened Here: Bush Chronicles', hizo su comentario ante más de doscientas personas del mundo editorial. Zane, luego, se abrió camino entre la multitud para decirle a Weinberger que pensaba que sus comentarios en ese entorno, eran "completamente inapropiados". Zane recordó: "Me dio un capirotazo rápido con la mano, como si yo fuera una pulga, y se alejó".
Weinberger no pudo ser localizado para oír sus comentarios.
Freeman, que dijo en una entrevista que sentía la "responsabilidad moral" de hablar claro sobre el libro de Bawer, agregó que esperaba más debates a medida que otros miembros del comité lean el libro antes de depositar el 8 de marzo su voto final para el premio Circle. De los cinco nominados en cada categoría, el libro con la mayoría de votos del comité ganará el premio.
8 de febrero de 2007
©new york times
©traducción mQh
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