Blogia
mQh

un cura pedófilo


[Gina Piccalo]'Líbranos del mal' [Deliver Us From Evil], que hace la crónica del legado de abusos de Oliver O'Grady, lo ha convertido en un paria en su tierra.
‘Líbranos del mal', un documental sobre el sacerdote pedófilo Oliver O'Grady y su devastador legado, le ha significado a su director múltiples premios y una nominación al Oscar. Ahora la película está levantando nuevas controversias y litigios desde Los Angeles hasta Irlanda, donde O'Grady vive ahora.
Estrenada en Estados Unidos en otoño pasado, ‘Líbranos del mal' detalla los veinte años de abusos que cometió el irlandés O'Grady en la zona de Stockton, desde 1971 hasta su detención en 1993, y concluye que el cardenal Roger M. Mahony, entonces obispo de Stockton, sabía de los abusos, pero de todos modos trasladó y promovió a O'Grady.
La película muestra a O'Grady dando al director Amy Berg lo que él llama "la confesión más honesta de toda mi vida". Su éxito cinematográfico está no solamente llamando la atención sobre Mahony, sino también ha provocado que más víctimas en Estados Unidos e Irlanda entablen demandas civiles y acusaciones criminales que podrían terminar con O'Grady en la cárcel en Irlanda, donde el delito de abuso sexual de menores no prescribe. Allá, la película ya lo ha convertido en una suerte de paria nacional, reconocido en la calle, acosado por los periodistas y conocido por la policía.
‘Líbranos del mal', que llegó a las primeras planas en Irlanda desde que Lionsgate Films lo estrenara en Los Angeles el verano pasado, tendrá su primera gran proyección hoy en Festival Internacional de Cine de Dublín Jameson.
Defensores irlandeses de víctimas de abuso sexual de menores dicen que la franqueza de O'Grady en la película lo ha hecho vulnerable al vigilantismo, y están preocupados de que el lanzamiento de la película en Irlanda pueda empujarlo a ocultarse nuevamente. El ex sacerdote de 61 años se ha mudado cuatro veces en los últimos dos años, y el celular que tenía en octubre pasado está fuera de servicio. En el otoño pasado, O'Grady le dijo a Berg que se sentía de algún modo aliviado de confesar en la película pero también se preparaba para hacer frente a las inevitables secuelas.

Legado de Abusos
O'Grady viajó por primera vez desde Irlanda a California en agosto de 1971. Sirvió en parroquias en Stockton, Lodi, Turlock y San Andreas. El ex sacerdote fue detenido en 1993, condenado por 21 cargos de abuso sexual de menores y cumplió siete años en la Prisión Estatal de Mule Creek, cerca de Sacramento. En 1998 un jurado adjudicó a dos de las víctimas de O'Grady una suma récord de treinta millones de dólares, que fue más tarde reducida a siete millones. Las nuevas demandas -una presentada por un norteamericano, la otra por un irlandés- están siendo vistas en el condado de San Joaquín, pero ambas mencionan como demandados a la Diócesis de Stockton, así como a la archidiócesis irlandesa de Cashel y Emly. La archidiócesis irlandesa preparó a O'Grady para el sacerdocio y los demandantes, que dicen que sufrieron abusos a manos de O'Grady, aseguran que funcionarios eclesiásticos irlandeses sabían que era un pedófilo antes de su ordenación y destinación en California.
En diciembre, un juez californiano negó al demandante norteamericano jurisdicción legal para demandar a la archidiócesis irlandesa. Esa decisión será recurrida. Los abogados del irlandés dicen que presentarán la demanda a fines de mes.
El fiscal de Stockton, Larry Drivon, que trató el caso de 1998 que envió a O'Grady a la cárcel y ha estado involucrado en 425 casos de abusos por el clero en California, dijo que aunque no es probable que la película redunde en nuevos litigios, presentaba un demoledor retrato de Mahony. Al mismo tiempo, dijo, la película refuerza el conocimiento público sobre los abusos de sacerdotes y alentará a las víctimas a denunciarlos más a menudo.
"Creo que hay niños que deben nacer que nunca serán molestados debido al impacto de esta película", dijo.
En la película, O'Grady dice que él mismo fue victima de abusos sexuales a manos de sacerdotes y que durante varias décadas informó repetidas veces a sus superiores sobre su atracción por los niños.
Sin embargo, a pesar de los informes sobre sus abusos redactados por policías, psicólogos y feligreses en Stockton, Lodi y Turlock, O'Grady no fue nunca removido del servicio. En lugar de eso, fue trasladado y promovido.
La película detalla cómo, como obispo de Stockton, Mahony protegió a O'Grady, que había confesado años antes haber abusado de una niña de once años. En 1984, envió a O'Grady para ser evaluado por un psiquiatra de la localidad, que dijo que el sacerdote tenía un "severo defecto de maduración" y sugirió que "quizás Oliver no es realmente adecuado para el sacerdocio". Sin embargo, Mahony promovió a O'Grady para servir como pastor de una parroquia rural, donde abusó de tres víctimas.
En una deposición en video, partes de la cual fueron incluidas en la película, Mahony dice que no sabía nada de los abusos. Conocía solamente los informes sobre la atracción que sentía O'Grady hacia los niños. Mahony afirma que un sacerdote no debiese ser removido automáticamente por expresar su atracción sexual hacia niños de nueve años.

Retrato en Cuestión
La Archidiócesis de Los Angeles rechaza fuertemente el retrato que se presenta en la película de la supervisión de O'Grady por Mahony. El portavoz de la archidiócesis, Tod Tamberg, dijo en un e-mail que las "acusaciones contra la iglesia" del director Berg, "específicamente contra el cardenal Mahony, son deliberadamente engañosas. La película está lejos de ser una versión completa y correcta de lo que ocurrió y son, en realidad, recuerdos interesados de un criminal manipulador (como O'Grady lo admite en la película)".
Las acusaciones de abusos que han surgido a superficie hace poco, se remontan a 37 años y algunas fueron corroboradas por las declaraciones de O'Grady en ‘Líbranos del mal' y en cartas que escribió a las víctimas.
"La gente tiene miedo y cuando salga esta película, van a tener todavía más miedo si él todavía anda por la calle", dijo un irlandés de 47 años, que dice que O'Grady abusó de él a fines de los años sesenta y principio de los setenta cuando era monaguillo en Limerick y O'Grady estaba estudiando en el Seminario de San Patricio en Thurles. "A fin de cuentas, las cosas contra él se acumulan... Este es un país pequeño y muy pueblerino. Las cosas pueden llegar a primera plana muy rápidamente". Él ha entablado una demanda civil contra O'Grady.
Ann Jyono, de Lodi, que describe años de manipulación y abusos por O'Grady en ‘Líbranos del mal', dice que O'Grady abusó de ella durante una visita de sus padres a Limerick en los años setenta. Planea presentar una demanda criminal contra O'Grady ante las autoridades irlandesas. Si lo juzgan y condenan, O'Grady podría terminar en la cárcel en Irlanda.

Cartas de Disculpas
En una de las escenas más escalofriantes, O'Grady dice que envió cartas de disculpas a varias de sus víctimas californianas. Cuando habla sobre esta correspondencia, O'Grady romantiza sus delitos, sugiriendo incluso que sus víctimas puedan estar ansiosas de oír de él. Otro antiguo feligrés de Lodi, ahora un hombre de 43 años con dos hijos jóvenes, entabló una demanda civil contra él en diciembre, después de que Berg le entregara una carta de disculpas de O'Grady.
El hombre, identificado en la demanda como "John DHD Doe", dice que sufrió tres años de abusos sexuales, de los ocho a los once años, en episodios que siempre tuvieron lugar en la casa del párroco. La carta de O'Grady era la prueba que necesitaba para contárselo a su familia.
"Todavía no puedo poner en palabras lo que me hizo", dijo en una llamada reciente. "Tengo ganas de llorar. No puedo hablar".
A cambio de un estipendio mensual de ochocientos dólares de la Diócesis de Stockton, que empezará a los 65, O'Grady abandonó voluntariamente el sacerdocio. Fue deportado a Irlanda en 2001 y vive en Thurles desde hace cuatro años, y está siguiendo un tratamiento psiquiátrico para su pedofilia en el Instituto Granada de Dublín. La Diócesis de Stockton paga la terapia de O'Grady. Después de que fragmentos de la deposición de O'Grady de 2005 fueran transmitidos en Irlanda, O'Grady desapareció. En la película, se lo muestra caminando por las calles de Dublín, con una maleta en la mano. Periodistas irlandeses lo descubrieron en el otoño pasado cuando ‘Líbranos del mal' fue estrenado en Estados Unidos. Estaba viviendo en un modesto apartamento dublinés.
A O'Grady parece gustarle la atención. Dijo a periodistas del Mirror irlandés que él se inscribiría voluntariamente en el Registro Nacional de Delincuentes Sexuales (no fue incluido, por razones que no están claras) y que había dejado de abusar de niños. Y aunque vive a apenas unos metros de un jardín de recreo, dijo al diario: "Tomo precauciones para no entrar en contacto con los niños... A menudo veo a niños en el autobús, y me doy cuenta, ‘Cielos, estoy en un bus con niños', pero no soy una amenaza".
Un artículo de periódico declaraba a O'Grady "peor que Charles Manson o Jack el Destripador". Tras estos informes, O'Grady volvió a desaparecer.
A mediados de diciembre, se apareció por una tienda de artículos de arte al norte de Dublín, pidiendo a su dueño, según se dice, "papel de color del que usan los niños". El dueño de la tienda lo reconoció y se negó a venderle.

Continúa Pesquisa en Los Angeles
En Estados Unidos, la investigación criminal de la Archidiócesis de Los Angeles y de Mahony continúa ahora que el despacho del fiscal de distrito del condado de Los Angeles ganó el litigio para obtener acceso a los historiales personales del clero.
"Queremos que la gente sepa que todavía estamos investigando", dijo Sandi Gibbons, portavoz del despacho del fiscal de distrito. "Durante mucho tiempo fuimos bloqueados por las acciones de la archidiócesis para impedir el acceso a los historiales. La investigación está de nuevo bien encaminada".

gina.piccalo@latimes.com

18 de febrero de 2007
17 de febrero de 2007
©los angeles times
©traducción mQh
rss

0 comentarios